La violencia nuestra de cada día en las escuelas

Con la participación de expertos, pedagogos y funcionarios, el concepto de violencia escolar se consideró demasiado fuerte y anti-pedagógico; en su ...
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EL 13 de marzo de 2023 murió Norma Lizbeth, una adolescente de 14 años, a causa de los golpes que le propinó su compañera Azahara en una secundaria de San Juan Teotihuacán, Estado de México.

El caso conmovió a estudiantes, maestros, padres de familia, internautas, activistas y periodistas. Hasta una senadora opinó sobre el caso, olvidando su ominoso pasado de funcionaria educativa[1]. La SEP procedió como acostumbra: reaccionó tarde, lamentó el “sensible fallecimiento”, separó a la directora del cargo…nada nuevo, actuó como siempre: a destiempo, apostando al silencio y al olvido, o sea, como lo ha hecho toda la vida.

Hay quienes pensaron (pensamos) que el caso marcaría un antes y un después, que detonaría una discusión seria sobre las condiciones en que se desarrolla la violencia en las escuelas. Un tema polémico, que quizá siempre ha existido, pero como problema político tiene poco tiempo, empezó a ser parte de la agenda político- educativa a finales del siglo XX.

De hecho, los programas de violencia escolar, convivencia, indisicplinas y demás, aparecen regional y nacionalmente a principios de este siglo, en la Ciudad de México desde 2001 y federalmente en 2007. Después, con la participación de expertos, pedagogos y funcionarios, el concepto de violencia escolar se consideró demasiado fuerte y anti-pedagógico; en su lugar, comenzó a hablarse de problemas de convivencia, entonces aparecieron los programas de educación para la paz.

En congruencia con este ajuste conceptual, aparecieron algunos programas centrados en la seguridad, como Escuela Segura, Mochila Segura, Sendero Seguro, talleres, especializaciones, diplomados y maestrías alrededor de la convivencia y la paz. Todo para encontrar en la segunda y principios de la tercera década de lo que va del siglo, que ni el bullying -tomado como eje de los programas de convivencia-, ni los golpes, ni las discriminaciones, ni las exclusiones, ni las heridas, las indignidades, el clima de inseguridad escolar, las muertes, las violaciones, los abusos, los secuestros, los chantajes y las extorsiones han terminado, al contrario.

La muerte de Norma empieza a ser silenciada. La operación olvido inicia señalando la excepcionalidad del caso y termina subsumiéndola, paradójicamente, en la multitud de otros casos, igualmente violentos, pero por fortuna no letales. Paradoja increíble, pues por una parte se dice que es un caso raro, porque no todos mueren; por otro, se apuesta a enterrarlo en muchos otros actos violentos. ¡Extraño proceder! Lo raro envuelto en la abrumadora realidad de lo común.

Y si no se quiere creer, van aquí unas ligas a noticias que registran una serie de actos violentos en las escuelas, algunos con los mismos procedimientos y antecedentes que los de Norma, otros de reiterados acosos y abusos sexuales; algunos que terminaron en hospitales, pero por fortuna, no en velatorios.

Repetimos: son solo los que se registraron y se subieron a las redes sociales. Sólo algunos, apenas la punta de la punta de un iceberg:

Son noticias de algunas peleas solamente, más un par de casos adicionales de violencia a profesoras y profesores; solo peleas registradas y subidas a las redes digitales, ocurridas en unos pocos días, escogidas un poco al azar, con base en un sistema de alerta que tenemos; nada más.

Algo para pensar, para reflexionar y empezar a hacernos preguntas, alejándonos de los lugares comunes y los discursos del poder-saber de los y las expertas que circulan por ahí.

Lo dejamos aquí, por lo pronto, para pensar lo que estamos viendo y escuchando. Quisimos mostrarlo porque a la violencia hay que verla a la cara, por más que nos duela el alma y se nos revuelva el hígado, sobre todo para no dejar que las brumas del olvido y la saciedad nos emboten y sigamos soportando lo de siempre. A partir  de todo esto, hay que pensar: nunca olvidar a Norma y a todos y todas las víctimas, directas e indirectas de toda esta violencia nuestra de todos los días.


[1] https://l.facebook.com/l.php?u=https%3A%2F%2Fwww.msn.com%2Fes-mx%2Fnoticias%2Fother%2Fsu-hija-por-pendeja-no-meti%25C3%25B3-las-manos%2Far-AA197Ezt%3Focid%3DHuawei%26appid%3Dhwbrowser%26ctype%3Dnews%26fbclid%3DIwAR3yBVUv-AyNrq-aLOh_HoYpVSm9l2DgvyDTzfYBWn6v2oirSzCjLW8_Rek&h=AT2oyviF32rNJXHlhOPSr5Qyswdgy0cofZoicWBVYmfR8w7XvsMNvdlsaAcrUznh2fVQtbKkN056AL7pK0KZiUtzwRreEVa9FDs_o2J-9bZtP_3rsRmn1lJKxadjZ4reqywy6pmTTB8

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