Los maestros son la columna vertebral del sistema educativo. Por ello, su profesionalización y formación continua son fundamentales para lograr una educación de calidad. Consciente de ello, el Presidente de la República hizo del desarrollo profesional docente uno de los pilares de la Reforma Educativa. Bajo esa visión, el día de ayer presenté la estrategia nacional de formación continua para nuestros profesores de educación básica y media superior.
A tan sólo una semana de haber publicado los resultados de la evaluación del desempeño docente, estamos demostrando que la capacitación es el otro lado de la moneda de la evaluación. La evaluación no es un fin en sí mismo, sino un medio que nos permite tener la información que requerimos para ofrecer una formación continua de calidad y pertinente.
Si bien México cuenta con una larga tradición de capacitación docente, lo cierto es que no estaba a la altura de las necesidades de nuestros maestros. Así lo han señalado expertos y organismos internacionales, y así me lo han hecho saber los docentes que conozco en las visitas que cada semana hago a las escuelas en todo el país.
En el caso de la educación básica, los cursos muchas veces eran de baja calidad —frecuentemente impartidos por instructores inexpertos— y carecían de relevancia para las actividades cotidianas de los maestros. Por su parte, en la educación media superior la oferta era muy limitada.
Para cambiar esta situación y poder implementar la nueva estrategia de formación continua, el presupuesto destinado a este rubro se ha incrementado en más de 800%, pasando de 203 millones de pesos en 2015 a mil 809 millones para este año. Nuestra meta es que tan sólo durante 2016, más de un millón de docentes de educación básica y más de 135 mil profesores de media superior se sumen a esta estrategia, que pone a su alcance cursos de manera completamente gratuita.
La nueva estrategia de profesionalización docente apuesta por un modelo de formación mixta que combina la educación a distancia con la instrucción presencial. Este modelo tiene la gran ventaja de permitir a nuestros maestros estudiar donde y cuando lo prefieran, con el fin de evitar dificultades logísticas, gastos de traslado y horarios rígidos. Los materiales podrán descargarse en cualquier dispositivo electrónico, y los maestros que no dispongan de acceso a computadoras con internet recibirán los materiales en forma impresa.
Cada docente tomará cursos en línea —acompañado de un facilitador— para estudiar la teoría y, posteriormente, podrá reunirse en los círculos de estudio de la educación básica y las academias de la media superior para reflexionar de manera colectiva, plantear casos y discutir soluciones. Finalmente, aterrizará estos aprendizajes en un proyecto de aplicación en el aula para que las competencias y conocimientos que desarrolle sean no sólo significativos, sino directamente relevantes para su práctica docente.
Por otra parte, la estructura modular de este nuevo modelo permitirá a nuestros maestros, con base en su plan de formación personalizado, tomar cada año entre uno y tres cursos de 40 horas o más cada uno, lo cual les ayudará a acreditar los módulos necesarios para completar títulos de especialidad, diplomados o posgrados, si así lo desean.
A partir de la información que nos arrojaron las evaluaciones construiremos, junto con cada maestro, un verdadero traje a la medida, de acuerdo con sus resultados y con sus necesidades de desarrollo profesional.
Aquellos que ya presentaron la evaluación del desempeño y obtuvieron resultados insuficientes tendrán acceso prioritario a la capacitación, ya que deberán presentar la evaluación nuevamente en noviembre. Contarán con el acompañamiento de un asesor técnico pedagógico para analizar su informe de resultados, priorizar sus áreas de oportunidad y seleccionar los cursos más apropiados para su desarrollo.
Quienes ya presentaron la evaluación y obtuvieron resultados suficientes podrán elegir entre una extensa oferta de cursos para el fortalecimiento de sus conocimientos disciplinarios y competencias pedagógicas. Por su parte, los maestros que obtuvieron resultados “buenos”, “destacados” y “excelentes” podrán seleccionar las opciones que más convengan a su carrera, con un horizonte de cuatro años.
Finalmente, aquellos docentes que serán evaluados por primera vez en noviembre, recibirán cursos de preparación en la integración del portafolio de evidencias y en la planeación didáctica argumentada, además de opciones para fortalecer sus conocimientos disciplinarios y competencias pedagógicas.
Expertos coinciden en que los primeros años de la carrera de un profesor son cruciales para el resto de su trayectoria. Por eso, pondremos a disposición de los maestros de nuevo ingreso en educación básica cursos de competencias docentes, como ya sucede en la media superior, además del acompañamiento de un tutor. Por su parte, los directivos tendrán acceso a cursos de liderazgo y gestión.
Para que nuestros maestros reciban la formación profesional que merecen hemos recurrido al apoyo de las universidades públicas y privadas más prestigiadas del país. Ellas serán las encargadas de diseñar los cursos, asesorar proyectos de aplicación en el aula y ofrecer tutorías. De manera complementaria participarán algunas de las mejores escuelas normales, pues son ellas quienes tienen la mayor experiencia en la práctica docente.
Las contrataciones serán abiertas y transparentes, con la participación de testigos sociales, y con un horizonte de mediano plazo que dé certidumbre a nuestros maestros en su formación continua, al mismo tiempo que nos permita generar ahorros.
En total se ofrecerán más de 500 cursos para los docentes de educación básica y más de 50 para los de media superior. A partir del 14 de marzo, cada maestro podrá ingresar con su clave al portal único de formación continua para acceder al catálogo de cursos, los cuales iniciarán el 15 de abril. La oferta se irá adaptando, aumentando o diversificando conforme a sus necesidades.
Al participar en la primera evaluación del desempeño, nuestros maestros han demostrado responsabilidad, vocación y compromiso. Es turno de la autoridad responderles, brindándoles todas las oportunidades para ser mejores. Juntos transformaremos nuestro sistema educativo y haremos realidad el derecho de todos nuestros niños, niñas y jóvenes a una educación de calidad.
Fue publicado en Excelsior