Hace unos días el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), presentó los resultados del Estudio Internacional de Educación Cívica y Ciudadana, estudio que se realizó en el 2016. México pudo participar ya en dos estudios: 2009 y 2016. Hacer una evaluación de la educación cívica y ciudadana es complejo, no es sencillo.
El propósito principal de la evaluación que realiza el Estudio Internacional de Educación Cívica y Ciudadana es conocer qué tan preparados se encuentran los jóvenes para asumir su papel como ciudadanos en el siglo XXI, considerando el nivel de aprendizajes que tienen en temas cívicos, y el compromiso y la actitud que tienen hacia temas sociales. A los alumnos que se les evalúa es a los de 2° de educación secundaria, cabe mencionar que se evalúa a una muestra representativa nacional.
El estudio evalúa tres aspectos:
1) Prueba de conocimientos cívicos.
2) Cuestionario al alumno, en el que se pregunta sobre sus actividades y actitudes hacia diferentes cuestiones cívicas y ciudadanas
3) Cuestionarios para el docente y el director, en el que se pregunta sobre acciones de la escuela relacionadas con la formación cívica.
En las siguientes líneas se hará una reflexión sobre el punto número uno y dos, donde participan únicamente los alumnos.
Lo primero que se comenta es que el rendimiento de los alumnos está por debajo del promedio internacional. México tiene un promedio de 467 y el promedio internacional es de 517, diferencia importante: 50 puntos. El puntaje indica que en México, de acuerdo a la clasificación de los niveles de desempeño en conocimiento cívico (los cuales son 5: A, B, C, D y debajo del nivel D), se encuentra en el nivel C. Además de que el 66% del grueso de los estudiantes se encuentran en el nivel C y D, con un porcentaje de 33% para ambos niveles. Lo que nos muestra que los estudiantes identifican los principios fundamentales y los conceptos gruesos relacionados al civismo y la ciudadanía. Lo que llama la atención de estos resultados, es que los estudiantes no demuestren una comprensión integral de conceptos cívicos y de ciudadanía. Ni tampoco una perspectiva crítica. Parece que esto último es uno de los elementos más importantes para la construcción de una educación democrática, participativa y activa, que los ciudadanos requerimos en este siglo XXI.
Al hablar del compromiso cívico de los estudiantes, vemos que los puntajes en México, relacionados con los medios que utilizan los estudiantes para informarse acerca de temas políticos y sociales son inferiores al promedio internacional. A los estudiantes se les dificulta: usar internet para informarse sobre temas políticos y sociales, leer el periódico impreso para informarse sobre temas políticos y sociales, hablar de los padres sobre lo que pasa en otros países, ver la televisión para informarse sobre noticias nacionales e internacionales. Hay algunas cuestiones que sería interesante reflexionar: el uso del internet, la compra del periódico impreso, ver la televisión y hablar con los padres sobre lo que pasa en otros países tiene que ver con varios aspectos. El uso que se les da a las fuentes de información no es el pertinente, parece que hay una deuda importante en términos culturales y pedagógicos. Es un desafío importante, en términos de que si no se trabaja en ello, se seguirán reproduciendo las desigualdades educativas, que lamentablemente, afectan a los más desfavorecidos. Aunado a la situación económica del país, donde tener una computadora e internet y, comprar el periódico impreso puede ser un lujo. Los resultados no informan acerca de las zonas en las que se aplicó el estudio, pero sí se habla de que es una muestra nacional, lo cual muestra una posibilidad de que hayan sido una diversidad de zonas con diferentes características.
Un aspecto interesante que refleja el estudio, es la intención de manifestar una política activa de la votación, es una práctica de política democrática que es fundamental para los ciudadanos, pues en ello se expresa la posibilidad de construcción y decisión del curso de un país. Lo cual es gratificante poder mirar.
Otro aspecto interesante es que los estudiantes piensan, en puntaje superior a la media internacional, que hay temas globales que son una amenaza para el futuro del país como:
- Sobrepoblación
- Desempleo
- Escasez de energía
- Crisis financiera global
- Conflictos violentos
- Cambio climático
- Enfermedades infecciosas
- Escasez de alimentos
- Escasez de agua
- Contaminación
Lo anterior es importante porque es claro que son temas pertinentes, que requieren atención y una participación de los ciudadanos activa, política y democrática. Hay una identificación de los estudiantes hacia estos temas, el desafío es que los estudiantes no se queden en un nivel de reconocimiento del tema, sino que lo empiecen a mirar con una perspectiva crítica que permita llevarlos como agentes activos y transformadores de tales situaciones. Eso es importante que se asuma en términos del actuar, sin embargo, es de reconocer que ya lo identifique como un tema importante.
La educación cívica tiene que ser replanteada en el servicio educativo, se necesita una visión más amplia, que sea crítica y transformadora. Se tiene que ejercer la ciudadanía y no solo identificar y reconocer, que es el nivel que lamentablemente tienen nuestros estudiantes de secundaria. Se necesita como refiere Fernando Reimers ejercer los derechos democráticos de libertad de pensamiento, de conciencia, de religión, de expresión, de movimiento. El derecho de reunión, de organizarse con otros, de votar, de ser juzgado imparcialmente y de igualdad ante la ley, de participar políticamente, de pagar impuestos, de defender a la nación, de obedecer la ley, de aceptar las decisiones de la mayoría y de respetar los derechos de los demás. Esa es la ciudadanía a construir y con la que soñamos.
