Una educación de calidad requiere de escuelas dignas. Hoy, desafortunadamente, demasiados planteles no cuentan con las condiciones necesarias para asegurar que nuestros niños, niñas y jóvenes logren un aprendizaje adecuado. Por eso, la segunda de las siete prioridades de la reforma educativa se centra en la infraestructura educativa y el equipamiento escolar. Para este propósito, el Presidente de la República anunció el pasado 2 de septiembre en su tercer Informe de gobierno, la creación del programa Escuelas al CIEN que constituye el esfuerzo más ambicioso en décadas para mejorar las escuelas de México.
La emisión de los Certificados de Infraestructura Escolar (CIEN), un novedoso y sofisticado instrumento financiero diseñado por el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, nos permitirá multiplicar los recursos del Fondo de Aportaciones Múltiples de las entidades federativas hasta por un monto de 50 mil millones de pesos. Bajo la supervisión del Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa (Inifed), los recursos serán transferidos del fideicomiso creado para ese fin a los institutos de infraestructura educativa locales, que serán responsables de su ejercicio y de la ejecución de las obras.
Para garantizar el éxito de Escuelas al CIEN, nos hemos propuesto que sea el programa más transparente de la administración pública federal. Por ello, firmamos un convenio de colaboración con el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) —a cuyos comisionados agradezco su disposición y el apoyo— para asegurar que toda la información del programa pueda ser consultada en un formato sencillo y accesible.
El día de mañana lanzaremos un portal en línea que permitirá a cualquier ciudadano conocer cuáles son las escuelas beneficiadas, por municipio y por estado, así como el monto recibido por plantel, la información sobre los contratistas e imágenes del inicio, progreso y conclusión de cada obra. Asimismo, el portal pondrá a disposición de la ciudadanía esta información en formato de Datos Abiertos para maximizar la transparencia y facilitar su análisis, de acuerdo con los criterios establecidos en el decreto presidencial correspondiente del 20 de febrero de 2015.
Escuelas al CIEN beneficiará a más de 5 millones de alumnos en más de 33 mil escuelas de educación básica, media superior y superior en 2 mil 11 municipios de todo el país. Estos planteles fueron seleccionados con base en la urgencia de sus necesidades, de acuerdo con la información que arrojaron el censo educativo realizado por el INEGI en 2013 y un diagnóstico que llevó a cabo el propio Inifed, así como las opiniones de los gobiernos estatales.
La metodología del programa contempla una intervención con ocho componentes, obedeciendo a la siguiente jerarquía de prioridades: a) seguridad estructural y sus condiciones generales de funcionamiento, b) servicios sanitarios, c) bebederos, d) mobiliario y equipo, e) accesibilidad, f) áreas de servicios administrativos, g) conectividad, y h) espacios de usos múltiples.
Uno de los sellos distintivos de Escuelas al CIEN es que la comunidad de cada plantel tendrá un papel protagónico. Dentro del marco de los ocho componentes, cada comunidad escolar podrá incidir en cómo canalizar los recursos para atender las necesidades específicas de su plantel. De igual forma, en el marco de los Consejos Escolares de Participación Social, se están creando comités de padres de familia que son responsables de vigilar la correcta ejecución de las obras. De esta manera, garantizaremos desde el ámbito escolar que la operación del programa se realice con transparencia y rinda cuentas a la sociedad.
La instalación de bebederos es uno de los componentes más relevantes, porque no solamente contribuyen a disminuir la obesidad y el sobrepeso, sino que también generan ahorros para las familias mexicanas. Por ello —y atendiendo al mandato establecido en el Presupuesto de Egresos de la Federación— antes de que concluya el ciclo escolar 2015-2016 habremos instalado bebederos en más de 11 mil escuelas en beneficio de 2 millones de niños y jóvenes con la meta de que, para 2018, contemos con 40 mil bebederos en todo el país.
Los contratos para estas obras, asignados a través de licitaciones abiertas y transparentes, incluyen, además de la instalación, la obligación de dar mantenimiento a los bebederos. Éstos deberán ser accesibles a toda la comunidad escolar, perdurables y cumplir con los estándares de higiene que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) marque.
Nuestro compromiso con la creación de espacios de aprendizaje y convivencia dignos, también se refleja en la necesidad de plantear una política nacional de equipamiento. Hasta el día de hoy, los estados han equipado a las escuelas de acuerdo con sus posibilidades, muchas veces sin criterios pedagógicos. Por eso, fortaleceremos los lineamientos nacionales para la adquisición de mobiliario escolar de tal manera que permitan establecer un piso básico de equidad en el equipamiento de las escuelas, genere ahorros para el erario mediante compras consolidadas y contribuya a mejorar el aprendizaje de nuestros alumnos.
Urge ocuparnos de las escuelas, porque en ellas se refleja nuestro compromiso con la niñez y la juventud de México. Nuestra visión es tener alumnos motivados a aprender y a dar su mejor esfuerzo, padres de familia tranquilos de que sus hijos pasan el día en un lugar seguro, maestros y directores que trabajan en espacios dignos y estimulantes, y escuelas equipadas con las herramientas necesarias para el siglo XXI.
Escuelas al CIEN es una de las siete prioridades de la reforma educativa que, de manera complementaria, nos permitirán alcanzar un mismo objetivo: hacer realidad el derecho que tienen todos nuestros niños, niñas y jóvenes a una educación de calidad.