Categoría: Opinión

Opinión sobre temas relacionados con la educación.

  • El desgraciado.

    El desgraciado.

    Lucrar, lucrar y lucrar, ese es sin temor a equivocarme,  el deporte favorito de la señora Laura Bozzo.

    La consentida de Televisa  se anota una bajeza más:   presentará en su programa el caso del niño Kevin de Jesús Calderón Díaz, alumno  de la  secundaria “Carlos Pellicer Cámara”  del Municipio de Emiliano Zapata, Tabasco, quien fuera  golpeado, atado y enjaulado por  sus propios compañeros.

    Según  la propia conductora,  jamás de los “jamases” ha usado ninguno de los casos  que tarde con tarde y  de lunes a viernes,  se presentan  en su programa;  sino no es porque sus  “damnificados” protagonistas le piden ayuda.

    Es decir, el caso del niño Kevin será expuesto  en semejante bazofia gracias a que  sus familiares directos  clamaron a la bondad y piedad de la peruna experta en montajes asquerosos.

    Desde mi punto de vista, reprobable  decisión de los padres de Kevin.

    Digo, lo que nunca debió  pasar, pasó;   y  su familia seguramente tentada por la farándula barata, puso en bandeja a su propio hijo para que con el morbo que supone ser la victima de un feroz caso de bullying, alimentar el raiting de la empresa que celosamente  cobija a la “señorita Laura”.

    Tanta miseria solo es  posible  porque sucede en México, País donde no  hay quien frene el caudaloso torrente  de programas basura repletos de estiércol, como los que se producen  Televisa.

    Increíble inmoralidad de la señora Bozzo, así como de los padres de niño Kevin, quien es, lamentablemente; el único “desgraciado”.

  • Claroscuros de un fin de ciclo escolar.

    Claroscuros de un fin de ciclo escolar.

    Un fin de ciclo escolar con sabor a incertidumbre nos ha quedado al final de los días; la sensación de que la promesa de renovación educativa y sus ambiciosos alcances no se hizo presente.

    Que al fin de cuentas el inicio lleno de júbilo se vacía dejando silencio y soledad en esas aulas porque la reforma educativa no ha llegado  todavía.

    Ha finalizado un periodo escolar que dejó mucho que desear en términos de optimización de recursos, que permaneció simple y expectante de “lo nuevo” que nunca dejó de ser viejo.

    Aunque se abusó de la intimidación por el abismo de nuestra ignorancia sobre la vigencia de las leyes educativas actuales, atestiguamos que las prácticas arcaicas de burocracia en la SEP siguen permaneciendo a grados ofensivos (…y que no se ve para cuando el cambio).

    La administración escolar se encuentra por un momento de ajuste que no tiene principio ni fin, solo podemos encontrar especulación y una innumerable cantidad de suposiciones sobre lo que vendrá en el siguiente ciclo escolar.

    Algo que se tambalea entre la simulación de lo que se pretende ser y lo que en verdad existe. Pero más inútil es consentir la idea lamentable de que en los posteriores años escolares las cosas irán mejorando como daño colateral.  Si, un claro ejemplo de una burla colectiva sobre una realidad precaria ha sido la renombrada “normalidad mínima escolar”.

    Si precisamente el supuesto inconsciente de que el mínimo básico es indispensable en cada centro de trabajo, y que esta normatividad de tan solo ocho reglas fue totalmente violentada principalmente por la autoridad educativa, nos hace suponer que hoy más que nunca la distancia entre la teoría y la práctica es infinita.

    Que un país mega-diverso como el nuestro merece atención a sus diferencias regionales, merece consideración respecto a sus particularidades.  Una ley ajustable y verdadera.

    Este ciclo escolar  pronto a concluir  solo ha sido productivo en la medida del aprovechamiento que cada docente logró; ha sido satisfactorio porque a pesar de las carencias en cada aula, grupo o medio laboral, hubieron (y aún hay) maestros y maestras optimistas, responsables y dignos de admiración.

  • Capacitación de los maestros, solo demagogia.

    Capacitación de los maestros, solo demagogia.

    No descubrió el agua tibia la subsecretaria de Educación Básica, Alba Martínez Olivé, cuando aseguró que los maestros están hartos de los cursos de “capacitación” sin sentido.

    Cierto también cuando dice que tales cursos eran tomados porque eran necesarios para obtener  puntajes requeridos  para carrera magisterial.

    Obvio para el sentido común.   De no ser por la necesidad del puntaje, ningún maestro en su sano juicio invertiría tiempo en cursos variopintos, vacíos, grises, deslucidos, vomitivos y cuanto calificativo se nos pueda ocurrir.

    Y es que lector lectora, uno de los más preciados fracasos  de la SEP es precisamente,  la formación continua de sus maestros.

    Sin embargo, cuando los adalides de la educación apuntan con el dedo a los docentes y les culpan de la crisis educativa del País, ignoran que desde las políticas públicas en materia educativa nunca hubo un proyecto sensato que atendiera las necesidades formativas del magisterio.

    Hoy que lenguaje oficial  (incluido el sindical) abruma con la evaluación y capacitación de los maestros debido a la reforma educativa, vale la pena comparar  la pasmosa  demagogia con la experiencia de los años que seguramente tú;  maestro, invertiste en  un sinfín de cursos falaces.

    Porque si no existe un cisma en el fracasado sistema de formación continua, los maestros llevan por lo menos dos goles en contra sin siquiera haber iniciado el partido.

    Los tiempos parecen no dan para más si tomamos en cuenta que para el 2015 el INEE va por la primera evaluación con consecuencias de los maestros.

    Ya con los resultados de la evaluación, la pregunta es:  ¿tendrán garantía los maestros de que encontrarán  condiciones óptimas para capacitarse y salvarse de la quema?

  • ¿Quién te educa sociedad?

    ¿Quién te educa sociedad?

    Tú sociedad que criticas tanto a los maestros en las aulas porque ganan mucho, porque no trabajan, porque tienen vacaciones, porque son flojos, porque no enseñan, por todo lo malo que puedas proferir demostrando una total falta de respeto ante quien todos los años debe de modificar su perspectiva de construcción del conocimiento para enseñar a aprender a los nuevos grupos bajo su cuidado.

    ¿Sabes sociedad quién realmente te educa? Sin que te des cuenta te has vuelto autodidacta. Sabes dónde encontrar la educación que te interesa o te conviene, principio que te permitirá construir el conocimiento, logrando aprendizaje significativo que usarás para resolver los problemas de tu vida cotidiana, atender la realidad actuando de acuerdo con lo aprendido.

    ¿Quiénes son tus maestros en esta educación? Siento informarte, sociedad, que nosotros, los que tano criticas, no. Nosotros no enseñamos a destruir familias, no enseñamos a caer en las garras de los vicios, no enseñamos a desarrollar mentes inmersas en la ilegalidad, no enseñamos a corromper, no enseñamos las maldades que tanto asuelan al mundo que tú sociedad has creado.

    Has aprendido a aprender sociedad, de los medios masivos de comunicación que aprovechando la libertad contenida y defendida por nuestra Constitución, la convierten en libertinaje de manera tan fina que no se nota la línea que divide un término de otro.

    Recibes educación de los medios de comunicación que no les importa lo que te interese, sino lo que a ellos les interese porque les deja un margen enorme de ganancias económicas, valiéndose de estrategias didácticas, pedagógicas y psicológicas mucho mejores que las que empleamos en nuestras aulas pues el fin es el principio del método: interesar activamente al alumno.

    Tú sociedad que con tu asistencia a las aulas virtuales te sumas a la estadística  que aumenta los niveles de “raiting”, de audiencia, de ejemplares vendidos y que sirve no para definir la calidad del medio en cuanto a lo que enseña, sino a su capacidad para ser un buen escaparate de ventas en un mercado de infinitos productos en donde tú sociedad eres el único consumidor.

    Entonces sociedad, los maestros no somos culpables de que tú tengas deudas millonarias que estás pagando en abonos chiquitos, o que te desesperes porque no te alcanza el dinero pues debes pagar las cosas que no necesitas: el aparato de ejercicios que ahora te sirve como colgante de ropa, los medicamentos milagrosos, la espiritualidad que promete acabar con todos tus problemas mediante módico precio, los artilugios que hacen tu vida más fácil al poder convertir tu casa en la mejor de tu colonia si posees todo lo que para ello ha sido inventado y que has pedido aprovechando la promoción de muchos pagando por uno solo; no es culpa nuestra que leas las imágenes crudas, sin censura quizás de algún familiar o conocido o simplemente por la curiosidad o morbo, mismo que te hace coleccionar las fotos de curvilíneas modelos, que leas textos escritos en español vulgar, bajo el pretexto de que “así habla el pueblo”, aderezando con el lenguaje de las palabras altisonantes que te impiden avanzar en la construcción de nuestro idioma.

    No somos los maestros quienes enseñamos a tus hijos a pertenecer a grupos denominados bandas que se dedican a destruir el bien ajeno, a destruirse a sí mismos iniciando con su propio cuerpo; no enseñamos a infringir la ley o a comprar  conciencias con grandes sumas de dinero de mala procedencia; no enseñamos a personas que destruyan personas; tampoco enseñamos la destrucción de la familia, sustento primordial de ti, sociedad.

    Son los programas de exposición de las bajezas humanas los que se han vuelto parte de tus asignaturas de todos los días; las novelas que muestran la sensualidad material de forma clandestina; el amor basado en riquezas y lujos; los programas de las televisoras que se disputan las imágenes religiosas, explotando las creencias de nuestro pueblo, creando una nueva forma de catequizar; comedias que mueven la risa satirizando las clases sociales más débiles; series a todas horas que capturan tu atención para venderte lo que no te hace falta.

    Y todo aquello que los grandes monopolios, las grandes transnacionales, las enormes empresas te ofrecen y que han logrado que seas el primer lugar en obesidad; que consumas enormes cantidades de alcohol para lograr la felicidad o tener acceso a tus artistas creados para seguir tu proceso de aprendizaje en el cual te encuentras inscrito de forma gratuita.

    Cierto es también que los maestros que tanto criticas te pertenecemos y por tanto estamos siendo educados por los mismos que a ti te hacen aprender. Sin embargo, nuestra labor, que no la tiene ningún otro profesional, nos da la ventaja de analizar, reflexionar, criticar para poder enseñar buscando siempre el éxito educativo aún a costa de políticas administrativas que en nada toman el parecer del docente. Ciertamente como seres humanos, una minoría actúa sin ética o moral y son usados para envilecer nuestra labor; pero a ellos, nosotros mismos los señalamos; a veces somos escuchados, otras, como en estos tiempos, son protegidos por influyentes, pero eso no nos desanima.

    A pesar de tus críticas, seguimos trabajando en las aulas; seguimos atendiendo a tus hijos que reciben educación que tú les das en casa y que es de acuerdo con lo que te han enseñado a aprender. Si te acercaras a nosotros, si te dieras un poco de tiempo para escucharnos y creer en nuestras voces cuando te decimos que tu hijo está mal académicamente, que por su forma de comportarse está pidiendo atención a gritos, no de nuestra parte sino de la tuya; que nos hicieras caso cuando te sugerimos apoyo externo incluso para ti, sociedad nuestra.

    No lo sabemos todo, es verdad. Pero es nuestro deber averiguar, investigar y formar un concepto. Somos parte del círculo que ha vuelto nuestra sociedad llena de inseguridades que surgen del hogar mismo, pero nosotros sí luchamos para cambiar todo esto. Nuestro trabajo va más allá de las aulas y de su horario; llega hasta donde tienes tu sede, se proyecta en donde tú vives, pero como las cosas que realmente valen la pena, muchas veces nos cierras las puertas o dejas de escucharnos.

    Puedes sociedad continuar criticándonos, pero con eso nada cambiarás. Seguirán los medios masivos motivándote a aprender lo que a ellos les llena los bolsillos de dinero y de influencias. Nosotros, te lo aseguro, seguiremos trabajando con una meta: “educar para transformar”…, positivamente – me permito añadir.

  • El Consejo Técnico Escolar

    El Consejo Técnico Escolar

    – – o 0 o – –

    De algo de risa y un poco llanto

    un CTE que al fin no pudo tanto,

    pues sin seguimiento verdadero

    solo prometió vanguardia ilusa,

    de un pasado vil y rastrero

    a una realidad triste y confusa.

     – – o 0 o – –

    Con respeto a los coordinadores

    que sin apoyo sacaron el trabajo,

    cumplieron con los sinsabores

    de un ciclo convertido en relajo.

    – – o 0 o – –

    Normalidad mínima violentada,

    que solo mostró la evidencia;

    de un grupo en locuaz decadencia,

    que tiene a la SEP amañada.

    – – o 0 o – –

    Senectud y mucha prepotencia,

    de pobre demagogia desgastada,

    y pues viniendo de la Presidencia

    ya  no nos sorprende nada.

  • Plantando una esperanza.

    Plantando una esperanza.

    En días pasados, para conmemorar los 10 años de la marcha blanca por la seguridad, María Elena Morera invitó a organizaciones cívicas y a ciudadanos a plantar botes llenos de planes, proyecciones, metas y esperanzas para los próximos 10 años. Estos botes fueron plantados en los jardines de la Casa del Lago en Chapultepec. Serán abiertos el 30 de junio del 2024.

    En el bote de Mexicanos Primero incluí unas breves reflexiones sobre el estado que guarda la educación hoy, así como el avance que nos gustaría ver en el tema para el año 2024. A continuación dichas reflexiones:

    Si no resolvemos la educación de México, no vamos a resolver a México.

    Y vaya que estamos atrasados. Actualmente, sólo 35% de cada generación termina en tiempo y forma la prepa y sólo el 13% la universidad. El promedio de escolaridad de un mexicano es el 2ndo de secundaria y nuestros niños, año con año, van la mitad de las horas a la escuela que los niños de Corea y Finlandia.

    Y luego está el tema de la calidad. PISA, la prueba reina a nivel internacional para medir competencias, nos ubica en el lugar 34 de 34 naciones de la OCDE. Más del 80% de cada generación de jóvenes de 15 años está reprobado para un mundo que premia el conocimiento y las capacidades analíticas y críticas.

    El estado de la educación en México es motivo de indignación. Pero sobre todo, debe ser motivo de activación.

    Hay que reconocerlo, el actual gobierno se atrevió a hacer la primera reforma legal de verdadero calado en muchas décadas. Busca cambiar incentivos para procurar mejores maestros, directores y supervisores. Busca reemplazar la corrupción y la ineficiencia por la meritocracia. No es perfecta, pero sí abre la oportunidad de iniciar el largo proceso de transformación de un sistema de empleos, prebendas y corruptelas, hacia un verdadero sistema educativo con el maestro como figura profesional y digna.

    No podemos desperdiciar esta oportunidad. La clave para el éxito de la reforma al 3ero Constitucional se resume en tres palabras: implementación, implementación, implementación.

    Esto requiere capacidad operativa y también capacidad de aguantar la turbulencia que desatarán quienes prefieren el “status-quo”. El éxito dependerá de vencer a fuerzas reaccionarias y corruptas que por décadas han lucrado de la educación sin servir a la educación.

    Sólo podremos hablar de una verdadera reforma educativa cuando nuestros maestros estén más preparados y cuando nuestros niños y jóvenes estén aprendiendo mucho más.

    En 10 años, cuando desenterremos estos botes llenos de planes y de esperanzas yo espero:

    · Que la escolaridad promedio en México haya alcanzado por lo menos los 12 años.

    · Que México obtenga resultados en PISA equivalentes al promedio de los países miembros de la OCDE.

    · Que haya más calidad y rigor, y menos política en la educación.

    · Que la imagen y dignidad del magisterio se haya recuperado.

    · Que en lugar de sindicatos abusivos contemos con colegios de profesionales y que el maestro sea el héroe en la narrativa de la recuperación y el impulso educativo.

    · Y, que México haya entendido cabalmente que la escuela pública no es la escuela de gobierno, sino la escuela de todos los mexicanos y que todos estemos dispuestos a cuidarla, procurarla y engrandecerla.

    En resumen, espero que para el año 2024 la educación pública de calidad esté cumpliendo, de manera cabal y sustentable, con su papel de ensanchar libertades, oportunidades y justicia para los mexicanos.

    Fue publicado en Reforma.
  • La semilla del mal.

    La semilla del mal.

    Es bien sabido que se cosecha lo que se siembra y esta es la exacta línea recta que relaciona el pasado con el presente, la sociedad actual fue concebida en el pasado y hoy estamos cosechando sus frutos, lamentablemente amargos, venenosos, destructivos. La semilla del más grande mal humano llamado corrupción cual fin es destruir a la propia especie fue sembrado y abonado por años de tal forma que hoy sentimos el poder del monstruo creado.

    Los maestros también tenemos culpa en ello, ya que también fuimos participes en la creación de lo que hoy ya es un ente que nos está comiendo día tras día. Los gobernantes de hoy fueron los alumnos del pasado y hoy en el presente se vuelven en contra de la sociedad, carentes de moral, de amor a la patria, de entendimiento sobre el bienestar común, ahí fue donde fallamos.

    ¿Pero cómo sucedió esto?

    Cuando el maestro querido y respetado le puso precio a su trabajo, cuando comenzó aceptar regalos e  hizo compadres y regalo calificaciones a los ahijados para que estos cruzaran de año siendo ignorantes, analfabetas y lo que es peor aún, niños consentidos, berrinchudos, caprichosos, envidiosos. Esos niños crecieron y obtuvieron títulos que hoy están ejerciendo, siendo los mismos, ignorantes, analfabetas, consentidos, berrinchudos, caprichosos, envidiosos solo que ahora grandes y  con poder. Hoy los ves sentadas en sus curules, levantando el dedo aprobando leyes que ni siquiera han leído, por lo mismo, no aprendieron a leer.

    Pero si esto es preocupante hay que tener en cuenta que esta es la primera cosecha, lo que sigue es mucho peor, este fue apenas el inicio de la corrupción quizá considerada a baja escala pero al fin corrupción. Luego de esto el maestro enfermó  y la ambición lo envolvió, ya no se conformaba con los regalos ofrecidos, comenzó también a pedir y a exigir a cambio de calificaciones hasta volverse una práctica cotidiana la compra de calificaciones y títulos, ya no había esfuerzo por ninguno de los dos lados, todo se remediaba con dinero¿, de ahí la frase de que con dinero baila el perro.

    Creo que esta semilla sembrada en el pasado también ya brotó y ya nos está haciendo daño pues  conocemos muchas situaciones actuales concebidas bajo el mismo tono.

    Lo que verdaderamente es de tomar en cuenta pues representa una alarma, un foco rojo, una real desgracia que a pesar de ya estarlo viviendo aún no ha llegado a madurar toda la cosecha es precisamente la tercera generación, aquella generación que no le alcanzo para comprar la calificación o para pagar el soborno del profe y entonces consiguió un arma, mató al maestro que lo reprobó y amenazó a los otros de correr con la misma suerte si no cumplían con sus demandas. Fue el castigo para tan ilustre profesión la de ser maestro por haber incurrido en los peores y más mezquinos de los defectos de la humanidad, la hipocresía y la corrupción.

    Lo peor del caso es que no solo están brotando y volviéndose parte de nuestra sociedad, sino que se están volviendo nuestros gobernantes y entonces:

    Generación de analfabetas ya vividas con Fox  y ahora EPN

    Generación de los corruptos que todo lo hacen con dinero

    Generación de matones y asesinos.

    ¿Cuál sigue?

  • Reforma educativa incompleta.

    Reforma educativa incompleta.

    Nuestro sistema educativo ante la  exigencia de organismos internacionales y pretendiendo demostrar fuerza inusitada con el encarcelamiento de la ahora exlideresa del magisterio nacional, lanzó para su aprobación la llamada Reforma educativa, la cual ha sido totalmente repudiada a nivel nacional por una gran mayoría de maestros, pero oficializada por quien en  número conforma una minoría legislativa, pero eso sí con ese magnificentísimo poder que permite “mover a México”. Voces que aparentemente no han sido escuchadas, algunas ya calladas por la presión ejercida, y que fueron apoyadas, sustentadas incluso, por personalidades intelectuales que demostraban su digresión con los poderes ejecutivo y legislativo de nuestro país.

    Lo que el magisterio rechaza es la personalidad con que se describe al maestro, pues no se le dignifica, antes bien, se le degrada. La figura del maestro es entregada cual presa fácil e indefensa a una sociedad ávida de encontrar quién se la pague y no quién se la hizo. Argumentos para que una sociedad nada contenta con las promesas políticas incumplidas con relación, por ejemplo a la baja de precios, o como en la administración anterior, con la disfrazada forma de erradicar el impuesto llamado tenencia. Familias que cada vez tienen mejores oportunidades para deshacer los vínculos que los licencian como responsables de un hogar; títulos paternos o maternos de nombre porque todo el día deben estar trabajando para poder acceder a las mismas oportunidades básicas que de por sí son con precios en ascendente cuesta. Papás o mamás que ven en la escuela pública el lugar donde pueden “cuidar” a sus hijos durante cinco o más horas mientras ellos luchan por llevar los servicios necesarios para la casa. Acepto con orgullo que existen honrosísimas excepciones a esta regla de personal enunciamiento.

    Porque la reforma educativa está hecha por políticos temerosos de las voces de la sociedad misma, pero seguros que los trabajadores, en este caso los maestros, pertenecientes a esa sociedad que tanto teme, serán controlados por sus líderes sindicales además de que ha de moverse, a través de los medios masivos, a la sociedad restante para repudiar cualquier tipo de movimiento en contra.

    Si se habla de reforma educativa no es referible nada más a la vida de las escuelas; la educación se da primeramente en la casa, en el hogar. ¿Cómo puede hacerse esto si los responsables de la familia tienen que luchar para sobrevivir en la economía diaria? Los maestros sabemos que tenemos que atender a niños con papás trabajadores ambos, alumnos que se quedan al cuidado de abuelitos, tíos, vecinos, amigos; niños que han pasado por un rompimiento durísimo y viven con mamá, con papá de manera alternada; niños cuyo hogar ha sido abandonado por papá o por mamá y que no entienden la razón de ello; niños con padres con problemas de alcoholismo, drogadicción, dedicados a la prostitución; niños que viven en ambientes nada favorables y condenados por cierto por los Derechos Universales. La reforma educativa ¿dicta cómo cambiar estas situaciones?

    No. Todo es responsabilidad del maestro de grupo. Los padres de familia, aún con el rumor vuelto ley popular, de que tendrán que mantener al edificio escolar, no son condicionados por esta reforma para ofrecer educación de calidad a sus hijos ¿risible? Tal vez, pero no hay obligación legal, mucho menos moral, que permita un dejo de preocupación de los padres de familia por sus hijos, por la escuela de ellos. Todo se deja al criterio – producto de las influencias políticas y sociales ya mencionadas – de cada paterfamilia con lo que se podría discutir esa equidad para los niños y jóvenes de las escuelas públicas.

    Porque en las escuelas privadas, que deben estar regidas por la misma ley de las públicas (no olvidemos que el Estado delega en los particulares la facultad de impartir educación rigiéndose por las mismas leyes que las escuelas oficiales públicas), se cometen y permiten acciones que atentan y discriminan a la comunidad educativa. Ejemplos claros: asistencias obligadas de los padres de familia a las reuniones convocadas, pago total de cuanto cobro se ocurra so pena de no recibir documentos oficiales en su momento, obligación de los padres de familia de contribuir en cuanto evento para ganancias económicas se convoque cuyos ingresos será para el crecimiento del edificio escolar y mejoramiento de lo existente que conviene a los dueños de las instituciones; venta de uniformes de uso obligatorio; ventas diversas que deben agotarse y le paro de contar. El reto: ¿nos atrevemos a hacer lo mismo en nuestras escuelas públicas?

    Ante la inexistencia de un apartado dedicado a los padres de familia como contribuyentes, bienhechores, donadores, colaboradores de obligatoriedad moral al interior de las escuelas, siendo que esto se deja como responsabilidad única del “liderazgo” docente para conseguirlo, no avanzaremos hacia esa educación de calidad tan rebuscada y tan exigida por la globalización actual y nuestros funcionarios no podrán presumir ante la OCDE, la ONU, la UNESCO, el FMI, el BID y otras siglas y anagramas de influencia mundial, que en nuestro México ya somos equiparables a Corea, Finlandia, etc., donde el único culpable será el maestro de grupo el cual por no apoyar el principio filosófico de los grandes reformistas, deberá poner en riesgo su trabajo aunque esto se llame “cambio de actividad” como seguridad laboral.

    Incluir un párrafo muy largo, que condicione la coexistencia y participación de los padres de familia en las escuelas públicas, es un gran faltante en la reforma educativa; pero que nuestro Gobierno a través de sus instituciones no genere programas verdaderos, reales, no de sexenio, para atender al núcleo de la sociedad nuestra que a gritos pide la ayuda para seguir fortaleciendo los lazos familiares.

    Mientras eso ocurre, los maestros seguiremos en el andar educativo diario; entregando y esforzándonos para que nuestros alumnos logren educación de calidad con los que tenemos en nuestras escuelas. Porque así trabajamos los que sabemos hacerlo, con, sin y a pesar de las reformas.

    Facebook: Martín Alcocer.

  • El INEE contra la pedagogía.

    El INEE contra la pedagogía.

    Llama mi atención el artículo escrito por la Presidenta del INEE, Sylvia Schmelkes en El Universal, en donde asegura que para el año 2016, los concursos para plazas docentes  serán abiertos a los profesionales en general.

    Me parece un razonamiento falto de tino de Sylvia Schmelkes.

    Desde mi punto de vista,  es una diplomática manera de despreciar  la pedagogía, de hacer menos el arte de enseñar.

    Si bien me he manifestado en contra de que las convocatorias para plazas docentes se abrían solamente para  normalistas y cerraban las puertas para otros profesionales de la educación, aquí sí me parece que toda lógica desparrama.

    Y es que el organismo autónomo de la evaluación manda claro mensaje de que no  cree en los maestros mexicanos, ni en las instituciones formadoras de pedagogos.

    Esa visión de la Maestra Sylvia Schmelkes abona aún más  la incertidumbre magisterial y concede razón a los que acusan al magisterio como los culpables del cataclismo educativo.

    Porque si la reforma educativa abruma machaconamente con el discurso del maestro  como piedra angular, la consejera que encabeza el INEE está haciendo todo lo posible para que el magisterio justifique su resistencia.

    Lamento que el INEE equivoque de esa manera el rumbo.   La pedagogía y los pedagogos  mexicanos  necesitan  aliados y el organismo de la evaluación empieza  a quedarles a deber.

  • El receso escolar.

    El receso escolar.

    La obsesión de la Secretaría de Educación por mantenernos dependiendo de “la tienda de raya”, y jalando constantemente las cadenas que nos esclavizan a un absurdo, más que mover a México, nos ahonda el repudio que sentimos sobre nuestra máxima autoridad; nos hace resentidos, maltratados y convierte esa impotencia en la esperanza de cobrarnos la afrentan a la primera de cambios.

    No somos un asalariado más, no tenemos lugar en la burocracia ofensiva, tampoco hacemos de la hipocresía nuestra cotidianidad, no; nosotros somos los encargados del más alto honor, de la tarea que cualquiera cree ilusamente poder hacer y que jamás haría; somos quienes forjamos día a día el significado de la palabra “trabajo”. Esa es nuestra ocupación, es ese esfuerzo que se construye con decisión y atenaza lo imposible, aquel que no se aplaude, aquel que se pierde en el olvido pero que inmortaliza nuestra existencia.

    Por ese mismo motivo aunque nos repitan hasta el cansancio que: “no son vacaciones profe(a)…” seguirán siendo nuestras vacaciones; porque el término es preciso y exacto, idóneo y reconfortante… es una pausa temporal en nuestras labores pedagógicas. Porque nuestra labor es práctica, vivencial, directa, real y verdadera. No somos administrativos, por el contrario somos el origen, la raíz que alimenta al árbol. Y por eso, solo por eso merecemos el descanso, el desestrés…las vacaciones. Porque el simple hecho de cambiarle el nombre a las cosas no les cambia el significado.

    Aunque las semanas venideras se disfracen de lo que sea, se vistan de un tono enérgico y se señale la ley; aunque se le llame “receso escolar”, cual capricho irrisorio de quien nos cree ignorantes; la realidad es otra, pues surgimos de la incongruencia tonta de quienes nos subestiman creyendo que no razonamos, que no pensamos. Solo basta recordar que el receso escolar de 30 minutos es solo para los niños y que las vacaciones también; y las compartimos como nuestras, nomás porque las merecemos, porque las necesitamos, porque nos las hemos ganado…solo por esa simple razón… ¿No cree usted, mi estimado lector?

    ¡Las cosas por su nombre y cómo deben ser!

  • Ingreso al Servicio Profesional Docente.

    Ingreso al Servicio Profesional Docente.

    Con la reforma educativa, este año será el primero en el que las plazas vacantes y de nueva creación, en educación básica y media superior, serán otorgadas por concurso. El 12 de julio será la evaluación de ingreso para los candidatos a docentes de educación básica, y el 19 de julio para docentes y directores de la educación media superior. Para el caso de la educación básica, en los primeros dos años el concurso se abrirá a normalistas, y las entidades federativas pueden emitir una convocatoria complementaria para que concursen también otros profesionales. A partir de 2016, los concursos serán abiertos a los profesionales en general.

    El mejoramiento de la calidad de la educación en México, sin duda, pasa por asegurar la buena formación de los docentes. La selección de los nuevos docentes a ingresar al sistema educativo es un inicio que deberá ser completado, a partir de 2015, por la evaluación del desempeño docente y por las medidas de apoyo, acompañamiento y formación que se ofrezcan a los docentes en servicio con base en los resultados. Los que recién ingresan al servicio presentarán otra evaluación al año y una más al segundo año, y de ello dependerá su contratación definitiva. En el caso de la evaluación del desempeño, que comenzará en el 2015, la primera evaluación será de ubicación en alguno de los niveles de los perfiles definidos. De ahí seguirán evaluaciones periódicas. No es sino hasta la tercera evaluación que, si no se alcanzan los mínimos definidos, el maestro será reubicado en una tarea administrativa, con sus derechos laborales adquiridos a salvo.

    Para el magisterio esto es algo conveniente. Los maestros gozarán del beneficio de la evaluación externa con retroalimentación, lo que les permitirá conocer sus fortalezas y debilidades y por lo mismo se podrán establecer cauces para irlas superando. Además, será necesario que entre en operación un mecanismo de acercamiento y acompañamiento a los maestros por parte de profesores destacados que también serán detectados por la evaluación de desempeño. Los docentes que tengan debilidades constatadas por los procesos evaluativos, pero que como consecuencia vean acompañado su trabajo por profesionales pares con mejor desempeño docente y reciban el apoyo de mecanismos formativos, con certeza, en la mayoría de los casos, podrán demostrar mejores niveles de logro en futuras evaluaciones. Con ello tendrán los elementos para mejorar la práctica docente y el aprendizaje de sus alumnos. Así es como la evaluación contribuye a mejorar la calidad de la educación. Por eso la evaluación conviene a docentes y al país.

    Fue publicado en El Universal.
  • Receso o retroceso.

    Receso o retroceso.

    Definir el concepto de vacaciones es remitirnos a lo establecido en nuestra Carta Magna y los reglamentos correspondientes y lo que nos concierne y distingue de los trabajadores del apartado “A”. Sin embargo, más allá de lo legalmente establecido, la costumbre parece permear y motivar a elevar pensamientos diversos vueltos opiniones expresadas libremente donde se pretende justificar un periodo mal llamado de receso, tomado como vacacional durante los meses de julio y agosto.

    Que si los empresarios lo exigen para poder tener pingües ganancias a través de sus comercios diversos. Bueno, en Yucatán el Consejo Coordinador Empresarial y diversas Cámaras han pedido dos meses completos de vacaciones que muchos maestros interpretan como “que los maestros, además de los alumnos, tengamos dos meses de receso…, o vacaciones” ¿Tanta derrama económica haremos los trabajadores de la educación al grado de ser una de las pequeñas partes reactivadoras de la economía nacional? ¿Realmente creen eso los empresarios que piden el aumento de días del receso escolar?

    En redes sociales leo textos donde aluden lo que antiguamente se daba: el disfrute completo de los dos meses de vacaciones. Corre por ahí también el rumor de trabajar una hora más para “completar” los doscientos días hábiles con los comentarios relacionados con el quehacer pedagógico al respecto.

    La ley desde hace mucho, y por encima de la costumbre, dicta otra cosa. Por eso la Secretaría de Educación, sabiendo que no incurrirá en fallas administrativas, esgrime cursos de actualización o capacitación para los maestros en el receso de julio y agosto, con lo que acaba de tajo la costumbre de que el docente goce de similar tiempo fuera de la escuela y dedicarse a tener una vida propia.

    Con treinta y tres años de servicio y medio siglo de haber nacido, soy testigo de la espera del último día de junio para iniciar el descanso, merecido o no, de todo julio y todo agosto para regresar en alguno de los primeros días del mes de septiembre a iniciar labores docentes. Sin cursos ni preocupaciones, conforme con el sueldo de plaza inicial que percibía y el cual sólo podía aumentar si ascendía a director, supervisor…, o hacía algo más.

    Entonces, egresado de la Escuela Normal de Primaria, de inmediato en el más cercano periodo de julio y agosto, junto con otros cientos de maestros, estábamos ya inscritos en la Normal Superior, institución que nos garantizaba, al término de los estudios, e incluso con el setenta y cinco por ciento de los créditos aprobados, obtener algunas horas en el nivel de secundaria con lo que nuestro sueldo aumentaría. Esperábamos cuatro años estudiando julio y agosto y en sesiones sabatinas y nadie decía no estar de acuerdo, siendo esto además de forma voluntaria. Pero eso sí, sabíamos los que estábamos ya en las asignaturas diversas de la Escuela Normal Superior de nuestro Estado, o aquellos más aventureros que llegaron a Puebla, o a la Normal de Educación Física del Distrito Federal, que nuestros estudios serían reconocidos al poder percibir un aumento salarial por el simple hecho de tener otra plaza en otro nivel educativo. Sabiendo además que de esta forma, cada año podríamos incrementar y ver mejoras económicas a futuro.

    Lo mismo ocurría con quienes incursionamos en la Universidad Pedagógica, pues desde el primer curso aprobado y concluido, con los papeles en regla, acudíamos a la Secretaría de Educación y nos pagaba un poco más – verdaderamente poco -, lo mismo al concluir el segundo grado, el tercero y luego la Licenciatura completa que en su momento te permitía ingresar a lo que se llamó “tres cuartos de tiempo” cambiando tu clave E0281 por E0299 ganando, ahora sí, un buen emolumento. A la llegada de Carrera Magisterial los maestros que tenían esta clave, automáticamente fueron ubicados en el nivel creado exprofeso, BC para justificar el salario percibido.

    No hablábamos de maestrías o doctorados todavía, pues con los “tres cuartos de tiempo” o estar en el nivel BC, horas en secundaria que se incrementarían anualmente al grado de dejar la plaza de educación primaria por tener tiempo completo en aquel nivel, los maestros teníamos ya trazado nuestro plan de vida y crecimiento económico, acudiendo  a prepararnos de manera voluntaria, sin exámenes o calificaciones que nos condicionen ingreso, promoción a programas que se traducen como incremento en el sueldo quincenal.

    Confieso sin embargo, que aún en estas modalidades de crecimiento profesional y económico existieron los maestros que conocedores muy bien del enjambre de chanchullos, hacían su agosto todo el año, mediante prebendas, almuerzos, cenas, invitación a degustar bebidas con cierta dosis de alcohol y otros menesteres no tan santos, con los cuales obtenían horas, cambios geográficos, etc., pero eso sí, nunca supe de alguien que haya obtenido su título y cédula mediante compra de exámenes o algo parecido.

    ¿Por qué entonces ahora los maestros queremos receso y no hablamos de estudiar para prepararnos? “Aistá el detalle” diría Cantinflas. Porque no hay nada que nos motive a hacerlo. La simple presión de hacerlo porque sí, no basta para emocionarnos al punto de correr a inscribirnos a los cursos, talleres o diplomados si fuere el caso, ofertados. La amenaza en el aire existe con la pérdida de puntos hasta llegar a la pérdida de plaza: todo al revés si nos damos cuenta. No existe una institución que me asegure que al estudiar una maestría o un doctorado por cuatro años en julio y agosto, al final yo obtenga un beneficio en dinero (y perdón por parecer materialista, pero “en mi época” era una buena razón de peso) e insisto en que teníamos que hacerlo en el período de julio y agosto, durante cuatro años y empezar a buscar las oportunidades para hacer valer el nuevo título alcanzado.

    Ahora nos peleamos por la permanencia de tres o cuatro años; por no ingresar o promocionar cuando ya nos corresponde; vamos a los cursos de mala gana, por la puntuación que ofrecen (aclaro, hay casos, muchos, verdaderamente excepcionales), a lo que añadimos la calidad insultante de algunos facilitadores o asesores – acúsome, soy asesor o facilitador – para desarrollar los temas durante los periodos del trayecto formativo.

    Todo esto sin reformas educativas y cambios en nuestra Carta Magna, en el tiempo donde los maestros nos formábamos como verdaderos líderes de la comunidad siguiendo la premisa de nuestra Alma Máter, la Universidad Pedagógica que nos conmina a “Educar para Transformar”.

    En la actualidad, ¿cómo nos motivamos para superarnos durante el receso establecido al concluir los doscientos días hábiles?

    Facebook: Martín Alcocer.

  • Reforma Educativa: Dos tendencias, una coincidencia.

    Reforma Educativa: Dos tendencias, una coincidencia.

    En torno a la polémica que se ha desatado con relación a la Reforma Educativa en México, encuentro en sus posturas, dos tendencias que en sus propuestas, coinciden en lo general, en cómo mejorar la calidad de la educación.

    Una, es la postura oficial, la de la SEP y su vinculación con el SNTE, quienes apuestan a como dé lugar que debe haber una transformación. De eso no hay ninguna duda.

    La otra, es la de la CNTE, la de los inconformes de siempre,[1] quien busca también una transformación.

    Ambas posiciones coinciden en que dicha transformación debe hacerse considerando los 4 ámbitos que identificamos frecuentemente en la Pedagogía, -los sujetos, los procesos, los contextos y las acciones,-  que se deben tomar para incidir en la calidad educativa.

    Dichas posturas difieren en las formas de cómo sería esta transformación y desde luego en el método. La oficial, sugiere que la transformación, se haga de manera vertical, sin tocar estructuras institucionales y obviamente sus vicios. De esto hay mucho qué comentar.

    Vemos, leemos  y entendemos que la transformación desde esta posición, va con el binomio SEP-SNTE, con base en el análisis que hemos hecho. Esto es, sí, la reforma, pero sólo a los maestros. Las estructuras burocráticas no se tocan, por lo tanto la simulación está a todo lo que da. Sobre este punto se ha comentado bastante, existe literatura suficiente.

    En tanto la CNTE, dice, sí a la transformación, pero, no sólo a los maestros, debe haber reestructura institucional y lo que esto implique en la operación de planes y programas.

    Si es necesaria una reformulación curricular, venga. El trasfondo de esto que mencionamos, lo han tocado ya varios académicos de prestigio, (Gilberto López y Rivas, 2014; Hugo Aboites, 2013; Manuel Gil Antón, 2013), entre otros.[2]  Con argumentos sólidos y bien fundamentados.

    Por supuesto, de ésta última, sus posiciones y afirmaciones son contundentes, la interpretación que hacemos de ello pasa por lo social. La inconformidad de grupos sociales y del magisterio, así lo demuestran.

    Atraviesa lo jurídico-legal (la modificación de artículos de la Constitución), con el aval de las instituciones encargadas de la impartición de justicia, al servicio del Estado. Por cierto, éstas, actualmente a la baja en credibilidad.

    Dichas transformaciones se deslizan hacia lo educativo y en este aspecto, los actores sociales de la educación, se hacen bolas. Las autoridades de gobierno y educativas no atinan, los profesores reclaman, los empresarios se agandallan, [3] -valga la expresión-,  los alumnos están confundidos.   ¿Resultados?, desconciertos y efectos diversos, claro sin calidad en los aprendizajes, entre otros.

    En los hechos, la transformación y planeación estratégica de la educación, se plantea considerando el enfoque mercantilista, práctico-utilitario,[4] por competencias, esto se complica con que el profesor atiende grupos numerosos. Ante esto ¿cómo se aplica el enfoque por competencias?….,  si lo saben y les ha dado resultados, me comentan…,

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    [1] La cursiva es nuestra.
    [2] De hecho, existe ya bastante literatura impresa y en la red, que da cuenta de los debates y de la polémica que se ha generado en torno a estas cuestiones, complejas por cierto, a través de la pretendida Reforma Educativa actual. Carlos Ornelas, Hugo Aboites, entre otros, dan magistrales explicaciones acerca de la situación en la que se encuentra la educación en el país. Ver: Hugo Aboites. La medida de una nación. Los primeros años de la evaluación en México, historia de poder y resistencia 1982-2012. Y también:Manuel Gil Antón. “De la Reforma Constitucional a la Reforma Educativa: Leyes, reglamentos y decretos ¿Y los actores, procesos y estructura? En el marco del 4º Foro de investigación Educativa: Educación y nuevos retos en la construcción de conocimientos en la era digital.  Polo Académico de San Luis Potosí. Red de investigadores educativos, A.C. (RIESLP)  San Luis Potosí, S.L.P. 19 abril 2013. Por mencionar sólo tres de los expertos en la temática que hoy día se discute en el país.
    [3] La Fundación Mexicanos Primero, así lo ha manifestado.
    [4] COVARRUBIAS VILLA, Francisco. La generación histórica del sujeto individual. Producción social de satisfactores y producción social de sujetos, ed.UPN Unidad 162, Zamora: Oaxaca. Colegio de Investigadores en Educación de Oaxaca, S. C.  Colección Ensayo N° 1 Enero 1999,  215 pp.
    BIBLIOGRAFÍA
    • ABOITES, Hugo. La medida de una nación. Los primeros años de la evaluación en México, historia de poder y resistencia 1982-2012.
    • COVARRUBIAS VILLA, Francisco. La generación histórica del sujeto individual. Producción social de satisfactores y producción social de sujetos, ed.UPN Unidad 162, Zamora: Oaxaca. Colegio de Investigadores en Educación de Oaxaca, S. C.  Colección Ensayo N° 1 Enero 1999,  215 pp.
    • GIL ANTÓN,  Manuel. “De la Reforma Constitucional a la Reforma Educativa: Leyes, reglamentos y decretos ¿Y los actores, procesos y estructura? En el marco del 4º Foro de investigación Educativa: Educación y nuevos retos en la construcción de conocimientos en la era digital.  Polo Académico de San Luis Potosí. Red de investigadores educativos, A.C. (RIESLP)  San Luis Potosí, S.L.P. 19 abril 2013. Por mencionar sólo tres de los expertos en la temática que hoy día se discute en el país.

  • De la evaluación de Carrera Magisterial.

    De la evaluación de Carrera Magisterial.

    Llega el aplicador a la escuela con la caja contenedora de las hojas con las preguntas y respuestas del examen que en breve será aplicado a los alumnos de los maestros que de forma voluntaria están participando en el Programa de Carrera Magisterial y sus variantes estatales según el sindicato ajeno al SNTE, pertenezcan.

    Con la tradición protocolaria de los pasados exámenes del Programa ENLACE que servían también para otorgarle una calificación al docente en el Programa mencionado en el párrafo anterior, el asombro fue enorme cuando el aplicador comenta que la duración del mismo será de una hora nada más; que en cada grupo se aplicarán pruebas de una sola hoja la cual contendrá una sola asignatura; el tiempo permitido está establecido pues la “facilidad” de la prueba radica en el número de preguntas por asignatura, ya que hay desde ocho reactivos hasta veintidós de ellos.

    Entonces, en un salón de clases de tercero, cuarto, quinto o sexto grados los alumnos presentarán todas las asignaturas, sí, pero de forma individual y sólo una por cada sustentante en donde deberán movilizar sus competencias para contestar ocho o más preguntas, hasta llegar a veintidós y con ello dar una calificación al maestro de grupo.

    Si la prueba fuese para evaluar la capacidad del docente en tal o cual asignatura, la preferencia del alumno por aquélla o ésta materia, la influencia de proceso de enseñanza y aprendizaje hacia tal o cual campo de formación, esta aplicación sería ideal. Pero ¿para otorgar un puntaje al maestro participante en el Programa de Carrera Magisterial? Creo que no.

    Razones: Es cierto que los maestros enseñamos y creamos situaciones para que nuestros alumnos aprendan todas las asignaturas, pero es bien sabido que por las propias competencias, nuestros chicos tienen cierta preferencia hacia alguna en particular, entonces ¿si le toca alguna que no le guste mucho?; también es cierto que nuestros alumnos saben participar en estos exámenes pues los maestros hacen prácticas para correlacionar muy bien las preguntas, la respuesta correcta y el llenado del alveolo correspondiente, sin embargo ¿cómo reaccionan, el niño que tiene ocho preguntas y el niño que tiene más del doble? El azar juega un juego importante en esta aplicación cuya respuesta nacional pudiera ser la famosa mentira matemática amparada por la descripción cualitativa del teórico especialista en probabilidad y estadística que únicamente sea aprovechada para rellenar aún más la expresión mediática que responsabiliza al docente como el único causante de la debacle educativa en México. Pero falta algo más importante, la calificación que el maestro obtendrá con esta prueba.

    Interrogantes: ¿Qué criterios empleará el programa para asignarle una calificación al docente? ¿Qué parámetros está calificando? ¿Cómo justifica las competencias que evalúa? ¿Cómo será la interpretación de los resultados? ¿Qué argumentos empleará el Programa para convencer al docente de lo justo de su calificación?

    Aclaro, no estoy en contra de la evaluación al maestro, no. Pero me gustaría que ésta fuera más convincente, más cercana al verdadero trabajo en el aula y que considere las carencias, las zonas económicas, esas importantes cosas que sólo quien está frente a grupo durante el curso escolar llega a conocer muy bien para brindar educación de calidad a quienes tiene bajo su tutela. No lamento que Carrera Magisterial esté en su etapa agónica; si ha servido o no para la mejora económica del magisterio, para quienes estamos en alguna letra afirmamos la postura, sí sirve; para quienes después de tantos intentos lo ha dejado por decepción o frustración, ¡ánimo compañeros! Insistamos una vez más; para aquellos corruptos que han ingresado o promovido mediante el regalo, el chanchullo, la mordida, la compra venta de evaluaciones ¡disfrútenlo! Pero para la calidad educativa que tanto añoran nuestros funcionarios de traje fino ante los organismos internacionales, creo que no está dando los resultados programados ni con sus reformas injustas y frenadas parcialmente por la protesta del magisterio.

    Concluyo argumentando que el maestro no requiere de reformas constitucionales o evaluaciones ambiguas para ser mejor cada día. Requiere de mejores escuelas, mejores espacios donde trabajar, más y mejor capacitación, más y mejores herramientas tecnológicas para despegar de este sistema educativo manejado por quienes ostentan un cargo rimbombante y de buena paga sin escuchar la verdadera voz de los que sabemos qué es educar con calidad.

  • Las escuelas incompletas y la descarga administrativa.

    Las escuelas incompletas y la descarga administrativa.

    El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) reveló en su informe 2014  que,  el 67% de los preescolares, 50.7% de las primarias y 46.5% de las secundarias;  son escuelas incompletas.

    Los datos cuentan del grueso número de maestros que a parte de su función pedagógica, son literalmente obligados por la autoridad educativa a  administrar una escuela,  lo cual desde el entendimiento del organismo de la evaluación;  “resta  tiempo” a la enseñanza.

    Éstos maestros  mejor  conocidos como directores comisionados, no perciben compensación alguna por el encargo administrativo.  Saben  de la tamaña burocracia que deben  torearse todo el ciclo escolar.

    Deben inmerecidamente conjugar su responsabilidad pedagógica  con los innumerable informes que la autoridad educativa  exige para el “correcto”  funcionamiento de las escuelas.

    Se cuidan además de no cometer algún error administrativo,   de lo contrario, serán sancionados como si fueran  directores efectivos, que dicho sea de paso, sí percibe paga por su labor.

    Es decir, para la autoridad educativa no hay distingo entre director comisionado y efectivo cuando ejecuta las  acciones punibles, pero si cuando se trata de compensarles el trabajo realizado.

    Y es que aún cuando pomposamente se anunció al inicio del  ciclo escolar 2013-2014  la puesta  en marcha del “nuevo enfoque de trabajo en educación básica”, que plantea entre otras cosas la descarga administrativa,  lo cierto es que el asunto no pasó de un simple y llano discurso de escritorio.

    En ese sentido hoy más que nunca “al César  lo del César”.    Resulta impostergable delimitar la labor pedagógica de  los maestros.

    Corresponde a la autoridad educativa hacer del maestro un agente  de tiempo completo, dedicado sin perturbaciones a la enseñanza.

    Pero si aún con los datos duros que el INEE ha revelado en su informe la SEP ignora este desfiguro en el funcionamiento de las escuelas,  enviaría el claro mensaje de que  le importa un pimiento  sus maestros, así como  la traída y llevada calidad de la enseñanza.

    Porque en este elemental acto de justicia con el magisterio, no solo ganan los docentes;  también la razón primaria de cualquier sistema educativo:  los alumnos.

  • La semana de la evaluación, presagio de una ignominia magisterial. (Segunda parte)

    La semana de la evaluación, presagio de una ignominia magisterial. (Segunda parte)

    Después de esperar mayor eficacia y una mejor propuesta de evaluación que se alejara del protagonismo que ENLACE representaba; en este ciclo escolar solo nos ha quedado mucha confusión, un sinfín de preguntas sobre la valoración real del aprovechamiento escolar y la incertidumbre mayúscula sobre los “ajustes” que la SEP está poniendo en marcha.

    Una de las inconformidades sobre la prueba que antes se les aplicaba a los alumnos de tercero a sexto grado de educación primaria, (entre otros) iba más allá de la duración de ésta; tenía que ver directamente con el instrumento de aplicación incongruente con los principios educativos que desde hace ya algunos ciclos entraron en vigencia.

    Pues aunque se sigue alentando a los docentes a ser innovadores y vanguardistas, a dejar prácticas antipedagógicas y obsoletas en su quehacer diario,  seguimos observando que no se evalúa correctamente el desempeño de los profesores.

    Solo se toma una muestra aislada que irresponsablemente representa apenas un porcentaje mínimo de aprendizaje, no garantiza el valor verdadero o al menos aproximado de un proceso educativo que cada día “descubrimos” como más complejo y multifactorial.

    La semana de la evaluación abona más al descrédito y repudio que la mayoría de las maestras y maestros de nuestro país sienten y que tiene su fundamento en el trabajo cotidiano en las aulas de clases, en situaciones problemáticas reales, en enfrentar decididamente retos y carencias de los cuales solo el docente frente a grupo da cuenta; pues cínicamente la autoridad educativa (y consecuentemente también la sociedad que incluye a la familia)  se lava las manos.

    La escuela no es guardería, pues ni siquiera cuenta con los requisitos indispensables para tal propósito y por ello no pasaríamos los controles de seguridad y calidad solicitados. Reprobaríamos una vez más por no cubrir las expectativas de ser una institución de primera en un país de tercera.

    Por lo pronto, sigamos esperando las “sorpresas” que nos aguardan en este camino extraño que nos ha impuesto un sistema político vendedor de ilusiones y muy, muy marrullero.

  • El Examen Final: ¿Un examen para quién?

    El Examen Final: ¿Un examen para quién?

    “ Un Examen para Todos”

    El acuerdo 696 que emitió la Secretaría de Educación Pública el 11 de septiembre de 2013 en su artículo 9°, para regular la evaluación de los aprendizajes en la educación básica plantea para el consejo técnico escolar, de zona y para la propia autoridad educativa local (secretaría de educación u órgano estatal de educación), en ese orden, el reto de elaborar un examen final a través de preguntas abiertas que permita  identificar y valorar los aprendizajes más relevantes que los estudiantes han construido durante el ciclo escolar, en cada una de las asignaturas.

    La tarea desde el punto de vista formativo, es relevante e incluso necesaria pues se trata de una oportunidad para explorar las habilidades cognitivas que los estudiantes han desarrollado como producto de asistir día a día a la escuela; sin embargo, darle a este examen la función de “instrumento para cubrir el tiempo que marca el calendario escolar”[1]  me parece una falta de respeto a las y los maestros que aprovechan cada instante para la retroalimentación y  la formación integral de los estudiantes.

    Por si fuera poco cada final de curso los docentes y directivos de educación básica atienden “encargos administrativos” por ocurrencia de algunos informáticos y sobre todo por el desastroso y desaseado  manejo de la información que hace la secretaría de educación pública al interior de sus áreas, es recurrente que distintas áreas soliciten a la escuela y a la supervisión escolar la misma información, sólo cambian el formato; a caso quienes redactaron dicho acuerdo secretarial ¿sabrán lo que representa para un maestro el cierre de un ciclo escolar? ¿Qué necesidad había de insinuar que “no hay actividad relevante” en las escuelas en el ocaso del ciclo escolar?

     Bueno, sus razones tendrán quien o quienes indicaron que esto se escribiera en tal acuerdo secretarial, lo que si es evidente es que le dieron más peso a “rellenar la agenda de las escuelas” que  a la implementación de  una estrategia de evaluación con metodología, finalidad formativa y sobre todo útil para la toma de decisiones en todos las ámbitos.

    Ante un reto nada sencillo, “elaborar un examen final” surgen varias interrogantes: ¿Cómo saber cuales son los aprendizajes más relevantes para los estudiantes?  ¿Qué criterios utilizar para elegir entre 203 aprendizajes esperados (sexto grado) aquellos que son relevantes? ¿Cómo hacer una selección de aprendizajes sin caer en una “elección” a gusto o basada en una  interpretación personal? ¿Basta con identificar si el aprendizaje le es o le será útil al estudiante para la vida? ¿A caso no será importante seleccionar  aquellos aprendizajes que le serán de utilidad al estudiante para ingresar al grado superior de la educación básica o de nivel medio? ¿Considerar el aprendizaje más significativo para el estudiante no se presta a la subjetividad?

    En fín, la secretaría lanzo el anzuelo y en cada estado, región, sector, zona y escuela se llevaron a cabo talleres, reuniones, cursos y actividades diversas.

    En este proceso las interpretaciones hicieron su aparición; aparecieron en escena palabras rimbombantes como aprendizajes significativos, habilidades de pensamiento complejo, transversalidad, competencias para la vida, perfil de egreso, y la frase estrella aprendizajes relevantes.

    Las tecnologías de la información y la comunicación y las redes sociales cumplieron un papel muy importante, pues a través de ellas fue posible conocer desde orientaciones, teórico metodológicas de gran calado para la elaboración del examen final hasta “examenes finales” ya elaborados que lo único que tendría que hacer el maestro es imprimir.

    Sin duda la elaboración del examen final ha servido, sirve y debiera ser útil para hacerle un examen a varios componentes del sistema educativo y de las políticas educativas que se implementan con la promesa de mejorar la calidad de los aprendizajes.

    • Un examen al curriculum. Los programas tienen una carga excesiva de contenidos curriculares y pocos aprendizajes relevantes.
    • Un examen al conocimiento y dominio del plan y programas de estudio del profesorado y las figuras directivas.
    • Un examen a la práctica docente. ¿Qué huella hemos dejado a los estudiantes a partir de nuestra intervención pedagógica?
    • Un examen a los programas de formación y actualización de maestros en servicio. ¿Por qué no impactan en la mejora de los resultados los programas y acciones de formación y actualización?
    •  Un examen a los programas y proyectos que la secretaria de educación implementa y de los cuales no se saben su impacto en el aprendizaje de los estudiantes.

    La escuela pública se mira como el recipiente en donde todas las instancias pueden “intervenir”, el problema es que “no llegan para quedarse”, más bien actúan, sacan la foto, se van y publican un rimbombante boletín de prensa y con ello según ellos “ya cumplieron”.

    • Un examen al nivel de compromiso y “capacidad de intervención” de los padres de familia en la educación de sus hijos.

    A caso ¿Será el periodo de examen final una oportunidad para “ayudar” a tambor batiente a los hijos en sus tareas y actividades escolares? ¿Los padres de familia están preparados para entender una evaluación de esta naturaleza?

    –  –  –  –  –  –  –  –  –  –

    [1]A fin de garantizar el debido cumplimiento del calendario escolar y de evitar que durante los últimos días de cada ciclo se presenten situaciones de ausentismo, suspensión de clases, inactividad en las escuelas o incluso la realización de actividades distintas a las contenidas en el plan y los programas de estudio.
  • Hagamos visibles a los invisibles.

    Hagamos visibles a los invisibles.

    ¿Es México un país apropiado para la niñez? La respuesta es: no. Así de trágicas son las conclusiones que planteamos en nuestro más reciente estudio: Los invisibles. Los niños de 0 a 6 años.

    La evidencia científica es contundente: la etapa más determinante para el desarrollo de cada persona ocurre en los primeros 6 años de vida. El Desarrollo Infantil Temprano (DIT) es en donde tenemos que tener el mayor de los cuidados e impactos positivos. Primero de primaria puede ser demasiado tarde.

    Los padres y las autoridades de México no lo han visto y no lo han atendido. Por ejemplo, hay entidades en las que más del 40% de los recién nacidos ni siquiera cuentan con un registro de nacimiento. En el país la cifra es de 18 por ciento. Eso es ser invisible para el Estado Mexicano.

    Otro dato que indica que no priorizamos a nuestra niñez: México invierte la mitad que Chile en sus niños de 0 a 6 años y una tercera parte de lo que invierte Corea en los suyos. Eso es ser invisibles en el presupuesto federal.

    Y qué decir de las condiciones de pobreza, desnutrición y maltrato infantil:

    • 56% de los niños menores de 5 años viven en pobreza.

    • 38% de los menores de dos años padece anemia, lo cual, si no se corrige a tiempo, puede tener consecuencias irreversibles.

    • La mayoría no tiene estimulación temprana suficiente; somos último lugar de la OCDE en cobertura de guarderías, y sólo 4 de cada 10 niños mexicanos asisten al preescolar obligatorio a los 3 años.

    • 16% viven en condiciones de hacinamiento, lo que conduce a la siguiente cifra dolorosa: cada dos días muere por homicidio un niño menor de 4 años.

    Por todo esto, México está reprobado en la materia de los derechos de los niños menores de 6 años. Y si reprobamos en esta etapa, reprobamos en todas las demás. ¡Es así de sencillo y así de trágico!

    ¿Y cómo vamos a arreglar todo esto si la primera infancia no tiene hogar? El arreglo institucional para atender el DIT está roto. No hay una instancia de alto nivel que regule y coordine los esfuerzos. Hay grandes inequidades, muchos programas federales y muchos más estatales, pero son ineficaces y están fragmentados.

    Por otro lado, los padres de familia, los principales responsables, en muchas ocasiones no cuentan con suficientes recursos y apoyos para atender a sus hijos:

    • 80% de los niños son cuidados únicamente por su madre, quienes no cuentan con suficientes apoyos.

    • El 50% de las madres con hijos recién nacidos no terminó la secundaria.

    • El 12% de las mujeres entre 15 y 19 años en México ya tiene un hijo.

    • 75% de las madres de niños menores de 4 años no cuenta con beneficios de seguridad social.

    Queda claro que la solución a esta problemática no puede esperar. De otro modo seguiremos hiriendo a generación tras generación de niñas y niños de México. Algunas propuestas:

    • Anexar a la Cartilla de Vacunación indicadores de nutrición, crecimiento y desarrollo cognitivo y emocional.

    • Crear un organismo, dependiente de Presidencia de la República, que dé seguimiento, regule y articule la visión y acción del Estado Mexicano en la materia.

    • Aumentar el gasto total por niño de 0 a 5 años al 1.5% del PIB, pasando de $6,589 a $12,447 dólares anuales.

    • Enfocar ese gasto en niños de 0 a 3 años y en las zonas rurales y marginadas con programas probados y focalizados.

    • Generar campañas masivas de concientización de los padres de familia sobre lo crítico que son los primeros años de vida de sus hijos.

    • Llegar en 10 años a una tasa de lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de-por lo menos- el 50%.

    • Crear una coalición ciudadana a favor del desarrollo infantil temprano (DIT).

    Nuestros niños nacen con un potencial similar al de los niños de países escandinavos, europeos y asiáticos. Seis años después ya están en desventaja. Y para cuando cumplen 15 años las desigualdades son muy profundas. ¿Qué sucedió en esos años? La respuesta es compleja, pero se puede resumir de la siguiente manera: ¡les fallamos! ¿Quiénes? Todos nosotros.

    Si no hacemos visibles a los niños, así como su problemática, y si no los atendemos con mucho mayor tino y vigor, no arribaremos al objetivo último de la calidad educativa y de un país más próspero y justo.

    Fue publicado en Animal Político.
  • La docencia, mi herencia como un arte.

    La docencia, mi herencia como un arte.

    “No soy responsable de tus propias películas mentales, de tus suposiciones ni de tus conclusiones equivocadas. Soy responsable de lo que digo  y no de lo que tu entiendas.” (Anónimo)

    Ya que “los hombres tienden a creer aquello que les conviene” (Julio Cesar)

    Un docente es aquel individuo que se dedica a enseñar o que realiza acciones referentes a la enseñanza. La palabra deriva del término latin “docens”, que a su vez procede de docēre (traducido al español como “enseñar”).

    El docente o profesor es la persona que imparte conocimientos enmarcados en una determinada ciencia o arte. Sin embargo, el maestro es aquel al que se le reconoce una habilidad extraordinaria en la materia que instruye. De esta forma, un docente puede no ser un maestro (y viceversa).

    La docencia, entendida como enseñanza, es una actividad realizada a través de la interacción de tres elementos: el docente, sus alumnos y el objeto de conocimiento. Una concepción teórica e idealista supone que el docente tiene la obligación de transmitir sus saberes al alumno mediante diversos recursos, elementos, técnicas y herramientas de apoyo.

    Que se silencie todo en mi interior… que con él sea más elocuente, que con mi voz, quiero dejar huellas de amor en el corazón y mente de todos mis alumnos con los que juntos escribimos páginas de historia; de nuestra trayectoria juntos por el paso de nuestra vida en este hermoso sistema viviente, que ya reclama a los suyos!!! Pequeños que retoman con interés y entusiasmo las letras y los números; las silabas y las cifras que unidas forman palabras, que cuantifican su valor como seres creados por la hermosa naturaleza, ante la cual no valemos ni más ni menos que ella… pues a ella pertenecemos.

    Si un deslizamiento de tierra se genera dependiendo de los tipos de roca y suelo y mayormente en relieve con pendientes pronunciadas y climas extremos.  Les pregunto compañeros ¿A quién se debe culpar? ¿A los maestros? ¿A los políticos? De los deslizamientos que por fricciones partidistas suceden con frecuencia violentando la armonía entre los seres humanos…

    Como yo me siento, me veo y me proyecto; así me sienten, me ven y me proyectan los demás.

    Las carencias, las injusticias, los abusos a los que me he enfrentado como docente, yo los he visto como retos; obstáculos que tengo que vencer yo misma: situaciones que han forjado mi carácter, que han brindado firmeza y valor a mi espíritu enriquecido por mi vocación, que no tiene precio en signo de pesos. Yo brote de la madre tierra como semilla que floreció y se convirtió en semillero que con el viento y la lluvia a mi favor me coloco en las secundarias técnicas haciendo honor a su himno.

    Mis padres no fueron maestros; mi plaza no fue causa de una herencia reclamada como muchos de ustedes. Fue una herencia otorgada por el cielo. No tengo maestrías, ni doctorados. Ni padrinos ni compadrazgos.

    El examen profesional docente. Me invito a prepararme, a informarme en cuanto a mis derechos y demostrar mis habilidades para la materia que imparto y para mi vida. Una vida que me ha puesto a prueba desde que nací.

    Con una deformidad visual, que no me ha impedido desarrollarme y si me ha favorecido en mi evolución humana y obviamente en lo laboral.

    Muchos; sino es que la mayoría de los que hoy reclaman sus derechos violados. Violentaron los míos; considerándome minusválida incapaz de realizar tan enorme y valiosa labora de educar.

    … año y medio de trabajo frente a grupo a tiempo completo, no me fue remunerado, ni un solo peso monetario. Cuando ustedes saben (pues es algo por lo que se luchan) todo él que trabaja tiene derecho a la paga.

    No tuve que incendiar autobuses, ni acudir a marchas, gritando consignas que dejan mucho que decir de un educador. Me basto asistir a dos para darme cuenta que para todo hay modos. Y ese definitivamente no es el mío.

    No he muerto de hambre; me pude someter a todo tipo de estudios médicos con extremos peligros y recuperar durante ya 20 años el sentido de la vista. Con sus pros y  pocas contras. (Fecha de caducidad de mis trasplantes. Y conocer el rostro de los que sintiéndose víctimas; son victimarios).

    Pero maravillosamente veo la divina creación humana; física y natural, la flora y la fauna. Y el rostro y mensajes de los que llegaron a mi vida, cuando ustedes me olvidaron o persiguieron. Como lo es el rostro del SNTE Elvis Bárcenas a través de Benito Juárez García y el Prof. Juan Manuel Olivo y el Prof. José Dante Rojas T.

    El senado de la Republica a través del Lic. Alejandro Saldaña Villaseñor; Eduardo Vega Casillas; el Diputado Dr. Xavier Jacobo Alvarado López-Güiltron (a quien respeto, admiro y deseo todo lo mejor del mundo por su  labor humanitaria, su sencillez y humildad y haber abandonado a sus pacientes para irse a investigar al extranjero cual era el origen de mi enfermedad y las maneras o métodos que se tendrían que utilizar para poder ser puestas en práctica en mi caso clínico; esto si es amor a su profesión)  quien con la Suprema Corte de Justicia de la Nación han hecho extensiva la cultura de la donación de órganos en nuestro país.

    Y me es imposible no mencionar a Siddhartha Gautama; Mahatma Gandhi; Mahoma; Saratustra… Moisés; Abraham; Jesucristo: maestros y libertadores mediante la paz y el amor.    Cuya consigna ha sido el silencio activo. Aclaro:

    Siddhartha no era budista.

    Gandhi no era hinduista

    Mahoma no era islámico

    Jesucristo no  era cristiano

    Todos ellos eran solamente maestros…

    ¿Cómo te haces llamar tú?

    ¿Qué derechos reclamas?

    ¿Cuántas piedras has tirado, derribando frutas que tanto se necesitan?

    “El obrero como el campesino, tiene más hambre de respeto, que de pan. Yo como sembrador de educación me huyo a ellos”. Alea iacta est… la suerte ha sido echada (Julio Cesar).

    “El que tenga oídos que oiga, el que sepa leer que interprete y el entendido lo ponga en práctica” (Jesucristo)

  • La “semana” de la evaluación, presagio de una ignominia magisterial.  (Primera parte)

    La “semana” de la evaluación, presagio de una ignominia magisterial. (Primera parte)

    De carcajada y aturdimiento la evaluación de aprovechamiento…

    De extremo a extremo van los experimentos de la Secretaría de Educación.    Con el único respaldo que le da la ley,  comete más tropiezos, evidencia su analfabetismo pedagógico, la testarudez (virtud de los arrogantes),  y esa malsana incongruencia entre lo necesario y las ocurrencias.

    Me refiero expresamente a la aplicación de la prueba para evaluar a los alumnos según el Factor de Aprovechamiento Escolar de Carrera Magisterial; recalco que, como en comentarios anteriores “la ley se acata pero no se cumple”, y ahora también importa menos que siempre.

    Veamos por qué:

    Según refiere el Plan de Estudios en su apartado 1.7 de la página 31 que a la letra dice:

    La evaluación de los aprendizajes es el proceso que permite obtener evidencias, elaborar juicios y brindar retroalimentación sobre los logros de aprendizaje de los alumnos a lo largo de su formación; por tanto, es parte constitutiva de la enseñanza y del aprendizaje.

    Los juicios sobre los aprendizajes logrados durante el proceso de evaluación buscan que estudiantes, docentes, madres y padres de familia o tutores, autoridades escolares y educativas, en sus distintos niveles, tomen decisiones que permitan mejorar el desempeño de los estudiantes. Por tanto, en la Educación Básica el enfoque formativo deberá prevalecer en todas las acciones de evaluación que se realicen…

     ¿En qué parte del proceso llevado a cabo se cumplió el citado enfoque? ¿Y las 5 competencias para la vida?

    De 8 a 13 preguntas de respuestas múltiples, ¿Son suficientes para medir el aprovechamiento escolar de un profesor o profesora que está haciendo un esfuerzo de enseñanza admirable con sus alumnos?

    No es más que “La ruleta rusa de la SEP”.   Y todo ello sin siquiera pensar en el procedimiento de calificación, certeza, transparencia, etc.

    Una hora de evaluación con un instrumento pobre, sintético, incompleto y simple cuyo instructivo se asemeja más a los lineamientos y disposiciones de una cartilla del servicio militar nacional.

    ¡Cuánta ineptitud!

    No nos merecemos ese trato, no se vale subestimar nuestras capacidades a grado irracional y más adelante con los resultados de “sendo” exámen seremos por enésima vez las victimas favoritas de los noticieros de televisa y tv azteca (nuestros orgullosos canales nacionales), que utilizan la información recabada solo para escarnecer y seguir golpeando una reputación de por si humillada y abusada por un gobierno corrupto e hipócrita.

     Continuará…

  • INEE, sociedad y maestros.

    INEE, sociedad y maestros.

    Sea quizás el INEE, uno de los organismo que más confianza puede  inspirar a la sociedad y los  maestros pues la estatura académica de sus consejeros no está a discusión.

    Sin embargo, preocupa que el organismo pierda la brújula, pues a mi parecer,  la convocatoria para  observadores del concurso nacional de plazas docentes, así como los lineamientos  para la selección de los asesores técnicos pedagógicos;  han dejado mucho que desear.

    En el primer caso,  el INEE confunde al ciudadano ideal que debe  observar el proceso de evaluación de los aspirantes a una plaza docente.

    Y es que dentro de los requisitos exigidos por el organismo está el requerimiento de pertenecer a una organización no gubernamental, organización de la sociedad civil o de padres de familia, o bien  a universidad pública.

    Es decir, quien aspire a ser observador, requiere ser propuesto por  una organización como Mexicanos Primero, por citar un ejemplo.

    Aquí percibo que el INEE  cierra el paso al ciudadano que no pertenece, ni quiere pertenecer a organización alguna.   Eso, desde mi punto de vista, es un dislate.

    Respecto a la convocatoria para la selección de Asesores técnico Pedagógicos (ATP), el INEE mandata en los lineamientos publicados,  que los aspirantes  hayan realizado funciones de apoyo técnico pedagógico por lo menos durante 3 años consecutivos en el nivel, tipo y modalidad educativa o asignatura en la que se requiera.

    Dicho requisito ha sido causa de confrontación entre los maestros que actualmente ostentan el cargo de ATP y los que quisieran ocuparlo por primera vez.

    Debo decir, sin por ello ofender, que me inclino por una convocatoria de participación abierta, donde los aspirantes dejen constancia de sus capacidades para la asesoría técnica pedagógica.

    Aunque en tales condiciones, serían  los actuales ATP´s los que tendrían ventaja si consideramos los años de servicio en el encargo, pero sin duda sería una buena forma de revalorar ésta función si consideramos que a muchos de los actuales asesores técnicos pedagógicos, se les acusa, en muchas ocasiones de manera inmerecida, de ocupar el cargo por compadrazgo.

    Sin embargo, hay que esperar.    Los lineamientos emitidos por el INEE refieren a la selección de ATP´s de manera temporal, es decir, que dada la incertidumbre que aún existe respecto a la evaluación, queda abierta la posibilidad de que en el futuro se elimine este candado y todo profesor interesado,  pueda participar.

    En suma, el INEE debe aprovechar su autonomía para emitir lineamientos incluyentes, de participación frontal y abierta de ciudadanos y no solo de organizaciones;  además, garantizar igualdad de oportunidades  entre  los maestros, para que sea a través del mérito como se definan cargos importantes como el de los Asesores Técnicos Pedagógicos.