La Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) publicó el estudio Experiencias internacionales de apoyo a la educación durante la emergencia sanitaria por COVID-19: Balance y aportaciones para México, en el que presenta una serie de propuestas que buscan contribuir al fortalecimiento del Sistema Educativo Nacional (SEN) para responder a futuras emergencias con oportunidad y eficacia.
El documento publicado hoy en la página institucional de Mejoredu muestra un análisis comparado de las acciones implementadas por 13 países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú, Uruguay, España, Finlandia, Nueva Zelanda, China, Japón y República de Corea, así como por la ciudad de Nueva York. (Estados Unidos).
A partir de los hallazgos encontrados, la comisión propone varias medidas para reforzar al SEN en tres ámbitos: 1) acciones de respuesta y recuperación educativa ante la emergencia sanitaria; 2) institucionalización de una política educativa de gestión de riesgos; y 3) reorganización y mejora del sistema sobre nuevas bases.
En el primero, considera importante adaptar los contenidos curriculares y las estrategias pedagógicas que atiendan la diversidad de contextos, e impulsar opciones de formación continua para docentes.
Sugiere fortalecer los mecanismos de acompañamiento a las familias y las acciones con perspectiva de género para la prevención y la atención de la violencia contra estudiantes en contextos virtuales, así como adecuar los programas de alimentación escolar.
Para la reapertura de las escuelas sugiere diversificar las opciones para el regreso a clases bajo un criterio de equidad; fortalecer el apoyo y el acompañamiento a las escuelas; promover condiciones laborales adecuadas y equitativas para el personal docente, y garantizar las condiciones de seguridad, salud e higiene en las escuelas.
En el ámbito 2 Mejoredu propone la institucionalización de una política educativa de gestión de riesgos que identifique a las comunidades educativas que enfrentan mayor vulnerabilidad y que considere la implementación de acciones educativas estructurales para reducir desigualdades y garantizar el bienestar integral de todas y todos los estudiantes.
En el 3 subraya la necesidad de establecer una agenda de mejora y reorganización del SEN bajo cuatro principios rectores: equidad, pertinencia, excelencia y gobernanza. La agenda debe considerar temas como la reorganización del modelo educativo, la mejora de la formación continua de las y los maestros, y el desarrollo de mayores capacidades escolares.
Cabe destacar que el análisis de las acciones desarrolladas por los países se organizó en ocho categorías, agrupadas en tres estrategias de protección: cognitiva, psicosocial y física.
Respecto a la protección cognitiva, el estudio refiere que en la mayoría de los casos analizados se aprovecharon las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), cuyas plataformas virtuales facilitaron la interacción entre docentes y estudiantes. En Argentina, Chile y Colombia se entregaron dispositivos electrónicos a estudiantes en zonas rurales o marginadas y se otorgó acceso gratuito a internet a estudiantes y docentes. México destacó por la implementación de una estrategia diversificada como reconocimiento de la diversidad de los contextos educativos.
Para apoyar a los docentes la acción más frecuente de los países analizados fue la capacitación en línea. Perú y Nueva Zelanda prepararon a maestros para atender a estudiantes con discapacidad. México y Chile crearon redes de tutores para apoyar a escuelas y docentes. Japón implementó una estrategia de descarga administrativa.
En la mayoría de los casos se identificó que los esfuerzos fueron escasos respecto a la selección de contenidos prioritarios, la planeación de la enseñanza, el uso de métodos adecuados para la educación a distancia y los procesos de monitoreo de aprendizajes.
En materia de protección psicosocial, Chile sobresale por el desarrollo de conferencias virtuales con especialistas en distintos temas y por la transmisión de programas en vivo para interactuar con madres y padres de familia. Finlandia por el establecimiento de grupos multiprofesionales de apoyo a las familias y Nueva Zelanda por la asistencia y el soporte técnico permanentes para el uso de las tecnologías.
En la ciudad de Nueva York se crearon centros de atención educativa, psicológica y alimentaria para las y los hijos de madres y padres que trabajan en el sector salud. En China el personal docente realizó visitas a los hogares para minimizar el impacto de la emergencia en los estudiantes. Corea del Sur se flexibilizaron los horarios laborales para atender la educación de las hijas y los hijos.
Por último, en el ámbito de la protección física el estudio permitió observar que todos los sistemas educativos llevaron a cabo cierres de las escuelas y la mayoría de los países habían implementado el regreso escalonado con medidas de distanciamiento social y la reducción del tamaño de los grupos.
El estudio se puede consultar AQUÍ