No hay evidencias de un fuego con la magnitud requerida, ni la duración necesaria para poder quemar a los 43 normalistas de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, de Ayotzinapa, Guerrero.
Así lo revela el peritaje de equipo argentino de Antropología Forense que se encargó de investigar el paradero de los 43 estudiantes que fue entregado a la Procuraduría General de la República (PGR).
Mercedes Doretti, titular de la forense argentina, señaló que tampoco hay evidencia científica para establecer correspondencia alguna entre los elementos recuperados en el basurero y los estudiantes normalistas.
Tampoco existen elementos científicos suficientes para vincular los restos hallados en el basurero con los que fueron recuperados en el río San Juan por la Procuraduría.
Puntualizó que estos últimos no presentan las mismas características de calcinación y fragmentación que los restos óseos localizados en Cocula.
Precisó además y que los peritos comprobaron con imágenes satelitales que desde el año 2012 ya existía una mancha negra en el basurero, la cual es evidencia de que ese lugar había sido foco de múltiples quemas e incendios, y no solo el evento de la supuesta quema de los estudiantes como afirmaba la PGR.
Con este estudio forense, no hay más verdad histórica, en tanto el exprocurador Jesús Murillo Karam, sigue impune por haber concluido lo siguiente:
“Lo que es una verdad histórica es que los estudiantes fueron privados de la libertad, de la vida, incinerados en el basurero y arrojados al río“.
Ver: Confirma PGR asesinato e incineración de los normalistas de Ayotzinapa.
