Repensar el sindicalismo, repensar la forma de hacer política sindical, requiere de la participación decidida de todos los integrantes de una organización. Existen muchos compañeros pertenecientes al SNTE que solamente miran de lejos lo que acontece en su sindicato, muchos otros solamente critican lo que otros hacen u opinan, otros más son una especie de comentaristas de lo que pasa, también hay muchos de reciente ingreso que no saben lo que es un sindicato, ni para qué sirve, ya no les tocaron las reuniones sindicales, ni las pláticas de ideología sindical, ni la bienvenida que antes se acostumbraban.
Repensar, refundar, reconstruir al SNTE requiere de todo un esfuerzo colectivo e individual que permita sentar las bases sólidas de una institución que cuenta entre sus filas a un magisterio cada vez más profesional y con necesidades distintas a los de otros tiempos. ¿Qué debe permanecer del esquema actual? ¿Qué debe recuperarse de otras épocas? Son preguntas fundamentales que deben ser respondidas por quienes deseen inmiscuirse en la vida sindical de una organización que sufre de una crisis de identidad y que actualmente no tiene bien claras sus funciones.
El magisterio nacional requiere analizar la actitud servil demostrada por Juan Díaz, quien consiente de su actuar, sirvió su cabeza en charola de plata, no sin antes dejar a alguien de todas sus confianzas al frente, Alfonso Cepeda Salas, alguien igual de “combatiente” que el profesor Juan, quien además, metió la reforma a los estatutos para desaparecer la figura de presidente aludiendo su inoperancia, dado que el Profe Juan ocupó durante 5 años la función de presidente y secretario general a la vez, podría tomarse como una fuente confiable sus aseveraciones y de paso revisar todas y cada una de las carteras que conforman en el organigrama del Comité Ejecutivo Nacional, en una de esas y se dan cuenta de que no tienen función alguna a favor de los agremiados.
Toca repensar y reconstruir el SNTE, el magisterio nacional tiene la oportunidad inmejorable de tomar al sindicato en sus manos, democratizarlo y sentar las bases de la nueva relación de respeto laboral entre autoridades y gobierno, toca construir el nuevo modelo sindical que los tiempos requieren, un buen comienzo podría ser restaurar los espacios de discusión abierta de los temas que aquejan a los maestros del país (Reuniones sindicales) hay demasiada energía acumulada que requiere de manera urgente causes abiertos de discusión, los maestros necesitan ver a sus dirigentes, hacer una especie catarsis y reconciliarse con su sindicato, necesitan ver a sus compañeros de delegación, platicar, echar grilla, saber que estamos bien, que estamos vivos a pesar de la reforma, de nuño, de la burocratización y de la carga administrativa.
Soy Jorge Isaac Alvarado Alcocer y esta es mi reflexión desde el aula.