La vicepresidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Dolores Padierna, aseguró que la educación en México debe seguir bajo la rectoría del Estado, el cual debe encargarse de controlar la admisión y promoción de los docentes, a través de procesos de evaluación que tomen en cuenta aptitudes, conocimientos y experiencia.
Y es que la diputada federal del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), alertó que si se entrega a los sindicatos ese manejo, se concederá que grupos de poder sean los que decidan quién ejerce o no el magisterio.
En ese sentido dijo que afortunadamente, la reforma educativa impulsada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, establece orden en ese aspecto.
Expresó que si el Estado deja de tener control sobre las plazas magisteriales, la educación en el país quedaría comprometida y sujeta a intereses de grupos.
“Si el Estado es privado de controlar la admisión y promoción de docentes, entonces su tarea de mejorar la educación y llevar bienestar a las familias mexicanas se verá seriamente comprometida. Por otro lado, la admisión, promoción y reconocimiento del personal docente debe ser un asunto público basado en la evaluación de aptitudes y conocimientos, a partir de procesos justos e imparciales”.
Añadió que si los sindicatos del sector educativo deciden sobre las plazas docentes en el país, se favorecerán esquemas de opacidad, discrecionalidad y negociaciones personales.
“Si los sindicatos controlan este proceso, se perderá ese sentido de lo público. Lo anterior no solo fomentará la opacidad de las dinámicas sindicales de nuestro tiempo, sino que al mismo tiempo favorecerá la discrecionalidad y negociaciones particulares para decidir quién ocupa una nueva plaza o quien sube de categoría”.
Del mismo modo reveló que en San Lázaro también se analiza una reforma laboral que tiene como fin terminar con el “charrismo sindical” y “democratizar” las centrales obreras.
Por último acusó que en el Gobierno de Felipe Calderón, la rectoría del Estado en materia educativa se “resquebrajó”, principalmente con la “Alianza por la Calidad de la Educación”, impulsada por la entonces lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales.
Ello “acarreó las devastadoras políticas neoliberales también a las aulas”, puntualizó la legisladora de Morena.