Ante la indignación casi generalizada en México por el ataque a los estudiantes y otras personas que nada tenían que ver (daños colaterales diría Felipe Calderón) en el Estado de Guerrero, indignación a la que me uno, busqué en la página del SNTE algún comunicado, una nota, un posicionamiento al respecto y no encontré; no quiere decir que no exista, tal vez no supe buscar… Lo que si vi fue una nota de una reunión en la que un Secretario General propone se dé un pronunciamiento al respecto.
No hace mucho tiempo, las Normales Rurales, tipo a la que corresponde la de Ayotzinapa, eran un modelo de educación del magisterio muy valorado por el SNTE, porque eran las escuelas donde el maestro tenía un liderazgo destacado en las comunidades, a diferencia del trabajo en las zonas urbanas que se concreta en acudir a una escuela a dar la clase correspondiente y salir corriendo, los habitantes del medio rural consideran al maestro su guía y defensor ¿recuerdan el caso del Profesor Patishtán que fue encarcelado por el cacique por su lucha en apoyo a la comunidad en contra de los abusos y malos manejos? Eso hacen muchos de los maestros rurales, además de trabajar en la escuela con los niños se involucran en los problemas de la comunidad y apoyan a sus habitantes en los movimientos y gestoría para obtener mejores condiciones de vida.
A las escuelas Normales Rurales asisten generalmente jóvenes hijos de campesinos de las zonas más vulnerables del país; han vivido en carne propia las carencias y sienten la necesidad y el compromiso de luchar por sus comunidades para que salgan del atraso ancestral, de la injusta pésima calidad de vida y del círculo vicioso de la ignorancia y la pobreza, aunque es realmente muy poco lo que pueden hacer debido a las pésimas prácticas de la clase “gobernante” que, en colusión con los poderes de las grandes empresas y de los narcotraficantes que invaden las comunidades para realizar sus actividades, sacrifican a los mejores hombres y mujeres que se atreven a luchar contra ellos, así, los “gobernantes” siguen recibiendo los jugosos “donativos” del crimen y se quitan de encima los problemas que los luchadores sociales les ocasionan, en algunos casos los quitan por medio de la cárcel, como hay muchos ejemplos, y en otras asesinándolos de manera que se genere temor de participar.
Los ejemplos abundan. ¿Cuántos luchadores sociales han sido desaparecidos? el gobierno ha de saber… ¿ cuántos más están injustamente encarcelados mientras los criminales andan haciendo su trabajo sin estorbos?.. también el gobierno ha de saber.
El caso de los jóvenes de Ayotzinapa me ha despertado algunas preguntas : ¿por qué si siempre se iban a Chilpancingo a secuestrar camiones para asistir a la Marcha del 2 de Octubre, como se sabe era la intención, en esta ocasión se fueron por Iguala ¿quién les aconsejó este cambio y con qué intención? sería bueno saber …
Después de este hecho se sabe que el Presidente Municipal es el asesino de otros luchadores sociales asesinados en 2013, esto como prueba de que este personaje tuvo participación directa en el asunto.
Al saberse que tenía antecedentes y que no se hizo nada para frenarlo, tontamente se argumentan algunas “razones” inaceptables.
Volviendo a los jóvenes estudiantes de la Normal, es triste que el SNTE no tenga ninguna opinión al respecto, ¿con qué cara va Juan Díaz a un evento de Educación Indígena a San Luis Potosí y se toma fotos “como Divo” con algunos maestros de esta modalidad e ignora este grave hecho perpetrado por el Estado (aunque haya sido un Presidente Municipal coludido con el narcotráfico, su investidura representa al Estado y a la clase gobernante)
Todo mundo reprueba el hecho, menos el “dirigente” de los trabajadores del gremio que integra a los maestros de todo tipo de escuelas. ¿No merecerán los habitantes de las comunidades rurales un gesto de solidaridad de su parte ante la pérdida de la simiente que en ocasiones se convierten en las personas más respetadas por ellos? ¿podrá llamarse líder a una persona que no siente empatía ante el dolor, el coraje, la tristeza, la desazón de grandes sectores de la sociedad ante estos hechos? ¿tiene miedo Juan Díaz a los narcotraficantes? ¿no se solidariza en el rechazo a estos hechos porque los jóvenes de esas escuelas son las que insisten en señalar los errores que han cometido muchos dirigentes sindicales, tanto a nivel nacional como estatales?
Independientemente de su filiación política, y de su identificación con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la muerte de estos jóvenes representa una vergüenza para los mexicanos en general, lo que no debemos aceptar como común es la violencia que se cierne sobre cada uno de quienes vivimos en este país, venga de donde venga.
Desgraciadamente cada día estamos peor, a las escuelas Normales Rurales se les pretende estrangular para que dejen de producir personas que se involucren con los problemas sociales y son escuelas que hoy más que nunca se encuentran tan marginadas como las poblaciones y sus habitantes con la intención de desaparecerlas debido a la incomodidad que representan para los altos funcionarios tanto del gobierno como del sindicato.
Y mientras muchos mexicanos padecen hambre aunque la Cruzada contra el Hambre dé de comer a unos pocos, hay muchísimos más a los que no alcanza el salario para cubrir sus necesidades básicas, nuestro fino Presidente estrena un avión más caro que el Presidente del país más poderoso del mundo, se dice que con lo que costó Barack Obama compraría dos…
Es momento de crear conciencia, de empezar a reaccionar, de buscar la manera de cómo podemos participar para empezar a desmoronar este castillo de podredumbre en el que vivimos y en el que criamos a nuestros hijos, quienes al crecer así no se percataron de la inmundicia y permanecen indiferentes, cuando no con terror de ser blancos de la violencia del Estado, porque aunque a algunos no les guste, fue el Estado el que empezó y enseñó a los criminales cómo quitarse a los enemigos de encima.