Durante los últimos días las leyes secundarias de la Reforma Educativa han evidenciado que el discurso de “no a la corrupción” que ha pregonado el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador no es congruente con los hechos que se están dando en su gobierno.
No hay peor corrupción que la que se deja plasmada en la ley y compromete el futuro de un país. Las tres leyes secundarias de la Reforma Educativa no sólo están envueltas en un pacto con la verdadera mafia del poder, también son el ejemplo de cómo por intereses políticos, el presidente Andrés Manuel López Obrador se atreve a sacrificar el futuro de los niños, los jóvenes y los buenos maestros de México. Algunos aspectos sobre las reformas que aprobó Morena con sus aliados:
•Para empezar, es absoluto el control del sindicato sobre el ingreso, promoción y reconocimiento docente; esto quiere decir que le dieron el control de las plazas a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y le quitaron la rectoría de la educación al Estado.
•Ahora también será obligatorio que se les dé plazas directas a los egresados de las escuelas normales y de la Universidad Pedagógica Nacional, esto rompe con el esquema de concurrir a un concurso libre para ganar una plaza por mérito académico, no por favores sindicales.
•La evaluación educativa se hace a un lado e, incluso, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación es degradado a una simple “comisión”, cuyo objeto es la mejora educativa, no la evaluación magisterial.
•También es importante señalar que en todo el proyecto no hay un sustento presupuestal que garantice la viabilidad.
•Además, están desapareciendo el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (Inidef), que es la instancia encargada de la construcción, reconstrucción, ampliación y reparación de escuelas. Su argumento es que los recursos se distribuirán directamente entre los padres de familia para que ellos lleven a cabo las obras, pero eso es sumamente irresponsable y se reflejará en el deterioro mayor de la ya deteriorada infraestructura escolar.
•Otro punto negativo es que todo el proceso para la Reforma Educativa ha estado viciado.
Desde que los acuerdos se construyeron directamente con el presidente Andrés Manuel López Obrador, desdeñando todo el trabajo de decenas de organizaciones educativas, universidades, maestros, alumnos y legisladores que participaron en la construcción de los dictámenes, y hasta la forma en que faltaron al proceso legislativo para adelantar los tiempos (conscientes de que es indefendible la reforma que presentaron).
Si frente a una Reforma Educativa los temas laborales son más importantes que el interés de los educandos, es una reforma equivocada desde la raíz; una reforma que sacrifica el futuro de México.
Publicado en El Heraldo de México.
