(Notimex).- El respaldo federal al desarrollo económico y educativo del estado ha transformado en menos de 48 horas el rostro de los primeros planteles escolares, mediante la labor de mil elementos de la División de Gendarmería de la Policía Federal, 87 de los cuales son mujeres.
Tal es el caso del Centro de Atención Múltiple (CAM) 47, donde los policías federales iniciaron la víspera múltiples tareas de remozamiento, pues con el inicio del ciclo escolar 2015-2016 retornarán a clases en ese lugar el 24 de agosto, más de 30 niños con alguna discapacidad.
“Nos iremos hasta que la escuela cumpla con el objetivo que nos trazamos”, anotó en entrevista el comisario general Manelych Castilla Cravioto, de la División de Gendarmería de la Policía Federal.
“Hay muchas necesidades qué cubrir y hay algunos tramos que requieren de días para poderse concretar”, añadió, luego del evidente deterioro que mostraba el lugar a la llegada hasta la llegada de tres cuadrillas.
Se trata de elementos que han formado parte de diferentes operativos de seguridad a lo largo y ancho del país, en estados como Tamaulipas, Guerrero y Guanajuato, que han cambiado el arma por el taladro, pala y el uniforme, chaleco antibalas por el overol para hacer trabajos de albañilería, pintura, mantenimiento y jardinería.
“Absolutamente todos son policías en toda la extensión de la palabra, todos han estado desplegados en diferentes estados del país. Hoy tenemos un despliegue importante en Oaxaca y pues dejaron las armas, un poquito el chaleco antibalas y se pusieron el overol de faena”.
Más allá de las 10 cubetas de pintura que hasta el momento ha requerido el improvisado plantel, se ha tenido que resanar las paredes, cortar el césped y los árboles que representaban un riesgo para los menores tanto por su altura como por los insectos y fauna nociva que albergaban.
Castilla Cravioto comentó que dado que el lugar cuenta con un pozo de agua “vivo”, la meta es dejar en funcionamiento una bomba y la tubería necesaria para evitar la carencia del líquido, así como restablecer el cableado interno para que no se genere un posible corto circuito.
En el lugar, las labores de las cuadrillas son sólo son bien recibidas, sino aplaudidas por los padres de familia que, agradecidos, han preparado alimentos para los policías federales, en horas en que el trabajo se ha vuelto una convivencia en la que los pocos menores asistentes, se han involucrado.
“De entrada lo dijo el señor comisionado (Enrique Francisco Galindo Ceballos), es dejar un rato las armas para tomar las herramientas y como titular de la División de Gendarmería del país, es una satisfacción poder enfocarnos de esta manera a una de las funciones que la propia ley nos faculta, que es la proximidad”, señaló el comisario general.
Esto es -añadió-, llegar a suplir esos espacios entre la sociedad y la autoridad policial, a través del diálogo y la colaboración, lo cual es muy grato y una satisfacción enorme.
Lamentablemente, opinó, el término de “seguridad” está malentendido y se piensa que inicia cuando alguien detienen un delincuente, pero “la seguridad comienza generando entornos favorables, entornos saludables, cuando uno pude platicar con los papás, con los alumnos y la División de Gendarmería hoy está enfocada a ello”.
Gabriela Díaz, cuyos hijos Joselín y Cristian, de 13 y 15 años de edad, respectivamente tienen discapacidad, es pionera del CAM, creado hace cuatro años y actualmente con reconocimiento de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
La señora Díaz, cuyos hijos al igual que muchos otros menores, reciben los beneficios de las “Acciones por la niñez y la sociedad Oaxaqueña”, puesta en marcha el 3 de agosto por el gobierno federal, que cuenta con una inversión de más de dos mil 500 millones de pesos.
En el CAM se imparten clases desde preescolar hasta primaria, además labores de capacitación laboral y cuenta con una planilla de nueve profesores, entre ellos de lenguaje, psicólogos y de apoyo psicomotriz.
Además están los profesores asignados a grupo, todos debidamente capacitados para apoyar a los menores con alguna discapacidad como parálisis cerebral, en sillas de ruedas, con autismo, síndrome de Down o retraso psicomotor.
“El único requisito de ingreso es que los papás tengan ganas de que sus hijos salgan adelante. Que pierdan ese temor o vergüenza decir que sus hijos son especiales, cuando no es así”, señaló Gabriela Díaz.
Confió que con el inicio de clases, los profesores afiliados en la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se presenten a clases, “y si no vienen tendremos que buscar alternativas”.