El codiseño y la integración curricular serán los protagonistas de la quinta sesión ordinaria del Consejo Técnico Escolar (CTE). A estas alturas del ciclo escolar y del proceso de apropiación del currículo, se esperaría que los docentes fueran más allá de discutir su concepción y metodología, temas ya abordados en sesiones previas. Así lo reflejan las orientaciones de la Secretaría de Educación Pública (SEP), que en su presentación, fundamentada en el Plan de Estudios 2022, define el codiseño como “un proceso permanente de formación y apropiación del currículo para atender el carácter regional, local, contextual y las situaciones del proceso de enseñanza-aprendizaje”. Por su parte, la integración curricular busca “favorecer la problematización de la realidad para que niñas, niños y jóvenes (NNyJ) puedan acercarse al mundo, interpretarlo y contribuir a transformarlo desde diferentes perspectivas”. Ambos conceptos, subraya la SEP, se materializan en el programa analítico.
La agenda propuesta por la SEP invita a maestras y maestros a “reconocer los avances y desafíos” en torno a estos temas y a “consolidar su conocimiento y apropiación”. Sin embargo, el verdadero reto radica en equilibrar la visión global de los aprendizajes que deben desarrollar NNyJ en todos los territorios con aquellos aspectos de carácter regional, local y comunitario.
Este planteamiento sugiere que los contenidos obligatorios establecidos en los programas sintéticos —desagregados por grado como “procesos de desarrollo de aprendizajes” (PDA)— y el codiseño, mediante el cual los docentes contextualizan o incorporan contenidos locales, no se están implementando según lo esperado por la autoridad educativa. Aunque el Plan de Estudios 2022 detalla tres planos del codiseño (lectura de la realidad, contextualización y formulación del programa analítico), las orientaciones de la SEP no centran su atención en estos pasos. En cambio, enfatizan la necesidad de “lograr una integración de los aprendizajes” que atienda la formación integral y sitúe los procesos formativos en los contextos de quienes aprenden y enseñan”.
Por ello, la SEP dirige a los docentes hacia el Capítulo 1 del Plan de Estudio, titulado “La Nueva Escuela Mexicana”, donde se analizan sus principios fundamentales: dignidad humana, humanismo, enfoque de derechos humanos, derecho a la educación, reconocimiento de los estudiantes como sujetos de derechos, desarrollo de capacidades, enfoque territorial de los aprendizajes, lazos entre escuela y comunidad, autonomía profesional del magisterio y contextualización del currículo. Estos elementos se resumen en la premisa central: “El currículum es un todo integrado”.
Para profundizar en esta idea, la SEP recomienda revisar el texto Sin muros en las aulas: el currículum integrado de Jurjo Torres Santomé. El autor describe este modelo como un enfoque que trasciende el diseño teórico interdisciplinar y colaborativo, apostando por conectar los contenidos con la realidad social de manera clara y relevante para el alumnado. Este enfoque supera la fragmentación y descontextualización de la educación tradicional al integrar disciplinas, personalizar el aprendizaje así como vincularlo con la comunidad y el contexto global. Según Torres, elimina barreras entre áreas del conocimiento, mejora la comprensión y motiva al mostrar la utilidad práctica de lo aprendido. Se sustenta en doce principios, como adoptar perspectivas globales, promover la justicia social, incentivar la participación activa y fomentar la reflexión crítica, con el fin de formar ciudadanos comprometidos. Exige flexibilidad docente, trabajo en equipo interdisciplinar y la superación del individualismo, desarrollándose a largo plazo con la participación activa del alumnado en su diseño.
La revisión de este texto, sugiere la SEP, puede aclarar el sentido del codiseño y la integración curricular en el Plan de Estudios 2022. Valdría la pena cuestionarnos: ¿por qué la autoridad educativa recurre a un modelo teórico, como el currículum integrado, para reforzar estos conceptos? ¿Por qué prioriza el conocimiento sobre el diseño curricular sobre la metodología de formulación del programa analítico? Una posible respuesta es que el codiseño no está cumpliendo las expectativas, lo que lleva a la SEP a buscar en propuestas como la de Torres un marco para alinear teoría y práctica.
Este análisis puede servir como base para organizar la próxima sesión del CTE de manera pertinente, ofreciendo a los responsables de guiar a los colectivos docentes argumentos sólidos para evaluar avances y desafíos en el proceso de diseño y consolidar la apropiación del Plan de Estudios. En esencia, la Nueva Escuela Mexicana parece asumir tácitamente los postulados del currículum integrado, utilizando la integración curricular como estrategia para cumplir sus principios fundamentales. Este debería ser el enfoque prioritario de la sesión: comprender cómo el codiseño y la integración curricular encarnan un modelo educativo teórico que apuesta por una educación contextualizada, crítica y transformadora.
Carpe diem quam minimun credula postero
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