El SNTE después del 26 febrero…

Aquella tarde-noche la noticia tomó a todos por sorpresa (por lo menos a la gran mayoría) ahora sabemos que el güero Juanito Díaz de la Torre no se ...
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Aquella tarde-noche la noticia tomó a todos por sorpresa (por lo menos a la gran mayoría) ahora sabemos que el güero Juanito Díaz de la Torre no se encontraba entre los sorprendidos, la organización sindical más poderosa de américa latina (SNTE) recibía el más duro golpe de toda su historia, nadie en ese momento dimensionó el tamaño de la embestida, aun hoy en día los análisis son todavía cortos en función de la realidad.

Después del 26 los otrora poderosos “hombres de la maestra” cambiaron profundamente o tal vez mostraron su verdadera cara, de los miles que antes daban la vida por ella, ahora solamente quedaban un puñado. La correa de transmisión que hacía que las cosas sucedieran casi de manera mágica, no existía más, los llamados caballones de mil batallas, se volvieron tigres de papel, la investidura que antes todo lo podía dejó de ser garantía, tocaba ser objetos ornamentales, algo así como floreros.

Después del 26 las posturas fuertes, los discursos amenazantes y los llamados a defender la escuela pública desaparecieron. De repente y sin decir agua va, empezó a gestarse una nueva generación de dirigentes (que dicho sea de paso) seguían siendo los mismos en la estructura nacional, nada más que ahora después de haber experimentado una especie de epifanía, fijaban discursos de férrea defensa a la reforma educativa de 2013, y como por arte de magia, y cual si fueran investigadores del nopal, empezaron a encontrarle cada vez más propiedades a la mal llamada reforma educativa.

Hoy en día han pasado muchos 26 desde aquel fatídico 26 de febrero de 2013 y Juan Díaz pasó de ser un defensor de la escuela pública con la maestra, a defensor de la reforma educativa con Nuño y recientemente ha encontrado que dicha reforma es en efecto punitiva, por lo que debe reformarse, sufre algo así como trastorno bipolar agudo o síndrome de personalidad múltiple, lo malo es que a ninguna de dichas personalidades le dio por defender al gremio al cual “representa”, al contrario, él siempre dijo que los maestros debían evaluarse, gastó unos cuantos millones de pesos en ofrecer cursos de capacitación en línea y el tranquilamente prefirió jubilarse por miedo a no pasar la evaluación, brillante líder, con tales dotes debería de ser apostador, siempre y cuando apueste en contra de sus corazonadas, de esta manera ganaría seguramente.

El magisterio nacional ha demostrado su rechazo a la actitud servil demostrada por Juan Díaz quien probablemente en la intranquilidad de su soledad, mirando hacia atrás el penoso sendero de fracasos,  haciendo un recuento de la montaña de recursos dilapidados en aras de poder ser aceptado por una inmensa mayoría de agremiados que durante cinco años solamente lo repudiaban por su soberbia, tenga por fin la decencia de tomar una decisión acertada posterior a su traición.

Ojala que escuche a su intuición política y haga justamente todo lo que cree que le saldrá bien, de esta manera seguramente estará pensando en legitimarse ante el nuevo gobierno, ha dado muestra de ello, lo cual tomando en cuenta su porcentaje de aciertos le saldrá mal, y el magisterio nacional tendrá la oportunidad inmejorable de tomar al sindicato en sus manos, democratizarlo y sentar las bases de la nueva relación de respeto laboral entre autoridades y gobierno, seguro estoy que los maestros comprometidos por México, están deseosos de poder ayudar a construir el nuevo modelo sindical que los tiempos actuales requieren, en estos nuevos tiempos, se  deberá empezar por restaurar los espacios de discusión abierta de los temas que aquejan a los maestros del país, hay demasiada energía acumulada que requiere de manera urgente cauces abiertos de discusión.

Soy Jorge Isaac Alvarado Alcocer y esta es mi reflexión desde el aula.

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