Los docentes representamos parte esencial del sistema educativo. Somos quienes interactuamos con las y los alumnos dentro de las aulas y quienes hacemos posible que adquieran una educación que los lleve a enfrentar la vida con mayor preparación. Para lograr esto, #MiDerechoDocenteEs, principalmente, contar con una trayectoria profesional que se adapte a los cambios que exige la sociedad y me permita mejorar las prácticas educativas para formar mejores ciudadanos.
Mi trayectoria profesional inició hace 22 años como docente en un Centro de Atención Múltiple (CAM). Desde entonces, he observado que la oferta de formación docente para quienes nos dedicamos a la educación especial no cubre nuestras necesidades de actualización basadas en la mejor atención con los alumnos con discapacidad.
Conforme avancé en mi trayectoria, realicé un intercambio y estuve en otro CAM; esta experiencia fue renovadora porque me enfrenté a otra dinámica de trabajo en la cuál tuve que modificar mis prácticas educativas e implicó nuevos retos para lograr que mis alumnos de preescolar, que presentaban diferentes discapacidades, empezaran a conocer el mundo de una manera lúdica y con entusiasmo por aprender.
Posteriormente tuve la oportunidad de ocupar un interinato como auxiliar técnico de supervisión por dos años. Me sentí afortunada de ocupar ese puesto y que me hubieran dado la oportunidad de desempeñarme en otro rol dentro de mi faceta profesional. Ello me favoreció para desarrollar mis habilidades sociales al relacionarme con otras autoridades educativas y me permitió gestionar mejores alternativas para los servicios de mi zona escolar. A nivel personal me sentí apoyada y me permitieron realizar acciones de mejora institucional; también logré observar las necesidades de los servicios de educación especial, organizaba el trabajo que se debía realizar y traté de que se implementaran otras alternativas de capacitación para los docentes y que fortalecieran su práctica. Ahí me di cuenta de los grandes retos que como docentes debíamos alcanzar.
Cuando se abrió la convocatoria en el año 2015 para participar en el concurso de promoción para directora, decidí participar, porque en mi zona sólo se podía obtener una dirección por influencias políticas o compadrazgo.
Desde el 15 de agosto de 2015 ocupo por mérito el puesto de directora y ya cuento con la plaza definitiva.
He aprendido que ocupar este puesto implica una gran responsabilidad y compromiso. Para mí siempre ha sido de gran importancia seguirme capacitando para ejercer la función como directora con mayor profesionalismo. Sin embargo, las alternativas de capacitación que nos ofrecen al llegar a la dirección son casi nulas y considero que son importantes porque se requiere de una preparación y de una amplia gama de conocimientos sobre reglamentos, leyes, programas, etcétera, para saber cómo actuar ante las diferentes problemáticas que se presentan en una escuela y principalmente resolverlas.
En esta función se me presentó la opción de inscribirme a un Diplomado de Liderazgo Educativo, que me fortaleció porque tuve el acompañamiento real de un tutor que me fue guiando y me permitió fortalecerme en mi rol.
Como parte del Sistema Educativo #MiDerechoDocenteEs tener alternativas de profesionalización a través de cursos, diplomados, maestrías o doctorados que nos permitan mejorar nuestra práctica docente y estén vinculadas a nuestras necesidades educativas, la preparación profesional de un maestro en la función que desempeñe no tiene un término, es el camino que todo docente debe seguir en su trayectoria profesional.
