He de reconocer que es la primera vez (por lo menos en mi corta era docente de 12 años) que se invierten recursos considerables para atender necesidades de formación del magisterio.
Cierto, permea la polémica por las formas, luego de una evaluación diseñada por el INEE con bemoles que opacan -desde mi perspectiva-, la validez y confiabilidad de los resultados de la evaluación del desempeño docente dados a conocer el pasado 29 de febrero.
Sin embargo, veo pertinente que los maestros tengan opciones de formación de cara a las distintas modalidades de evaluación en el marco del Servicio Profesional Docente (ingreso, diagnóstica, promoción y permanencia).
Considero además que debe prevalecer la mesura, cosa que no se le da al Secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer.
Y es que me parece una ligereza que compare el nuevo sistema de formación continua de los maestros como “trajes a la medida”.
Una ligereza porque a ciencia cierta, no está garantizada la pertinencia y calidad de la Estrategia Nacional de Formación Continua de Profesores de Educación Básica y Media Superior que ofrece, según el titular de la SEP, más de 500 cursos para los docentes de educación básica y los 50 para educación media superior.
Hasta el momento la estrategia es discurso mediático como acostumbra el Secretario Nuño. Nula certeza si consideramos en el limbo la participación de prestigiadas Universidades públicas y privadas, pues todavía no se licitan los cursos que ya presume alegremente el funcionario.
Pero no solo eso, también la promesa de asignar Asesores Técnicos Pedagógicos a los maestros para que les ayuden a analizar su informe de resultados, y a elegir las opciones de fortalecimiento en base a sus necesidades (según los resultados de la evaluación: insuficiente, suficiente, bueno y destacado).
No precisa el Secretario el mecanismo de selección de esos Asesores, es más, omite que el sistema educativo padece déficit de Asesores Técnicos Pedagógicos en las zonas escolares.
Y para aderezar la incertidumbre, los Asesores que refiere Aurelio Nuño todavía van a ser capacitados para que apoyen principalmente a los maestros que resultaron «insuficientes» de cara a la segunda oportunidad que tendrán para permanecer en el servicio.
No perdamos de vista que en México dilapidar recursos es deporte nacional. La Estrategia Nacional de Formación Continua de Profesores de Educación Básica y Media Superior más que cursos y universidades de prestigio, requiere resultados y esos, los veremos cuando los maestros superen sus áreas de oportunidad.
En ese sentido ver «trajes a la medida» es otra acostumbrada demagogia del Secretario Nuño.
