“Haiga sido como haiga sido” más que una frase célebre del pensamiento Calderoniano es una forma de Gobierno.
Así parece haber funcionado éste gobierno que para fortuna de muchos y lamentaciones de otros, está llegando a su fin.
Si bien los problemas que aquejan a éste País están diseminados en todos los rubros de la política nacional, es el sector educativo el que aquí nos ocupa.
Fue en éste gobierno de Felipe Calderón cuando fuimos sorprendidos con la firma de la Alianza por la Calidad de la Educación entre la Secretaría de Educación Pública y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Hoy en la agonía sexenal, el presente crudo, álgido y turbulento, da cuenta de la tamaña falacia que a buen precio nos vendieron desde aquella faustuosa firma.
Nunca hubo tal Alianza ni mucho menos fue por la Calidad de la Educación. Esa tendrá que esperar para mejor ocasión, sin embargo, el recuento de daños está a la vista y cito como ejemplo a la evaluación universal que ha sido estrangulada a tope por la SEP, CNTE y el SNTE.
No quedan dudas, fuimos engañados por los gendarmes de la educación en México cuando firmaron la ACE. No era más que una faramalla para ocultar sus verdaderos rostros ante la sociedad que aún espera ese sueño de nombre calidad de la educación.
Y si hoy la ACE pide a gritos una necesaria eutanasia, es porque se firmó “haiga sido como haiga sido” y el único culpable de que así «haiga sido» es, el aún presidente de la República Felipe Calderón.
Lástima por la educación que sigue en caida libre.