Por: Lucilda Pérez Salazar*.
El 11 de enero de 2020 se reunió el Consejo Nacional del SNTE (Sesión N° 50) para conocer y expedir el Reglamento para la Elección de las Directivas Seccionales.
Curioso. En la Sesión anterior, N° 49, celebrada el 31 de octubre de 2019, este mismo Consejo había aprobado por unanimidad dicho reglamento, sin conocer su contenido. Fue hasta la Sesión N° 50, celebrada el 11 de enero cuando los concejales conocieron el contenido del documento, al escuchar la lectura de cada uno de los artículos que lo conforman. Las cosas al revés, primero lo aprueban y después lo conocen.
El Comité Ejecutivo Nacional del SNTE se negó a cumplir con el mandato de la legislación laboral que ordena a todos los sindicatos modificar los ESTATUTOS para adaptarlos al nuevo mecanismo de elección de los dirigentes sindicales por medio del voto universal, libre, directo y secreto.
Para sacarle la vuelta a la reforma estatutaria, y al cumplimiento de la ley, la dirigencia nacional elaboró y aprobó un Reglamento, antidemocrático y a modo, para las Elecciones de las Directivas Seccionales, como instrumento de control sindical. El reglamento excluye, además, el procedimiento para la elección de la Directiva Nacional ¿Cómo se va a elegir el Comité Ejecutivo Nacional? ¿Por delegados como lo establece el artículo 250 del Estatuto? ¿Por qué no se eliminó este artículo?
El reglamento es un prototipo de antidemocracia perfecta.
La dirigencia nacional asume el control absoluto del proceso electoral.
El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) toma en sus manos todo el proceso: Expide la convocatoria, autoriza o cancela el registro de planillas, organiza la elección, elabora el padrón, integra las Asambleas Delegacionales Electivas, nombra los funcionarios que las van a presidir, cuentan los votos, aplica sanciones a los que, a su juicio, cometan irregularidades, califica y declara la validez de la elección y toma la protesta a la nueva Directiva Seccional.Todo en manos del CEN. Mayor antidemocracia y concentración de poder, pocas veces la habíamos visto.
Esto no se veía desde hace mucho tiempo. Desde hace 30 años, cuando el gobierno nacional priista imponía a los candidatos y nombraba a su sucesor. Eran los tiempos del carro completo. No había IFE y las elecciones las organizaba el gobierno a través de la Secretaría de Gobernación, la última la presidió el Sr. Manuel Bartlett, de triste memoria.
En el SNTE el voto universal nace oprimido y sofocado, sin aire libre para volar, sin avenidas tranquilas para navegar. No hay un órgano autónomo imparcial, como el INE, que organice y conduzca de manera transparente el proceso electoral. El Comité Ejecutivo Nacional lo hará todo. Será juez y parte.
No se moverá ni una hoja sin el consentimiento, el control y la vigilancia de la dirigencia nacional.
Blindaje completo de la elección, para que nada cambie, tal como lo habían anunciado. Candados por doquier.
Habrá voto universal, directo y secreto, sí, pero no libre.El control y la presión de los dirigentes sobre la estructura sindical lo impedirá, o por lo menos ese será su objetivo.
La equidad de género prevista en la ley laboral, brilla por su ausencia en el reglamento. Las mujeres, que integramos el 70% del sindicato, ocuparán, si acaso, el 30% de los cargos.
Los requisitos para “ser votado” son inauditos, ningún sindicato pone tantos obstáculos a sus miembros para que puedan ser candidatos. Ni en las elecciones presidenciales se exigen tantos requisitos.
No habrá piso parejo para todas las planillas, es más, formar planillas en las condiciones expuestas será una hazaña porque se competirá en gran desventaja con la planilla oficial.
¿Cómo fue aprobado este Reglamento por el Tribunal de Conciliación y Arbitraje? ¿De verdad fue aprobado? ¿Lo conocen la Secretaría del Trabajo y el Presidente?
Sólo una insurrección del magisterio puede cambiar el estado de cosas en el SNTE, y abrir la puerta a la democracia sindical. Las elecciones del 2018 demuestran que todo es posible.
Este es un posicionamiento inicial. En otros artículos abordaré tema por tema del Reglamento. Todos tienen candados y restricciones.
Soy miembro del SNTE, en pleno ejercicio de mis derechos sindicales.
*Secretaria de Pensiones y Jubilaciones de la Sección 50 del SNTE.