Recientemente circularon por las redes sociales y no por los canales oficiales de la Secretaría de Educación Pública (SEP) los Libros de Texto Gratuitos (LTG) fase tres, primer grado, con los que los alumnos y maestras y maestros de las escuelas primarias estarían trabajando en el próximo ciclo escolar en las escuelas mexicanas.
Nada raro es que tales ejemplares se hayan conocido por dichas redes sociales porque, este sexenio y en este gobierno, buena parte de las propuestas que se han hecho en materia educativa se han conocido por estos canales de comunicación y no por los que tendrían que difundirse; en fin, no habría que perder de vista que, sobre dichos LTG hay procesos legales que aún no concluyen y, por tanto, ahí podría encontrarse la razón por la que no se hayan difundido por los medios que corresponden, sin embargo, llamó mi atención que no solo un profesor o profesora haya subido a sus redes fotografías de ejemplares impresos que ya están llegando a las entidades federativas para que, conforme lo dispongan las autoridades, se distribuyan. Quiero pensar que dichos libros sí van, pero aún tenemos que esperar el anuncio oficial.
Volviendo al tema que me ocupa, fueron 5 LTG los que se difundieron; éstos, como se sabe (ya lo había escrito y publicado en este mismo espacio) son los que conforman lo que lleva por nombre Nueva Familia de LTG: Proyectos de Aula, Proyectos Escolares, Proyectos Comunitarios, Múltiples Lenguajes y Nuestros Saberes (Libros para alumnos, maestros y familia); cada uno con sus particularidades o especificidades, pero también con sus similitudes y diferencias entre ellos y con los anteriores Planes de Estudio porque, como se recordará, ya no se distribuirán LTG por materia o asignatura (disciplina) sino que, en su lugar, se establecieron campos formativos, atendiendo lo dispuesto en el Plan de Estudios 2022 y los Programas Sintéticos.
Ahora bien, de lo que escribí y publiqué en noviembre de 2022 en el artículo intitulado “La nueva familia de libros de texto gratuitos: algunas reflexiones” (Carro, 2022), pude observar algunos cambios, pero nada significativo en cuanto a su estructura se refiere; por ejemplo, en los libros Proyectos de Aula, Proyectos Escolares y Proyectos Comunitarios se sigue hablando de Proyectos a partir de una Planeación: Identificamos, Procedimiento, Materiales, Recuperamos, Planificamos; Acción: Nos acercamos, Vamos y Volvemos, Reorientamos, Seguimos; Intervención: Integramos, Difundimos, Consideramos, Avanzamos. Por su parte, el de Múltiples Lenguajes sigue manteniendo diversos textos e imágenes para que los estudiantes se acerquen a la lectura, el arte, entre otras cuestiones. Finalmente, el libro Nuestros Saberes (Libros para alumnos, maestros y familia), se sigue considerando como un material de consulta que apoya las lecciones para que, tanto los docentes como la familia, puedan participar con el alumno colaborando en su proceso formativo.
Hasta aquí todo parece indicar que la SEP ha mantenido en los LTG lo que meses atrás se filtró por las redes sociales; obviamente, desde aquel entonces las críticas, comentarios, ataques y otras cuestiones no se hicieron esperar. Es obvio, romper o superar un esquema que había dejado buenos dividendos económicos e ideológicos a grandes empresas y/o empresarios cuya intención, lejos del hecho educativo, concentró su mirada en eso que se denominó calidad educativa, pienso, había movido ciertos intereses, y los sigue moviendo.
Ahora bien, desde luego que hay otro tipo de miradas, comentarios, reflexiones o análisis bien fundados y/o argumentados, que basan su postura a partir de sus referentes epistemológicos, académicos, profesionales, etcétera, todos ellos respetables y dignos de considerar, porque han propiciado que más de uno haya reflexionado el por qué si son LTG para niños de primer grado de educación primaria tienen mucho texto; es decir, que dichos libros tienen muchas letras, palabras u oraciones cuando, se sabe, los alumnos de ese grado difícilmente leen ingresando a la escuela primaria.
Ello obliga a preguntarse, entonces ¿para qué sirven los LTG en educación básica?, ¿de qué manera son empleados por las maestras, maestros, estudiantes y padres de familia?, ¿cuál es su sentido formativo en el proceso de enseñanza y de aprendizaje?, ¿pueden ser concebidos como el eje generador de aprendizajes en las escuelas a partir de las disciplinas? En fin, un cúmulo de cuestiones que, desde luego, podrían ser vistas a partir de esos referentes, miradas o posturas señaladas.
Por mi parte, pienso que más allá de que los LTG sean un instrumento (porque proporcionan información) o una herramienta (porque permiten realizar una tarea específica de un contenido), éstos deberían y tendrían que ser vistos como un recurso didáctico que podría o no complementar el proceso formativo (pedagógico y didáctico) que se desarrolla en el aula y en la escuela. Ello implicaría, como parece obvio, transitar de un esquema en donde el libro de texto se consideró central en el abordaje del español (lengua materna) o de matemáticas (pensamiento matemático) porque como tales generaban conocimientos y aprendizajes para la vida, a otro esquema donde el docente, a partir de su didáctica, planeando sus actividades, construyendo sus propias secuencias, evaluando formativamente los aprendizajes, seleccionando los materiales y recursos a partir del contenido, disciplina, contexto o entrono, etcétera, pudiera darle un sentido diferente a dichos LTG.
¿Quién estableció y por qué estableció que el LTG podría ser un elemento fundamental o central en el proceso de enseñanza y de aprendizaje?, ¿no habría otras formas de mirarlo y/o de concebirlo dentro de las escuelas y salones de clase?, ¿no habría la imperiosa necesidad de que el docente planeara las actividades que podría desarrollar con los niños en un tiempo y espacio en específico?, ¿por qué no desplazar la mirada hacia una nueva forma de ver y concebir la docencia mediante la ampliamente demandada y exigida autonomía profesional?, ¿por qué seguir con un modelo donde las escuelas debían preparar para la vida en pro de una mal llamada calidad educativa y, para ello, los LTG se pusieron al centro del proceso?
Estoy seguro que en días subsecuentes se estarán dialogando éstas y otras cuestiones en los Consejos Técnicos Escolares o en los propios pasillos de las escuelas. Tengo claro que los colectivos docentes tienen varias dudas e incertidumbres sobre el trabajo que les espera para el siguiente ciclo escolar, pero, por ejemplo, si en plenaria pudieran revisar los Programas Sintéticos (que siguen en construcción), lo que llevan de sus Programas Analíticos (todavía sin el plano didáctico) y también observaran los LTG que ya son conocidos, puedo afirmarles que el vínculo iría apareciendo poco a poco; cierto, no será nada fácil identificarlo porque ya no se tiene un Plan de Estudio completamente prescriptivo, con unidades, bloques, competencias o aprendizajes esperados, e indicaciones precias; sin embargo, pienso que el diálogo permitiría por ejemplo:
- Conocer que en el Programa Sintético, primer grado (en construcción) se señala un Contenido Descripción de objetos, personas, seres vivos y lugares, con dos Procesos de desarrollo de aprendizajes: a) Escribe su nombre y lo compara con los nombres de sus compañeros, lo usa para indicar la autoría de sus trabajos, marcar sus útiles escolares, registrar su asistencia, entre otros; b) Identifica nombres más largos o cortos que el suyo, nombres que empiezan o terminan con la misma letra que el suyo, sus iniciales, el diminutivo de su nombre, etcétera. Contenido y procesos que tienen una relación directa con los LTG, por ejemplo, el de Proyectos de Aula; bastaría revisar lo señalado en el Campo formativo Lenguajes de ese libro de texto denominado Nombrario del grupo (pág. 18) para identificar y reconocer una actividad (proyecto) que los niños podrían realizar a partir de la organización del docente; de hecho, si se revisa la página 18 de este libro, se menciona “En esta nueva aventura de aprendizaje, sabrás más sobre la escritura de tu nombre, su significado y las letras que lo componen. Para ello elaborarás un collage y un Nombrario. Con éstos, además, conocerás la escritura y el significado de tus compañeros”.
Como puede verse, la primera parte del desarrollo de aprendizaje marcado con el inciso a) se estaría trabajando con el proyecto referido; esto sin considerar, por ejemplo, al programa analítico que aún se está construyendo; ¿podríamos imaginar lo que podría crearse si la maestra o el maestro construye dicho programa analítico, con un plano didáctico, a partir de las reflexiones iniciales que la o lo llevaron a diseñarlo contemplando también la disciplina?
Es cierto, los LTG, con cada uno de los proyectos no describen el tipo de metodología activa que se está desarrollando con éstos; ahí radica la importancia de conocer dichas metodologías, pero también, de emplear el libro de texto como un recurso que brinda sugerencias u orientaciones para el desarrollo de las mismas.
¿Por qué tendría el docente que considerar como un elemento central en el proceso de enseñanza y de aprendizaje a los LTG si éstos pueden ser un recurso que apoye su labor?, ¿por qué tendría que pensar el alumno que, en los LTG, si no se atiende un tarea o actividad específica que después termina siendo calificada más no evaluada no se aprende?
Dicho lo anterior, restaría preguntarse: ¿el Sistema Educativo estará listo para enfrentar este reto?, ¿el profesorado mexicano estará listo para transitar hacia esta posibilidad formativa? Del primero tengo mis serías dudas, no así de los segundos porque, a través del tiempo, han demostrado que pueden con cualquier reto porque conocen su quehacer; sería necesario propiciar que reconocieran lo que hacen y cómo lo hacen en cada uno de sus espacios escolares.
Al tiempo.
Referencias:
Carro, A. (2022). La nueva familia de libros de texto gratuitos: algunas reflexiones. Profelandia.com. https://profelandia.com/la-nueva-familia-de-libros-de-texto-gratuitos-algunas-reflexiones/