“No soy responsable de tus propias películas mentales, de tus suposiciones ni de tus conclusiones equivocadas. Soy responsable de lo que digo y no de lo que tu entiendas.” (Anónimo)
Ya que “los hombres tienden a creer aquello que les conviene” (Julio Cesar)
Un docente es aquel individuo que se dedica a enseñar o que realiza acciones referentes a la enseñanza. La palabra deriva del término latin “docens”, que a su vez procede de docēre (traducido al español como “enseñar”).
El docente o profesor es la persona que imparte conocimientos enmarcados en una determinada ciencia o arte. Sin embargo, el maestro es aquel al que se le reconoce una habilidad extraordinaria en la materia que instruye. De esta forma, un docente puede no ser un maestro (y viceversa).
La docencia, entendida como enseñanza, es una actividad realizada a través de la interacción de tres elementos: el docente, sus alumnos y el objeto de conocimiento. Una concepción teórica e idealista supone que el docente tiene la obligación de transmitir sus saberes al alumno mediante diversos recursos, elementos, técnicas y herramientas de apoyo.
Que se silencie todo en mi interior… que con él sea más elocuente, que con mi voz, quiero dejar huellas de amor en el corazón y mente de todos mis alumnos con los que juntos escribimos páginas de historia; de nuestra trayectoria juntos por el paso de nuestra vida en este hermoso sistema viviente, que ya reclama a los suyos!!! Pequeños que retoman con interés y entusiasmo las letras y los números; las silabas y las cifras que unidas forman palabras, que cuantifican su valor como seres creados por la hermosa naturaleza, ante la cual no valemos ni más ni menos que ella… pues a ella pertenecemos.
Si un deslizamiento de tierra se genera dependiendo de los tipos de roca y suelo y mayormente en relieve con pendientes pronunciadas y climas extremos. Les pregunto compañeros ¿A quién se debe culpar? ¿A los maestros? ¿A los políticos? De los deslizamientos que por fricciones partidistas suceden con frecuencia violentando la armonía entre los seres humanos…
Como yo me siento, me veo y me proyecto; así me sienten, me ven y me proyectan los demás.
Las carencias, las injusticias, los abusos a los que me he enfrentado como docente, yo los he visto como retos; obstáculos que tengo que vencer yo misma: situaciones que han forjado mi carácter, que han brindado firmeza y valor a mi espíritu enriquecido por mi vocación, que no tiene precio en signo de pesos. Yo brote de la madre tierra como semilla que floreció y se convirtió en semillero que con el viento y la lluvia a mi favor me coloco en las secundarias técnicas haciendo honor a su himno.
Mis padres no fueron maestros; mi plaza no fue causa de una herencia reclamada como muchos de ustedes. Fue una herencia otorgada por el cielo. No tengo maestrías, ni doctorados. Ni padrinos ni compadrazgos.
El examen profesional docente. Me invito a prepararme, a informarme en cuanto a mis derechos y demostrar mis habilidades para la materia que imparto y para mi vida. Una vida que me ha puesto a prueba desde que nací.
Con una deformidad visual, que no me ha impedido desarrollarme y si me ha favorecido en mi evolución humana y obviamente en lo laboral.
Muchos; sino es que la mayoría de los que hoy reclaman sus derechos violados. Violentaron los míos; considerándome minusválida incapaz de realizar tan enorme y valiosa labora de educar.
… año y medio de trabajo frente a grupo a tiempo completo, no me fue remunerado, ni un solo peso monetario. Cuando ustedes saben (pues es algo por lo que se luchan) todo él que trabaja tiene derecho a la paga.
No tuve que incendiar autobuses, ni acudir a marchas, gritando consignas que dejan mucho que decir de un educador. Me basto asistir a dos para darme cuenta que para todo hay modos. Y ese definitivamente no es el mío.
No he muerto de hambre; me pude someter a todo tipo de estudios médicos con extremos peligros y recuperar durante ya 20 años el sentido de la vista. Con sus pros y pocas contras. (Fecha de caducidad de mis trasplantes. Y conocer el rostro de los que sintiéndose víctimas; son victimarios).
Pero maravillosamente veo la divina creación humana; física y natural, la flora y la fauna. Y el rostro y mensajes de los que llegaron a mi vida, cuando ustedes me olvidaron o persiguieron. Como lo es el rostro del SNTE Elvis Bárcenas a través de Benito Juárez García y el Prof. Juan Manuel Olivo y el Prof. José Dante Rojas T.
El senado de la Republica a través del Lic. Alejandro Saldaña Villaseñor; Eduardo Vega Casillas; el Diputado Dr. Xavier Jacobo Alvarado López-Güiltron (a quien respeto, admiro y deseo todo lo mejor del mundo por su labor humanitaria, su sencillez y humildad y haber abandonado a sus pacientes para irse a investigar al extranjero cual era el origen de mi enfermedad y las maneras o métodos que se tendrían que utilizar para poder ser puestas en práctica en mi caso clínico; esto si es amor a su profesión) quien con la Suprema Corte de Justicia de la Nación han hecho extensiva la cultura de la donación de órganos en nuestro país.
Y me es imposible no mencionar a Siddhartha Gautama; Mahatma Gandhi; Mahoma; Saratustra… Moisés; Abraham; Jesucristo: maestros y libertadores mediante la paz y el amor. Cuya consigna ha sido el silencio activo. Aclaro:
Siddhartha no era budista.
Gandhi no era hinduista
Mahoma no era islámico
Jesucristo no era cristiano
Todos ellos eran solamente maestros…
¿Cómo te haces llamar tú?
¿Qué derechos reclamas?
¿Cuántas piedras has tirado, derribando frutas que tanto se necesitan?
“El obrero como el campesino, tiene más hambre de respeto, que de pan. Yo como sembrador de educación me huyo a ellos”. Alea iacta est… la suerte ha sido echada (Julio Cesar).
“El que tenga oídos que oiga, el que sepa leer que interprete y el entendido lo ponga en práctica” (Jesucristo)