Con el surgimiento del Plan de estudios 2022 y los nuevos Libros de Texto Gratuitos, la orientación didáctica de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) privilegia la implementación de proyectos escolares, principalmente, encaminados hacia la problematización de la realidad: identificación de problemas comunitarios y sociales (locales, regionales, nacionales o internacionales) y la construcción de alternativas para dar solución dichas situaciones. En ese sentido, docentes y estudiantes tienen la posibilidad de mirar más allá de los muros escolares, integrar y abordar contenidos que no están presentantes en los denominados Programas sintéticos y realizar el codiseño curricular.
Con la incorporación de temáticas-problematizadoras, la formación escolar se ocupa de la comprensión e interpretación de aquellos asuntos de interés y relevancia social, cuya discusión, la mayoría de las veces, queda fuera del ámbito escolar. A diferencia de los Proyectos educativos que se trabajaron en el modelo neoliberal, cuyo propósito radicaba en la formación de capital humano, la metodología de trabajo que propone la NEM pretende la emancipación de los sujetos y, con ello, contribuir en la trasformación social del país. Propósitos que, sin duda, rescatan el sentido político de la educación y de la escuela, pues, para la pedagogía posmoderna, la despolitización de los escolares, a través de las metodologías didácticas, contenidos y programas curriculares, fue una estrategia marcada por las directrices de las reformas globales hacia los sistemas educativos de diferentes naciones.
En ese sentido, el documento titulado “Un libro sin recetas para la maestra y el maestro. Fase 5”, recupera el pensamiento de Paulo Freire quien «…. buscó la manera de brindar herramientas para que los marginados pudieran liberarse y emanciparse de las condiciones de dominación que se producían en las escuelas a través de las condiciones de dominación que se producían en la escuela a través de la educación bancaria, aportó una teoría que nos permita aprender los principio pedagógicos y políticos para la lucha por una justicia social. La educación es un acto político para la transformación de la realidad. […]Esto significa “que como profesor debo tener claras mis opciones políticas”».
Los proyectos didácticos de la NEM no sólo centran su atención la enseñanza de contenidos y en el cumplimiento del Plan de estudios, sino, además, son una opción para la formación y atención de los asuntos de interés común (políticos); con ello se pretende la formación de ciudadanos atentos y comprometidos con los procesos de cambio que la sociedad requiere. Es allí donde ocurre el quiebre entre la propuesta de la pedagogía neoliberal y la didáctica “otra” del nuevo modelo educativo. Mientras la primera centró su atención en una educación para la creación de grupos de rendimiento que, a la postre, buscaría la incorporación de los educandos en las formas que el modo de producción y su organización social requieren para generar capital, la didáctica “otra” concibe la educación como acto político, transformador y revolucionario.