Después de un extenuante 2012 donde los gendarmes administradores del SNTE agobiados por la desgastante tarea de “defender” derechos laborales, se nos van de vacaciones en un crucero allá por el Caribe.
Los méritos son por demás justificados. Es que reciben tanto “golpe bajo” de esas ingratas organizaciones autodenominadas ciudadanas.
Se lo “merecen” además porque han sabido amurallar ese patrimonio cuyas generosas cuotas sindicales cumplen sueños casi imposibles. ¡Si señor!
Pero independientemente de lo que hagan estos malandrines, me parece vomitivo que mientras se discute en el Congreso la Reforma educativa ellos se gocen de lo lindo, con todos los gastos pagados; lo que ningún maestro simplón podría gozar.
De ese tamaño las cosas. En el peor momento, cuando sobran las preguntas y faltan las respuestas; la cúpula se va de vacaciones en un Crucero por el Caribe.