El 29 de febrero la Secretaría de Educación Pública (SEP) dio a conocer los resultados de la evaluación del desempeño docente del primer grupo de profesores programados para el ciclo escolar 2015-2016. Hay que recordar que la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD) obliga a todos los profesores de educación básica (EB) y media superior (EMS) a presentar esta evaluación para permanecer en el Sistema Educativo Nacional (SEN), así como para recibir diversos reconocimientos.
El propósito central de la evaluación del desempeño docente es doble. Por un lado, hacer un diagnóstico de las competencias profesionales de los mentores, con el fin de proporcionarles diversas vías de formación continua para su superación. Por otro, esta evaluación persigue certificar a los docentes cuyas competencias profesionales sean satisfactorias, hasta por un periodo de cuatro años, así como estimular salarialmente a los profesores que obtengan puntuaciones destacadas o excelentes. Hay que recordar que los maestros tienen hasta tres oportunidades (una por año) para obtener una calificación satisfactoria. De no hacerlo, la LGSPD establece que el docente será separado de su función frente a grupo y pasará a realizar otras actividades escolares. Sin embargo, al profesor que no se evalúe por razones injustificadas, la autoridad educativa lo separará de su trabajo.
La evaluación del desempeño docente es un proceso altamente especializado y complejo. Así, para EB se diseñaron 14 exámenes de conocimientos y competencias didácticas; seis rúbricas para calificar el expediente de evidencias de enseñanza; seis rúbricas para calificar la planeación didáctica argumentada, más un examen de inglés (para profesores de secundaria que imparten esta asignatura). Para directores de EB se diseñaron seis instrumentos en total y para docentes de EMS se diseñaron 42 instrumentos. En total se utilizaron 77 distintos instrumentos para evaluar el desempeño docente y directivo. Los resultados de docentes y directores se transformaron en los siguientes niveles de desempeño: insuficiente, suficiente, bueno, destacado y excelente (este último, solo para EMS).
La meta para 2015 fue evaluar a 150 mil docentes. De los profesores y directores convocados, cerca de 90% presentaron su evaluación y de éstos, aproximadamente, 15.3% obtuvo una calificación insuficiente, 36.2% una calificación suficiente, 40.5% un resultado bueno y 8% obtuvo un resultado destacado o excelente (los cuales recibirán un aumento salarial). De los casi 16 mil docentes que no presentaron ninguna etapa de la evaluación del desempeño, 75% proviene de los estados de Oaxaca, Michoacán, Guerrero y Chiapas; dichos profesores serán reprogramados en los primeros meses de 2016, debido a los problemas magisteriales que impidieron implementar la evaluación en estos estados. El otro 25 % de profesores (3 mil 360) tendrá que enfrentar las consecuencias que establece la LGSPD.
Los resultados de este primer ejercicio de evaluación de desempeño evidencian que: 1) la mayoría de docentes (85 de cada 100) tiene las competencias mínimas necesarias para ejercer su función frente a grupo; 2) una minoría de profesores (15 de cada 100) carece de los conocimientos y habilidades profesionales, por lo que requerirán de un programa intensivo de capacitación y tutoría para superar sus limitaciones y poder permanecer en el servicio de educación pública; 3) una importante proporción de maestros (uno de cada tres) obtuvo una calificación apenas satisfactoria, por lo que necesitarán de un programa de capacitación para mejorar sus competencias profesionales; y 4) una minoría de profesores (uno de cada diez) domina de manera destacada las competencias docentes, por lo que merecen ser reconocidos y recompensados.
Es importante decir que estos resultados no son representativos de los docentes del país, ya que equivalen a sólo el 10 % de los maestros de la educación obligatoria (aproximadamente, un millón 450 mil). Adicionalmente, este primer grupo de docentes tuvo características personales y laborales muy buenas: tener entre seis y veinte años de experiencia docente y trabajar en escuelas ubicadas en ciudades de cien mil o más habitantes. Es de esperarse que los docentes con otras características menos favorables tendrán un perfil profesional muy diferente, especialmente, aquellos que trabajan en comunidades rurales e indígenas.
Aunque es bien sabido que este primer ejercicio de evaluación presentó diversos problemas en su diseño e implementación, hay que destacar que las fallas técnicas detectadas no invalidan los resultados obtenidos. De los 77 instrumentos diseñados, solo cuatro fueron invalidados debido a sus bajos niveles de confiabilidad. Por lo anterior, el INEE y la SEP decidieron prolongar más de seis meses la implementación del segundo grupo de docentes a evaluar en 2016, para tener tiempo de estudiar y mejorar cada una de las etapas del proceso evaluativo.