Este ciclo escolar me ha tocado llegar a una escuela nueva, lejos de donde ejercí mi profesión los primeros 4 años, ser maestro de telesecundaria es una oportunidad inmejorable de aprender enseñando, siendo sincero, siento que he aprendido más de lo que me he propuesto enseñar. Supongo que para todos los maestros, iniciar un ciclo escolar con un grupo nuevo siempre es una especie de rompecabezas que poco a poco habrá que ir armando, los primeros contactos nos sirven a manera de explorar que habilidades tienen los muchachos y que habilidades tengo como docente para ayudarlos a encontrar la forma de que ellos mismos aprendan y superen sus deficiencias o mejor aún, afiancen sus fortalezas.
Cada uno trae consigo diferentes aprendizajes, la mayoría de ellos ha permanecido en el sistema educativo durante por lo menos 9 años y cuando de comunidades rurales se trata es casi seguro que han transitado exactamente el mismo camino, es decir, los mismos maestros, las mismas escuelas, las mismas condiciones económicas, y en teoría las mismas oportunidades, sin embargo, cada uno de ellos lleva consigo diferentes aprendizajes, en mayor o menor medida.
La pregunta obligada es ¿Por qué si han llevado la misma educación hay aprendizajes distintos? Pienso que pasa algo así como lo que ocurre en las familias, hablare de la mía por ejemplo, a mí desde muy pequeño la lectura me ha fascinado y he leído cuanto ha estado a mi alcance, soy de los que piensan que leer ayuda a formarnos. Pero en cambio si hablamos de matemáticas la cosa cambia, digamos que es una habilidad que me cuesta el doble comparativamente con la lectura y escritura. Mi hermano que me precede en cambio es alguien a quien se le han facilitado mucho desde pequeño las matemáticas, nunca fui rival para él en los procesos de pensamiento matemático, mi hermana la que le sigue es pura tenacidad, pura dedicación y de notas excelentes, una nerd en toda la extensión de la palabra, el menor de los cuatro que somos es alguien disciplinado y siempre dedicado a sus estudios, tenía cierta facilidad para todas las asignaturas, algo en lo que los dos primeros nunca fuimos un ejemplo, en fin el punto es, que a pesar de vivir bajo el mismo techo, tener los mismos padres, contar con el mismo apoyo, cada uno desarrolló distintas habilidades, ¿Por qué? ¿Genética? Lo ignoro pero así ocurre en los salones de clase.
Por eso cuando a veces como maestros decimos, si contáramos con todos los materiales, recursos didácticos, libros, internet etc. Los resultados de los alumnos serian mejores. Puede ser un entrampamiento, si bien contar con los elementos antes mencionados ayuda, no es definitorio del todo en los avances. Cada maestro tiene que descifrar de manera casi individualizada la forma en que ayudará a los alumnos a aprender según sus deficiencias o sus fortalezas y una vez que identificas las formas distintas de aprender que los alumnos tienen entonces toca, planear como atender la diversidad de estilos de aprendizaje, en este punto es como cuando ejerces la paternidad, haces lo mejor que puedes según tus propias experiencias o creencias, pero no todos los hijos procesaran de la misma forma tu actuar, para algunos serán atinadas tus decisiones para otros no tanto y de cualquier forma parece que no hay escapatoria, es una ruleta.
Ayudar a otro ser humano a aprender es algo complejo, requiere que por principio de cuentas uno mismo sea consciente de sus propias limitaciones y las acepte, de lo contrario las termina uno heredando. Los maestros requerimos capacitación, más de lo que nos gusta aceptar, requerimos trabajar en nosotros mismos como personas, no solamente la dimensión intelectual que es el factor predominante bajo el cual fuimos criados y educados, necesitamos trabajar la dimensión emocional y personal, que ahora es incluido en el nuevo modelo educativo del cual, dicho sea de paso, solamente mediante una especie de actividades autodidactas, algo así como hay les mando una tele de última generación, revisen el manual y de acuerdo a su capacidad de entendimiento, será la forma en que la harán funcionar, y tan tan esa fue nuestra semana nacional de actualización.
No sé si el modelo educativo que inicia se quedará, pero sé que es una oportunidad inmejorable y coyuntural para empezar realmente a invertir en capacitaciones a los docentes, ¿quieren evaluar a los maestros? inviertan en ellos, capaciten, ofrezcan diplomados, maestrías, otorguen becas, los niños del país requieren a los mejores maestros, por eso la inversión en educación debe ser en los educadores por principio de cuentas, eso directamente redundará en mejoras sustanciales en los aprendizajes de nuestros alumnos.
Soy Isaac Alvarado y esta es una reflexión desde el aula.