Entre la consulta y la simulación. El incierto destino del sistema de carrera docente

Si el magisterio exige la desaparición de la USICAMM es porque el marco jurídico fue sistemáticamente violentado...
Carrera de las maestras y maestros

El pasado 15 de mayo, en el marco del Día del Maestro, la presidenta de México anunció su intención de desaparecer la USICAMM, respondiendo a una exigencia reiterada del magisterio nacional. Bajo la bandera de la Nueva Escuela Mexicana (NEM), propuso que los colectivos docentes definan un nuevo mecanismo de promoción, sugiriendo incluso una evaluación entre pares.

Este anuncio, revestido de una narrativa participativa, encierra implicaciones jurídicas, políticas y pedagógicas que exigen una lectura crítica. En el discurso expuso:

“Durante el periodo de campaña, fue recurrente la petición de muchas maestras y maestros: ‘¡Que desaparezca la USICAMM, que desaparezca la USICAMM!’ Yo me comprometí a ello, y ese compromiso sigue en pie. ¿Qué lo sustituirá? No queremos que sea la Secretaría de Educación Pública (SEP) quien imponga una propuesta. Nosotros no vamos a imponer nada. Queremos que la nueva propuesta surja de las maestras y los maestros, porque creemos en ellas y ellos como protagonistas de los procesos de promoción. Por eso, el planteamiento es ir a las escuelas, para que ahí se decida colectivamente qué mecanismo debe reemplazar al actual.

El objetivo es claro: si va a haber evaluación, debe ser entre pares. Esa noción de la excelencia educativa en la que otros, desde fuera, evalúan el trabajo docente es equivocada. ¿Quién mejor que ustedes para hacerlo? Yo fui maestra universitaria, y en las universidades quienes evalúan son los propios docentes, a través de pares elegidos por la comunidad académica. Esa es una posibilidad, entre muchas.

Lo que queremos es que decidan ustedes, en diálogo con los principios de la NEM. Si hay que fortalecerla, será con ustedes, con nadie más. Porque si alguien sabe enseñar a leer y escribir, si alguien sabe cómo fomentar la colaboración entre niñas y niños, son las maestras y los maestros de México.” [1]

Siendo así, extraigo algunas conclusiones preliminares:

1.- Una promesa de campaña camuflada de consulta

La supresión de la USICAMM emerge como una promesa de campaña que busca materializarse un año después, en un momento clave: la negociación salarial. Paradójicamente, el gobierno no propone una alternativa concreta, sino que transfiere la responsabilidad al magisterio a través de una “Consulta Escuela por Escuela”. Aunque la titular del poder ejecutivo se inclina por una evaluación entre pares.

2.- Confusión conceptual y desliz legal: ¿USICAMM o Sistema de Carrera?

Se percibe cierta confusión entre lo que es el Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros y la Unidad que lo administra. Para aclararlo habrá que recurrir, al menos, en tres postulados jurídicos sin dejar de considerar que esos principios debieran reformarse en caso de insistir en la desaparición de la USICAMM han venido insistiendo.

La confusión entre el sistema de carrera (SICMM) y la unidad que lo gestiona (USICAMM) es evidente. Pero desmontar la USICAMM sin reformar el marco legal vigente —Artículo 3º constitucional y la LGSCMM— implica un desacato normativo.

i. El Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (SICMM), en sus funciones docente, directiva o de supervisión, así como los procesos de admisión, promoción y reconocimiento, deben realizarse mediante concursos públicos que garanticen igualdad de condiciones, transparencia, equidad e imparcialidad, considerando conocimientos, aptitudes y experiencia. Párrafos 7 y 8, Artículo 3 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

ii. La Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (LGSCMM) regula el SICMM como un instrumento del Estado que garantiza una carrera justa y equitativa. Artículo 1.

iii. Esta misma ley establece que la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) es un órgano desconcentrado, con autonomía técnica, operativa y de gestión, adscrito a la SEP. Cuenta con una junta directiva que aprueba políticas, normas y programas para el cumplimiento de sus atribuciones. Artículos 26 al 30 — Título Tercero, Capítulo Único — LGSCMM.

Por tanto, eliminar la USICAMM sin reformar el marco jurídico implicaría una contradicción legal.

3.- Diagnóstico oficial y sus limitaciones: ¿dato o percepción?

Asimismo, la Consulta Escuela por Escuela será un punto a desarrollarse en la Séptima Sesión Ordinaria del Consejo Técnico Escolar de acuerdo con las orientaciones emitidas por la autoridad educativa federal. Para ello, se ponen a su disposición diversos insumos.

El primero, titulado “Principales enfoques de evaluación docente”, retoma —sin mayor contextualización— el texto de Guzmán Marín (2018), que analiza la imposición del Servicio Profesional Docente derogado desde hace tiempo. La pregunta resulta inevitable: ¿por qué recurrir a un texto que analiza un sistema derogado, en lugar de uno que evalúe el SICMM vigente?

A directivos y supervisores se les solicita preparar la consulta. En una de las orientaciones podemos encontrar una luz hacia donde se pretende encauzar el análisis: la reflexión colectiva sobre la práctica. Éste aspecto se encuentra estrechamente asociado a la evaluación entre pares. Considero que pretenden inducir hacia ese punto la desaparición del USICAMM y el mecanismo que lo reemplace.

El segundo, es una carpeta informativa, cuyos capítulos 2 y 3 explican el funcionamiento del SICMM y sus procesos. No obstante, el capítulo 3 es especialmente revelador: expone, desde una perspectiva oficialista, las dificultades identificadas por las y los docentes. Entre ellas se encuentran:

  1. Se limita el derecho a la movilidad, pues para cambiarse de centro de trabajo se requiere permanecer dos años en una escuela.
  2. Existen fallas en la plataforma de la USICAMM, ya que constantemente se cae la página, no existe información clara y no está disponible las 24 horas.
  3. Falta de transparencia en la asignación de plazas, porque la autoridad educativa no respeta el listado de ordenamiento.
  4. Opacidad en el registro de las plazas vacantes en el Sistema Abierto y Transparente de Asignación de Plazas, porque la autoridad educativa no reporta los espacios.
  5. No se toma en cuenta la experiencia de maestras y maestros en servicio, porque se prioriza al personal recién egresado para darles una mejor plaza.
  6. Se priorizan los registros y los eventos públicos en línea, lo que produce falta de transparencia en el desarrollo de los procesos.
  7. Inequidad de los elementos multifactoriales, porque no se toma en cuenta el desarrollo profesional o la antigüedad de las maestras y los maestros.
  8. No se da oportunidad a las maestras y maestros con menor número de horas y que perciben menos salario, para que participen en el proceso de promoción
  9. Existe burocracia en el desarrollo de los procesos.
  10. La representación sindical únicamente es considerada como observadora en la mesa tripartita donde se dan a conocer los resultados de los procesos.

La inclusión de la carpeta informativa oficial, plagada de inconsistencias operativas más que abrir el debate, parece orientar el diagnóstico hacia una solución prefabricada. Se presentan quejas sin un sustento claro. ¿Cuál es el respaldo metodológico de esas afirmaciones? ¿Son resultado de investigaciones serias o meras percepciones oficiales? ¿Tienen sustento técnico? ¿Derivan de un levantamiento riguroso de información? ¿Son estas las únicas problemáticas? ¿De dónde provienen estos hallazgos? ¿Se escuchó a todo el magisterio? ¿Qué voces fueron silenciadas?

El tercer anexo es el instrumento para la Consulta Escuela por Escuela, que aún no está disponible, aunque se ha anunciado que incluirá preguntas cerradas, abiertas y un espacio para sugerencias. Se solicita a los colectivos docentes revisarlo previamente. También se les pide deliberar las características y sus propuesta para el nuevo sistema para las maestras y los maestros además de registrarlas en la plataforma tecnológica dispuesta para tal fin a partir del 30 de mayo de 2025.

4.- De la evaluación entre pares al regreso de la meritocracia

Si el magisterio exige la desaparición de la USICAMM es porque el marco jurídico fue sistemáticamente violentado por quienes estuvieron facultados para hacerlo. La gestión de esa unidad administrativa se desvió de lo establecido en la ley, y es la autoridad educativa —la SEP— quien está obligada a hacerla cumplir. Entonces, ¿cuáles son los verdaderos motivos que subyacen a conducir hacia una evaluación docente entre pares en lugar de garantizar el cumplimiento de la ley haciendo que la unidad que administra el sistema para la carrera de las y los maestros se apegue a legislación vigente?

En vez de corregir, el gobierno propone reemplazar. Acota el debate a los procesos de promoción y plantea, veladamente, sustituir un sistema de carrera por un mecanismo de evaluación docente… entre pares. ¿Estamos, acaso, ante una nueva forma de meritocracia? ¿Una simulación de participación para legitimar un retroceso?

No vayamos a encontrar cierto paralelismo con la reforma anterior, que se dijo derivaba de una Consulta Nacional por una Educación de Calidad con Equidad, cuyo supuesto hallazgo fue que las y los maestros proponían la construcción de una Nueva Escuela Mexicana. De manera similar, no vaya siendo que, para esta nueva reforma, el magisterio ahora propongan un Sistema de Carrera para las Maestras y los Maestros basado en una evaluación docente entre pares.

Aunque la evaluación entre pares podría parecer una alternativa democrática, si no se garantiza su implementación bajo principios de justicia, transparencia y pertinencia pedagógica, corre el riesgo de convertirse en una nueva forma de control corporativo o clientelar.

Al presentar la evaluación entre pares como modelo deseable, se omite una discusión fundamental: ¿evaluación para qué? ¿para la mejora profesional o como filtro meritocrático para acceder a mejores condiciones laborales? La Nueva Escuela Mexicana prometía dignificación y formación continua, no competencia entre colegas.

5.- ¿Reforma o contrarreforma?

La extinción de la Mejoredu y la anunciada desaparición de la USICAMM configuran una contrarreforma silenciosa. Se abandona la política de mejora continua y de actualización docente y se desecha la revalorización magisterial. En lugar de fortalecer el desarrollo profesional y la actualización docente, se reciclan lógicas meritocráticas bajo nuevas narrativas.

El gobierno federal, sin declararlo abiertamente, parece estar desmontando, de forma soterrada, la reforma educativa más reciente —la de 2018–2024—. A este giro, lo llaman “el segundo piso” de la Cuarta Transformación educativa. ¿Continuidad? ¿Cambio? ¿Es este el “segundo piso” de la transformación educativa? Más bien, una peligrosa ambigüedad.

En lugar de fortalecer la mejora continua y la actualización docente, ahora transita hacia una forma de evaluación que recuerda modelos punitivos del pasado. Este giro contradice el discurso de revalorización del magisterio y pone en entredicho la coherencia de la Cuarta Transformación en materia educativa.

Cierre

En este contexto, la consulta se perfila más como una simulación que como un ejercicio democrático auténtico. Delegar en los colectivos escolares la responsabilidad de proponer un nuevo sistema sin condiciones claras, sin información verificada y sin una revisión del marco normativo vigente, es tanto como trasladarles la carga de una decisión profundamente política y estructural.

Si la USICAMM incurrió en irregularidades, lo que corresponde es investigar y sancionar a quienes hayan violado la ley, no desmontar todo el sistema. Lo contrario implica impunidad y oportunismo. El magisterio merece un sistema de carrera justo, no una nueva improvisación revestida de consulta.

La narrativa oficial propone una transformación desde las aulas, pero sugiere —sin admitirlo— una ruta trazada desde el poder. La consulta podría ser legítima si realmente se abre a la pluralidad de voces. Pero si se limita a validar decisiones ya tomadas, estaremos ante una simulación participativa que, lejos de dignificar al magisterio, lo vuelve a colocar en el centro de disputas políticas que poco tienen que ver con la mejora educativa.

Porque cuando la participación es dirigida, cuando se evita la autocrítica institucional, y cuando las reformas educativas se anuncian sin sustento legal ni pedagógico sólido… estamos más cerca de una simulación que de una transformación.

Carpe diem quam minimum credula postero

Facebook: sergio.martinez.dunstan.2025

Twitter: @SergioDunstan

[1] La primera oración de esta larga cita la cambié de orden para favorecer la temporalidad de la narrativa. El resto del párrafo fue modificado ligeramente a fin de facilitar su comprensión. El discurso se encuentra revisar en https://www.youtube.com/watch?v=60hTfwOyS5w&t=3686s. Y en particular, este fragmento de 1:09:36 al 1:16:22.

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