El Presidente Enrique Peña Nieto miente sobre la percepción de los maestros en torno a la reforma educativa.
Dijo el marco del acto “Mejores Escuelas”, realizado en la Primaria 7 de Enero, en la Ciudad de México, que los maestros han hecho suya esta reforma porque es una gran trasformación para el País.
Es sin duda un intento del Presidente por oxigenar la reforma educativa y de paso congratularse con el magisterio.
Palabras más palabras menos pero Peña falla al asegurar que los maestros están contentos con esta reforma que, en la percepción magisterial, atenta contra conquistas básicas como la estabilidad laboral.
Falla también porque no es un secreto, la reforma educativa señala y culpa a los maestros del fracaso del sistema educativo mexicano al someterlos a evaluaciones en las que sólo confían la SEP y el INEE, más no el magisterio nacional.
Peor aún, falla (y de paso miente otra vez) al presumir que los maestros hicieron suya una reforma a todas luces impopular entre los mentores mexicanos porque con sus evaluaciones, abre brecha entre “idóneos y no idóneos”, y entre “destacados, buenos, suficientes e insuficientes”.
Y es que eclipsar el sentir magisterial sobre la reforma educativa es quizás el más grande error cometido por el Presidente y compañía (como si también el sentir magisterial fuera una política de Estado para disponer a su gusto y gana).
Es más, querer aparentar respaldo magisterial a la reforma de la mano del abyecto líder del SNTE, Juan Díaz de la Torre, es otro yerro Presidencial.
Si fue cuestionable la irracional estrategia de reformar la educación a través de tres fuerzas políticas (PRI-PAN-PRD) y marginar a los maestros de esta gran decisión para el País, lo es más que, en el ocaso de su Gobierno, Peña quiera amor y paz con los educadores mexicanos.
¡Vaya sinsentido!
EL COMENTARIO A PARTE.- -Al parecer la flexibilización de calendario escolar sigue sin prender al magisterio que en su mayoría, eligió el calendario de 195 días.