Una verdadera política nacional de inglés.

La semana pasada, el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, dio a conocer una posible nueva estrategia para llevar el inglés a más ...
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La semana pasada, el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, dio a conocer una posible nueva estrategia para llevar el inglés a más escuelas mexicanas. Le cito: “Estamos desarrollando una investigación sobre la enseñanza del inglés a través de plataformas, en donde el maestro dirige la enseñanza y el niño aprende inglés sin que el maestro necesariamente sepa hablarlo”.

Esta idea no es tan descabellada. Explico.

El inglés forma parte de nuestro derecho a aprender lo que queremos y necesitamos para ser partícipes activos en el mundo. Que el inglés se considere derecho significa que el Estado tiene la obligación de garantizar este aprendizaje para todas las niñas, niños y jóvenes (NNJ) en México. No puede ser un privilegio de algunos; es una cuestión de equidad. El Programa Nacional de Inglés (Proni), que brinda formación y materiales a maestros de inglés, llega a la mitad de las escuelas públicas en contextos de baja marginación, pero sólo a 1 de cada 100 escuelas en contextos marginados. El programa en su versión actual no cumple con el criterio de equidad, ni se debe llamar propiamente “nacional”.

Cumplir el derecho exige estrategias diversas y simultáneas para llegar a todas las NNJ del país, sin importar el contexto. Requiere creatividad y flexibilidad. Hoy en día estamos frente a una realidad: estamos lejos de tener suficientes maestros de inglés para enseñar el idioma en todas las aulas.

Otros países, con diagnósticos similares, han logrado resultados interesantes con tácticas innovadoras. Uruguay implementa un modelo de enseñanza mixta: los alumnos toman una clase a la semana por videoconferencia con un maestro de inglés remoto y dos con su maestro de grupo, quien está aprendiendo inglés junto con sus alumnos. Los dos maestros colaboran en la planeación de cada clase. Este programa ha tenido un impacto significativo en el aprendizaje del idioma en los alumnos y en sus maestros.

La propuesta del secretario podría ser un acierto, con algunas acotaciones importantes: 1) No debe ser la estrategia para todas las escuelas ni para todas las NNJ. Es imprescindible hacer un diagnóstico preciso y transparente para entender en cuáles contextos se puede implementar y empezar con un piloto para aprender qué funciona y qué no. 2) No se puede olvidar la formación de los maestros, en el uso de una plataforma y la planeación de clases; asimismo, deben ser incluidos en el aprendizaje con sus alumnos. 3) Se debe enfocar en el aprendizaje y no solamente en la enseñanza. El derecho es a aprender, no a recibir un programa. Habrá que desarrollar instrumentos para monitorear el aprendizaje de las NNJ y de sus maestros. 4) Se debe transparentar ésta, y todas las demás estrategias que comprenden una nueva política pública para el aprendizaje del inglés en México.

No hay una solución única para todos los contextos.

Aprender por medio de una plataforma podría representar una táctica –de varias– que juntas forman una política realmente nacional de inglés en México.


Artículo publicado en El Heraldo de México.

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