Demasiado tarde que Juan Jacinto Bautista líder del PANAL en Tabasco le muerda el cuello al Gobierno de Andrés Granier Melo.
No tiene caso porque los ciudadanos y trabajadores tabasqueños encarnan las consecuencias de un Gobierno priísta insensible que deja sumido al Estado en una catástrofe económica sin precedentes.
Y frente al escenario vale preguntarse; de haber ganado la gubernatura la Coalición PRI-PVEM-PANAL, ¿estaríamos enterados de las condiciones financieras de Tabasco? Estimo que no.
La estafeta hubiera pasado sin ningún problema.
Pero es aquí donde hay que detenerse a cuestionar el papel aliancista del PANAL.
Ese brazo político del SNTE se equivocó con creces en Tabasco. Fue en alianza con el partido que, de haber ganado la gubernatura, hubiera prolongado el vergonzoso saqueo a las finanzas del Estado por seis años más.
¿Se Imagina el lector a Jesús Alí denunciando que Andrés Granier le dejaba como herencia el quiebre finaciero de Tabasco? ¡Eso ni se sueña!
Ridículo entonces el posicionamiento del PANAL sobre la tristísima situación del Estado. A estas alturas serían cómplices ramplones. Estarían disfrutando de la “paz tabasqueña”. Sin escándalo nacional.
Y más ridículo que Juan Jacinto argumente que la alianza con el PRI en las pasadas elecciones haya sido por “Nuevos Tiempos”. Tal cosa no hubiera sucedido porque los problemas financieros de Tabasco son el resultado de la voracidad de los gobiernos priísta que hicieron de Tabasco su “patrimonio”. Su caja chica.
Era un círculo vicioso que debía romperse ¡ya!
Ante esto es necesario reflexionar sobre si efectivamente el partido patrocinado por el SNTE tiene cabal compromiso social y laboral. Por lo menos en Tabasco cometió el craso desliz que justifica que sus militantes duden sobre el proceder bastante distante del discurso oficial.
¡Al tiempo!