Educación: ¿Quiénes y cómo estudiar sus problemas?

Cuando nos referimos a los procesos generales de la educación (y en particular a la educación pública, como ámbito formal e institucional), con ...
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Cuando nos referimos a los procesos generales de la educación (y en particular a la educación pública, como ámbito formal e institucional), con frecuencia se hace alusión a los sistemas escolares y, junto con ello, a los servicios educativos que llegan a la mayor parte de la población. A propósito de la conclusión de los trabajos del XV Congreso Nacional de Investigación Educativa (22 de noviembre, 2019), organizado por el COMIE, y realizado en Acapulco, surge la pregunta: ¿Quiénes lo hacen y cómo estudiar los problemas de la educación?

Quizá la división no es pertinente (escuela pública y escuela privada), pero lo cierto es que los procesos que tienen lugar en las redes escolares de la educación pública, tienen ciertas características que le son propias, y que no se presentan ordinariamente en las instituciones educativas del sector privado (un ejemplo, entre muchos otros, es la forma de contratación del personal académico). Además, las y los trabajadores de la educación pública (más de un millón 200 mil, en México), se encuentran en un régimen laboral radicalmente diferente al que están sujetos los docentes y directivos escolares del sector privado.

Precisamente por esa y muchas otras razones, planteo que las dinámicas de la escuela pública son distintas a las que tienen lugar en la escuela creada y operada por el sector privado. Y más allá de ello (porque la división o clasificación de sistemas educativos puede ser relativamente irrelevante, como ya lo insinué antes), considero que es válida la investigación educativa, con sus respectivos matices, que se practica en uno y otro sector. Por otra parte, me pregunto si la escuela pública (y lo educativo en general) requiere de un tipo especial de abordaje teórico y metodológico, dada la complejidad y “singularidad” del objeto de estudio. Pero ese es otro problema que abordaremos en otra ocasión.

Todo ello nos conduce, sin embargo, a un tercer problema: ¿Cuál es el estatuto de la Pedagogía o de las Pedagogías? ¿La Pedagogía es una ciencia o es una profesión? ¿O son ambas?

Un punto de vista a debatir

En septiembre de 2018, el doctor Emilio Ribes me concedió una entrevista en la que abordó diferentes aspectos relacionados con el surgimiento o los orígenes del Conductismo en México. En esa ocasión, el doctor Ribes Iñesta, al referirse a la Psicología, más como Ciencia que como Profesión, señaló que lleva más de 40 años en la defensa de la posición, con argumentos, para lograr la “desprofesionalización de la disciplina”. En alguna parte de la entrevista (1), Ribes señaló que no es lo mismo hablar de “Ciencia” que de “Profesión”. Pienso, y en parte coincido con Ribes, que no todas las profesiones son ciencias, de manera directa; ni todas las ciencias son profesiones, también de manera pura o directa.

Voy a poner como ejemplo a la Odontología, que es una profesión que se nutre de diferentes ciencias. En parte, como multidisciplina (o interdisciplina) del ámbito de la salud que es, la Odontología toma conocimientos científicos de la Física, de la Química, de las Ciencias Médicas y de la Biología; así como de las ciencias sociales y de las humanidades (de la Psicología, de la Administración, etc.) para ponerlos al servicio de las prácticas odontológicas, pero sobre todo para atender al conjunto de problemas de la salud estomatológica o bucal que enfrenta la población.

Así lo afirma Ribes cuando se refiere a la necesaria distinción entre Ciencias y Profesiones: “Lo que hacen las ciencias empíricas es abstraerse de la práctica compartida social, del lenguaje ordinario, es decir, del sentido común. El sentido común es todo aquello que compartimos que tiene sentido. No es nada racional… La ciencia abstrae las cosas concretas (la Física no estudia pelotas particulares) y busca propiedades compartidas entre ellos; y esa abstracción, analítica, de las propiedades compartidas es lo que llamamos “el objeto de estudio de las ciencias” (como estudiar “el estado de la materia”, “los procesos metabólicos”, por ejemplo)… Abstracciones no quiere decir que sean inventos, son abstracciones… Quiere decir que te apartas de lo concreto para identificar cosas que unen a los distintos concretos, y que en la práctica ordinaria no son relevantes, no son pertinentes. Las profesiones, en cambio, tienen que ver con la “interdisciplina”… ¿Qué es la interdisciplina? Es cuando distintos tipos de conocimientos (disciplinas científicas, tecnológicas, las prácticas ordinarias, las artesanías, las técnicas no formales, etc.), confluyen para resolver un conjunto de problemas sociales… La salud es un campo interdisciplinario; la educación es un campo interdisciplinario… el urbanismo, es otro; la ecología como conservación del medio ambiente urbano y natural, es un campo similar… La Pedagogía, por otra parte, es una forma de justificar ciertos supuestos sobre un campo interdisciplinario, que es la educación… La Pedagogía es la forma ideologizada de la interdisciplina llamada “educación”. La Pedagogía no es una ciencia… La administración es una interdisciplina… Ahí, en las interdisciplinas, lo que determina qué se hace es el campo de problemas sociales… No lo hace ninguna de las disciplinas en particular. Y cada disciplina o campo de problemas sociales interviene e intersecta una con otra, en términos de lo que puede aportar o en qué contribuir a resolver los problemas sociales.”

Me parece interesante retomar estas palabras del doctor Ribes, porque de aquí se puede desprender un interesante análisis en torno al porqué las y los estudiosos, especialistas e investigadores de la educación se reúnen en un Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE), como asociación civil, en vez de hacerlo como unión de pedagogos, de psicólogos o de sociólogos de la educación. Porque los problemas de la educación son estudiados desde distintas disciplinas científicas. Históricamente esta comunidad académica, se ha reunido como un abanico amplio, diverso y plural de investigadoras e investigadores, con un alto grado de rigor académico y científico, que estudian distintos procesos y objetos educativos. Es decir, distintos cortes de situaciones o problemas aún no descritos, explicados e interpretados, como parte de la realidad educativa cotidiana.

Si la Pedagogía es o no una ciencia, es motivo de otro debate o, por lo menos, es otro asunto para profundizar, o para retomar a partir de las reflexiones que ya se encuentran vivas y en movimiento en la literatura existente (2).

Mientras tanto, me parece conveniente señalar que la comunidad de quienes practicamos algunas actividad profesional relacionada con la educación (docentes, directivos escolares, asesores técnicos, técnicos docentes y demás profesionales de la educación), requerimos de estar conscientes que la mayor parte de las actividades que llevamos a cabo son de tipo profesionalizante, y que las menos, son aquellas que tienen lugar como prácticas de la investigación educativa (no únicamente pedagógica), y que por sí mismas constituyen sectores que abordan distintos campos de problemas (a través de diversos esquemas o paradigmas científicos) para ampliar o profundizar el conocimiento sobre los mismos y lograr su cabal comprensión.

Un ejercicio necesario será, en el futuro, lograr que ambas comunidades se comuniquen y se vinculen de manera orgánica para favorecer los procesos de la educación en todos los niveles y modalidades existentes; escolarizada y no escolarizada; pública y privada.

Fuentes consultadas:

(1) Entrevista: Juan Carlos Miranda Arroyo. “Emilio Ribes y el Conductismo en México”. (Parte II). SDP Noticias, 4 de octubre, 2018.

(2) Carlos Ángel Hoyos Medina (2010) Epistemología y objeto pedagógico ¿Es la Pedagogía una ciencia? IISUE-UNAM y Plaza y Valdés Editores. México.


Publicado en SDPnoticias

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