En próximos días se realizará la tercera sesión ordinaria del Consejo Técnico Escolar (CTE) y el taller intensivo de formación continua para docentes. Se busca reflexionar en torno a los ejes articuladores del Plan de Estudios 2022 y su expresión en el proceso de elaboración del programa analítico. Así se señala en el documento emitido para tal fin y con la mirada puesta en las próximas reuniones del CTE en las cuales se analizarán cada uno de los campos formativos y la evaluación formativa.
El proceso para llegar a esta etapa ha resultado un tanto cuanto accidentado. Principiando por la discusión inicial durante el primer semestre del año anterior. La constante han sido los cambios. Así puede constatarse en la revisión de las diferentes versiones, al menos tres, que circularon a través de las redes sociales, del marco curricular.
De igual manera y derivadas de las disposiciones oficiales establecidas en el Acuerdo Secretarial 14/08/22 surgen ciertas dudas. Por ejemplo:
En el transitorio segundo se menciona:
-El Plan de Estudio para la educación preescolar, primaria y secundaria a que refiere el presente Acuerdo iniciará su aplicación con la generación de estudiantes que les corresponda cursar el primer grado de preescolar, el primer grado de primaria y el primer grado de secundaria en el ciclo escolar 2023-2024.
-Las y los estudiantes que en el ciclo escolar 2023-2024 deban cursar segundo y tercer grado de preescolar, de segundo a sexto grado de primaria, y segundo y tercer grado de secundaria, concluirán el nivel educativo correspondiente conforme a lo dispuesto en el Acuerdo número 12/10/17 por el que se establece el plan y los programas de estudio para la educación preescolar, primaria y secundaria: aprendizajes clave para la educación integral.
¿Cabría preguntarse: ¿cuándo se implementará en el resto de los grados el plan de estudios 2022? Se deja sin aclarar queda a las interpretaciones personales. subjetivas al fin de cuentas.
Con esas indefiniciones, y otras tantas más que muy probablemente habrán surgido de la lectura de dicho acuerdo, se llevó a cabo, a inicio del año lectivo en curso, la fase intensiva del CTE. Su fortalecimiento fue impulsado por las autoridades educativas federales, en la sesión ordinaria del mes de octubre, con la intención de cambiar su dinámica entretejiendo los procesos de formación y gestión. La modificación de lineamientos a orientaciones fue la evidencia más notoria según la guía dada a conocer.
Y no fue sino hasta finales de diciembre cuando se difundieron los insumos para el taller intensivo de formación continua para docentes se llevó a cabo del dos al seis de enero del dos mil veintitrés. Con todo y la entrega de los materiales a destiempo, ciertas autoridades escolares y algunas y algunos docentes se empeñaron en lograr el propósito establecido. Que las maestras y los maestros iniciaran el proceso del codiseño con base en la problematización, reflexión y diálogo acerca de los componentes centrales del Plan de Estudios y los Programas Sintéticos con la expectativa de contar con un esbozo del programa analítico como producto final. Subrayo, esbozo.
Pero los Reyes Magos llegaron. Melchor, Gaspar y Baltazar cerraron las escuelas para asegurarse que los maestros los recibieran en sus hogares. Aunque algunos malpensados le cuelgan ese “milagrito” a las organizaciones gremiales. Dicen que fue un logro sindical gestionado por los sindicatos. Quién sabe si haya sido cierto o sólo fue para congraciarse con el magisterio, ganar sus simpatías y adeptos para su causa. Que fueran reconocidas por el interés de las condiciones personales de sus agremiados aunque las obligaciones laborales se vieran afectadas. Asimismo, y lo más importante en mi parecer, quedó pendiente la revisión conceptual y la comprensión metodológica intrínseca en la elaboración del programa analítico.
La narrativa gubernamental tampoco ayudó. Dejó entrever que la construcción del programa analítico que los maestros venían haciendo ese trabajo, de una manera u otra, desde hace tiempo. Quizá lo expresaron para atenuar las ansiedades y molestias que pudieran despertar. Los discursos de las autoridades educativas, lejos de aclarar, confundieron. Dijeron que el programa analítico y la planeación didáctica eran lo mismo. Tal afirmación contradice lo señalado en el documento “Avance del contenido del Programa Sintético”. Son 5 documentos. En todos los casos, tienen la misma estructura e información genérica para cada una de las fases de aprendizaje además otra específica. En las líneas siguientes resaltaré para fundamentar mi opinión. Las páginas de referencia corresponden a la Fase de Aprendizaje 6. Pero insisto que tienen su contraparte en los programas sintéticos de las otras fases.
La función del programa sintético, se puede leer, es proporcionar los elementos centrales para el trabajo docente. Concreta los contenidos que se abordarán para la consecución de los rasgos del perfil de egreso (p. 4). La SEP los concibe valiosos de aprender por parte de las comunidades educativas así como de las y los estudiantes. También considera que no son universales, acabados, aplicables a cualquier contexto (p. 104). En un país tan complejo y diverso no hay una forma particular que permita desarrollar los contenidos curriculares (las posibilidades son infinitas diría yo). Corresponde a cada docente elegir y determinar las actividades de aprendizaje a partir de su contexto (p. 4). Por eso es preciso darles un tratamiento especial.
De los contenidos establecidos en los programas sintéticos aglutinados por campos formativos se desprende una categoría conceptual referida por primera vez: los procesos de desarrollo de aprendizaje por cada grado escolar de la fase de aprendizaje respectiva. Con estos elementos curriculares (perfil de egreso, ejes articuladores, fases de aprendizaje/grados escolares, campos formativos, programas sintéticos y en éste último los contenidos) se presupone que el docente cuenta con lo necesario para realizar su programa analítico.
El tratamiento especial que se le debe dar a los programas sintéticos requiere un enfoque didáctico particular: la contextualización. Se menciona que la contextualización refiere al proceso de resignificación y apropiación del currículum nacional. Implica construir el programa analítico de la escuela con los elementos del programa sintético. Cobra relevancia particular el aprendizaje situado para clarificar en el diseño de secuencias de actividades relacionadas con las problemáticas del contexto. Dicho de otra manera, según se refiere en el mismo programa sintético, el programa analítico es una estrategia para la contextualización. El programa analítico parte de los programas sintéticos de acuerdo con las condiciones de su situación comunitaria, escolar y de su grupo escolar en lo particular (p. 104). El programa analítico implica organizar las acciones que se realizan en la escuela, incorporar nuevas o reorientar el sentido de otras para atender las finalidades que el plan de estudios señala (p. 105).
El programa analítico se configura en tres grandes planos:
Primer plano. Análisis del contexto socioeducativo de la escuela. Es una problematización de las condiciones escolares y una reflexión sobre las características de los alumnos en términos de aprendizaje en ambos casos. Aunque bien cabría también los retos de sus maestros así como la intersección con el papel de las madres y padres de familia. Involucra el análisis de las condiciones, el plan de estudios, los programas sintéticos así como la indagación del contexto social y socioeducativo (pp.105 – 108). El programa analítico no es un formato que se llene con alguna receta (p. 105).
Segundo plano. Contextualización. Aquí entran las siete estrategias nacionales. Y con ello, se estaría en condiciones de hallar las articulaciones entre los elementos curriculares; la construcción de situaciones problema; el diseño didáctico y las estrategias de enseñanza y aprendizaje (p. 108 – 109).
Tercer plano. Codiseño entendido como la incorporación de contenidos que no están contemplados en los programas sintéticos derivados de la lectura de la realidad y que sea necesario su abordaje. Aquí es importante la distinción entre la problematización para comprender la realidad (primer plano) y situarla en el ámbito escolar y grupal de las y los alumnos, es decir, la contextualización per sé (segundo plano). Los contenidos del codiseño no son necesariamente problemas para contextualizar sino refieren necesidades específicas de las escuelas (pp. 109 – 111).
En el programa sintético se aclara también que el último plano del proceso de contextualización ya no forma parte del programa analítico, Se refiere al plano didáctico también nombrado programa del maestro (p. 111). [1]
Como puede constatarse, no hay nada que discutir respecto a que el programa analítico y la planeación didáctica son lo mismo. Pero, ¿a quién le hacemos caso? ¿a los discursos de los funcionarios o a los documentos oficiales? Ello aplica también al de las autoridades educativas federales y estatales. Incluso, las escolares. Es decir, quienes desempeñan funciones de dirección, supervisión y, en algunos casos, asesores técnicos pedagógicos quienes reparten a diestra y siniestra formatos y más formatos para la elaboración del programa analítico y la planeación didáctica. Repitiendo, una y otra vez, el mismo error de la Secretaria de Educación Pública y de la Directora de Desarrollo Curricular quienes expresaron que el programa analítico es igual a la planeación didáctica o programa del maestro. Les sugeriría que, si pretenden orientar la percepción a través del lenguaje, mejor que focalicen su mensaje en el aspecto político. Si no lo dominan ni lo hacen suyo, mejor que se abstengan de aludir en sus discursos sobre los aspectos técnicos, académicos, pedagógicos y educativos. Sería deseable que su formación abarcara esos ámbitos. Pero de no ser así sería mejor que ni digan nada al respecto. Calladitos se mirarían más bonitos. De esta manera ayudarían más ¿Sería mucho pedir concordancia entre las disposiciones, los discursos y las acciones gubernamentales? Congruencia entre lo que se piensa, dice y hace.
Carpe diem quam minimun credula postero
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[1] Por su relevancia, se recomienda contrastar lo que menciona en los programas sintéticos del resto de los programas sintéticos. Cfr. Secretaría de Educación Pública. (2022). Avance del contenido del Programa sintético de la Fase 2. [Material en proceso de construcción] página 72; Secretaría de Educación Pública. (2022). Avance del contenido del Programa sintético de la Fase 3. [Material en proceso de construcción] página 64; Secretaría de Educación Pública. (2022). Avance del contenido del Programa sintético de la Fase 4. [Material en proceso de construcción] página 70; Secretaría de Educación Pública. (2022). Avance del contenido del Programa sintético de la Fase 5. [Material en proceso de construcción] página 74; Secretaría de Educación Pública. (2022). Avance del contenido del Programa sintético de la Fase 6. [Material en proceso de construcción] página 111;