Por: Cintya J. Martínez Villanueva *.
Hoy existe una ventana de oportunidad para que el sistema escolar, las escuelas, las personas, los maestros y los niños de México aprendan.
El nuevo orden institucional y legal debe llevarnos al logro del aprendizaje de las niñas y niños en su máxima expresión, con equidad, con una participación total de padres de familia y en medio de una evaluación fructífera para los maestros. Todo ello debe ser posible en este nuevo orden, en esta llamada Reforma Educativa.
Pero que quede claro, el punto de partida y de llegada de la reforma educativa es el derecho a aprender de las niñas, niños y jóvenes, mismo que se enlaza con el derecho a aprender de las maestras y maestros, como se señala en el libro Prof. Recomendaciones sobre formación inicial y continua de los maestros en México. Hay que reconocer que el maestro no es un empleado común; tiene en el centro de su accionar el resguardo de un derecho humano habilitante; es un agente del cambio.
Sin duda, hoy más que nunca es imprescindible hablar de los maestros y del aprecio y reconocimiento que merecen, porque es un tema delicado y muy importante para el futuro de nuestra nación.
Si nos preguntaran, ¿qué recuerdas de tus mejores maestros? La respuesta podría ser rápida, incluso casi automática; recordaremos al maestro que nos ilusionó y entusiasmó, aquél que nos enseñó lo que otro no pudo, el y la que creyó en nosotros y nos arrojó a una visualización de otra realidad, el que vio en cada uno de nosotros a nosotros mismos, la que supo qué hacer cuando no sabía qué hacer con nuestra humanidad. Es el y la que nos explicó sostenidamente de mil maneras las cosas que no entendíamos, el que nos significó un ejemplo y una inspiración, la que no hizo un trabajo mecánico encerrado y desvinculado de nuestras necesidades, el que se encontró siempre en el dilema entre lo que debía enseñarte y lo que necesitabas aprender. Recuerdo al que ubicó a mis compañeros y compañeras como protagonista de ese invento social llamado escuela; nos puso en el centro y comenzó a aprender con nosotros.
En Mexicanos Primero queremos mostrar que existen muchos maestros que merecen ser apreciados por su profesionalismo, voluntad y entereza. Desde hace casi una década hemos identificado maestros, como nosotros decimos “de los que aprendemos”. A través del Premio ABC hemos encontrado características significativas que comparto con Ustedes:
1) Es experto en su materia y se compromete con el logro escolar de sus alumnos.
2) Se evalúa, actualiza y certifica constantemente con espíritu de superación y profesionalismo e implementa lo aprendido en el aula.
3) Cumple con el calendario escolar y cuida el aprovechamiento del tiempo dedicado a la enseñanza.
4) Contagia el gusto por aprender a sus alumnos.
5) Identifica las necesidades específicas del grupo y crea un ambiente favorable para el aprendizaje.
6) Crea oportunidades para que sus alumnos lleguen cada vez más lejos, aprendan permanentemente y desarrollen autoestima y competencias para la vida.
7) Fomenta prácticas éticas y cívicas con su ejemplo, dentro y fuera del aula.
8) Involucra a los padres de familia en la toma de decisiones y los hace partícipes en el aprovechamiento escolar de sus hijos.
9) Se compromete con la comunidad escolar, fomentando el trabajo colaborativo.
10) Lucha con perseverancia por el derecho a la educación de calidad, especialmente para los alumnos en riesgo educativo.
Es verdad, existen maestros de carne y hueso con estas características a lo largo y ancho de México. Hay que identificarlos en las escuelas de tus hijos, hay que apoyarlos y hacer equipo con ellos, ya sea como padres y madres de familia o como parte de la sociedad ¿Acaso ellos y tus hijos no habitan juntos medio día o más en una escuela en donde se entreteje su desarrollo, su futuro? Vale la pena; acerquémonos a los maestros.
* Coordinadora del Premio ABC. Maestros de los que aprendemos.
Twitter:@Cintya_martnez