Ante la escalada del conflicto magisterial en algunos estados del país, los obispos de México congregados en la Conferencia del Episcopado Mexicano llamó al gobierno Federal y a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) privilegiar el diálogo en torno a la reforma educativa para evitar que se llegue a los extremos de que la iglesia católica tenga que prestar sus templos para que los niños tomen clases, así lo advirtió el arzobispo de Tulancingo, Domingo Díaz
“Por el bien de una mejor educación en México esperamos que las autoridades y los lideres que se pongan a dialogar no queremos llegar a estas situaciones no queremos eso, los invitamos a que tengan esa apertura al dialogo lleguen a consensos”
En conferencia de prensa en el marco de la 95 asamblea ordinaria del Conferencia en la que participaron 132 obispos, el obispo de Tehuantepec, Oscar Campos señaló que la reforma requiere diálogo y consensos entre ambas partes
“Yo creo que la reforma educativa es apenas un proceso que está iniciándose y que tienen que hacerse con la participación de todos, las formas de participación son las que importan porque en este proceso tiene que ser dialogante consiente, no una participación presionada por ningún lado, el problema de la reforma educativa está en la necesidad que tenemos de mejorar las condiciones de vida de todos los mexicanos”, dijo.
El prelado dijo que todos los sectores de la sociedad deben buscar la unidad, de lo contrario todos seremos víctimas de los intereses que vienen de fuera.
En tanto, el obispo auxiliar de México, Adolfo Castaño dijo en México debe reconocerse el derecho a la libertad de manifestarse siempre y cuando esto se dé dentro de la legalidad y el respeto a terceros.