Hasta el día de hoy, la reforma educativa ha abarcado los siguientes cambios: modificaciones a algunos libros del alumno; cambios en el funcionamiento de los Consejos Técnicos Escolares; manejo de conceptos como “Normalidad Mínima Escolar”, “Ruta de Mejora” y “Prioridades Educativas”; sustitución de los libros de matemáticas por otros de solo ejercicios; eliminación y/o reducción de actividades que quitan tiempo a la enseñanza; cambio de los exámenes Enlace por otros llamados Planea; implementación de concursos de ingreso y promoción en el servicio docente; y el inicio de las primeras dos etapas de las evaluaciones del desempeño 2015-2016.
En el corto plazo vienen los exámenes de diagnóstico para docentes al término de su primer año de servicio, el pilotaje del nuevo currículo para educación básica (que solamente recorta al actual) y la sujeción a las etapas faltantes de las evaluaciones del desempeño docente y directivo.
¿Qué repercusiones han tenido todos estos cambios en la mejora del logro académico de los alumnos? ¡Ninguna! Los alumnos siguen exhibiendo los mismos pobres niveles de desempeño previos a esta reforma. Los maestros que ganaron su ingreso al servicio docente mediante un concurso de oposición, no han hecho ninguna diferencia con respecto al logro de sus alumnos.
Analizando las etapas de la evaluación para los maestros que en servicio, es de esperar que, independientemente de sus resultados y posteriores cursos remediales, sus alumnos sigan exhibiendo los mismos niveles de logro. Si la evaluación para los docentes de nuevo ingreso no ha arrojado resultados tangibles en el aprovechamiento de los alumnos, ¿cómo esperar que la evaluación para el desempeño arroje resultados diferentes?
Sin embargo, para Eduardo Backhoff, consejero del INEE, el estado actual de la reforma proporciona bases para corregir vicios como la venta de plazas. Yo pensé que se buscaba elevar el nivel de logro de los alumnos.
Este consejero ha estado empecinado, desde un principio, en cómo evaluar el desempeño docente tomando en cuenta el contexto, pero no se puede. El Sr. Backhoff cree que presentándole al docente casos que reflejen dicho contexto es suficiente para ello. ¿Qué le puede pedir a un docente, una evaluación que le presente casos de desnutrición, enfermedad, ausentismo, violencia familiar, déficit intelectual, desinterés e indisciplina para elevar su nivel de logro? Pedagógicamente, ¡nada!
Frente a estos contextos, la planeación didáctica tampoco tiene impacto alguno. El Sr. Backhoff cree que si los docentes elaboraran una planeación conforme a ciertos estándares, la calidad educativa mejoraría. Esto tampoco es así. Una planeación no puede prever que los alumnos respondan a como lo pensamos. Lo único que el docente debe y puede planear son elementos básicos como la lectura de ciertos textos, el resaltado de ideas principales, su escritura, dibujos, esquemas, ejercicios, tareas, pendientes, etc.
No olvidemos que el objetivo de la reforma educativa es elevar el nivel de logro del alumno. Si con todo lo hecho no se ha podido lograr esto, entonces ¿por qué seguimos en la misma ruta?