Ley del ISSSTE y el magisterio como rebaño

No imagino al actual líder del SNTE vivir con la pensión de los jubilados...
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Imagino que los férreos defensores de la reforma a la Ley del ISSSTE 2025, atienden su salud en las mismas clínicas a las que acuden miles de trabajadores al servicio del estado. Sí, a esas clínicas donde el trato es pésimo, no hay medicamentos más que parecetamol, y donde no hay médicos especialistas que atiendan las más diversas enfermedades de sus derechohabientes. 

¡Qué bello sería observar en la sala de espera de esas clínicas a la presidenta de México y a cualquiera de sus secretarios de estado!, ¡qué maravilla sería encontrar en esas unidades médicas a cualquier líder sindical, formado en la farmacia, esperando por unos medicamentos que no existirán porque el gobierno no “ha surtido”!, ¡qué extraordinario sería encontrar en esos hospitales a gobernadores y demás funcionarios “públicos” rogando por una cirugía que podría darse dentro de cinco o seis meses porque no hay espacio o porque la lista de espera es muy larga!

Desde luego, en un país como el nuestro, las expresiones arriba escritas no sucederán, porque, como parece lógico, se ha normalizado que esos “defensores y trabajadores” incansables por mejorar la vida del pueblo, pueden atenderse en los mejores hospitales particulares del país o del extranjero. ¡Dicen ser pueblo, pero jamás han sido pueblo!

Ahora bien, imagino que muchos férreos defensores del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y de su líder supremo, jamás, pero jamás verán su carrera profesional y laboral llegar a su fin; es decir, que nunca se van a jubilar y, por obvias razones, a pensionar.

Como parece obvio, jubilación y pensión indiscutiblemente tocará la puerta de todo trabajador y, a menos de que se haya construido un patrimonio bastante robusto a la par de la actividad profesional desempeñada, es como se podría tener una vejez, digamos digna, y sin las necesidades que hoy se observan en buena parte de los trabajadores de la educación.

¡No imagino al actual líder del SNTE vivir con la pensión de los jubilados, llámese PAAE, docentes o directores! Pienso que por ello este personaje es “dirigente” sindical y senador de la república o… ¿habrá otra razón? Si, ya sé, con seguridad alguien dirá que ocupa estos dos puestos porque es un “luchador y defensor” de los derechos laborales y profesionales del magisterio, pero… ¿esto es así?, ¿o acaso habrá encontrado en el magisterio a su rebaño y por ello ha ofrecido a la presidenta y a su partido la afiliación de más de un millón y medio de trabajadores de la educación? A leguas se nota que aprendió bien de su maestra: La Maestra.

¿Qué necesitaría pasar para que el magisterio despertará y se diera cuenta de la infamia que está cometiendo en contra de todos, pero absolutamente todos los trabajadores de la educación? La Ley del ISSSTE 2025 es una prueba contundente de la traición y menosprecio hacia uno de los sectores que por décadas ha sido agredido, denostado y desvalorizado. De hecho, como se sabe, estas últimas cuestiones se esperaban por parte de gobiernos tecnócratas y neoliberales, pero nunca se imaginó que provendrían de gobiernos que, por ejemplo, hoy se proclaman como transformadores de una nación: la 4T algunos les llaman.

Hace unos años, desde el pulpito presidencial se dijo hasta el hartazgo: “con el pueblo todo, sin el pueblo nada”; y, por ello, entre otras tantas cuestiones se prometió una verdadera reforma a la Ley del ISSSTE que beneficiara los trabajadores al servicio del estado, particularmente, de la educación.

Se dijo, bien lo recuerdo, que se enviaría una propuesta para que dichos trabajadores se jubilaran por años de servicio y no por edad, sin embargo, con pesar, muchos de éstos ven que nada de ello se cumplirá en el segundo piso de la cuarta transformación, porque la jubilación no se dará en los términos que en su momento propuso López Obrador, no se cambiará el régimen de pensiones eliminando el sistema de Afores y tampoco se pagarán las pensiones en salarios mínimos ya que las UMA’s están más vivas e impuestas que nunca. ¡Ah, pero eso sí!, lo que sí se aplicará: es un descuento al salario integrado de los trabajadores de la educación. Una afectación más en “pro” de una supuesta mejora.

Sobre esto último, en el texto de la ley del ISSSTE recién propuesta, con mucha claridad se observa la intención del gobierno para tomar del salario de los trabajadores “que más ganan”, los recursos para hacer mejoras al ISSSTE y para el gasto público, sin embargo, la afectación hacia todo el gremio es por demás evidente, porque se disfrazan las verdaderas intenciones de seguir precarizando a los trabajadores del sector educativo, expresando sendos discursos esperanzadores que ofrecen salud y bienestar para todas y todos los mexicanos. ¿Quién en su sano juicio no va a querer que en su país haya un excelente servicio médico de carácter público?, ¿dónde habrán quedado las promesas del ex presidente López Obrador?

Y para variar, se esperaba que el “líder” del magisterio fijará una postura que defendiera a su gremio dadas las afectaciones que pudiera tener si se llegase a aprobar esa mal llamada reforma a la Ley del ISSSTE, pero no, muy por el contrario, a los pies del poder se alineó al discurso de la presidenta y, cínicamente, ofreció su rebaño a este poder máximo y supremo.

¡Hasta cuándo magisterio!, ¡hasta cuándo…!

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