A través del Boletín No. 245 de la SEP, Juan Pablo Arroyo, subsecretario de Educación Media Superior, informó que “beneficia Regreso a Clases. ‘Aprende en Casa II’ a 30 millones de niñas, niños, adolescentes y jóvenes… El reto, dijo, es erradicar estructuras de inequidad en salud, educación, en tecnologías, entre otras, que ya existían previamente a la crisis sanitaria global” (1).
Reconoce el subsecretario que hay dificultades para que los estudiantes más jóvenes y con menos recursos económicos de nuestro país, accedan a los beneficios de la educación pública (laica, gratuita y obligatoria), debido a un conjunto de carencias básicas en infraestructura educativa y servicios, así como a las relaciones inequitativas que padecen nuestros alumnas y alumnos no solamente en el ámbito educativo, sino también en materia de salud y en nuevas tecnologías. Pero ¿de qué depende que esa ruta de adversidades se mantenga y no se transite así durante más tiempo? ¿Qué acciones de gobierno federal están en curso para evitar que continúe este desastre social y educativo, que incluso está identificado por las autoridades?
Mientras tanto, los anuncios que se dieron la semana pasada, relativos al Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación del año 2021 (desde la SHCP), proporcionan cifras en sentido contrario al interés por combatir las desigualdades social y educativa existentes. ¿Qué rumbo tendrá la formación de maestras y maestros si se prevé un recorte cercano al 95 por ciento entre lo asignado en 2020 y lo que se pretende asignar en 2021? ¿Qué podrán logar, en términos de “Excelencia Educativa”, las Escuelas Normales, si ese proyecto pretende otorgar sólo $229 por alumno al año? ¿Qué pasará con la educación si desaparecen programas nacionales como el de Escuelas de Tiempo Completo, que beneficia a amplios grupos de población de zonas urbanas marginadas, rurales e indígenas?
Me parece que el hecho de reconocer, desde el poder público, las caras de la desigualdad y las inequidades sociales y educativas prevalecientes, constituye un avance; sin embargo, es necesario ir más allá de las cifras y de las palabras contenidas en el discurso. La deplorable y brutal escena en que un camión de policía atropella a estudiantes normalistas, hace unos días en Michoacán, es una imagen simbólica de las políticas públicas educativas hacia el magisterio. ¿Así avanza la “revaloración” de las maestras y los maestros por parte del gobierno federal y de los gobiernos estatales?
Así continúa el discurso de la SEP, a través del boletín mencionado: “Ante la crisis sanitaria global, México decidió continuar con el Ciclo Escolar de manera remota, mediante Regreso a Clases. Aprende en Casa II y con el uso principalmente de la televisión, con el que se llega al 94 por ciento de las familias mexicanas… Además de la televisión, también se utilizan ampliamente el internet y las herramientas digitales; la radio, en 22 lenguas indígenas, y en los lugares más remotos se reparten cuadernos impresos, con el objetivo de que nadie se quede fuera del sistema educativo”.
El tamaño de la revaloración de las maestras y los maestros
“Arroyo Ortiz reconoció ―según el boletín en cuestión― a las maestras y maestros porque son quienes sostienen esta nueva forma de educar, en una nueva concepción de la escuela no sólo como el espacio físico del aula, sino las comunidades de estudiantes, docentes y directivos, integradas con el apoyo de las madres y padres de familia”.
Además de aclarar que en las familias de las y los estudiantes no solamente existen las figuras de “las madres y los padres”, sino que hay otras figuras relevantes (como los abuelitos y abuelitas; hermanas y hermanos mayores; tías y tíos, etc.), que participan en la educación de las niñas y los niños, así como de los y las adolescentes y jóvenes, considero que la autoridad educativa no ha hecho uso de un discurso autocrítico, con apoyo en y más allá de las cifras oficiales. ¿Por qué el 20 por ciento del estudiantado nacional no participó de la estrategia “Aprende en casa I”? ¿Qué medidas se han tomado para que el sistema educativo, en estas condiciones de pandemia, no excluya a las y los estudiantes de las estrategias emergentes? O dicho en otros términos: ¿Qué se ha hecho, desde la SEP y los organismos públicos estatales que administran la educación pública, para lograr mayor participación de la población en dichas estrategias? ¿Qué información nos pueden dar sobre las y los estudiantes que ya no se inscribieron al recién iniciado ciclo escolar 2020-2021, y qué se ha hecho para recuperarlos?
Un poco de retórica, por si hiciera falta…
El siguiente párrafo da cuenta del exceso discursivo y retórico de los altos funcionarios de la SEP: “También destacó que con esta estrategia se fortalecen las capacidades, habilidades y competencias de cada uno de los jóvenes en las áreas de acceso al conocimiento, con educación de excelencia para continuar con el aprendizaje permanente”.
El subsecretario Arroyo Ortiz confunde el todo con las partes (las habilidades son parte de las competencias, en educación), y enuncia conceptos generales que difícilmente pueden concretarse si están despojados de acciones específicas, que se pongan en práctica y que estén suficientemente documentadas. ¿Qué es la “educación de excelencia para continuar con el aprendizaje permanente”? Por su contrario, eso no tiene lógica: ¿Cuál sería el aprendizaje “no permanente”?
Por otra parte, …Arroyo Ortiz expuso cómo el gobierno de México busca garantizar las mejores condiciones para fortalecer y sostener estas comunidades educativas en todo el país para impulsar la creación y transmisión del conocimiento y la cultura. Esto se realiza con cuatro grandes objetivos, explicó…1) “Compartir experiencias y recursos para la formación docente técnica y pedagógica, que promueva y facilite el tránsito de modelos únicamente presenciales hacia modelos con apoyos remotos. 2) Elaborar, organizar y compartir recursos educativos digitales para la enseñanza a distancia, con base en las experiencias personales en casa. 3) Adquirir recursos educativos y de información, bibliotecas digitales con apoyo de universidades y empresas dedicadas al desarrollo de recursos educativos innovadores. 4) Incrementar la oferta de fuentes libres de producción académica; con garantía de seguridad en el manejo de metadatos”.
¿Cuál formación docente técnica y pedagógica? ¿A qué se refiere el señor subsecretario? ¿Facilitar el tránsito de modelos únicamente presenciales hacia modelos con apoyos remotos? ¿Cómo? ¿Con qué recursos? ¿Con qué bases o fundamentos, en términos del derecho laboral de los trabajadores de la educación? ¿Compartir recursos educativos digitales para la enseñanza a distancia, con base en las experiencias personales en casa? ¿Quién va a organizar esto? ¿Cómo se sistematizará la información y el conocimiento sobre las experiencias personales de la enseñanza a distancia? ¿Qué universidades y empresas dedicadas al desarrollo de recursos educativos innovadores (nombres) participarán en o para las bibliotecas digitales? ¿A qué se refiere con “las fuentes libres de producción académica?
Más preguntas tanto al subsecretario Arroyo Ortiz como a las y los distinguid@s legisladores
¿Están de acuerdo con asignar $229 por estudiante normalista durante el año fiscal 2021? ¿Cómo y para cuándo se concretará la “Excelencia” educativa en los procesos de formación inicial de las maestras y los maestros de México?
De concretarse el recorte a las instituciones formadoras de docentes, para 2021, en el futuro se hablará de los 450 MDP para la televisoras privadas (3 ago. 2020), contra los 20 MDP para las Escuelas Normales ¿Será? ¿Las y los legisladores pararán o dejarán pasar este tipo de despropósitos?
Fuente consultada:
(1) SEP. Boletín 245, 7 de septiembre de 2020.
https://www.gob.mx/sep/es/articulos/boletin-no-245-beneficia-regreso-a-clases-aprende-en-casa-ii-a-30-millones-de-ninas-ninos-adolescentes-y-jovenes-sep?idiom=es
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Publicado en SDPnoticias
