Categoría: Opinión

Opinión sobre temas relacionados con la educación.

  • Liderazgo incómodo

    Liderazgo incómodo

    “Un líder es aquel que se atreve a adentrarse en lo desconocido, que no teme al conflicto porque sabe que es a través de la incomodidad donde se encuentra el crecimiento.” Simon Sinek

    Para promover el aprendizaje en el aula, las instituciones educativas necesitan de contar en su organización, con un clima escolar que beneficie las condiciones para que sus integrantes puedan alcanzar sus objetivos y en ello, una gran parte tiene que ver con la manera en que se ejerce la dirección escolar que, de acuerdo con algunos estudios, puede alcanzar hasta un 25% de la varianza en el aprendizaje escolar.

    Para ello, ser directora o director de una institución educativa requiere en muchas ocasiones de constituirse en un liderazgo incómodo, que desafíe a veces el orden instituido por la costumbre, por los vicios o por los márgenes que el propio tiempo se ha encargado de instalar en la Institución, con cualidades que pueden ser particularmente valiosas en el contexto educativo.

    Quién está al frente de una institución educativa debe ser capaz de desafiar lo establecido. Al salir de la zona de confort y proponer nuevas acciones, enfoques pedagógicos y estructuras organizativas, la dirección puede estimular la innovación y adaptarse a las necesidades cambiantes de estudiantes y docentes, pero para ello necesita conocer, observar, puntualizar.

    La resiliencia es una virtud indispensable. Frente a las inevitables incertidumbres y crisis, como pueden ser reformas educativas, cambios demográficos o crisis, quien ejerce un liderazgo en educación debe mostrar fortaleza y visión para sobreponerse y guiar a su comunidad a través de los tiempos complejos.

    Ser analítico es igualmente crucial. Analizar el trasfondo de los problemas permite encontrar soluciones de raíz que mejoren la calidad del aprendizaje. Esto puede significar identificar y abordar problemas sistémicos en lugar de poner soluciones temporales a inconvenientes superficiales.

    Cuestionar permanentemente es una forma de liderazgo que impulsa a los demás a reflexionar sobre sus prácticas y creencias. Es esta curiosidad y búsqueda de conocimiento la que mantiene a una institución educativa en constante crecimiento y desarrollo.

    Promover la diversidad es esencial en un entorno educativo. Reconociendo que cada estudiante y docente aporta una perspectiva única, la dirección escolar puede enriquecer el proceso de aprendizaje y fomentar un ambiente inclusivo y enriquecedor.

    La autenticidad, asumir la responsabilidad, fomentar la comunicación directa, saber manejar conflictos y generar ambientes de confianza completan el perfil de un líder incómodo, pero efectivo, en educación. Estas cualidades fomentan un clima de honestidad, respeto y confianza, donde todos los miembros de la comunidad escolar pueden sentirse seguros para expresar ideas, explorar y aprender.

    Así, un liderazgo que eventualmente incomoda es aquel que impulsa a una institución a examinarse críticamente y avanzar hacia una mejora permanente que se refleja en el desarrollo del aprendizaje de niñas, niños y adolescentes. A través de este liderazgo, se pueden diseñar y ejecutar estrategias que respondan a las demandas de una sociedad en constante cambio y prepare a sus estudiantes para ser ciudadanos capaces, creativos y críticos. Porque la educación es el camino… 

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  • Clausura del CXLII Aniversario del Normalismo Mexiquense

    Clausura del CXLII Aniversario del Normalismo Mexiquense

    Con la representación del Mtro. Miguel Ángel Hernández Espejel, Secretario de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación del Gobierno del Estado de México, el Mtro. Víctor Sánchez González, Subsecretario de Educación Superior y Normal, llevó a cabo el pasado 7 de junio, la clausura de las actividades relacionadas con el CXLII Aniversario del Normalismo Mexiquense, en el que se realizaron eventos académicos, artísticos, culturales y deportivos, durante los meses de abril, mayo y junio del año en curso.

    La actividad, efectuada en la Escuela Normal de Educación Física “Gral. Ignacio M. Beteta”, ubicada en la ciudad de Toluca, congregó a personal directivo, docente y estudiantes de las 36 Escuelas Normales Públicas del Estado de México (ENPEM).

    En uso de la palabra, el Lic. Raymundo Sánchez Zavala, Director General de Educación Normal (DGEN), hizo una breve remembranza acerca del origen del normalismo y destacó que éste “ha evolucionado para adaptarse a las necesidades de la sociedad y la educación, pero su legado perdura y se fortalece en la formación de maestros y en la búsqueda continua de la transformación y mejora de la enseñanza”.

    Señaló, además, que como parte de las actividades relacionadas con esta conmemoración, se hizo un reconocimiento a la trayectoria profesional de directores, subdirectores, docentes y estudiantes. Sostuvo, asimismo, que las actividades que permitieron congregar a grupos representativos de cada una de las ENPEM, reflejan la diversidad cultural y el talento de la comunidad normalista.

    En presencia del Subsecretario de Educación Superior y Normal, así como del Profr. Alfonso Soto Camacho, Director de Fortalecimiento Profesional y la Mtra. Leticia Gómez Alemán, Subdirectora de Escuelas Normales, se realizó el Ensamble Monumental de Bandas Juveniles de Marcha, un espectáculo que, en palabras del titular de la DGEN, “representa la unión, solidaridad, tolerancia y armonía entre las escuelas normales”.

    La celebración del CXLII Aniversario del Normalismo Mexiquense incluyó concursos de ensayo, coro, escoltas y danza folklórica; también la demostración de coros en Lenguaje de Señas Mexicana (LSM), bandas de guerra y una convivencia de grupos musicales.

    En uso de la palabra, el Mtro. Víctor Sánchez González, hizo llegar a la comunidad normalista mexiquense, un saludo del secretario de educación de la entidad y reconoció el compromiso de las instituciones formadoras de docentes con la excelencia educativa. Subrayó la preparación, coordinación y enorme esfuerzo de quienes hicieron posible esta gran fiesta del normalismo mexiquense. Hizo énfasis en el trabajo cotidiano de maestros y estudiantes, la colaboración y disciplina para aprender a tocar algún instrumento; y también la empatía y el trabajo en equipo para lograr los resultados alcanzados. “He sido testigo de una hermosa presentación”, sentenció. Y agregó que la educación física “es mucho más que la educación del cuerpo o que la educación de los músculos. Es mucho más que enseñarle a mi cuerpo a coordinarse. Es aprovechar ese esfuerzo, aprovechar que una acción de este tipo, deportiva o artístico-espectacular como la hoy, permite discutir sobre los valores, el espíritu anímico, la empatía y la formación de equipos”.

    A través del trabajo en equipo es posible, dijo, “enseñar respeto, honorabilidad, caballerosidad, deportivismo, juego limpio”. Por ello requerimos, precisó, que después del espectáculo nos sentemos a reflexionar con los jóvenes a reflexionar sobre cómo se sintieron, qué vivieron, qué les gustó y qué no, cómo lo mejorarían. Finalmente, reconoció el trabajo de todas y todos los maestros y estudiantes involucrados en la salud física, al destacar el importante papel que juegan para fomentar una vida sana”.

    Señaló, finalmente, que “la escuela se ha dejado llevar por los valores de la empresa”; y este es un tema que debe ser objeto de análisis y discusión. La empresa es individualista y egoísta; pero la escuela debe suscitar acciones de reflexión, comprensión y acción. La escuela, completó, implica un proceso de transformación del estudiante y del maestro, pero “el maestro no puede transformar sino se transforma al mismo tiempo”.

  • La escuela y el trato en casa 

    La escuela y el trato en casa 

    “La mayor tragedia de la familia es la no superación de la adversidad generacional”. Carl Jung

    Las actitudes no saludables hacia los niños que, lamentablemente, muchos experimentan en sus hogares como es el caso de  prometer y no cumplir, atemorizar, sobreexigir, aislar, burlarse, sobreproteger, obligar a comer, insultar, excluir, rechazar y condicionar el cariño son comportamientos que dejan cicatrices profundas en la psique infantil. Estas actitudes no solo afectan la vida emocional de las niños, niños y adolescentes, sino que también tienen un impacto significativo en su aprendizaje, socialización y conducta en la escuela.

    El entorno familiar juega un papel crucial en el desarrollo. Un ambiente hostil y negativo puede generar sentimientos de inseguridad, baja autoestima, miedo y ansiedad, que se traducen en dificultades de concentración y de participación activa en clase. La falta de apoyo emocional en casa puede desmotivarles, afectando su rendimiento académico y su capacidad para absorber y retener información.

    La socialización también se ve profundamente afectada por las actitudes que experimentan en el hogar. Un niño que es aislado, rechazado o excluido en casa puede replicar estas experiencias en la escuela, encontrando difícil formar relaciones saludables con sus compañeros. Estas experiencias tempranas de rechazo pueden llevar a problemas de confianza y habilidades sociales que persisten a lo largo de la vida.

    La conducta escolar es otro aspecto que se ve influenciado por el entorno familiar. Actitudes como la sobreexigencia y el atemorizar pueden llevar a los niños a desarrollar comportamientos disruptivos o sumisos. Un niño que vive con miedo constante puede volverse rebelde como un mecanismo de defensa, mientras que un niño sobreexigido puede experimentar niveles de estrés perjudiciales, manifestándose en ansiedad escolar o un perfeccionismo destructivo.

    Las y los docentes, conscientes de estas dinámicas, tienen un papel crucial en mitigar los efectos negativos que las actitudes en casa pueden tener en sus estudiantes. A través de lapreparación, experiencia, observación, empatía y la intervención adecuada, pueden ayudar a los niños a superar estas dificultades, creando un ambiente escolar seguro y enriquecedor.

    La colaboración entre el hogar y la escuela es esencial. Padres y docentes deben trabajar juntos para fomentar un ambiente positivo y de apoyo. Al reconocer y evitar las actitudes no saludables, se puede construir una base sólida para el crecimiento y el éxito en su desarrollo.

    Es evidente que todos tenemos la responsabilidad de erradicar las actitudes dañinas hacia las niñas, niños y adolescentes. Promover un entorno donde sientan seguridad, valor y respeto es fundamental no solo para su desarrollo personal, sino también para la construcción de una sociedad más empática y justa. Los esfuerzos conjuntos para eliminar estas actitudes, tanto en casa como en la escuela, son esenciales para garantizar que cada niño tenga la oportunidad de alcanzar su máximo potencial. Es en este esfuerzo compartido donde reside la esperanza de un futuro mejor para todos. Porque la educación, es el camino… 

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  • ¡Jubilaciones a los 28 y 30 años de servicio ya!

    ¡Jubilaciones a los 28 y 30 años de servicio ya!

    Recientemente, diversos medios de comunicación dieron a conocer una noticia que a más de uno llamó la atención; se trató del acuerdo que logró la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para que se presente una iniciativa que reduzca los años de servicio para la jubilación. Una noticia que, repito, a más de un trabajador de la educación le pareció extraordinaria, y no es para menos porque, como se sabe, la ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio del Estado (ISSSTE) reformada y aprobada durante el sexenio de Felipe Calderón, modificó sustancialmente el sistema de pensiones y profundizó en el incremento en la edad para jubilarse y en los años de servicio (por su consecuente cotización); de ello se derivó lo que hoy se conoce como “cuentas individuales” y décimo transitorio”; un mecanismo “pensionario” que, según se dijo, mejoraría el sistema de pensiones y la administración de las mismas en el país, porque el trabajador sería el que “elegiría” la forma en que desearía pensionarse previa jubilación; mecanismo que, por obvias razones no aplicó para quienes ingresaron después de la entrada en vigor de esa ley porque, para ellos, la figura de “cuentas individuales” se aplica a raja tabla.

    Y bueno, en medio de este cuento, hay que hacer notar que la edad y tiempo de servicio para jubilarse contemplada en esa ley no enfrentó resistencia de quien se esperaba que podría rechazarla, porque no hubo poder humano ni jurídico que la modificará posterior a su aprobación y, por tanto, la jubilación por años de servicio se incrementó, así como la edad de los trabajadores. Anterior a esta ley, las mujeres a los 28 años de servicio podían jubilarse y los hombres a los 30, sin embargo, con la nueva ley, para este propósito, pueden ser más de 40 años de servicio porque, si uno de ubica en el “décimo transitorio” y si desea pensionarse con cerca del 100 por ciento de su pensión (sueldo base), tendría que cumplir la edad requerida, pudiendo ser ésta de 60 años o más, dependiendo de la fecha en que haya ingresado al sistema. Obviamente que cualquier trabajador, dependiendo de la tabla estipulada en la ley referida, podría retirarse y solicitar pensión en el momento que así lo requiera, pero, repito, el porcentaje de su pensión variaría considerablemente por lo estipulado en dicha tabla.

    Sí, así como lo leyó usted, 60 años o más, con 40 años de servicio o más. Un dato que a la luz de los números parece poco relevante, pero que si se coloca en términos de la esperanza de vida en nuestro país ya no lo es tanto porque, como se sabe, ésta ronda poco más de los 70 años. Además, es obvio que el ser humano tiene toda la capacidad para trabajar a lo largo de su vida, pero también es obvio que, por su misma naturaleza, van mermando algunas de sus facultades porque, como es lógico, no es lo mismo tener 23 años y trabajar en una secundaria atendiendo 9 grupos con 40 alumnos cada uno, a tener 59 años y atender a esos mismos 9 grupos con 40 alumnos, con el mismo vigor que requiere tal quehacer. No, no se trata de capacidad sino de facultades que son naturales y que van disminuyendo dadas las diferentes etapas de vida de todos, absolutamente todos los seres humanos.

    Ahora bien, México, un país que se caracteriza por tener brechas salariales que reflejan una desigualdad importante, el tema de las pensiones en este rubro no puede pasar por desapercibido porque, por ejemplo, hace unos meses, al ex ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldivar, le fue concedida su pensión (por la misma Corte), la cual ascendió a poco más de 192 mil pesos mensuales; esto, en virtud de que renunció 12 meses antes de que terminara su periodo constitucional de 15 años, motivo por el cual solo le correspondió el 93 por ciento.

    ¿Sabe usted a cuánto asciende la pensión de un trabajador de la educación por haber prestado sus servicios por más de 30 años ininterrumpidos? Sin temor a equivocarme puedo asegurar que en absoluto se asemeja a la del ministro Zaldivar porque, dependiendo la clave, el cargo, la función, entre otras tantas cuestiones más, es que se contabiliza la pensión que podría recibir dicho trabajador. ¿Se imagina a cuánto ascendería su pensión si renunciara a los 16 años de haber ingresado? También puedo asegurar que estaría lejísimos del monto que hoy recibe este ex ministro.

    Es cierto, habrá quien señale que son funciones diferentes, probablemente, porque se requieren estudios específicos sobre determinada disciplina o área, sin embargo, no hay que perder de vista que, en el sistema educativo, han laborado, por ejemplo, maestras y maestros con maestrías o doctorados realizados en instituciones reconocidas a nivel nacional o hasta internacional quienes, en absoluto perciben de pensión lo que ingresa al bolsillo de Zaldivar cada mes. Y bueno, por el tema de la función o responsabilidad, yo preguntaría si no hay responsabilidad más importante que educador a los y las mexicanas.

    ¿Verdad que si hay una desigualdad importante?, ¿tan malo es jubilarse cuando se hayan cumplido los 28 y 30 años de servicio? Y si es tan malo, ¿para quién es tan pero tan malo?

    Al tiempo.

    Con negritas:

    Si usted ha llegado a esta parte de la lectura, con seguridad se ha preguntado qué ha hecho el SNTE charro en todos estos años para que atienda esta demanda de las y los trabajadores de la educación; les comparto este texto que hace algunos años publiqué y que precisamente habla de un atraco; vea de qué atraco se trata: https://profelandia.com/el-snte-y-las-pensiones-para-jubilados-y-activos-el-atraco/ 

  • ¿Delegar autoridad o responsabilidad?

    ¿Delegar autoridad o responsabilidad?

    «Se puede delegar autoridad, pero no se puede delegar responsabilidad». Byron Dorgan

    Al interior de las organizaciones como puede ser en un centro escolar, la falta de confianza y apoyo por parte de la dirección puede dementar la autonomía y la confianza al interior del equipo de trabajo. Esto es particularmente relevante en el contexto educativo, donde una dirección adecuada es crucial para construir un ambiente propicio para el aprendizaje, que es el principal objetivo de la escuela.

    Cuando la dirección de una escuela cae en el patrón de una delegación ineficaz, los síntomas de una gestión problemática son evidentes: los docentes pueden sentirse menos empoderados y, por lo tanto, menos propensos a tomar iniciativa o innovar en su trabajo. Si la dirección escolar no confía en su personal, este sentimiento se transmite, haciendo que docentes dependan más de las instrucciones directas y sean menos creativos o proactivos. Este déficit de confianza puede llevar a la dirección escolar a intervenir excesivamente, dictando exactamente cómo deben hacerse las cosas, lo que a su vez disminuye aún más la autoconfianza del equipo de trabajo.

    Sin embargo, el otro lado de la moneda revela el poder transformador de una delegación adecuada. Cuando la dirección deposita confianza en su equipo, estableciendo claridad en las expectativas y proporcionando apoyo sin gestionar a detalle cada cosa, las y los docentes tienden a asumir mayor responsabilidad y compromiso con su trabajo. Este acto de confianza alimenta su creencia en sus propias capacidades, lo que a menudo conduce a un desempeño mejorado y a la innovación dentro del aula, sin embargo, hay que tener en claro que, aunque se pueda delegar la autoridad, jamás será posible delegar la responsabilidad de lo que suceda por lo delegado.

    Una delegación efectiva también promueve el desarrollo profesional de docentes, ya que les permite explorar nuevas estrategias de enseñanza y desarrollar sus propias habilidades de liderazgo. Quienes se sienten el respaldo para tomar decisiones son más propensos a experimentar con mejores métodos en muchos sentidos de su práctica profesional que pueden resultar en un aprendizaje más profundo y significativo para sus estudiantes.

    Además, la delegación de autoridad fomenta la colaboración y el trabajo en equipo. Cuando docentes sienten que tienen voz y voto en las decisiones escolares, se crea una cultura de propiedad y responsabilidad colectiva. Esto no solo mejora la moral del equipo de trabajo, sino que también conduce a una mejor coordinación y cohesión al interior de la institución, factores que son fundamentales para el éxito de una organización educativa.

    Una buena gestión en la delegación de autoridad deja en posibilidades a la dirección para enfocarse en la visión más a largo plazo y las estrategias institucionales. Al invertir confianza en su equipo, la dirección puede dedicar más tiempo entornos aspectos igualmente importante para el centro escolar, anticipando cambios y preparando a la institución para enfrentar nuevos desafíos.Así, una delegación ineficaz puede estancar el crecimiento y la mejora en un centro educativo, mientras que una delegación de autoridad adecuada puede construir una mejor institución, centrada en el aprendizaje y adaptada a las necesidades cambiantes de estudiantes y docentes. Porque la educación, es el camino…

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  • Pendientes, retos, obstáculos y oportunidades en materia educativa para el gobierno de Claudia Sheinbaum

    Pendientes, retos, obstáculos y oportunidades en materia educativa para el gobierno de Claudia Sheinbaum

    La Dra. Claudia Sheinbaum es la virtual presidenta electa de nuestro país. Por primera vez, una mujer llega a este cargo en medio de un gran respaldo del electorado en el marco del proceso electoral más grande de la historia mexicana.

    Está definición, además de ser un acto histórico y avance para los movimientos democráticos feministas, nos da un panorama más claro sobre cuáles son los caminos que se tomarán respecto a ejes cruciales de desarrollo nacional.

    En materia educativa, uno de los temas más relevantes de la vida pública nacional, existen muchos pendientes, retos, obstáculos y oportunidades que merecen un análisis profundo sobre el futuro de nuestro Sistema Educativo Nacional.

    Durante la campaña, la próxima presidenta hizo una serie de promesas y propuestas en la materia que requieren mucho debate y pasos claros para su implementación.

    En marzo del 2024, la entonces candidata acompañada por Juan Ramón de la Fuente, ex rector de la UNAM;  Rosaura Ruiz, ex Secretaria de Educación de la Ciudad de México; Roberto Rodríguez Gómez, investigador de la UNAM y Viridiana Aydeé León Hernánde, rectora de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, presentó un eje de trabajo titulado  “República educadora, humanista y científica”, el cual contempla siete puntos cruciales para su plan de gobierno: Salarios justos para maestras y maestros, Becas para estudiantes, Centros públicos de educación inicial, Apoyo a la educación primaria y secundaria, Fortalecimiento de la educación media superior, Crecimiento de la educación superior y Vinculación de la ciencia con sectores prioritarios.

    Adicionalmente, durante el debate y las conferencias de prensa, insistió en darle continuidad a la “Nueva Escuela Mexicana” y los libros de texto, explicando que estos representan un modelo que fomenta la participación de los niños en lugar de la memorización, desarrollado en colaboración con el magisterio.

    Ante ello, ¿cuáles son los pendientes en materia educativa que enfrentará la próxima mandataria?

    En primer lugar, atender, de raíz, el tema de las desigualdades e inequidades que persisten en el sistema educativo. Aún hay miles de niños que no cuentan con los servicios, herramientas y condiciones básicas para ejercer de manera plena y oportuna el derecho a la educación. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México hay 934 mil hogares donde alguna niña o niño no come en todo el día o come una sola vez al día y el 54.3% de niñas y niños en primera infancia se encuentra en situación de pobreza, frente al 52.8% de la población de 6 a 11 años y el 51% de las y los adolescentes.

    Adicionalmente, existen escuelas y centros educativos que, de igual forma, no tienen la infraestructura básica para el desarrollo de las actividades. Según datos de la misma Secretaría de Educación Pública (SEP) y organizaciones civiles, de las más de 201,500 escuelas públicas de nivel básico que hay en el país, 12% no cuentan con servicio de electricidad, 26% no tienen agua potable, 20.6% no cuentan con lavamanos y 24.8% sin sanitarios independientes

    Otro tema relevante es la verdadera revalorización del magisterio. Desafortunadamente aún existen procesos y condiciones que no se han resarcido y que son herencia de sexenios pasados. La precarización de las y los trabajadores de la educación, la gran carga administrativa y las condiciones de inseguridad de las escuelas, son elementos fundamentales por atender.

    Además, se tiene que brindar atención más puntual a los elementos de bienestar integral del profesorado: la salud física y mental, así como el ingreso digno y la seguridad social aún son reclamos de los profesionales de la educación.

    Finalmente, es necesaria una verdadera democratización de los sindicatos, especialmente del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE). No debe pasar de largo que el pacto corporativo que se prometió romper cuando Elba Esther Gordillo fue encarcelada, sigue perpetuando con otros personajes y nuevas dinámicas de poder.

    Los liderazgos nacionales y seccionales como la 36 del Valle de México han caducado desde hace años y no permiten la renovación. Incluso estos dos líderes, Alfonso Cepeda Salas y Rigoberto Vargas Cervantes son ahora legisladores por Morena, quienes el sexenio pasado levantaban la mano a José Antonio Meade, ex candidato del PRI a la presidencia. Es decir: gracias a esta actitud camaleónica, son aliados del gobierno en turno y pareciera que dejan a un lado la defensa de los derechos del magisterio y ponderan los intereses partidistas y del poder.

    Los retos que enfrentará la próxima presidenta y a quien designe al frente de la Secretaría de Educación Pública son tremendos, sin embargo, la posible continuidad de las políticas educativas pueden ser un buen panorama para ver los resultados o fracaso de dichas acciones.

    Mientras tanto, es necesaria la participación activa y crítica de toda la comunidad educativa y un seguimiento puntual, transparencia y rendición de cuentas de quienes estén al frente en la toma de decisiones.

  • Creer en la educación

    Creer en la educación

    Hace dieciséis años vio la luz un libro maravilloso: Creer en la educación. La asignatura pendiente, de Victoria Camps, profesora de Filosofía moral y política en la Universidad Autónoma de Barcelona. La obra, publicada por Ediciones Península, fue traducida del catalán al español por José Luis Castillejo y cuenta con un prólogo de Sant Cugat del Vallès.

    El primer apartado se titula Educación sin norte. En él, la autora exhorta a los lectores a reparar en la etimología de la palabra. Educere, señala, significa “extraer de lo persona lo mejor que lleva dentro”. Esto quiere decir que la educación debe ser un esfuerzo por activar el talento de cada individuo. Igualmente, Camps critica un tipo de educación que califica de prescriptiva, represiva y coactiva; cuestiona la estructura frágil de las familias, la laxitud, falta de normas y permisividad que abundan en muchas de ellas y la sobreprotección, como la otra cara de la misma moneda. Ambas, asegura, no contribuyen a “formar personalidades fuertes”.

    Así, luego de una educación prepotente, autoritaria y coercitiva (que muchos adultos padecimos en otro momento), hoy hemos llegado a una educación impotente, en la que los sujetos educativos (padres, madres, tutores, cuidadores, docentes, directivos, coordinadores, supervisores, líderes educativos, autoridades gubernamentales e, incluso, organismos internacionales y responsables de la formulación de políticas) han perdido su vigor, pues extraviaron el horizonte, pasaron por alto las finalidades educativas y dejaron de lado la inculcación de valores y actitudes morales.

    Vivimos ahora en una época de inmadurez, infantilismo, indefinición y desorientación. Si la educación ha perdido el norte, apunta la también autora del libro El elogio de la duda, es porque, precisamente, las finalidades educativas no son claras. Caminamos sin saber hacia dónde y pensamos, por ello, que cualquier ruta es adecuada para llegar a cualquier parte.

    En el segundo apartado, Victoria Camps habla de Los buenos modales. Critica “el menosprecio y abandono del cultivo de las formas”; y reivindica el civismo y la civilidad. El primero, entendido como el comportamiento responsable y respetuoso que muestra un individuo como miembro de una comunidad. La segunda, centrada más en las buenas maneras y la cortesía en las interacciones personales. Para el civismo, el cumplimiento de normas y leyes, la participación activa en la vida comunitaria y política, el involucramiento en organizaciones sociales y la contribución al bien común, son aspectos esenciales. Para la civilidad, los buenos modales, la comunicación respetuosa y la consideración hacia los demás, reflejan el talante de los sujetos.

    La autora destaca la importancia que tiene la autoridad de quien enseña; subraya la necesidad de las normas para regular la convivencia; el respeto por lo otro y los otros; y también la urgencia de recuperar el sentido formativo de la escuela. Sin duda, expresa, “La escuela tiene la obligación de educar [aunque] la responsabilidad primaria y fundamental es de la familia”.

    En el tercer apartado, Camps se refiere al sentimiento de impotencia y pesimismo que, en el ámbito educativo, parece generalizarse. Habla entonces de esa extraña sensación de que todo es inútil y resulta imposible (e innecesario) hacer algo. Sensación que invade a padres y maestros; impresión que desmotiva y paraliza; emoción que corroe y corrompe.

    Critica el mercado (y el consumo), la publicidad, la televisión y la internet, pero no los demoniza, pues está convencida de que el problema no está en ellos sino en cómo son utilizados por la ciudadanía. Bajo su óptica, el problema no está en las pantallas (del celular, la televisión, la Tablet o la computadora) sino en el hecho de que naturalizan no que no es natural. “Naturalizan la violencia, el sexo, el lenguaje obsceno, la perversidad humana y el consumo excesivo y descontrolado”.

    Pero la educación forma el gusto y el carácter, por ello la familia y la escuela tienen un rol y una obligación que son intransferibles. “Educar no equivale a dejar hacer”, menos “a dejarse arrastrar por lo que todo el mundo hace”. Educar es posibilitar que cada estudiante forje un criterio y aprenda a pensar por sí mismo.

    En los siguientes apartados, la autora toca temas como la felicidad, el valor del esfuerzo, la educación subrogada, la libertad, el respeto, el control de las emociones y el valor del ejemplo. Y es puntual cuando afirma que “Nadie nace siendo solidario, amable, respetuoso o tolerante. Nadie nace con una concepción estructura de la justicia. Son cosas que hay que enseñar y aprender […] El esfuerzo, la constancia, el autodominio, la lealtad, serán rasgos del carácter de una persona si ésta se forma de acuerdo con dichas virtudes”.

    Victoria Camps nos incita a promover la lectura, la reflexión y la disciplina; a establecer una alianza entre escuelas y familias; a revalorar el trabajo docente; a recuperar la confianza de la sociedad hacia nuestra labor; a recobrar el norte y el sentido. “Urge, pues, que la escuela recupere su papel”; que vuelva a ser un espacio propicio para el aprendizaje, el estudio, la convivencia y el trabajo. La educación “tiene que conseguir despertar pasiones, intereses y afectos. Educar es, en cierta manera, mostrar lo que merece ser imitado”.

    Hoy más que nunca necesitamos que la educación sea políticamente prioritaria. Esto implica que los gobiernos consideren la educación como un área de enfoque central y le asignen una alta prioridad en términos de recursos (humanos, materiales, de infraestructura, económicos, etc.); que generen políticas (de formación docente, desarrollo profesional, capacitación continua, salarios y condiciones laborales) y se concentren en una atención permanente (entendiendo que la educación es la base fundamental para el desarrollo social, económico y cultural de los países).

    Con estas y otras recomendaciones que hace la autora, nos invita a tomar la educación en serio. Esto implica asumir la responsabilidad que tenemos todas y todos, respecto a la educación, pero principalmente los gobiernos.

    Ojalá que, en el caso de México, el nuevo gobierno que encabezará ahora una mujer, lo haga y lo haga pronto. Si toma en serio la educación, entenderá por convicción que sin educación no hay desarrollo; garantizará el acceso a un servicio educativo de excelencia (inclusivo, equitativo y pertinente), invertirá en infraestructura (aulas, bibliotecas, comedores escolares, laboratorios, talleres, servicios sanitarios, rampas, áreas verdes, recreativas y deportivas, etc.) y le apostará a la formación continua de las y los docentes, sin concentrarse exclusivamente en el otorgamiento de becas a los estudiantes, algo necesario, pero no suficiente para mejorar integralmente la educación en nuestro país.

    Creer en la educación. La asignatura pendiente,

    Victoria Camps,

    Ediciones Península,

    Barcelona, 2008.

  • Falacias de la actual pedagogía. Capitalismo neoliberal en la práctica del aula escolar

    Falacias de la actual pedagogía. Capitalismo neoliberal en la práctica del aula escolar

    La presente práctica pedagógica en el aula escolar no conlleva mejoras efectivas en los grandes sectores populares de todo el mundo. Sin embargo, existen durante estos últimos cuarenta años múltiples reformas educativas, que se “enuncian” con bondades, aunque a través del tiempo no evidencian una superación del semianalfabetismo de la mayor parte de sus egresados, tanto de la escuela primaria como de la escuela secundaria. Y la referencia a dicho semianalfabetismo no excede los parámetros de la era de Gutemberg.

    Para ofrecer un pantallazo de la problemática partiremos de nuestro país, emprero, reconociendo que sus interrogantes son mundiales.

    En Argentina, para la época del primer peronismo, hay una fuerte presencia del Estado en el imaginario colectivo, como factor de cohesión social y de las solidaridades. Es desde el Estado que se diseñan las políticas macro educativas.

    En particular, desde 1989 (globalización), lo público es subsumido, como tendencia, dentro de los intereses del mercado, en especial del capitalismo financiero, del dinero que genera más dinero. Se debilita, así, la presencia del Estado en el imaginario colectivo, como factor de cohesión social y de las solidaridades. Aparece la categoría “tejido social”, fenómeno lingüístico que manifiesta el débil sentido de pertenencia a las mismas instituciones del Estado, pertenencia que solo “pareciera” tender a valorizarse en tanto al sentido de comunidad que ofrece cada micro escuela. Y señalo que “pareciera” por cuanto en ocasiones hasta se pone en duda dicha valoración.

    Aunque siga existiendo la escuela pública, su privatización no pasa ya por los carriles del mero incremento de los establecimientos privados, sino porque el sentido de la misma no parte del Estado, sino del Mercado, en particular, entre otros, desde los criterios del Banco Mundial y de la OCDE -Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico de la Unión Europea-.

    La escuela neoliberal capitalista tiende a ser diseñada bajo el perfil meritocrático de la igualdad de oportunidades, del imperativo individualista  just do it, aún cuando los sociales puntos de partida son injustos.

    Veamos cuáles son las capacidades a las que se hace mención en el Diseño Curricular de la Nueva Escuela Secundaria de CABA (2015: 18-19) [i] que deben aprender los alumnos.

    Así, aparecen diferentes criterios pedagógico/didácticos, a saber:

    Aprender a aprender, pero vacío de todo contenido, como una forma sin contenido. Críticamente afirmamos que un aprendizaje sin contenido es ciego, no se sabe hacia dónde se dirige, aunque quienes lo diseñan, sí saben hacia donde se dirige. Es que habilidades sin contenido son ciegas, y contenidos sin habilidades son vacíos. Precisamente, esas habilidades adquieren en la actualidad un sentido impuesto por el mercado, perdiéndose todo tipo de autonomía o soberanía.

    Aprendizaje colaborativo instrumental, porque lo que interesa es el cómo (los procedimientos) y no el qué (los contenidos). En el qué aparecen los valores, mientras los procedimientos se consideran neutros valorativamente. Ya nos lo decía la expresión “el medio también es contenido” en la conocida categoría de Mashall McLuhan, “el medio es el masaje” de tinte estrictamente tecnocrático, afirmándolo también como contenido, aunque se pretenda vaciarlo del mismo en la pedagogía capitalista neoliberal. Ciertamente, la posición crítica del querido Enrique Dussel hace más que nada referencia a los contenidos, empero desde Paulo Freire podemos apreciar que la forma de educar es también contenido ético-político, y de ahí el título de su primer gran obra teórica “Pedagogía del Oprimido”. Además, resulta contradictorio un aprendizaje colaborativo dentro de una institución escolar rígidamente verticalista.

    Pensamiento crítico, que también es meramente instrumental, ya que ayuda a discernir críticamente acerca de los medios-para, pero no hace referencia a los contenidos. Es que, como señalamos, se separan habilidades de contenidos.

    Aprendizaje por proyectos, al que le dedicaremos la última parte del presente texto. Son fragmentados o segmentados entre sí, cuya racionalidad es tecnócrata y operativa. La unidad de sentido no está dada por una decisión del Estado, sino de los intereses de un mercado que requiere de trabajadores que piensen en el cómo, pero no en el qué y en el para qué.

    Todo ello implicaría:

    Actuar autónoma. Crítica que formulo. En realidad, el aprendizaje nunca es de por sí “autónomo”, se parte de la heteronomía hacia la autonomía, en un lento proceso de crecimiento. Negar la heteronomía es negar al maestro, negar al docente. Se identifica la autonomía con el individualismo del emprendedor, que debe gestionar las consecuencias de sus actos.

    Actuar activamente, de forma casi autodidacta, donde el protagonista del aprendizaje sea el alumno. Crítica que formulo. El problema radica en el paulatino pasaje de la heteronomía hacia la autonomía, con lo que el mero criterio autodidacta resulta falaz.

    Actuar creativamente. Crítica que formulo. Valga resaltar que ese actuar tiende a ser solamente procedimental y dentro de los límites de quienes definen lo que creatividad quiere decir, o sea de los intereses del poder hegemónico.

    Actuar de modo significativo. Crítica que formulo. El problema radica en quiénes definen lo significativo, o sea, quienes ejercen el poder hegemónico.

    Actuar según los intereses de los alumnos. Crítica que formulo. Recordemos que dichos intereses son siempre acotados por el mismo ejercicio del poder, así Juan Jacobo Rousseau en el Emilio explica que dichos intereses son de los del niño de linaje, porque la educación no es para los pobres[ii] (o sea que aquí encuentra su base la pedagogía moderna, aunque en la actualidad desde la Declaración de Jomtien, Tailandia, 1990, se hable de “Educación para todos”, una inclusión que resultó excluyente).

    Actuar potenciando la capacidad de iniciativa, decisión y comunicación. Crítica que formulo. En las praxis vigentes las normativas ministeriales son asfixiantes.

    Actuar con criterios de autogestión (individual) de las propias emociones, garantizando un bienestar meramente subjetivo. Crítica que formulo. Aunque el ambiente político y económico sea distópico, el alumno “individuo” debe aprender a autogestionar sus propias emociones (para no deambular en demasiadas explicaciones, veamos el siguiente ejemplo en un video de youtube[iii]).

    Actuar sin aburrirse, porque el docente cuando transmite, aburre (ejemplo del discurso dado por Chris Morena ante los más importantes empresarios de Argentina durante el Coloquio Idea 2017[iv]). Crítica que formulo. O sea, ¿las plataformas digitales no transmitirían nada?, ¿los medios de comunicación no transmitirían nada?, ¿las redes sociales no transmitirían nada?, ¿los cantantes de cumbia o de reggaetón no transmitirían nada?, ¿los partidos políticos no transmitirían nada, aunque fuere negativamente?, etc. Empero, ¿el único que no debiera transmitir es el maestro? Muy sintomática dicha apreciación, donde el maestro no debiera ser modelo, sino solamente guía o facilitador de lo que las empresas privadas en tecnología educativa diseñan. Conste que el maestro es siempre modelo, pudiendo aún serlo de manera patológica.

    Y dentro de este contexto se apela a la acreditación y certificación internacional, como lo señalan las normas ISO, que “miden” la eficiencia y eficacia de un producto en el mercado internacional.

    En síntesis, desde las TICs – tecnologías de la información y la comunicación-, se pretenden adquirir habilidades para saber navegar. Pero, hay un problema no resuelto: la mayor parte de los niños y adolescentes de nuestro planeta egresan del sistema escuela sin el dominio básico de los códigos de la lengua cuyo aprendizaje se le exige, sin aprender a leer comunitaria y críticamente sus propias condiciones de vida, sin pronunciar dialógicamente su propia palabra.

    Entonces, se nos dice que la escuela actual NO SIRVE, culpabilizando al maestro. Pero, hete aquí que la mayor parte de los niños y adolescentes del mundo se encuentran dentro de una “basura” desechable, puesto que la escuela NO SIRVE. Y, entonces, se nos afirma desde un posicionamiento tecnocrático que “la escuela es del siglo XIX, los docentes del siglo XX, los alumnos del siglo XXI”.

    Señalemos que algunas de las cualidades pedagógicas podrían ser válidas, aunque dentro de otra escuela, con sentido liberador.

    Mientras los movimientos sociales populares se debiliten, y aún las calles sean ganadas por movimientos sociales, difícilmente haya una salida liberadora. Esos movimientos sociales populares actúan fragmentadamente dentro de un capitalismo globalizado. Así, difícilmente haya una salida liberadora, pues la tragedia de nuestra época, al decir de Boaventura de Sousa Santos, es que mientras la dominación está unida, la resistencia se encuentra fragmentada.[v]

    Dediquemos, ahora, en el espacio que sigue, un breve párrafo al tan mentado “aprendizaje basado en proyectos”, dentro de este capitalismo neoliberal.

    Desde fines del siglo XIX hasta la actualidad son varios los teóricos que referencian al aprendizaje basado en proyectos o al trabajo basado en proyectos, empero con diferente sentido interpretativo.

    John Dewey vio el aprendizaje basado en proyectos como una forma de preparar a los estudiantes para la participación activa en la democracia desde las propias formas prácticas de vida y en sus propios intereses. Comprendía la educación como “crecimiento”, no con el sentido de un futuro incierto, sino a fin de resolver los problemas del presente. Creía que este enfoque podía ayudar a desarrollar las habilidades de pensamiento crítico, resolución de problemas y colaboración que son esenciales para los ciudadanos responsables. William Kilpatrick fue su discípulo, que perfeccionó la idea de Dewey[vi].

    Hacia fines del siglo XIX, la noción de proyecto adquiere un significado totalmente diferente a la de la noción de proyecto hacia las postrimerías del siglo XX en adelante. Es por ello que no se la debe subsumir en aquella pasada, aunque es lo que usualmente se hace, y con lo que se comete un gran error, por cuanto ambos conceptos son, en términos de la lógica aristotélica, equívocos.

    Así, trabajemos brevemente las teorías de Jeremy Rifkin, Peter Drucker y Claus Offe.

    Jeremy Rifkin, norteamericano que nace en 1945. En su libro “El fin del trabajo” (1995) argumenta que la tecnología tiene dos caras: por un lado, aumenta la productividad y la eficiencia, pero, por otro lado, también reduce la necesidad de mano de obra humana. El autor predice que la automatización y la robótica continuarán reemplazando trabajos tradicionales. Sostiene que la automatización y la tecnología están eliminando empleos en sectores como la agricultura, la industria y los servicios. La sobreproducción globalizada e incontrolable está generando un desempleo estructural. Propone una reducción de la jornada laboral como mecanismo para el reparto del trabajo. Sugiere un nuevo contrato social y la potenciación del tercer sector para abordar los desafíos de la economía posmercado. Los sindicatos, que históricamente han luchado por los derechos de los trabajadores, podrían enfrentar desafíos en este nuevo contexto. En lugar de empleos tradicionales a largo plazo, Rifkin sugiere que las empresas adopten contratos basados en proyectos. Los trabajadores se involucrarían en proyectos específicos y luego pasarían a otros proyectos según las necesidades de la empresa[vii].

    Peter Drucker, quien nació en Viena en 1909, en su libro “La sociedad poscapitalista” (1995) propone algo parecido. Imaginó un futuro en el que el conocimiento, la descentralización y la armonía entre los actores fueran fundamentales para el éxito en la sociedad poscapitalista. Drucker sostiene que estamos en medio de un proceso de transformación que podría completarse en algún momento entre 2010 y 2020. Algunos de los cambios principales que identifica incluyen: Desaparición de la historia “occidental”. Drucker argumenta que ya no existe una historia o civilización “occidental”. En cambio, solo hay historia mundial y civilización mundial, aunque con influencias occidentales. Valga considerar la sociedad del saber. Drucker observa la creciente importancia del conocimiento y la educación en la sociedad. La sociedad poscapitalista se caracteriza por la primacía del saber y la capacidad de aprender y adaptarse constantemente. Además, valga considerar la transformación tecnológica. La adopción de nuevas tecnologías, como la informática y las comunicaciones, están remodelando la sociedad. Drucker anticipa que esta tendencia continuará en el futuro[viii].

    Claus Offe nació en Berlín en el año 1940. En la entrevista a Claus Offe, uno de los más reputados analistas de las sociedades capitalistas, se aborda el tema del futuro del trabajo y del Estado del bienestar. Offe discute las trampas de la reducción de la jornada laboral y la falsa promesa de libertad en los contratos de trabajo. A continuación, algunos puntos clave de la entrevista: Sociedad del Trabajo. Max Weber señaló que en la modernidad la sociedad valorizó el trabajo como actividad humana básica. Sin embargo, esto condujo a que la sociedad en su conjunto se convirtiera en una “sociedad del trabajo”. En la actualidad, se considera culturalmente evidente que las personas plenamente funcionales son aquellas con ocupación remunerada. Esto implica una actividad laboral de por vida y sin alternativa, dentro del marco de los contratos de trabajo. Sin embargo, no todos tienen la oportunidad de obtener empleo remunerado de manera fiable y segura. Las circunstancias coyunturales y secundarias hacen que cada vez sea más dudoso que se pueda trabajar por dinero. Devaluación del Trabajo no Remunerado: Fuera de la esfera del empleo remunerado, el trabajo se devalúa. Aquellos que no realizan un trabajo remunerado en el capitalismo avanzado se consideran inferiores en sentido literal. Estas personas no pueden participar en pie de igualdad en la producción social y a menudo dependen de otros miembros de la familia. Offe también discute las contradicciones inherentes al trabajo capitalista y la relación ambivalente entre el capitalismo y el Estado del bienestar. En resumen, la entrevista ofrece una visión crítica sobre el futuro de la sociedad del trabajo y cuestiona la supuesta libertad que se encuentra en los contratos laborales[ix].

    Concluyendo. La tendencia es que el trabajo del futuro sea a partir de la relación individual entre el profesional, con alto perfil tecnológico, y la empresa. Esta última aceptará el “proyecto” convenido con el profesional, el que culminado, deberá renovarse. No habría más otro tipo de dependencia entre empresa y trabajador. No existirían más ni sindicatos ni derechos laborales. Obviamente, el perfil del trabajador sería de alta competencia y desempeño. Y para la gran camada de trabajadores precarizados, con un bajo perfil profesional, aparecerían las enormes empresas tecnológicas de servicios, también con enormes ganancias y sin empleados, al modo de la uberización del trabajo. O sea, en última instancia, todos serían monotributistas. Desde este lugar debiéramos comprender en la actualidad la noción “proyecto”, en vez que desde la perspectiva de John Dewey.

    [i] https://buenosaires.gob.ar/areas/educacion/nes/pdf/2015/NES-Co-formacion-general_w.pdf

    [ii] Rousseau afirma en “El Emilio” que…

    “El pobre no tiene necesidad de educación; la de su estado es forzada y él no sabría alcanzar otra…”  “Escojamos, pues, a un rico; estaremos seguros al menos de haber hecho un hombre más, en lugar de que un pobre pueda llegar a ser hombre.” “…no me pesa que Emilio tenga linaje.” Rousseau, Juan Jacobo (2003: 54). El Emilio.  Madrid, Biblioteca EDAF. Reconozco que en mis clases, sin endiosar a uno y diabolizar al otro, panfletariamente digo “viva Comenio, muera Rousseau”, ese Rousseau que se deshizo de sus cinco hijos.

    [iii] Valga como ejemplo de la educación emocional el siguiente video: https://www.youtube.com/watch?v=60vxQjYO-Sg&t=243s   (consulta: 2/06/2024)

    [iv] https://www.youtube.com/watch?v=cyiN13dtX30&t=406s   (consulta: 2/06/2024)

    [v] https://www.gaceta.unam.mx/tragedia-actual-la-dominacion-esta-unida-y-la-resistencia-fragmentada/   (consulta: 2/06/2024)

    [vi] Veamos dos textos de John Dewey: “Experiencia y educación”. El otro es “Democracia y educación”. https://convivenciajt.weebly.com/uploads/2/6/7/3/26732425/dewey_1945_cap_2._necesidad_de_una_teora_de_la_experiencia_y_cap_3._criterios_de_la_experiencia.pdf y https://circulosemiotico.wordpress.com/wp-content/uploads/2012/10/dewey-john-democracia-y-educacion.pdf

    [vii] Rifkin, Jeremy. “El fin del trabajo.” https://colegiodehistoria.wordpress.com/wp-content/uploads/2017/07/jeremy-rifkin-el-fin-del-trabajo-1.pdf

    [viii] Drucker, Peter. “La sociedad poscapitalista.” https://archive.org/details/lasociedadpostca0000druc/page/n1/mode/2up

    [viii] Offe, Claus (2023). “¿Tiene futuro la sociedad del trabajo? Entrevista a Claus Offe” https://www.sinpermiso.info/textos/tiene-futuro-la-sociedad-del-trabajo-entrevista-a-claus-offe

  • No que no, sí que sí, ya volvimos a salir: la CNTE

    No que no, sí que sí, ya volvimos a salir: la CNTE

    Corría el segundo mes de 2013 y, previo a la detención de La maestra Elba Esther Gordillo, algunas secciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), convocaban a sus agremiados a manifestarse en contra de la reforma educativa de Enrique Peña Nieto; una actividad inusual que, en ese entonces llamó mi atención, porque era un fenómeno que no había sucedido en todos los años que tenía de haber ingresado al magisterio.

    Estudioso de los fenómenos sociales, no dude en acudir a esa marcha y mitin a la que habían convocado alguna de esas secciones sindicales (https://www.jornada.com.mx/2013/02/03/opinion/034n2soc=). Recuerdo que la asistencia fue nutrida porque, como se esperaba, las delegaciones y representantes de centros de trabajo habían hecho lo suyo y el escenario pintaba para escuchar arengas y discursos de varios oradores. Como es natural, desde el punto de concentración tuve la oportunidad de charlar con algunos trabajadores de la educación que desconocían lo que iba a suceder llegando al punto de encuentro y concentración, sin embargo, creo que lo más enriquecedor de ese momento, fue haber rescatado diferentes puntos de vista de los asistentes; puntos de vista que estaban muy lejos de esas arengas y discursos que los líderes magisteriales expresarían porque, como bien decían algunos profesores: uno es el que marcha y otro es el que se lleva la lana.

    El recorrido hacía la plaza principal de la ciudad fue tortuoso; los rayos de sol, inclementes como lo son, causaban estragos en más de uno de los convocados. Como es lógico, algunos miembros del sindicato, con megáfono y papel en mano, invitaban a expresar a todo pulmón las consignas que se habían preparado; no todos las gritaban.

    Desde luego, no faltaron las cartulinas y lonas que contenían expresiones de rechazo hacia una reforma educativa que varios de los presentes desconocían. Obviamente que, quienes repartían esos materiales, eran los miembros de ese comité ejecutivo seccional porque, en realidad, fueron escasos (sino es que nulos) los trabajadores de la educación que llevaron cartulinas, lonas o mantas con algún tipo de señalamiento.

    Llegado al lugar de encuentro; el templete estaba colocado y arriba de este ya se encontraba toda la plana mayor del comité seccional local, y alguno que otro invitado del nacional que, por cierto, no se les vio caminar bajo los inclementes rayos del sol, pero, principalmente, con la base magisterial. Un par de oradores antes del orador principal, que era quien en ese momento ejercía el liderazgo sindical, expresaban de nueva cuenta un rechazo hacía una reforma educativa de la que, hasta ese momento, poco se sabía; curiosamente, porque los mismos integrantes del SNTE en ningún momento habían “bajado” la información con todos los trabajadores de la educación.

    Recuerdo haberle preguntado a una maestra de edad avanzada si sabía algo de lo que se hablaba y su respuesta, como suele suceder desde hace décadas, no fue otra: lo que yo sé de este tema ha sido por lo que en las noticias se ha dicho, no por el sindicato. No sé si fue en ese momento o en otro posterior (cuando transcribía mis notas), que en mi mente apareció una interrogante que, estoy seguro, más de uno se habrá hecho: entonces, ¿por qué marcha?

    Llegado el momento, el orador principal salió a cuadro; los aplausos, por parte de los integrantes de ese comité y de algunos otros miembros de esa sección sindical no se hicieron esperar. Se habló, con ciertas ambigüedades, de las posibles consecuencias que traería para el gremio la aprobación de la reforma educativa; también, del daño que el gobierno de Peña Nieto causaría a las maestras y maestros; desde luego, se expresó hasta el hartazgo lo indispensable que era la unión de todos y todas las trabajadoras de la educación para evitar cualquier afectación laboral; en fin, se habló de todo aquello que, como sindicato y agremiados, se tenía que hacer para defender el “orgullo de ser maestro” y del “orgullo de pertenecer al SNTE” porque, lo recuerdo muy bien, se dijo incansablemente: con el SNTE todo y sin el SNTE nada.

    Palabras y discursos que bien a bien no encajaron como debieran entre los asistentes. De hecho, por aquellos días llegué a pensar o deducir, que la razón de esto se hallaba en las escasas o nulas convocatorias que el “institucionalismo” había realizado hasta ese momento, pero también, en la pobre formación ideológica que ha caracterizado a esta organización sindical. En fin.

    Pasado ese momento los asistentes “rompieron filas”, se hizo el acostumbrado “pase de lista” y se concluyó tan raro encuentro.

    Días más tarde, a nivel nacional se difundía la noticia de la detención de La maestra Gordillo, lideresa vitalicia del SNTE y, a partir de ahí, todo el mundo calló, y de aquel mitin solo quedaron los recuerdos.

    Curiosamente, días más tarde, esos mismos líderes que afanosamente expresaban consignas de rechazo a la reforma educativa de Peña Nieto, daban conferencias de prensa en las que hablaban de las bondades de la misma reforma que días antes rechazaban.

    Así de cínicos, así de sinvergüenzas.

    ¿Cuándo el SNTE y sus líderes han velado por los derechos laborales y profesionales de sus agremiados? Repito, desde que ingresé al magisterio hasta la fecha en que escribo estas líneas no he visto tal defensa y, mucho menos, que se hayan movilizado para exigir al gobierno-estado mejoras a las precarias condiciones salariales de los trabajadores de la educación.

    Me consta, como seguramente les consta a quienes leen estas líneas, que hay un magisterio que ha sido constante en sus planteamientos y movimientos; me refiero a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, un grupo de trabajadores que desde hace décadas está en movimiento.

    Sí, estoy segurísimo que no es el mejor movimiento; de hecho, podrían criticarse sus formas y tal vez sus medios, tal y como varios medios de comunicación lo han hecho desde hace tiempo; sin embargo, ese magisterio que se mueve de sol a sol y en muchos territorios; que se planta para exigir mejoras salariales para sus maestras y maestros; que grita y expresa inconformidades que son tan evidentes porque se derivan de problemáticas frecuentes en los centros escolares y comunidades; que, independientemente del gobierno en turno, emprende acciones inmediatas y luego vuelve a las aulas de sus escuelas; es ese magisterio que a ras de piso resuelve y enfrenta los grandes problemas que se viven en sus planteles educativos: sí, es un magisterio que se mueve a ras de piso para exigir mejoras en todos los sentidos y por ello han sido llamados disidentes; pues habría que reflexionar si no es mejor ser llamado disidente que un cínico y sinvergüenza.

    No dudo que alguien cuestiones estas líneas, y están en su derecho; solo no pediría confundir entre lo que significa a ras de piso y quienes se han aprovechado y servido de quienes a ras de piso andan en el camino.

    ¡No que no, sí que sí, ya volvimos a salir! Llegué a escuchar en alguna de las marchas que tuve la oportunidad de presenciar en la Ciudad de México hace pocos días, sin embargo, muy para mis adentros me pregunté: ¿por qué tal expresión si en todo momento y en diferentes sexenios han estado presentes?

  • Preparar para el aprendizaje

    Preparar para el aprendizaje

    “El verdadero aprendizaje se logra mediante la experiencia, el intercambio y la reflexión.” Charles Jennings

    El trabajo en la escuela no es casual, debe ser intencional y orientado para aprovechar las experiencias y el momento para promover el aprendizaje pues éste, es un proceso multifacético y dinámico que se nutre de diversas fuentes y métodos. Charles Jennings destaca cuatro maneras en las que aprendemos: experiencias desafiantes, oportunidades para practicar, conversaciones creativas y tiempo para la reflexión. Cada una de estas formas juega un papel crucial en el desarrollo del conocimiento y habilidades en las personas, particularmente en el contexto educativo de niñas, niños y adolescentes.

    Las experiencias desafiantes nos permiten aprender profundamente cuando nos enfrentamos a situaciones que nos obligan a salir de nuestra zona de confort. Este tipo de experiencias estira nuestras capacidades y nos enseña a adaptarnos y superar obstáculos. En un entorno escolar, se pueden fomentar este tipo de aprendizaje mediante proyectos interdisciplinarios, actividades que requieran resolución de problemas y tareas que exijan un esfuerzo adicional. Así, estudiantes no solo aprenden el contenido curricular, sino también habilidades importantes como la resiliencia y la adaptabilidad.

    La práctica es fundamental. Los conceptos teóricos se solidifican cuando se aplican repetidamente en diferentes contextos. En la educación, esto se traduce en la necesidad de proporcionar a estudiantes múltiples oportunidades para poner en práctica lo que han aprendido, a través de ejercicios, prácticas de laboratorio, actividades deportivas y artísticas. La práctica constante ayuda a estudiantes a internalizar el conocimiento y a perfeccionar sus habilidades, preparando el terreno para un aprendizaje permanente.

    Las interacciones sociales y las conversaciones son el lubricante del aprendizaje y el desarrollo. A través de discusiones y debates, estudiantes pueden explorar diferentes perspectivas, articular sus ideas y aprender de los demás. El ambiente escolar debe fomentar un entorno en el que estudiantes se sientan cómodos para compartir sus pensamientos y experiencias y bloquear toda burla hacia quien pregunta es fundamental.

    La reflexión por otra parte es esencial para consolidar el aprendizaje. Permite a las personas considerar sus experiencias, identificar lo que han aprendido y planificar cómo aplicar ese conocimiento en el futuro. En el contexto educativo, los momentos de reflexión pueden integrarse en el aula mediante actividades como diarios de aprendizaje, discusiones reflexivas y evaluaciones formativas. Tanto la reflexión individual como la colectiva permiten a estudiantes tomar conciencia de su propio proceso y aprender de las experiencias de sus compañeros.

    La conjunción de estas cuatro maneras de aprender subraya la importancia de una educación que no se limite a la transmisión de información, sino que promueva un entorno rico en experiencias variadas, práctica constante, diálogo significativo y reflexión profunda. Porque la educación, es el camino…

    https://manuelnavarrow.com

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  • El arte de leer

    El arte de leer

    Juan Domingo Argüelles, lector asiduo, poeta, ensayista, crítico literario, editor, promotor incansable de la lectura como ejercicio libre al que sólo se llega por interés, emulación y contagio, y agudo crítico de la lectura por obligación, ha escrito, en su texto: Estás leyendo… ¿y no lees? Un libro contra la obligación de leer, que la alfabetización no nos garantiza el gusto por los libros. Por ello, si en otro tiempo se pensó que era importante que las personas que no sabían leer aprendieran a hacerlo, hoy debemos reflexionar porqué la gente que sabe leer no quiere

    Desde la perspectiva de nuestro autor, el problema nace de una disyuntiva: mirar la lectura como un ejercicio placentero o verla como algo obligatorio, indispensable para estudiar y aprender; sendero este último que ha desembocado en el dolor, el hastío, el abandono y la repulsa. 

    Juan Domingo opta por ver la lectura como gozo y deleite, y no como sufrimiento, aburrición y enfado. Por tanto, la escuela debe ingeniárselas hoy más que nunca para educar en el placer; y los docentes, más que imponer lecturas, deben compartir la experiencia derivada de esta actividad. Experiencia que no sólo es racional ni cognitiva sino volitiva, emotiva, intuitiva y preponderantemente afectiva. Para Juan Domingo la lectura es “un profundo placer, un vicio maravilloso, un deleite singular”; por ello, forzarla es una contradicción, porque “el arte de leer, como el arte de amar, no admite la imposición”.

    De esta forma, frente a los “ogros filantrópicos” de la lectura quienes, pese a reconocer la simulación de los programas de lectura en México se cobijan en la hipocresía, la mentira y el engaño, el autor sugiere compartir nuestros gustos respecto a la lectura de un modo gentil, brindando la propia experiencia derivada de los libros, las dudas e inquietudes, los juicios e impresiones causadas en nosotros. 

    La lectura debe ser una adicción y si queremos afianzarla en nosotros y nuestros estudiantes, debemos ir a ella por placer y necesidad, porque todo vicio nace ligando ambos aspectos. Así, la obligatoriedad escolar de la lectura ha despreciado esa parte lúdica y gozosa del acto de leer porque “a la escuela no le interesa adentrarnos en el placer o en el gusto de algo, sino domesticarnos en la disciplina, el rigor y la obligación”. Pero la lectura, piensa, debe atender la identificación personal e íntima de quien lee y privilegiar la satisfacción antes que la utilidad práctica. 

    No se lee entonces para ser más importante, ni más inteligente, ni siquiera para ser mejor. “Leer no nos hace mejores pero sí distintos”. Y es que, más allá de ser una herramienta de comunicación, un medio de expresión o adquisición de conocimientos, la lectura es una actividad placentera que nos ayuda en la elaboración de nuestra intimidad y en la construcción y reconstrucción de nosotros mismos. 

    La lectura, dice el autor, es un acto de libertad cuyo porvenir no está en la obligación sino en el placer. De esta forma, si entendemos que la lectura es un gozo que place y complace, un gusto que se contagia, un vicio y no un castigo, un feliz ejercicio que realiza quien no evade la realidad sino quien aprende a leerla de otra forma, a crearla y recrearla de mil maneras, entenderemos que el único camino viable para que la lectura tenga futuro, consiste en vivirla y hacerla vivir como algo agradable, como una tarea feliz y gozosa que hoy adquiere nuevas formas y enfrenta nuevos desafíos pero que, esencialmente, implica una alegría cuando no se lee “a huevo” ni nos la impone nadie. 

    “Los que quieran sufrir con los libros, muy su cuento. Los que sólo leen para estudiar, muy su disciplina. Los que sólo leen para pasar un examen y sacar la carrera, muy su pragmatismo. Los que sólo leen para presumir que leen, muy su vanidad. Los que sólo leen para atormentar al mundo con su cháchara erudita, muy su cuete”. Pero la lectura, dirá Juan Domingo, es un bien personal, íntimo y entrañable; y los libros, si bien nunca valdrán más que la vida, debemos reconocer que, a muchos, nos ayudan a vivir. 

    Estás leyendo… ¿y no lees? Un libro contra la obligación de leer,

    Juan Domingo Argüelles, 

    Ediciones B,

    México, 2011.

  • Salario docente, incertidumbres y confusiones

    Salario docente, incertidumbres y confusiones

    Uno de los problemas que la CNTE enfrenta de manera cotidiana es la desinformación, es decir, las noticias falsas y las medias verdades sobre sus demandas y su lucha. Los casos no son pocos.

    Entre otros, se encuentran las declaraciones sobre la apertura del Mexe, hasta hoy incompleta; la supuesta abrogación de la reforma educativa, que todavía mantiene el régimen de excepción laboral, y el limitado fondo de pensiones del Bienestar, que no es para todos los trabajadores. Además de éstas, recupero tres ejemplos para explicar el porqué de la inconformidad y la intensificación de las acciones de presión del magisterio.

    El pasado 17 de febrero, en gira por Guerrero, se dijo a los maestros de esa entidad que se analizaba hacer lo mismo que en Michoacán, donde ya se había logrado la federalización de la nómina. Desafortunadamente, esto no es del todo así. A los 28 mil trabajadores estatales de la tierra de Ocampo se les sigue negando cualquier movimiento que implique mayores recursos federales, como ascensos, promoción horizontal para mejora salarial, horas adicionales a los docentes de secundaria, cambios de escuela a las zonas de vida cara o la medida del bienestar que se aplicó a los maestros de apoyo a la educación a nivel nacional. En otras palabras, los deja con todas las obligaciones laborales y básicamente sin ningún derecho.

    En mayo de 2023 se anunció un aumento salarial de 8.2 por ciento y un incremento especial para que ningún profesor ganara menos de 16 mil pesos mensuales. Ni una ni otra cosa sucedieron. Se otorgó un alza diferenciada cuyo porcentaje fue menor, por ejemplo, para docentes de tiempo completo, y ningún profesor de plaza inicial en educación básica alcanzó la media nacional del IMSS, porque su percepción real, sin impuestos agregados, no es mayor a 14 mil pesos mensuales.

    El Día del Maestro del presente año se anunció 10 por ciento de alza salarial. Todavía no se ha explicado oficialmente cómo será la distribución del monto global en los porcentajes concretos que se destinarán a sueldo base y prestaciones. Ojalá no sea necesario esperar hasta después de la jornada electoral del 2 de junio para calcular el impacto real que esto tendrá en la recuperación del poder adquisitivo del magisterio, tan deteriorado en las últimas décadas.

    En reiteradas ocasiones se ha dicho que los aumentos son una medida para los trabajadores de la educación federalizados, es decir, se excluye a quienes dependen de los sistemas estatales. En diálogo con los disidentes se informó la aplicación de sólo 4 por ciento al salario base, lo que representa un aumento de alrededor de 200 pesos quincenales para quienes tienen plaza inicial. El incremento restante sería para prestaciones, pero distribuido de forma diferenciada, de manera que el alza total para estas plazas podría alcanzar hasta 350 pesos. Con ello se afecta los maestros contratados con más de 22 horas semanales, tiempo completo, doble plaza, directivos y supervisores, que tendrían un incremento menor en prestaciones.

    Luego de la escalada de movilizaciones de la CNTE, que pasaron del plantón en el Zócalo capitalino a los bloqueos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que cerraron vialidades y oficinas gubernamentales, centrales de autobuses, instalaciones de Pemex, oficinas de partidos políticos y del INE, tanto en la capital como del interior del país, la respuesta gubernamental fue ofrecer, sin respaldo documental de por medio, un nuevo aumento de 13 por ciento, el cual, en el caso de profesores con plaza inicial, redistribuirá el impacto al sueldo base hasta con 11 y 2 por ciento a prestaciones. Con esto se mantiene un trato diferenciado que divide al magisterio y que lo segrega en niveles de precariedad salarial.

    Es de reconocer el temple de los docentes para tomar distancia de las agendas partidistas, su decisión de sostener el plantón frente a las manifestaciones de los dos bloques electorales, desinteresados en resolver las demandas de la CNTE. Es de celebrar que, pese a la desinformación y el monopolio comunicacional en el que sólo se aparecían en las calles y plazas los partidos políticos en campaña, los maestros estén en el centro de la vida nacional, colocando las banderas de izquierda de los movimientos sociales para eliminar las continuidades del neoliberalismo. Entre éstas, la reforma al Issste de 2007, que no sucumbió a pesar de los amparos de más de 2 millones de trabajadores y que prevalece, prácticamente, intacta.

  • Ya se van

    Ya se van

    Ensimismados tal vez por la alta aprobación del presidente de la República, así como por la posible victoria en la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México en la próxima contienda electoral, varios funcionarios públicos y muchas de las dependencias que ellos dirigen, han caído en una indiferencia y/o desinterés desmedido. Es más, me atrevería pensar que la burbuja en que viven no les “ha permitido” ver más allá del mundo de fantasía que han construido pues, para algunos, la “transformación” tan prometida ha consolidado un “primer piso” y, lo que sigue, como es lógico, es lograr el tan anhelado “segundo piso”.

    Tal parece que visitar algunas escuelas en algunas entidades a modo seleccionadas o subir a una plataforma una serie de videos con motivo de los Consejos Técnicos Escolares (CTE), son acciones que han traído un beneficio a corto, mediano y largo plazo al Sistema Educativo o a la educación propiamente dicha de cientos de niñas, niños y adolescentes. La verdad de las cosas es que ni una ni la otra han tenido un impacto que favorezca el proceso de enseñanza y de aprendizaje porque, como dirían algunos, para eso está el Plan de estudios y sus consecuentes Programas sintéticos, pero, ¿realmente dicho plan y dichos programas sintéticos han favorecido este proceso?

    No hay que confundir que una cosa es contar con un documento que planteó una manera diferente de concebir, insisto, la forma en que se podría abordar el proceso de enseñanza y de aprendizaje, y otra cosa es que ese documento se esté “aterrizando” conforme se esperaba en las escuelas de educación básica del territorio mexicano.

    Ante este último argumento, algunos podrían decir que para ello existen los CTE y los Talleres Intensivos de Formación Continua para Docentes; es más, hay quien podría señalar que, por ejemplo, en la tercera sesión ordinaria de dichos CTE se propuso conocer lo relacionado con la planeación didáctica una vez que había transcurrido el primer periodo pues, como se sabe, el Plan de estudios 2022 comenzó implementarse a partir del presente ciclo escolar 2023-2024. Sin embargo, aunque es bien cierto que esta es una manera a través de la cual se puede fortalecer la formación del profesorado mediante el trabajo colegiado, lo cierto es que nunca es ni será suficiente para lograr dicha formación en las y los maestros. Dicho de otra forma, el trabajo colegiado es uno (no el único) de los ámbitos que colaboran para que el docente en servicio continúe aprendiendo; quién piense lo contrario, habría que sugerirle diversa literatura relacionada con la formación del profesorado que en la red se puede hallar. Al respecto, recomiendo uno que la misma Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación difundió hace tiempo y que llevó por nombre “Programa de formación de docentes en servicio 2022-2026”, pero, imagino, que en la Secretaría de Educación Pública (SEP) nadie lo leyó.

    Y bueno, a pocas semanas de que termine el ciclo escolar, y dada la afortunada culminación del proceso electoral el próximo 2 de junio, bien valdría la pena preguntarse si podríamos celebrar con cierta soberbia, y hasta con orgullo, la implementación del plan de estudios 2022 en las miles de escuelas de educación básica a lo largo y ancho de la República Mexicana.

    Vuelvo a repetir, no hay que confundir el necesario cambio de plan de estudios en nuestro país, con la pésima estrategia de implementación que empleó la SEP a partir de agosto de 2023 porque, aunque no se crea, a estas alturas del ciclo escolar, hay quienes aun no logran entender la manera en que se debe desarrollar el referido plan de estudios. 

    Entonces, ¿será que las y los docentes no tengan la capacidad para comprender el fundamento y/o metodología propuesta en el plan de estudios para que pueda ser aterrizado en el aula, con sus alumnos? Desde mi perspectiva, la respuesta a esta interrogante no pasa por la capacidad de los docentes, sino más bien, por la incapacidad de la SEP y de sus funcionarios – que, por cierto, tienen un sueldo bastante elevado –, para leer la realidad de las maestras y maestros, vaya, de su quehacer docente.

    Ya lo he dicho, curiosamente el plan de estudios 2022 plantea partir de la lectura de la realidad para generar el proceso de enseñanza y de aprendizaje, sin embargo, tal principio no es aplicado por la SEP porque, ensimismados como lo están, no han leído ni leerán la realidad que se vive en las escuelas de todos los niveles educativos del territorio mexicano. Pongo un ejemplo.

    Como sabemos, en las últimas semanas se ha sentido un calor agobiante en buena parte de la República Mexicana derivado de continuas ondas de calor que han afectado, en mayor o menor medida, la forma de vida de las personas; las escuelas, como es ampliamente conocido, no gozan de una infraestructura que les permita generar espacios seguros y de bienestar para sus estudiantes; esa es una realidad bastante evidente en las escuelas, de la forma que sea, el docente y alumnos buscan continuar su proceso formativo independientemente de las necesarias acciones que tendrían que implementarse para que sus salones, por ejemplo, tuvieran aire acondicionado, ventiladores, agua purificada, etc., sin embargo, dichas acciones son competencia del Estado a través de las autoridades gubernamentales y educativas, ¿qué tendría que hacer la SEP ante este tipo de contingencias?, ¿qué tendría que hacer directivos y padres de familia?, ¿qué tendría que hacer el docente y sus alumnos?

    Sirva este ejemplo para señalar que no hay planes de estudio que resuelva este tipo de cuestiones porque, como tales, se atienden en el día a día; no imagino cómo se deben sentir maestros y alumnos con aulas en extremo deterioradas y con un calor que supera los 40 grados centígrados; contrario a lo que pueden llegar a sentir a funcionarios públicos, cómodamente sentados en sus oficinas, muchas veces con aire acondicionado y con ventiladores, entre otros aspectos. ¿Verdad que son realidades diferentes?

    Pensar que por el simple hecho de haber implementado un plan de estudios en este año ya se ha logrado u obtenido un triunfo, es negarse la posibilidad de reflexionar sobre las necesarias atenciones a sus áreas de oportunidad que, como propuesta curricular imperfecta, podrían atenderse. Espero la gente de la SEP se ponga a trabajar en ello; pienso que un poco de autocrítica les haría mucho bien, pero también espero que muchos colegas, me incluyo, dejemos de pensar que en este sexenio todo, pero absolutamente todo se ha hecho bien porque no es cierto; la realidad, esa que se vive en las escuelas no ha cambiado mucho que digamos en estos seis años, así que un poquito de humildad nos haría mucho bien. No hacerlo, es decir, no cuestionar lo que puede ser cuestionado, podría llevarnos a ser aquellas figuras de antaño que piensan y afirman que todo lo hicieron bien en su sexenio, y que tampoco es cierto.

    Al tiempo.

  • Los fines de la educación

    Los fines de la educación

    “La educación es el pasaporte hacia el futuro. Los fines de la educación deben centrarse en preparar a las personas para enfrentar los desafíos que están por venir.” Malcom X.

    La labor de la escuela va más allá de mapas, sumas, maquetas, experimentos, lectura,  y todo aquello que se hace en el aula, pues el proceso tiene una finalidad y se constituye en la piedra angular de cualquier sistema educativo como los son los fines de la educación.

    En el contexto actual, los fines de la educación adquieren una relevancia aún mayor, ya que se enfrentan a los desafíos de una sociedad del conocimiento, la cuestionada vigencia del humanismo y sus valores, así como la valía de múltiples avances en el campo de la investigación educativa.

    En la era de la información, la escuela no solo debe transmitir conocimientos, sino también formar personas capaces de adaptarse a un mundo en constante cambio. Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) juegan un papel crucial en este proceso, ya que permiten la generación y el acceso a una cantidad ilimitada de información. La función de la escuela se extiende más allá de la simple enseñanza de contenidos, buscando, desarrollar en sus estudiantes habilidades para aprender a aprender, evaluar críticamente la información,  y aplicar el conocimiento de manera innovadora.

    La filosofía humanista que guía actualmente el Sistema Educativo Nacional (SEN), enfatiza la formación integral de los estudiantes, considerando no solo el aspecto cognitivo, sino también el desarrollo físico, social y afectivo. Este enfoque busca educar a seres humanos completos, capaces de contribuir al bienestar de su comunidad y al progreso de la sociedad en general. Un planteamiento curricular con una mirada crítica, histórica y prospectiva es esencial para formar estudiantes con una conciencia plena de su contexto y su capacidad de transformar el mundo.

    Por otra parte, los avances en la investigación educativa han cuestionado los métodos tradicionales de enseñanza, promoviendo enfoques más dinámicos y centrados en las niñas, niños y adolescentes. El constructivismo, por ejemplo, enfatiza la importancia de que los estudiantes construyan su propio conocimiento a través de experiencias significativas. Este enfoque fomenta la autonomía, el pensamiento crítico y la capacidad de resolver problemas, habilidades cruciales en el mundo actual.

    Los fines de la educación, por tanto,  deben reflejar una visión de futuro que incorpore la tecnología, promueva la equidad y fomente el desarrollo integral de los individuos. Solo así, la educación puede ser un verdadero motor de cambio y progreso, preparando a los ciudadanos no solo para enfrentar los retos del presente, sino también para construir un futuro más justo, inclusivo y sostenible.

    Es imperativo entonces, que como sociedad tomemos en cuenta que el papel de la escuela va más allá de lo que muchas personas aprecian desde afuera. Necesitamos que la educación no solo prepare a sus estudiantes para el mundo laboral, sino que también forme individuos críticos, comprometidos y capaces de contribuir a su comunidad a la paz, inclusión, equidad y de manera significativa al desarrollo social y económico de la nación. Porque la educación es el camino…

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  • El apoyo a Xóchitl. O el devenir reaccionario de los intelectuales orgánicos

    El apoyo a Xóchitl. O el devenir reaccionario de los intelectuales orgánicos

    El lunes 20 de mayo un grupo de intelectuales, artistas y académicos dio a conocer un manifiesto de apoyo a Xóchitl Gálvez Ruiz, la candidata de Fuerza y Corazón por México.

    En una reunión en la Escuela Nacional de Ingenieros, Roger Bartra, alguna vez director de El Machete, la revista de política y cultura del Partido Comunista Mexicano, leyó un texto en el que 250 personajes de la vida cultural, de distintas filiaciones políticas y orientaciones ideológicas, preocupados por la deriva autoritaria de la IV T, la polarización, el maniqueísmo y la democracia en riesgo, apoyan a la candidata del PRI, PAN y PRD.[1]

    Se trata de la actualización, en clave electoral, de un documento dado a conocer en julio de 2020.[2] La argumentación es sencilla, elocuente y auto-referencial: no hay más fundamento que las palabras y el poder de los locutores. Es una narrativa que se encierra en sí misma: el triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador transformó una victoria indiscutible en un riesgo para la democracia y el pluralismo. Ese es el contenido esencial de la deriva autoritaria, solo que antes era una denuncia, ahora un llamado al voto por los partidos del régimen de la alternancia y el Pacto por México, coaligados por Claudio X. González.

    El documento es parco en el análisis y profuso en calificativos. Incluso se podría decir que sufre de disonancia cognitiva: reprueba la polarización, pero se reafirma en ella. Extraño. También podría prestarse al cotilleo y a las descalificaciones propias de una lista extensa en la “ni están todos los que son, ni son todos los que están,”.

    Es un intento desesperado para tratar de incidir en los votos ciudadanos, mostrando un cierto “músculo académico-intelectual-cultural” que ni la candidata ni esos partidos poseen o procuran, pero se consideran útiles en estos casos: “Ya vieron, nos apoyan hasta los intelectuales”, podrán decir los voceros de Xóchitl Gálvez en las mesas de debate.

    Pensamos que lo interesante no es eso. Para nadie es una sorpresa que aparezca un documento como ese, habida cuenta de los desencuentros, animadversiones y oposición de AMLO a esa élite intelectual. Se ha cebado en ella, las mañaneras y en cuanta oportunidad tiene. Ha mostrado sus ligas económicas y políticas con los gobiernos anteriores; ha expuesto sus corruptelas, sus ambiciones de poder y su profundo desprecio por la población. No hay extrañeza alguna que, en momentos electorales, cuando la candidata de la continuidad de la IV T se encuentra más de 20 puntos porcentuales por encima de Xóchitl Gálvez en intención al voto, aumenten las narrativas de la catástrofe, el autoritarismo y el riesgo democrático. Ese es el rol de los productores de discursos y de saberes, ese es el trabajo de los intelectuales. ¿Cómo no usarlos entonces en las guerras electorales?

    Algunos de esos intelectuales, cuando menos los más conocidos, son los que han promovido la guerra sucia, las mentiras y los discursos de odio sin rubor alguno, sin tapujos, a manotazos y con las lenguas enardecidas. Después de todo, son los magos de las palabras, de la retórica y los trampantojos. Son los mismos que han declarado a la verdad y a los hechos meros accesorios supeditados a los efectos de poder; son los propulsores de las pasiones tristes, esas que restan los deseos y las afecciones de la vida en común. Por eso su documento no tiene más rigor ni más fundamento que sí mismo. Una pieza discursiva en una guerra electoral. Nada más. Ese es su único valor político.

    Su significado histórico es distinto. Mucho más interesante. Se observa más en las imágenes que en los argumentos, más en los nombres que en las razones, más en el pasado que en el porvenir. “Puros viejitos”, dijeron algunos jóvenes cuando vieron el clip en donde Bartra lee el documento. Luego del llamado de atención al edadismo, esa discriminación inaceptable por la edad avanzada de la gran mayoría de los firmantes, el tema se dirige hacia el estatuto del intelectual que encarnan, ese que está en riesgo de perderse y ante el cual reaccionan. Diremos más: hablan del estatuto intelectual que ya perdieron y nunca volverá.

    Si se observa con detalle, el documento es todo lo contrario a los manifiestos de intelectuales y escritores antifascistas.[3] Este es el manifiesto de la reacción, no solo por la posición política que abrazan, la de una candidata  ignorante, incompetente, corrupta, mitómana y procaz y la de partidos políticos que vueltos gobierno generaron crisis económicas, fraudes electorales, corrupciones, expoliaciones, asesinatos y represiones sistémicas, sino por defender una posición de poder que los intelectuales que se sienten dueños de saber añoran, temen perder o saben que han perdido.

    Y ese es el verdadero asunto. El documento de marras utiliza grandes palabras: democracia, libertad, pluralismo; son las mismas de la candidata a la que ahora dan su apoyo, las mismas que los partidos que la promueven y los oligarcas que los sostienen han violado, tergiversado y pervertido desde siempre. Las han convertido en palabras vacías, meros artilugios retóricos, instrumento de los poderes, esos que los intelectuales defienden, justifican, critican o apoyan, porque se sienten guardianes de la verdad, encarnaciones del verbo y de las verdades reveladas.

    Esos intelectuales orgánicos, como se les ha llamado, ese tipo de intelectuales, poseedores de la verdad y del saber, son los que han carecen de respetabilidad alguna, los que han sido denunciados una y otra vez como compinches de los poderes económicos, políticos y culturales. Ese tipo de intelectual es el que registran las fotos y los videos donde muestran su apoyo a la candidata del PRIAN, de los oligarcas y los clasistas. Son los intelectuales que se revuelcan ante los privilegios del saber y del poder que saben han perdido, por eso reaccionan, por eso se corren sin tapujo alguno hacia la derecha y ultraderecha que representan Xóchitl, el PRIANRD y Claudio X. González.

    El Manifiesto de la Reacción está firmado por intelectuales de derecha y de izquierda, de neoliberales y autodenominados progres, todos esos que se han sentido, creen y quieren volver a ser reconocidos como los custodios del saber y de la verdad, esos que han utilizado múltiples instrumentos para celebrarse y auto reconocerse; que no han vacilado en excluir, denostar, cercar, desconocer temas, investigaciones, propuestas, iniciativas y hallazgos. Ellos mismos son resultado y pieza de los dispositivos del poder y del saber que hoy ven amenazados; ante eso reaccionan, de ahí su devenir reaccionario.

    Se equivocan si piensan que han perdido sus privilegios y su lugar en los sistemas de poder vigentes solo por los ataques de AMLO o de la IVT. Los han perdido por la insurrección de los saberes, porque desde hace mucho tiempo las palabras olvidadas, los conocimientos sometidos, las memorias despreciadas y los movimientos sociales han mostrado que esos intelectuales son parte de los poderes contra los que luchan; que sus verdades están al servicio de los opresores y que no los necesitan para exponer sus verdades y sus luchas, sus ambiciones y sus proyectos.

    Desde hace tiempo sabemos que esos intelectuales orgánicos, los que han sostenido la dialéctica entre la crítica y la aprobación, entre los de derecha y los de izquierda, son parte de los dispositivos de poder contra los movimientos sociales; que también son ellos los adversarios, no porque piensen, o porque investiguen, sino porque son celadores del saber y corruptores del poder.

    Son ellos los que se revuelcan cuando se ha mostrado su obsolescencia y su profundo compromiso con los poderes del capital, del gobierno y del patriarcado. Por eso son capaces de agruparse progres y derechairos. Por eso comparten un devenir reaccionario, aun cuando se crean diferentes, porque unos y otros han crecido en la figura del intelectual- garante de los regímenes de saber y de poder que la candidata del PRIANRD y Claudio X. González representan.

    El documento leído por Bartra es el Manifiesto de la reacciónde los intelectuales orgánicos del régimen de la transición. Ese es su valor histórico, porque el valor político es mucho menor: ¿a quién le hablan esos escritores, creadores, académicos y políticos?  ¿A los estudiantes universitarios? ¿A los maestros y maestras del sistema educativo nacional? ¿A los obreros y campesinos?  ¿A los pueblos originarios? ¿A las feministas en lucha? ¿A quién? A nadie, los firmantes se refieren y se hablan a sí mismos; a nadie más…

    [1] https://xochitlgalvez.com/20-05-2024-se-suman-intelectuales-y-academicos-a-proyecto-de-xochitl-galvez/

    [2] https://www.sinembargo.mx/15-07-2020/3823720

    [3] El italiano, en  https://www.wikiwand.com/es/Manifiesto_de_los_intelectuales_antifascistas ; el español, en https://www.filosofia.org/hem/193/var/9360730.htm

  • Movimientos magisteriales en la 4T: no es pasividad, es control

    Movimientos magisteriales en la 4T: no es pasividad, es control

    El gobierno de la 4T comenzó un primero de diciembre de 2018, en medio de la euforia popular; no era para menos, el entonces candidato López Obrador arrasó en las urnas.

    Uno de los sectores que apoyaron masivamente su candidatura fue el magisterial; no fue algo extraño en absoluto, AMLO supo capitalizar el malestar generalizado de maestras y maestros de todas las tendencias político-sindicales; durante su campaña prometió cancelar la reforma educativa 2013, esa que los maltrató, agravió y violentó de múltiples maneras: física, administrativa, laboral, sobre todo política y simbólicamente.

    Cuando AMLO asumió el poder y envió una iniciativa de reforma constitucional para cancelar la reforma del Pacto por México de la que prometió no quedaría ni una coma, cuando se logró una mayoría calificada para aprobar la nueva reforma constitucional, cuando la mismísima CNTE reconoció que la reforma ya había caído, parecía que las razones para luchar habían desaparecido, el cambio sólo era cuestión de tiempo, de seguir las negociaciones y ya.

    Sin embargo, no fue así.

    No había transcurrido ni el primer año de gobierno cuando más de 90 mil maestr@s de Veracruz tomaron las calles y promovieron paros, al igual que en Baja California, Chiapas y Guerrero; los motivos: falta de pagos y contrataciones (Magisterio. Paro de noventa mil maestros en Veracruz.)

    Muy pronto fue demasiado tarde; algunas secciones de la CNTE pasaron del entusiasmo a la incredulidad, finalmente a la irritación. En 2021, la sección 7 de la CNTE intentó dialogar con el presidente, en ese entonces de gira por la entidad. No  fue recibida. Los y las maestras detuvieron su vehículo. AMLO no pudo llegar a su destino, terminó realizando la conferencia mañanera en un auto por la presión de un contingente de maestros. Luego, en cadena nacional, AMLO terminó comparando a la CNTE con el movimiento conservador conocido como FRENA. Sus seguidores acuñaron una frase infame: Ni el FRENNA, ni la CNTE, detienen al presidente.

    Entre 2020 y 2022, cuando la pandemia nos tomó por sorpresa, el confinamiento no impidió que las protestas magisteriales se hicieran presentes en las redes sociales, reclamando mejores condiciones de trabajo y atención al abandono histórico de las escuelas públicas.

    En resumen: de 2019 a 2022, diversos sectores magisteriales, de distintos niveles educativos y filiaciones político-sindicales variadas, han realizado marchas, plantones y protestas a nivel local. En Chihuahua, Nuevo León, Veracruz, Guanajuato, Morelos, Quintana Roo, Zacatecas, Michoacán, Coahuila, Durango, Tlaxcala, Oaxaca, Tamaulipas, Ciudad de México, Yucatán, los docentes se han organizado y movilizado para reclamar la falta de pagos, la reinstalación de docentes despedidos, la basificación de interinos y aumento salarial de emergencia (Cronologia-de-la-lucha-docente-en-tiempos-de-la-4t)

    En junio de 2023, más de cien mil docentes del Estado de México desconocieron los acuerdos suscritos por el líder sindical del SMEMS (Magisterio doblega al gobierno del Estado de México)

    En diciembre del mismo año, una manifestación convocada por el propio Instituto de Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM) contra la inseguridad en Cuernavaca, los maestros y maestras se rebelaron, concluyeron la manifestación en el zócalo, exigiendo al gobernador medidas contra la inseguridad y la renuncia del titular del IEBEM (Marcha magisterial por la paz se le sale de control al gobierno de Morelos). En el mismo mes, luego del paro magisterial en el que participaron docentes de la Ciudad de México, la SEP ofreció retomar las mesas de trabajo (SEP ofrece mesa de trabajo a maestros tras protestas en CDMX)  tras-protestas-en-cdmx/). Pero no continuaron ni resolvieron; por el contrario, las razones del desencanto magisterial con el gobierno de la IV T siguieron creciendo.

    Hace un año, AMLO anunció que “ningún maestro ganará menos de 16,000 pesos mensuales” y sería retroactivo a enero de 2023. Dicho ofrecimiento nunca se cumplió, los recursos fueron destinados a otro sector de trabajadores de la educación, más no a los docentes. Desde entonces, las acciones de protesta no se han detenido.

    Hoy, a diferencia de años anteriores, se asoman esfuerzos de diferentes grupos magisteriales para movilizarse. La CNTE anuncia una gran marcha nacional y un paro de labores. La movilización de este 15 de mayo de 2024, el último en el que AMLO anunciará el tradicional aumento salarial al magisterio, intenta recuperar la tradición de lucha de amplios sectores magisteriales en medio de la batalla electoral por la presidencia.

    A diferencia de hace seis años, la relación entre candidatos y magisterio es distinta. Hasta ahora, no hemos visto o sabido que Claudia Sheinbaum se reúna con ninguna de las secciones y grupos del magisterio democrático; sus propuestas en materia educativa, al menos para el nivel básico, se enfilan hacia una continuidad ambigua.

    En este momento, las demandas magisteriales son claras: aumento salarial de emergencia, directo al sueldo base; estabilidad laboral y reinstalación de los maestros cesados por protestar contra la reforma de Peña Nieto; basificación de docentes interinos que han trabajado en esta condición irregular durante años; abrogación total de la reforma educativa 2013 y de la USICAMM, de la Ley del ISSSTE y del pago de jubilaciones en UMAS; reinstalación de las mesas de diálogo con los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos desde hace casi 10 años.

    Dadas las circunstancias, ¿será suficiente con decir lo que se quiere o no se quiere, sin proponer cómo o en qué términos?

    Es tiempo de cambiar el chip.

    • Primero: reconocer el desgarramiento de las organizaciones magisteriales, provocado por el modo de gestionar las resistencias por parte de la 4T. No es que hayan entrado en un estado de pasivividad por mera ingenuidad o exceso de confianza; el gobierno de AMLO hizo su parte, fue y ha sido el gran desmovilizador magisterial, continúa tratando de mantener a raya las protestas reuniéndose con líderes magisteriales, sin que existan acuerdos concretos. La 4T logró controlar cognitiva, política, administrativa, legal y laboralmente a las resistencias; no por nada se jactó en más de una ocasión de la inexistencia de protestas.
    • Segundo: recordemos que el ejecutivo se ha reunido con el secretario general del SNTE, premiado por cierto con una candidatura al senado para acordar el aumento salarial; serán ellos quienes anuncien el aumento prometido. Cabe recordar que el salario, como todos los recursos públicos producto de nuestros impuestos, es administrado por el gobierno; no obstante, año con año se otorga como si fuese una dádiva. Es hora de romper con el fetichismo gubernamental del aumento salarial como una graciosa concesión del presidente en turno, establecido en lo oscurito con el líder máximo del sindicato, al margen de los agremiados.
    • Tercero: el aumento tendría que ser resultado de una negociación abierta. Por eso, qué mejor que una gran movilización para hacer patente la inconformidad magisterial por los agravios acumulados y las promesas incumplidas, esa acción envía además un potente mensaje al gobierno entrante y haría efectiva la consigna de la CNTE: gobierne quien gobierne, los derechos se defienden.
    • Cuarto: ya entrados en gastos, luego de todo lo ocurrido en los últimos doce años, sería bueno ir a la ofensiva, plantear pliegos petitorios más allá de las demandas laborales convencionales. Por ejemplo, sobre la cancelación de la reforma 2013 que ahora se reconoce no fue tal, ¿qué cambios hay que hacer a la ley?, ¿qué debe decir?, ¿qué aspectos hay que modificar?, ¿qué otras cuestiones se pueden incluir que impacten directamente en la mejora de las condiciones de trabajo de los docentes?, ¿reducir la cantidad de alumnos por grupo?, ¿dispones de tiempo para planear dentro del horario laboral?, ¿contar con los insumos materiales necesarios para trabajar?

    Si algo hemos aprendido es: dejemos de pensar que con quien llegue a la presidencia nos irá mejor; dejemos de esperar a ver qué nos dan en nuestro día, dejemos de creer que un solo hombre o mujer cambiará el país y la educación. Vayamos a la ofensiva, tomemos la iniciativa.

  • Hacia una verdadera revalorización social

    Hacia una verdadera revalorización social

    “Un maestro afecta la eternidad; nunca puede decir donde termina su influencia” Henry Adams

    Está claro que en aquellos países que hoy en día han desarrollado culturas más avanzadas en lo económico, social y político, ha sido gracias a la educación, al papel prioritario que esta ha tenido en el desarrollo de las personas y un rasgo que les caracteriza en primer lugar, es el aprecio, la confianza y el respeto que la sociedad le manifiesta en lo público y en lo privado, lo cual genera por mucho, las condiciones para que su desarrollo profesional realmente construya mejores realidades.

    En el marco del Día del Maestro, se nos brinda una oportunidad invaluable para reflexionar sobre el papel fundamental que desempeñan las maestras y los maestros en la sociedad. Más allá de su rol educativo, es esencial reconocer al docente como un ser humano integral, con sus propias necesidades, aspiraciones y desafíos personales.

    Cada día, nuestras y nuestros docentes se presentan en las aulas no solo como transmisores de conocimiento, sino también como figuras de apoyo, guías y hasta como segundos padres para muchos estudiantes. Es fácil olvidar que detrás de esa entrega hay una persona real con una familia, con compromisos y sueños propios. Estos profesionales de la educación frecuentemente sacrifican tiempo valioso que podrían pasar con sus seres queridos para enriquecer y cuidar el desarrollo de otras niñas, niños y jóvenes de sus centros escolares.

    Reflexionar sobre estas realidades es crucial, no solo para valorar su trabajo, sino para empujar a una mejora continua en las condiciones en las que desempeñan sus labores. Para entender el valor que tienen para generar un futuro no solo diferente sino mejor. Para aspirar a un sueldo digno, a prestaciones que le den certeza familiar. El contar con medios que no le demeriten, con un ambiente laboral respetuoso y con recursos adecuados que son esenciales para que puedan desarrollar su trabajo de manera adecuada y con la pasión que los caracteriza. El reconocimiento de estos factores no solo beneficia a las y a los docentes, sino que repercute directamente en la calidad de educación que reciben nuestras niñas, niños y adolescentes.

    Es imperativo por tanto que, como sociedad, busquemos mecanismos que nos permitan ver y tratar a las maestras y maestros no solo como educadores en un centro educativo, sino como personas completas con necesidades complejas. Esto implica escuchar sus voces, entender sus retos, respetarles y responder de manera que se les permita crecer tanto profesional como personalmente.

    Es necesario que como sociedad hagamos un fuerte compromiso para asegurarnos de que estos pilares de nuestra comunidad sean apreciados, reconocidos, valorados y compensados justamente. Recordemos que al cuidar de quienes educan a nuestras niñas, niños y adolescentes, estamos invirtiendo en el bienestar y futuro de toda la sociedad en su conjunto. Porque la educación es el camino…

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  • Plan de Estudios 2022: lecciones en tiempo de elecciones

    Plan de Estudios 2022: lecciones en tiempo de elecciones

    En estos tiempos electorales tan prolongados, es necesario recordar, mirar hacia atrás, revisar lo sucedido para poder vislumbrar a dónde vamos o a dónde nos podría llevar quien se ha comprometido a continuar la llamada cuarta transformación en materia educativa, particularmente en lo que respecta al cambio curricular para la educación básica.

    La posibilidad de cumplir con semejante compromiso pasa por reconocer que la puesta en marcha del PE-22 para concretar sus intenciones transformadoras, emancipadoras, descolonizadoras, liberadoras e incluso revolucionarias del Plan de Estudios 2022, ha sido un proceso accidentado, plagado de dificultades, conflictos y errores. Intentaremos describirlo brevemente.

    En el principio fue un Marco Curricular retador

    En la primera versión del Marco Curricular (MC) dada a conocer a fines de enero de 2022, la narrativa de la calidad educativa como máximo logro de aprendizajes fue duramente cuestionada y sustituida por otra muy distinta: educar para combatir las desigualdades de todo tipo. En ninguna parte se mencionaba a la Nueva Escuela Mexicana (NEM), herencia del neoliberal ex secretario de educación Esteban Moctezuma Barragán (EMB), amigo y colaborador del empresario evasor de impuestos Ricardo Salinas Pliego.

    Seis meses después, entre febrero y julio de 2022 para ser precisos, se fraguó la conversión de tan radical problematización en una propuesta insípida. La osadía de plantear las desigualdades como principal problemática a atender fue atajada de inmediato; la segunda versión del MC filtrada en abril incorpora el discurso de la NEM. No podía ser de otro modo, la herencia de EMB y aliados había quedado plasmada en el artículo 3° Constitucional y la Ley General de Educación aprobada en septiembre del 2019.

    Cuatro versiones después terminaron por rotar las manecillas del Nuevo Marco Curricular (NMC) al revés. En cada versión se fue deslavando la narrativa de las desigualdades y junto con ello, las posibilidades de una transformación de fondo en la educación nacional.

    La arrogancia del titular de la Dirección de Materiales de la SEP, una de las caras más visibles de la pretendida transformación y vocero principal del cambio curricular en su primera etapa, le impidió comunicarse de manera directa y aliarse con los verdaderos protagonistas de cualquier cambio: los, les y las maestras. Las asambleas se realizaron con un formato, preguntas e invitados a modo, suponiendo quizá que eso era suficiente para que masivamente el magisterio se subiera al tren de la transformación. Primera lección: la arrogancia enceguece, termina por subestimar a quienes son indispensables para realizar una transformación tan importante como compleja.

    Hasta los ejes y campos formativos, parecía que podía tejerse la transformación; la narrativa contra las desigualdades sostenida en la primera versión del NMC, parecía factible recuperarla. Pero el poder educativo conservador dentro y fuera de la SEP, no iba a permitir que esos dos elementos curriculares fuesen la base para definir el perfil de egreso.

    Luego llegaron los especialistas “progres”, con ambición de reconocimiento social, prestigio profesional y educativo, resaltando su sapiencia didáctica para atender las cuestiones pendientes en el diseño del PE-22, pero incapaces de confrontar y frenar a los especialistas conservadores, los desplazados de la alta burocracia de la SEP, defensores a ultranza de la narrativa de la calidad, representantes de una pedagogía cargada de balas oscuras cuyo tenue pero certero estallido en el pensamiento, sentimiento y acción del magisterio, se encargó de recordar una y otra vez, que la transformación educativa no incluía dejar atrás la obediencia.

    Lo cierto es que siempre estuvo presente el rechazo y las resistencias de altos funcionarios priístas, de los protegidos de Esteban Moctezuma, los “especialistas” y burócratas de cepa heredados de administraciones anteriores que no conciben otra forma de gestionar la educación nacional más que a través del férreo control sobre el magisterio.

    Marx Arriaga se atrevió a ponerle el cascabel al gato; en más de una ocasión señaló que quienes se resistían a la transformación estaban dentro de la misma SEP. Pero a sus denuncias se las llevó el viento, nunca trascendieron, quizá porque en realidad, más allá de él y su círculo cercano, nadie más de los funcionarios medios y altos se tomó en serio la transformación educativa, mucho menos se comprometieron con el viraje hacia una educación para combatir las desigualdades.

    He aquí la segunda lección: los enemigos de la transformación educativa no están solo afuera, también están dentro, habitan las oficinas de la SEP.

    Entre intervenciones cortesanas y desvíos intencionados

    Conforme el reloj político fue avanzando, la presión para aclarar dudas y enfrentar la puesta en marcha del nuevo plan con alguna claridad, también fue en aumento. En estas condiciones, la confusión no se hizo esperar; después de presentarles la obra negra, a las y maestros se les pidió concretar la definición curricular, es decir, realizar los acabados finos, ésos que aclaran y dan pistas de cómo proceder.

    A partir de ese momento, la transformación fue cooptada por especialistas en currículum y didáctica del ISSUE como Díaz Barriga, a quien mandaron traer los conservadores y adoradores de las competencias, ahora disfrazados de progres transformadores, para que cargara el fusil con sus programas sintéticos y analíticos bajo la mirilla del codiseño y… ¡fuego!

    Pronto se puso freno a los esfuerzos de colectivos docentes que comenzaron a analizar el contexto socioeducativo de su escuela o comunidad y a diseñar programas analíticos para contextualizar, incidir y eventualmente tratar de resolver problemas concretos, es decir, pensar y actuar en función de la polis, de lo común en tanto nos afecta a todos. Desde las oficinas de la SEP se apresuraron a aclarar que no se pretendía que resolvieran problemas sociales, simplemente que reflexionaran sobre ellos.

    Con la complicidad de consultores independientes, funcionarios de la UPN trocados en especialistas curriculares, edutubers reproductores fieles de la “verdad” dictada en documentos oficiales, más toda la cauda de funcionarios que conciben a los docentes como trabajadores dóciles y obedientes, se les adjudicaron nuevas actividades y responsabilidades, incrementando así la super explotación laboral preexistente.

    No podemos dejar de dedicar unas líneas a los cortesanos del poder que terminaron de hacer el trabajo sucio, reduciendo todos los esfuerzos previos por problematizar, contextualizar, identificar problemas concretos, formular programas analíticos, a cuestiones didácticas y metodologías para el diseño de proyectos, es decir, todos los esfuerzos se volcaron sobre la operación de unos programas y libros que nunca se articularon, precisamente por las pugnas y resistencias internas en la SEP.

    Con la llegada de las nuevas viejas conocidas de la UPN a puestos clave de dirección en la SEP[1], el combate a las desigualdades como problema central del cambio curricular, quedó completamente desdibujado, convirtiéndolo en un telón de fondo para mantener más ocupadas a las maestras y maestros, sin tiempo para ejercitar el pensamiento crítico con sus pares, no vaya a ser que la reflexión derive en organización para exigir mejoras en sus condiciones de trabajo.

    La actual secretaria Leticia Ramírez, dejó avanzar a Marx Arriaga con la elaboración de los libros de texto gratuitos. De los programas de estudio solo se conocían versiones preliminares que en esa calidad, fueron distribuidos a todo el magisterio. Cuando comenzó el ciclo escolar 2023-2024 y se anunció la puesta en marcha del nuevo plan de estudios publicado en el DOF desde septiembre del 2022 y comenzaron a circular los nuevos libros de texto, los pedagogos y especialistas defensores de la calidad, los desplazados del sistema que añoran con volver y en general los sectores más conservadores del país, pusieron el grito en el cielo.

    Por orden de AMLO, se realizaron sendas conferencias vespertinas para explicar de qué iba el nuevo plan, los programas y los libros. Por la pasarela de las vespertinas circularon desde docentes que colaboraron en el diseño de proyectos incorporados a los LTG -sin paga alguna, por cierto-, hasta la actual secretaria, asesores, especialistas y funcionarios menores. Marx Arriaga, director de Materiales Educativos, fue el más vehemente defensor de la propuesta, también reconoció errores, aunque luego los llamó oportunidades. También afloraron las diferencias entre los planteamientos de Arriaga y Díaz Barriga; las contradicciones entre uno y otro fueron mayores que los acercamientos y complementariedades.

    Responsables directos de alto nivel han brillado por su ausencia a lo largo de todo el proceso; es el caso de la actual subsecretaria de educación básica Martha Velda Hernández Moreno, con un sueldo neto estimado de 125,986 pesos mensuales según el portal de nómina transparente, está a cargo de las políticas nacionales para la educación básica.

    Así, entre una lluvia de demandas interpuestas por los opositores en contra de los Libros de Texto Gratuitos, nuevos programas publicados a punto de iniciar el ciclo escolar, más confusas guías y materiales “de apoyo”, los docentes se vieron embarcados en la aventura de aterrizar didácticamente el nuevo plan con los estudiantes, al cabo que para eso está la autonomía profesional.

    Tercera lección: las pugnas entre diferentes grupos políticos dentro y fuera de la SEP, no son buenas consejeras, terminan por afectar la educación que reciben millones de niñas, niños y jóvenes, esos que dicen proteger.

    ¿Qué sigue?

    Como dijimos al inicio, en estos tiempos electorales es necesario mirar atrás. La candidata morenista a la presidencia está obligada a hacerlo, más aún cuando públicamente se ha comprometido a continuar con lo que ahora se identifica simplemente como Nueva Escuela Mexicana (NEM)[2]. Si la continuidad de la transformación va en serio, es preciso revisar lo hecho, reconocer errores, pugnas internas, contradicciones y un sinfín de problemas que conllevan riesgos de todo tipo.

    Lo hemos dicho antes y seguiremos insistiendo en ello: una reforma curricular progresista, incluso revolucionaria como el mismo Arriaga la ha llamado, reclama con urgencia el apoyo del magisterio, y para que ese apoyo sea sostenido, las que hoy son promesas de campaña, tienen que materializarse en hechos concretos.

    Prometer la continuidad de un cambio educativo ofreciendo un aumento salarial sustancial, es bueno, pero no suficiente si se soslayan e ignoran las condiciones de trabajo, el número de alumnos por grupo, las jornadas intensas y extensas, la progresiva reducción del tiempo de descanso al que tienen derecho las y los maestros, entre otros muchos aspectos vinculados a su trabajo.

    También habrá que prestar atención a la deriva conservadora derechista si no es que ultraderechista, esa que nunca se fue ni desapareció, sigue ahí agazapada, esperando la oportunidad de regresar a la SEP con una pequeña ayuda de sus aliados, esos que se quedaron dentro. No se olvide que la reforma educativa neoliberal de la que no iba a quedar una sola coma sigue viva y en muchos espacios goza de cabal salud.

    En este escenario, las promesas educativas de la candidata morenista pueden verse comprometidas; desde ahora puede ser presionada para tomar decisiones contrarias al magisterio, a la escuela y la educación pública.

    [1] Nos referimos a Xóchitl Moreno, Carlos Ramírez, Gisela Salinas, Rosa Ma. Torres.

    [2] Para nosotros existen diferencias importantes entre la Nueva Escuela Mexicana, el Marco curricular presentado en enero de 2022 y el Plan de Estudios 2022. La primera es herencia de EMB, nunca tuvo intenciones disruptivas, simplemente adaptativas, en línea con las reformas anteriores, sin ruptura efectiva con la anterior. El Marco Curricular constituye, con todas sus contradicciones e insuficiencias, un intento por adoptar otra narrativa reformista, desmarcada de la calidad. El PE-22 publicado en el DOF es una versión domesticada del MC, despojada de su filo original.

    Publicado en Insurgencia Magisterial

  • La mal llamada revalorización del magisterio: ¿el fracaso de la 4T?

    La mal llamada revalorización del magisterio: ¿el fracaso de la 4T?

    Se acerca el 15 de mayo y con ello la celebración del Día del maestro en nuestro país; como ya es una costumbre, ese día con bombo y platillo se anunciará un “fabuloso incremento salarial” y mejoras laborales y profesionales para todos los trabajadores de la educación. Desde luego, las palmas de los tradicionales aplaudidores sindicales no se harán esperar y con sonrisas de ojera a ojera, sabedores de que gozarán de las mieles de Senado en próximas fechas, se pondrán, una vez más, a los pies del presidente de la República.

    ¡Hurras!, ¡Vivas!, ¡Bravos! ¡Tenemos al mejor presidente de la historia! ¡Al fin se ha revalorizado al magisterio! Con seguridad se habrá de escuchar ese día por parte de quienes han vivido, porque se han servido, del magisterio. De eso no hay duda, es un hecho, pero a fuerza de ser sincero: ¿de verdad se ha revalorizado a ese sector que desde la década de los 90 viene padeciendo los estragos de la mal llamada y prometida revalorización de la función magisterial?

    Que no se olvide, fue el mismo Carlos Salinas de Gortari, aquel que fue denominado como innombrable por el actual presidente quien, en la firma del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica, incorporó la famosísima revalorización del magisterio en un documento oficial y, por ende, al sistema educativo. Como se recordará, dicha revalorización contemplaba varias acciones, entre las que destacan: formación docente, actualización y superación del magisterio, programa emergente de actualización en la reformulación de contenidos y materiales educativos, salario profesional, vivienda magisterial, carrera magisterial y aprecio social del maestro. Ejes o acciones que, como es bien sabido, siguen presentes en la jerga lingüística de políticos y funcionarios públicos, obviamente con otro nombre, pero con el mismo principio.

    Sí, esa jerga ha sido bien capitalizada a través del tiempo o ¿a quién no le ha redituado beneficios políticos sobre todo cuando existe un antecedente de violación a los derechos laborales y profesionales de los trabajadores como los vividos durante el peñanietismo? Entonces, hablar de revalorización del magisterio es hablar de una quimera; quienes la usan, son conscientes de que aquello que se propone puede ser posible o cierto, sin embargo, esa posibilidad es parte de un imaginario que se queda en eso: en un imaginario que difícilmente puede ser verdadero. ¿Por qué se usa entonces? Repito, los beneficios son ampliamente conocidos.

    Y bueno, insisto, estoy seguro de que el próximo 15 de mayo el presidente expresará lo mismo que se ha dicho hasta el cansancio sexenio tras sexenio: ¡Al fin se ha revalorizado al magisterio! No obstante, lo anterior, bien valdría la pena recordar, por un lado, uno de los 10 compromisos que en su momento López Obrador, cuando estaba en campaña rumbo a las elecciones del 2018, expresó a los cuatro vientos en un evento celebrado en Guelatao: Se cancelará la mal llamada reforma educativa y en su lugar se hará uso de las facultades del ejecutivo para detener las afectaciones laborales y administrativas; tal expresión, como parece obvio, abrió una ventana esperanzadora en cientos de maestras y maestros que, hasta ese momento, habían padecido los estragos de la reforma punitiva emanada del Pacto por México y, desde luego, la incesante desvalorización del gremio con ello.

    Después de algún tiempo, y con la firma de la iniciativa y posterior aprobación de la reforma educativa 2019 donde, efectivamente, se eliminó la evaluación punitiva que tanto afectó laboral y socialmente al magisterio, poco o nada cambió. Las leyes secundarias dejaron ver la continuidad del proyecto neoliberal que tanto se había criticado, me refiero a la emisión de la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros, pero, peor aún, el mantenimiento de las mismas condiciones laborales y profesionales de los trabajadores de la educación; solo por citar algunos ejemplos: paupérrimos aumentos salariales y pérdida de prestaciones obtenidas a través de ciertas “conquistas sindicales”; mayor carga administrativa que implica destinar mayor cantidad de horas para realizar el trabajo escolar en casa u hogar; procesos de promoción (vertical y horizontal) plagados de incontables inconsistencias y arbitrariedades por parte de las autoridades de la USICAMM (federal y estatales); raquítico presupuesto (el peor de la historia) para formación continua del profesorado mexicano; organización de diversas actividades en las escuelas relacionadas con la educación socioemocional, medio ambiente o adicciones fuera del horario escolar; entrega de incontables informes que terminan en una carpeta, anaquel o bote de basura, además de los productos para el Consejo Técnico Escolar; atención de múltiples problemáticas relacionadas con el incremento de la violencia en muchas entidades del país, pero, también, la atención de estudiantes con alguna discapacidad sin que el estado haya brindado oportuna formación del profesorado; implementación de un plan de estudios (igual que antes) a través de una pésima estrategia de comunicación y formación en los planteles escolares; en fin, como puede verse, la lista se antoja interminable, por ello es que bien valdría la pena preguntarse: ¿realmente se ha revalorizado al magisterio?,  ¿no será que se confunden los hechos tangibles con la simpatía por un político que está próximo a dejar la presidencia?, ¿no habría la posibilidad de reflexionar un poco y pensar y repensar si tendremos que escuchar los mismos discursos y retóricas revalorizadoras sin que se revalorice la función del magisterio nacional?, ¿no habría la necesidad de exigir el cumplimiento de tantas promesas incumplidas para dar paso a una demanda tan sentida a nivel nacional pero tan escasamente exigida por el colectivo docente?

    Tener preferencias ideológicas está bien, es parte de la diversidad que caracteriza a la humanidad y a la democracia, sin embargo, ¿vale la pena aplaudir “los logros” que han beneficiado al magisterio cuando se mantienen y profundizan las problemáticas en el sector educativo que vulneran el ejercicio profesional y violentan los derechos laborales y profesionales de manera continua y reiterada?

    Hasta cuándo magisterio, hasta cuando…

  • La Hipersexualización infantil

    La Hipersexualización infantil

    “No hay revelación más clara del alma de una sociedad que la forma en que trata a sus niños.” Nelson Mandela

    En las últimas décadas, el avance tecnológico y la omnipresencia de las redes sociales han reconfigurado significativamente las dinámicas sociales y familiares, especialmente en lo que respecta a la infancia y adolescencia. Este fenómeno ha contribuido notablemente a una tendencia preocupante: la hipersexualización de niños, niñas y adolescentes.

    Las redes sociales y los medios de comunicación juegan un papel crucial en este proceso al exponer constantemente a los menores a imágenes y mensajes que promueven estereotipos y expectativas poco apropiadas para su edad. Esta exposición no solo se limita a la visualización pasiva; la interactividad de estas plataformas implica que los jóvenes no solo consumen contenido, sino que también lo crean y responden a él, lo que puede acelerar su deseo de imitar comportamientos y estéticas adultas antes de tiempo.

    El impacto de esta hipersexualización en el aprendizaje y desarrollo de la personalidad de los jóvenes es profundo. Los niños y adolescentes están en una etapa crucial de formación de identidad y autoestima. La presión por adoptar roles adultos puede llevar a confusiones y conflictos internos que afectan su rendimiento académico y su comportamiento en la escuela. La necesidad de “encajar” o ser aceptados por sus pares puede fomentar la adopción de actitudes y comportamientos que no corresponden a su etapa de desarrollo, lo que a su vez puede afectar negativamente sus relaciones interpersonales y su bienestar emocional.

    Para combatir esta tendencia, es fundamental fortalecer el tejido social comenzando por la familia y la educación. Los padres y educadores deben estar conscientes del contenido que consumen los menores y establecer límites claros y apropiados. Además, es crucial promover un diálogo abierto sobre los medios y su contenido para que los niños aprendan a cuestionar y analizar críticamente lo que ven y escuchan.

    Las escuelas, por su parte, pueden incorporar acciones que fomenten la autoestima y la resiliencia, enseñando a sus estudiantes a valorarse por quiénes son y no por cómo aparentan. Además, la inclusión de educación mediática en el día a día puede equipar a sus estudiantes con las herramientas necesarias para navegar y procesar críticamente el bombardeo constante de mensajes mediáticos.

    Mientras que las redes sociales y los medios de comunicación tienen el potencial de ser una fuente valiosa de información y conexión, su influencia también puede ser perjudicial si no se maneja con cuidado. Hay que cuidar lo que las niñas, niños y adolescentes reciben de los medios y es imperativo que todos los niveles de gobierno trabajen en conjunto con la sociedad y la familia para asegurar un entorno de desarrollo saludable y adecuado para nuestros estudiantes. Porque la educación es el camino…

    https://manuelnavarrow.com

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  • La violencia escolar y su mercantilización

    La violencia escolar y su mercantilización

    En los últimos años, las instituciones educativas se han visto afectadas por diversos hechos de violencia. Algunos de ellos con desenlaces lamentables. Los incidentes involucran a estudiantes, padres de familia contra docentes, docentes y estudiantes, altercados entre maestros, disputas de padres de familia, por mencionar algunos ejemplos. Sin embargo, a pesar de lo anterior, las escuelas también son consideradas como lugares adecuados para crear espacios de diálogo y prevención.

    Por ello, los mercaderes de la educación, como buenos comerciantes, no han pasado desapercibida la gran oportunidad que se les presenta, pues pretenden aprovechar las dificultades que algunos planteles enfrentan a causa de la violencia y miran la crisis como un medio para generar ganancias. Tanta es su avaricia que no piensan que los objetivos de la educación y la escuela escapan a los intereses del lucro.

    Para subsanar los hechos de agresividad, las empresas o consultorías organizacionales, psicólogos, terapeutas y conferencistas proponen ingresar a las escuelas para implementar charlas, talleres o pláticas con temas como bullying, acoso escolar, drogadicción y alcoholismo y, con ello, sensibilizar y capacitar a padres de familia, estudiantes y docentes. Otras veces, ofrecen (venden) sus servicios (negocio) a las autoridades educativas – indudablemente, a cambio de remuneración económica y con alguna ventaja a su favor-. A fin de promocionar su trabajo, recurren a presentaciones que han llevado a cabo, las cuales quedaron archivadas en plataformas digitales como YouTube, Facebook, TikTok, Spotify. Mencionan que su intervención se convierte en una gran “ocasión” para contribuir en favor de la educación de nuestro país y, para ello, proponen charlas como alternativas de solución no-violenta.

    Las exposiciones de estas personas o grupos de autoayuda –que además se hacen pasar por expertos- se caracterizan por emplear un lenguaje altamente emotivo, optimista y con miras a favorecer el éxito, bienestar, mejorar la salud (física, psicológica y emocional) de los sujetos y ofrecen a los asistentes superar sus problemas personales. Ya en el desarrollo de sus talleres, hacen uso de dinámicas grupales, actividades físicas y ejercicios lúdicos. Sin duda, convierten la terapia en una gran fiesta. Otras veces, explotan al máximo la fragilidad emocional de los asistentes, al grado de provocar llanto en ellos y generar un ambiente conmovedor donde cada quien expresa lo que siente; exteriorizan sus temores, recuerdos de infancia, anhelos y hasta el nombre de su mascota, todas actividades de confesión – situación que adquiere amplia relación con el concepto de poder pastoral (de Foucault)-.

    Pero, como ya se dijo, el servicio que ofrecen los coach de vida no es gratuito, sus presentaciones tienen un costo y cuando a éstos se les deja hacer negocio en nuestro sistema educativo, los recursos que deberían encaminarse a las necesidades y requerimientos de las instituciones escolares, pasan a formar parte de sus bolsillos. A esto se agrega que el origen de los problemas de violencia que se viven al interior de las instituciones educativas y en la sociedad, no son discutidos ni estudiados. Las teorías educativas y la pedagogía no son tomadas en cuenta por los charlatanes de la emotividad y los docentes, tutores y estudiantes se convierten en espectadores de un show sentimental que no contribuye en la solución de los problemas que ocurren en los planteles escolares. Es así como, los empresarios de las emociones y la positividad miran en las escuelas el mercado necesario para la adquisición de ganancias económicas.