El mundo fantástico de Esteban Moctezuma ¿todavía hay quien le crea?

Los hechos desfilan ante nuestros ojos, se acumulan, están ahí uno tras otro, mostrando de formas cada vez más indudables, que la reforma peñista, ...
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Los hechos desfilan ante nuestros ojos, se acumulan, están ahí uno tras otro, mostrando de formas cada vez más indudables, que la reforma peñista, síntesis y corolario de todas las anteriores, fluye sin mayores obstáculos, su supuesta cancelación fue un engaño; en los tiempos pandémicos que corren, esto es cada vez más evidente. Un veloz recorrido por diversas situaciones recientes, lo muestran palmariamente.

A principios de septiembre, el proyecto de egresos de la federación anuncia un fuerte recorte de programas en el sector educativo; lo más escandaloso de esta propuesta es que las escuelas normales dedicadas a preparar a los nuevos maestros recibirán 95% menos presupuesto. El programa de capacitación para los docentes en activo tendrá 45% menos recursos; se prevé también la eliminación de varios programas, entre ellos el de Escuelas de Tiempo Completo (un servicio con muchos fallos, pero por demás necesario para madres trabajadoras, sobre todo de zonas urbanas). Desaparecen también, entre otros, el Programa Nacional de Convivencia Escolar y el de Atención Educativa de la Población Escolar  Migrante, dirigido a niñas y niños jornaleros, indígenas migrantes, un sector altamente desprotegido (Desaparecen 13 programas educativos en presupuesto de egresos para 2021)

Conforme han transcurrido los primeros años del gobierno de la 4T, se corre el velo de la revaloración magisterial como un vulgar artilugio retórico; lo mismo ocurre con la promesa de reducir la carga de trabajo administrativo a las maestras y maestros, no es más que un cascarón vacío, sin correlato alguno con las decisiones y acciones oficiales.

Las cuentas alegres de Aprende en Casa II son la constante. Una nota del diario La Jornada con fecha 26 de septiembre, consigna el siguiente balance presentado por el secretario de educación pública:

“…detalló que en televisión abierta se tiene una participación de 12 millones y medio de personas; por la de paga 7 millones; en la red de televisoras estatales y públicas, se cuenta con poco más de 4 millones, mientras con otra red de estaciones privadas en los estados se alcanza a cerca de un millón y medio de personas.

De esta manera, se llega a la gran mayoría de las niñas y niños del país, independientemente de su situación socioeconómica, dijo Moctezuma Barragán, ya que además se cuenta con Internet, con el que se llega a más de 6 millones, en tanto que, por medio de la radio, los Libros de Texto Gratuitos y otros recursos, aproximadamente a un millón de personas” (Clases por televisión llegan a 32 millones)

Se trata de una evaluación del primer mes del ciclo escolar 2020-2021. En muchos sentidos no podría ser más halagüeño para el creador del programa Aprende en casa II, exdirector de la Fundación Azteca y presidente del Compromiso Social por la Calidad de la Educación.  El programa funciona porque el secretario de educación lo dice y con eso basta. Y así sigue con la narrativa de ¡No había de otra“Es la modalidad más democrática”, la más equitativa y toda la retahíla de frases llegadoras que caracterizan al discurso político del secretario.

El problema es que los datos de Esteban no dicen cosas concretas, por ejemplo: ¿esos datos se mantienen diariamente?, ¿en qué sectores poblacionales?, ¿en qué regiones del país?, ¿son excluyentes?, ¿cómo se complementan o se excluyen?, ¿cómo se recabaron, en qué condiciones?

Seguramente, más de uno dirá que se trata de una nota periodística, no se puede abundar más. Uno esperaría entonces que en el sitio o página web oficial de la SEP, se mostrara la metodología, se informara del modo más amplio y riguroso posible, ¡es la SEP! Pero no, en materia informativa, la gestión de EMB se caracteriza por la emisión de boletines de prensa, como en el caso comentado anteriormente y por la grabación y circulación de videos, en un formato ya probado. Es más claro lo que busca provocar que lo que muestra.

Lo más interesante no es lo que dice, sino para qué lo dice y, sobre todo, lo que desconoce. Es bastante claro que se trata de una evaluación inicial, su propósito no es sólo reportar los avances de un programa y del ciclo escolar, sino mostrar la eficacia del programa y señalar que aún en circunstancias difíciles, el sistema educativo sigue funcionando con normalidad, ¡incluso en la Nueva Normalidad!  El SEN funciona, es capaz de reaccionar a emergencias y contribuir a la mitigación de la pandemia, ese es el mensaje claro; obviamente él es el responsable de que todo eso suceda.

Paquete completo. ¡Todo en orden en el sector educativo, señor presidente!; nomás eso le faltó decir a Esteban. ¿O lo dijo? Desde luego, no faltó el reconocimiento a los maestros y maestras, para no olvidar el compromiso de la IV T con la revalorización social del magisterio. Todas a gusto, todos contentos.

A punto de concluir la sexta semana de un atípico ciclo escolar, la SEP se afana en aparentar por todos los medios posibles, que el sistema educativo marcha sobre ruedas, los aprendizajes clave se están alcanzando, el programa Aprende en casa II es un éxito rotundo, ¡y cómo no!, los empresarios televisivos deben estar muy contentos. Así la vida en Estebanlandia, donde una pandemia que ha puesto de cabeza al mundo no pasa de ser un hecho incómodo que interrumpió momentáneamente, los planes de la nueva escuela mexicana y demás ocurrencias.

La narrativa de la 4t es, ha sido y será la de la continuidad; las clases, los aprendizajes clave, el logro educativo, los planes y programas basados en competencias, los logros y rendimientos, son el foco de atención y preocupación, no la pandemia. De lo que se trata es de restablecer a la mayor brevedad, la normalidad robada por una impertinente pandemia; el mensaje recurrente es que poco a poco, más temprano que tarde regresaremos a ella.

Desde hace varios días, ha comenzado a anunciarse que en unas cuantas semanas varios estados alcanzarán el ansiado semáforo verde; la ocasión es propicia para inducir, sugerir, insistir, reiterar constantemente la inminente reapertura de las escuelas. El  28 de septiembre, la SEP presentó el protocolo que deberán  seguir estudiantes, padres de familia y maestras; no hay sorpresas ni novedades, la propuesta es básicamente la misma que anunciara meses atrás. Los cambios son menores, la lógica es la misma: aquí no ha pasado nada, la pandemia es un mal pasajero.

Mientras tanto, en ese mundo paralelo llamado realidad, hemos visto de todo un poco: maestras al borde del colapso que le gritan a sus alumnos por no encender la cámara o por acudir a un café internet a tomar clases; padres que permanecen alrededor de siete horas en un parque para que sus hijos se conecten a la red pública y puedan realizar las actividades escolares; maestras y maestros con jornadas extenuantes, acosados por autoridades escolares que los amenazan con extrañamientos si se niegan a buscar casa por casa a los alumnos, o con actas administrativas por no subir en plataforma las mil planeaciones y evidencias solicitadas a cualquier hora y día de la semana; madres que reclaman la imprudencia del inminente regreso y expresan su negativa a mandar a sus hijos a la escuela; el desgaste y falta de interés de niñas y niños, tomando clases acostados en su cama; carencias tecnológicas desde Aprende en Casa I  que no han sido resueltas; casas convertidas en escuelas, comedores, salas y recámaras funcionando como aulas de preescolar, primaria y secundaria, según el número de hijos o habitantes; maestros que acuden a un café internet para conectarse con sus estudiantes porque en casa no cuentan con conexión propia ni recursos para adquirir un equipo.

Una indagación focalizada aportaría evidencias contundentes del tamaño de la mentira que se nos ha querido imponer. Los datos duros mostrarían lo que es un secreto a voces en ese mundo paralelo llamado realidad: cada vez son más las maestras y maestros que solicitan a sus alumnos consultar la programación de Aprende en Casa II por internet, liberándose de las restricciones horarias anunciadas por la SEP;  la mayoría imparte clases en vivo; a menudo niñas, niños y jóvenes trabajan solos desde casa, sin el acompañamiento de un adulto ni la asesoría de sus padres o tutores que salen a trabajar

En el mundo real, las humillaciones, carencias, depresiones, agotamientos y frustraciones, son el pan de cada día; cada quien hace como puede, lo que puede, con lo que tiene, con quien puede, en las condiciones que cada quien  tiene, absorbiendo individualmente los costos de impartir y recibir  clases desde casa.

Al maquillar la realidad, la SEP no hace sino contribuir a agravar la situación; en su calidad de cabeza de sector, evade la responsabilidad de desarrollar una estrategia integral para educar a la población, en coordinación con el sector salud, que permita entender y enfrentar la pandemia. Porque ése es su trabajo, no el nuestro. Vale más enfatizarlo, por aquellos que de inmediato cuestionan: ¿y qué proponen? Primero reconocer que en el sistema educativo existen niveles de responsabilidad diferenciados; el titular de la SEP no ha asumido la suya con la sociedad, especialmente con los sectores que votaron por la 4T.

Y es que las prioridades de la SEP son muy otras, es más fácil y redituable políticamente, reunirse con autoridades de la Universidad Panamericana, vinculada al Opus Dei, para informarles sobre lo exitoso que ha sido el programa Aprende en Casa II y cómo será el retorno a clases en Campeche y Chiapas (La educación a distancia ha sido un esfuerzo retador), que establecer contacto directo con maestras y maestros de a pie que trabajan en escuelas públicas, para atender dudas, necesidades y reclamos. Esto parece estar reservado a las dirigencias sindicales.

En resumen: la introducción de cuasi-mercados en el territorio educativo continúa avanzando, lo mismo que la transferencia de recursos públicos a entidades privadas, el financiamiento familiar a la escuela pública, pero sobre todo y muy importante: la producción de subjetividades neoliberales a través de la incertidumbre, la flexibilidad y la precariedad del trabajo y la vida. Para nosotros, esta es la veta más poderosa del modelo neoliberal ¿A qué nos referimos? A formas de pensar, sentir, percibir y actuar que anteponen la libertad individual por encima de los vínculos solidarios, reforzando determinados valores, principios y un modelo de vida en la que los sujetos son empresarios de sí mismos, no cuestionan ni enfrentan la explotación, la precariedad, la incertidumbre e inseguridad como un problema estructural, más bien se adaptan a todo ello.

Los derechos han sido pulverizados y sustituidos por incentivos individuales, es decir, premios y reconocimientos en función del desempeño, el rendimiento y los resultados demostrados. Exitoso es aquél que, en su condición de individuo, soporta estoicamente la sobrecarga de trabajo, se esfuerza continuamente y posee la voluntad de hacerlo, así sea a costa de su salud; es alguien exitoso que no protesta, eso está mal visto; quejarse no es opción, es señal de debilidad.

Las señales, los hechos, las evidencias están ahí, frente a nosotros, cual elefante en la sala, como una verdad tangible, pero recurrentemente ignorada o pasada por alto. ¿Por qué no podemos verla?, ¿por qué negar lo que está ahí, frente a nuestras narices?, ¿por qué nos resistimos a aceptar que el modelo de educación neoliberal no ha desaparecido, sino todo lo contrario, goza de cabal salud?, ¿por qué esperar que la SEP de la 4T revalore al magisterio cuando todo indica que no hará nada al respecto?, ¿por qué las resistencias magisteriales que lucharon tanto y tan duro contra la reforma neoliberal, repitiendo hasta el cansancio que no dejarían de hacerlo hasta lograr su completa abrogación, hoy ya no se movilizan?, ¿será que fueron capturadas y reconvertidas por el gobierno de la 4T, al grado en que a quienes antes protestaron, hoy critican las protestas de otros?

Y luego, frente a la pandemia, ¿qué hubiera pasado si no aceptamos regresar a clases en las actuales circunstancias?, ¿por qué no podemos decir no a unas condiciones de trabajo infames, cada día más agravadas?, ¿por qué no somos capaces de exigir la provisión de internet gratuito para toda la población?

Mucho que cuestionar, podríamos seguir preguntando. Por hoy, hasta aquí la dejamos…….

Contacto: labandadelxs3@gmail.com


Artículo publicado en Insurgencia Magisterial

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