La educación es una misión que tiene por concerniente establecer las bases para que los seres humanos de una región, país o continente, desarrollen sus capacidades acorde a sus alcances y estimas, de esta manera puede sonar como obligación capacitarse o buscar la innovación de competencias que coadyuven al desarrollo de su práctica educativa y por ende la consolidación de los aprendizajes de los alumnos, sin embargo, así lo establece (UNESCO, 2006): “La alfabetización, y la educación básica, por extensión, se presentan inseparables del desarrollo socioeconómico, de la productividad y de la economía global, lo que hace de la educación, además de un derecho de todos, una responsabilidad de quienes han de preocuparse por el progreso cultural, social, económico y político de la humanidad”.
Definida la importancia de la educación para la vida, los responsables de esta, tienen el compromiso de buscar la mejora en su desempeño para fortalecer los resultados educativos, partiendo de la premisa, de que los cambios sociales necesitan cambios educativos.
La manera actual en la que acceden a la información los alumnos, demuestra que la forma de enseñar y por lo tanto de aprender, debe cambiar. Siempre he pensado en que, para cambiar los resultados educativos, primero se debe cambiar la práctica docente, dejar de ser un proveedor de información para convertirse en un facilitador o un agente que propicie el aprendizaje.
De esta manera se requiere tanto en la formación como actualización de docentes, una realfabetización, digitalmente hablando, pues las deficiencias de una generación de alumnos, actualmente, que si bien han crecido con las TIC, no han crecido haciendo uso de estas con fines académicos, y por otro lado, los docentes en servicio que necesitan un desapego a la “era de Gutenberg”, para convertirse en parte de la sociedad digital, tal y como se menciona (UNESCO, 2004, 15) “También deben tomar la iniciativa las instituciones de formación docente para determinar la mejor forma de utilizar las nuevas tecnologías en el contexto de las condiciones culturales y económicas y de las necesidades educativas de su país”.
En algunas profesiones y/o ocupaciones como los banqueros, médicos, ingenieros, son capacitados en las TIC para hacer uso de ellas y mejorar su labor, pero el docente carece de ello, dice: Prensky (2001) “son “nativos digitales” mientras que sus profesores son “inmigrantes digitales”. Quiere esto decir que, cuando los profesores inician su “realfabetización digital”, ya cuentan con una capacidad de reflexión y de análisis que les permite acercarse al mundo digital con cierto espíritu crítico. Mientras que con los niños corremos el peligro de que aprendan a utilizar las herramientas antes de tener un criterio basado en la responsabilidad, con los mayores existe el riesgo, por el contrario, de que tengan claro qué podrían hacer con las TIC, pero no tengan la capacitación para dominarlas, por lo tanto será necesario habilitar tiempos y espacios, iniciativa del Estado para capacitar y proveer de tecnología educativa para que los docentes puedan emigrar a esta alfabetización. De ahí la frase que será por voluntad propia y carente de compromiso institucional, pues la capacitación y actualización docente, ofertada por la SEP, siempre ha adolecido de atender las necesidades importantes.
El tema de las TIC está ligado a la idea de perfeccionamiento, evolución, desarrollo y progreso. Todas esas utopías que se vivieron especialmente a partir de la revolución industrial y posteriormente, con la revolución tecnológica, se han tambaleado ante las graves problemáticas de toda índole que hoy en día sufren los países, pasando por la violencia de género y protección de los grupos vulnerables. Por otra parte, la reflexión se hace necesaria porque tampoco este desarrollo puede frenarse ante la celeridad con que se dan los cambios incesantes. Marquès Graells (2005) señala que “la expansión de las TIC en todos los ámbitos y estratos de nuestra sociedad se ha producido a gran velocidad, y es un proceso que continúa ya que van apareciendo sin cesar nuevos elementos tecnológicos”. La educación entendida desde esta manera, determina la situación de los docentes, actualizarse con fines de progreso y mejora en su desempeño profesional, sin embargo, actualmente la docencia pasa por un trago amargo en el quehacer educativo, pues a raíz de confinamiento, la educación a distancia a puesto en evidencia las capacidades de los docentes, alumnos y padres de familia hacia el manejo de las tecnologías educativas, partiendo por un primer acercamiento y medio de comunicación como es el WhatsApp, que dejó de ser el compendio de postales de piolín y “buenos días grupo” a una pantalla de indicaciones, saturación de actividades, hostigamiento por padres de familia y de incertidumbre, por aquello del “me dejo es visto”.
El correo electrónico que es un recurso ya desgastado, pero funcional, ha evolucionado, al grado de ofrecer herramientas y recursos, que los docentes han explorado (algunos) en la oscuridad de la duda y carentes de una capacitación de verdad. Los servicios de videoconferencia, se han puesto de moda, lo que antes era una mirada hacia el futuro y el saludo fraternal de los lejanos, hoy es un acercamiento al trabajo de la escuela. Soñamos que estamos cerca de las aulas cuando vemos a nuestros compañeros opinar sobre lo sustancial del colegio, bueno, atenuando que algunos dejan el micrófono encendido y se escucha el perro de la calle, entrar sin video porque no confío en “el qué dirán”, compartir pantalla, ¡mejor no!, y un sinfín de experiencias que solamente confirman que hemos aprendido a utilizar algunas herramientas al fregadazo, como cuando aprendimos a nadar y fuimos a ventados a la alberca, pataleando, manoteando y sobreviviendo.
Para finalizar
Hoy en día, ante el inusitado desarrollo de la revolución tecnológica que abarca todas las ramas del saber, es imprescindible encontrar una relación entre la realidad y el contexto social con las nuevas formas de conocimiento e información que se presentan ante el hombre. Sería un gran descuido institucional aferrarse a los antiguos esquemas de educación y no dar paso al tránsito que se viene operando en la sociedad. En la educación es imprescindible que el Director Escolar funja como líder académico, entre otros aspectos, y el paradigma del “autoritarismo” y superioridad quede de lado, el convencimiento hacia la plantilla docente, con esquemas democráticos e inclusivos hoy más que nunca es una realidad significativa y ha dejado de ser una utopía.
Las TIC se han convertido en una vía de inestimable valor pedagógico, que puede servir para desarrollar el proceso docente educativo, pero en las manos del profesor sigue estando la responsabilidad de la enseñanza y educación creando las plataformas, los programas, diseños y la estructura de sus clases afines a los objetivos que se persigue por los centros educativos. La sociedad del futuro se perfila muy tecnológica, dinámica e interactiva por consiguiente, si no se buscan modelos que se adecuen a esa realidad, dañará el proceso educativo.
La realidad mexicana, valorada por las noticias, la historia y la vida misma, presentan fenómenos sociales, antropológicos y culturales que afectan los resultados educativos. La violencia familiar, la delincuencia desbordada, la pobreza, discriminación, abuso sexual a menores (que ha aumentado en el confinamiento, pues la mayoría de estos los cometía un familiar o persona cercana a la familia) y salud, son elementos para asegurar que nuestros esfuerzos por educar pueden verse desvanecidos.
Es indudable, que estamos participando en un proceso de desaparición de la forma clásica de la enseñanza a nuevas formas educativas que reclaman una mayor competencia del docente. Lo importante en este sentido sería poder proporcionar los recursos tecnológicos no como los protagonistas de las clases, sino como los aliados que ayuden a aumentar la conexión que realiza el estudiante entre lo concreto y lo abstracto, aun a pesar de las barreras que estas pueden propiciar, pues si bien es cierto, la cobertura digital deja una brecha importante que subsanar, así como la capacitación a docentes, alumnos y padres de familia (nivel básico), que es un esquema tripartito, deberá construirse de manera acelerada, por los cambios vertiginosos, pero con la elocuencia de que garantizará la calidad que busque cada institución o la trazada por el gobierno federal.
BIBLIOGRAFIA
–UNESCO (2006). Educación para todos. La alfabetización, un factor vital. Paris: Ediciones UNESCO.
-UNESCO (2004). Las tecnologías de la información y la comunicación en la formación docente. Guía de planificación. Montevideo: Ediciones Trilce.
–PRENSKY, M. (2001). “Digital Natives, Digital Immigrants”. En On the Horizon (NCB University Press, Vol. 9 No. 5, October 2001).
–Marqués Graell, P. (2005). Las Tic y sus aportaciones a la sociedad. Recuperado de http://www.sistemas.edu.bo/acespedes/REALIDAD_NACIONAL/LAS%20T IC%20Y%20SUS%20APORTACIONES%20A%20LA%20SOCIEDAD.pdf