La educación es indiscutiblemente un derecho humano, pero, ¿podemos los docentes tener derecho a una educación de calidad? Es imprescindible que un docente cuente con las capacidades y habilidades para brindar los mejores conocimientos a sus educandos; sin embargo, en nuestro país es difícil desarrollar al máximo estas capacidades pues a falta del apoyo de la Autoridad Educativa Local, somos los docentes quienes debemos invertir en capacitación y preparación continua.
Katarina Tomasevski, quien fue la primera relatora especial del derecho a la educación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), destacó en su momento que “los derechos de los maestros y maestras no están internacionalmente garantizados. Aunque es bien sabido que la educación depende del compromiso y calidad del personal docente”.
Es así que mi reflexión va entorno a que #MiDerechoDocenteEs que la Autoridad Educativa Local (AEL) y la Secretaría de Educación Pública (SEP) atiendan la importancia de formar a los docentes con calidad. Es de gran importancia mencionar que el ser docente es estar en constante aprendizaje, dedicación y preocupación por mejorar nuestra intervención profesional, ese es nuestro derecho.
Durante mis años de servicio he podido observar que las capacitaciones y/o diplomados que ofrece la autoridad educativa son brindados principalmente a jefes de sector y supervisores quienes a su vez, deben “bajar” dichos cursos a los directivos a su cargo. La información no llega de primera mano y es entonces cuando los docentes no encuentran sentido a “capacitarse” de esa forma.
La pirámide de interés está invertida, ya que son los docentes quienes necesitan solventar aún más sus habilidades, capacidades y conocimientos para estimular su práctica y así reconocer su valor por parte de la AEL. Al conversar con mis colegas, dan a conocer que en años pasados recibían capacitaciones constantes que permitían la mejora de sus conocimientos y por ende apoyo para solventar su práctica educativa.
Es por ello que #MiDerechoDocenteEs obtener capacitación constante y pertinente; que contemos con la oportunidad de atender cursos y diplomados en universidades reconocidas o a través de personal capacitado que nos ayude y acompañe en el fortalecimiento de nuestra labor docente. Diariamente nos enfrentamos a diversas situaciones, que sin herramientas necesarias, no logramos solventar de la mejor manera.
De acuerdo con la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC), la identidad de la profesión docente se configura a partir de dos grandes dimensiones: a) el profesionalismo docente entendido como un proceso continuo de aprendizaje de los maestros a lo largo de la vida profesional, donde se requiere que adquieran tanto competencias cognitivas como pedagógicas y b) la profesionalidad docente que implica el desarrollo de competencias éticas y sociales para cumplir con el compromiso social inherente a su profesión y ejercer responsablemente sus obligaciones respecto de las decisiones que toma acerca de la educación, la escuela y su propia práctica.
En este tenor, #MiDerechoDocenteEs que se tome en cuenta la dedicación, esfuerzo y responsabilidad con la que día a día los docentes del país desean lograr la calidad educativa que tanto añora la sociedad. Brindar las herramientas para lograr dar respuesta a la tan exigida “educación de calidad”, Con infraestructura, recursos que beneficien los conocimientos en los alumnos, la capacitación constante y un salario que permita sobrellevar una vida digna.