Por: Raúl Zepeda Gil • Ricardo Santana Gómez
Más allá del destino concreto de la normatividad derivada de la reforma del 3° constitucional en 2013, sus efectos durante su implementación en este sexenio tendrán que ser estudiados, en particular sobre el número de docentes que tenemos en México. Hay tres temas de fondo que discutir sobre la planta docente en México a la luz de la reforma educativa: 1) ¿se jubilaron más docentes con la reforma? 2) ¿Qué sucederá con el ingreso de profesionales de la educación no vinculados con las normales del país? 3) ¿Harán falta docentes en las aulas? Aquí trataremos de responder preliminarmente las tres preguntas, pero debemos ser claros: las estadísticas que presentamos no contemplan el número de docentes suspendidos del servicio mediante los mecanismos legales de la Ley del Servicio Profesional Docente. El periódico Excélsior informó que hasta el 20 de mayo de 2016 habían sido separados del Servicio hasta 9 mil 709 profesores, pero no es pública la cifra precisa hasta la fecha.
Como se hizo conocido en medios, desde 2014 ha aumentado el número de docentes que solicitaron su trámite de prejubilación, es decir, los que comenzaron el proceso administrativo de validar su antigüedad en el servicio y los que efectivamente se jubilaron. En la gráfica 1 se presentan los datos del Fondo de Aportaciones para la Nómina y Gasto Operativo que opera la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a partir de la reforma de la Ley de Coordinación Fiscal. Como se puede apreciar, desde que esta información se genera, hubo un aumento significativo de las prejubilaciones y las jubilaciones en el tercer y cuarto trimestre de 2015, periodo de implementación de las primeras rondas de evaluación del desempeño. Posteriormente, en 2016, las solicitudes se desplomarían. Y desde entonces el número de prejubilaciones sería dominante por encima de las jubilaciones. Es decir, lo más probable es que todos los docentes que estaban en edad de jubilación y no habían hecho dicho trámite lo hicieron justo después de iniciadas las evaluaciones. Posteriormente, el ritmo se estabilizó porque ya los que estaban en esa condición eran menos.
Gráfica 1. Maestros que solicitaron su jubilación y que lograron jubilarse desde 2015
Fuente: Fondo de aportaciones para la Nómina Educativa y el Gasto Operativo. SEP.
Otro aspecto importante de la jubilación de profesores es la distribución de aquellos jubilados. En la gráfica 2 se puede apreciar. En primer lugar, claramente fueron los estados más poblados y con mayor número de maestros los que presentaron mayor número de solicitudes de prejubilación. Es decir, en estas entidades los profesores solicitaron iniciar sus procesos. En cuanto a jubilación, sí son estas entidades también las que tienen mayor número de jubilaciones efectivas. Sin embargo, en las entidades donde el conflicto magisterial fue más agudo hay datos discordantes: mientras en Michoacán y Oaxaca prácticamente no se movió el número de profesores, en Guerrero y Chiapas hubo movimientos muy amplios. Es decir, es posible que el magisterio en general se sintiera vulnerable ante las evaluaciones, con excepción de las secciones del CNTE en Michoacán y Oaxaca donde el movimiento magisterial se movilizó más activamente. Esto es preliminar dado que es necesario conocer con datos más precisos las cohortes de edad de los profesores en cada entidad.
Gráfica 2. Número de maestros prejubilados y jubilados por entidad desde 2015 hasta 2017
Fuente: Fondo de Aportaciones para la Nomina Educativa y el Gasto Operativo. SEP.
Si revisamos los datos del INEE sobre los docentes en México, parece atípico que haya habido tal movimiento de jubilaciones. No obstante, es necesario revisar datos más precisos de ritmos de jubilación en términos históricos. En la gráfica 3 están los docentes por antigüedad. Sigue siendo un magisterio joven. Aunque, como se puede notar, en unos años habrá una presión nueva de los docentes entre 25 y 29 años de servicio.
Gráfica 3. Distribución de los docentes en educación básica por grupos de antigüedad según nivel educativo en 2013
Fuente: INEE, Los docentes en México, Informe 2015, con datos del CEMABE.
Con respecto al tema de la escuela de los que ingresan al servicio profesional docente, la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente no ha hecho públicos para todos los concursos los datos sobre el origen de los que ingresan al servicio profesional docente; sólo publicó los datos del concurso sobre origen de los concursantes para el ciclo 2016-2017. Según ese dato, se presentaron 68 mil 678 egresados de normales al primer ingreso y 39 mil 639 egresados de otras instituciones de educación superior. De ellos, el 63.6% de los egresados de normales resultaron idóneos frente al 54.7% de los egresados de otras instituciones. Es decir, al menos hasta ahora, las normales siguen siendo las mejores formadoras de docentes. No obstante, según las estadísticas oficiales de la SEP que se pueden apreciar en la gráfica 3, la matrícula de las normales ha estado disminuyendo de manera constante desde la década de los años 80.
Gráfica 4. Matrícula y planta docente de normales
Fuente: Estadísticas históricas y proyecciones, SEP.
En relación con la matrícula, la Secretaría de Educación Pública ha proyectado un declive constante del número de docentes, maestros y grupos. Sin embargo, desde el inicio del gobierno de Peña Nieto aumentó el número de grupos y estudiantes para educación básica, pero no aumentó el número de docentes. En la gráfica 4 se puede apreciar que la relación matrícula/grupos supera la relación matrícula/maestros; es decir, habrá más grupos pero menos maestros, lo cual deja en incertidumbre cómo se hará el reemplazo.
Gráfica 5. Relaciones de maestros y grupos con respecto a la matrícula de educación básica
Fuente: Estadísticas históricas y proyecciones. SEP
Con estos datos, se puede afirmar que una de las posibles causas del aumento de las jubilaciones en el magisterio fue la implementación de la reforma educativa y que hubo un intento por reemplazar el ingreso de normalistas por profesionistas universitarios, pero que los resultados de los universitarios han demostrado que esta opción no es tan viable y que la presión por el lado de la matrícula y las jubilaciones está creciendo. Es decir, aparentemente la reforma educativa descansó en una confianza en la apertura del magisterio a los universitarios y los resultados fueron adversos, lo cual ha puesto en el mediano plazo una incertidumbre notable en la capacidad del sistema educativo de mantener los maestros suficientes en educación básica, sobre lo cual queda pendiente revisar la estrategia de planeación de número de escuelas y la demanda que decrecerá en próximos años. Ése es un reto de la nueva administración, y más allá del tema presupuestal, se tendrá que valorar el papel de las normales en México y de los mecanismos de ingreso que se contemplarán para el nuevo diseño que surja después de cambiar o incluso revertir la reforma educativa durante este sexenio. En ello, serán importantes diferentes definiciones de política pública, ¿cómo resolver la disminución de la demanda de estudiantes que solicitan ingresar a las normales del país? ¿Qué sucederá con los mecanismos de ingreso a las normales? ¿Se mantendrán los concursos de oposición para egresados de otras instituciones de educación superior?
Estos y otros temas tendrán que definirse a futuro con perspectiva política y demográfica ante el reto del inminente declive de la población infantil y de las presiones presupuestales por el aumento de las pensiones en México. Cualquier diseño legal tendrá que considerar cómo sus previsiones de carácter laboral ponen en tensión al sistema educativo en su conjunto.
Raúl Zepeda Gil
Profesor de la FES Acatlán de la UNAM.
Ricardo Santana Gómez
Politólogo por la FES Acatlán de la UNAM
Artículo publicado en el Blog Distancia por tiempos de Nexos.