En educación básica además del personal docente y directivo, existe un grupo no menos importante, el personal de apoyo y asistencia a la educación (PAAE), en casi todos los planteles educativos del país laboran: secretarias, intendentes, auxiliares administrativos, auxiliares de servicios y un sinfín de prestadores de servicios diversos, contenidos en el catálogo institucional de puestos de la SEP, todos ellos complementan la labor educativa en cada centro de trabajo, sumando decisivamente al buen funcionamiento de cada plantel.
Hoy a petición de varios amigos que pertenecen a dicho segmento hablaré de algunos problemas que vienen arrastrando desde hace ya varios años y que no parece tener solución en el futuro inmediato. Voy a tratar de relatar lo que ocurre con algo que los está lacerando y que tiene que ver con el nulo crecimiento salarial, pero sobre todo haré énfasis en todos aquellos trabajadores que llevan años trabajando a través de contratos sin ninguna prestación económica ni aguinaldo, y sin ningún derecho ni servicios médicos.
Caso 1:
Roger R. entró al sistema en el año 2010, es auxiliar de servicios en plantel, (intendente), le dieron un contrato por honorarios, la promesa de basificarlo a la primera oportunidad y de esa manera obtener con ello prestaciones y acceso a servicios médicos que mucho le servirían a él y sobre todo a su esposa e hijos. Actualmente está transcurriendo el onceavo año y cada año desde entonces invariablemente le piden sus papeles diciéndole que está vez si lo van a basificar.
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Caso 2:
Juana S. entró en 2013, es secretaria de apoyo, su contrato de honorarios lleva prorrogándose desde entonces, cada fin de año tiene el temor de no ser recontratada, cada año al igual que Roger, manda sus papeles a su representante sindical para poder ser basificada, no ha habido permisos, prestaciones ni aguinaldos, ni mucho menos primas vacacionales durante esos 8 años. La esperanza la mantiene en su puesto.
Caso 3:
Sergio, auxiliar administrativo, entró al sistema en el año 2007, tiene a cargo todos los procesos administrativos de una escuela de organización completa, cumple cabalmente con lo que requiere de él la dirección y personal docente, al igual que los casos mencionados con anterioridad, su contratación ha sido mediante pago de honorarios. La esperanza de obtener una plaza de base lo mantiene firme en su puesto y a pesar de no creer en sus representantes sindicales, cada que le piden sus papeles los envía junto con su solicitud.
Estos casos de compañeros trabajadores del PAAE, son solamente algunos de los cientos que existen en mi entidad federativa, desconozco si la misma situación impera en otras latitudes del país, pero en lo particular es triste que no se vean procesos claros de regularización de los compañeros pertenecientes a dicho segmento.
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Muchos de los trabajadores que llevan años trabajando por contrato de honorarios, se mantienen por la promesa de obtener una plaza base, acceso a prestaciones y servicios médicos, en resumidas cuentas, certeza laboral. Quisieran dejar de estar con el pendiente de que a lo mejor no le prorroguen su contrato y puedan quedar en el desempleo. Me parece que la revalorización de los trabajadores de la educación debe verse reflejada en quienes han entregado parte de sus vidas acariciando una esperanza que llevan años deseando.
Es momento de pensar en procesos bien diseñados que permitan regularizar a los compañeros que llevan años mediante el esquema de contrato de honorarios, es importante que las autoridades educativas y sindicales revisen y subsanen dicha situación, muchas familias dependen de esa posibilidad.
Sin embargo, querido lector: lo anterior solamente puede ser mi percepción y la de unos cuantos, usted como siempre, tiene la mejor opinión al respecto, y me parece que estamos a tiempo de externar nuestra opinión con miras a hacer visibles situaciones que nos parezcan injustas.