INEE: laboratorio de análisis clínicos.

Por la mañana llegó al pueblo una caravana de salud, venían con infinidad de aparatos médicos, traían consigo instrucciones precisas: acordonar el ...
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Por la mañana llegó al pueblo una caravana de salud, venían con infinidad de aparatos médicos, traían consigo instrucciones precisas: acordonar el área, aislar a todos aquellos que mostraban indicios evidentes de una enfermedad avanzada, el virus debía ser controlado a como diera lugar. Los pobladores en su mayoría no entendían de que estaban hablando, nunca habían notado ningún enfermo y mucho menos algún tipo de virus, pero bueno, la caravana de salud traía el apoyo de la autoridad y la auscultación se haría a todos sin excepción, aunque para eso tuvieran que venir los militares a acordonar el área, y someter a quien se resistiera.

Los primeros en ser sometidos a las revisiones fueron los de mayor edad, al parecer desde la gran ciudad habían detectado que en ese segmento había mayor incidencia del virus, por lo que habría que ser implacables y aislar los casos más graves o confinarlos al exilio. Después de varios meses de intensas campañas de análisis tras análisis, fueron desterrándose los casos de quienes se negaron a la auscultación, relegándolos a un exilio sin derecho a nada. El resto de la población fue sometida a exámenes de todo tipo, diagnósticos de diversa índole arrojaban resultados distintos, algunos fueron buenos, otros malos, algunos destacados, el virus podría decirse que estaba en vías de ser controlado.

La caravana de salud permaneció cerca de 5 años aplicando revisiones, en todos esos años no ha podido dejar claro que fue lo que provocó el virus, ni la forma en que se cura, tampoco recetó algún medicamento aprovechando los resultados de los análisis. No ha habido pláticas de prevención. No hubo campañas de fortalecimiento al sistema inmunológico. Ni tampoco alguna propuesta de como poder erradicar el virus al que decían combatir.

Un día cambiaron las personas que mandaban en la gran ciudad, al revisar cada uno de los programas en operación, se encontraron con la caravana de salud que permanentemente se ocupaba de hacer análisis de un virus de cuya existencia no tenían certeza, revisaron presupuesto, avances, nada estaba claro. No había sido recetado ni siquiera un placebo, no había evidencia de haber mejorado la vida de los pobladores donde se establecieron, solamente habían resultados de análisis, que para acabarla habían sido expedidos por un laboratorio externo.

Quise escribir el relato anterior, buscando una analogía que pudiera ejemplificar a grandes rasgos lo que el INEE ha significado para muchos actores del sistema educativo, de manera personal conozco el trabajo que han venido haciendo desde antes del 2013, desde mi punto de vista considero que el Instituto no ha tenido la capacidad de desvincular su funcionamiento de la evaluación del desempeño como una única y casi exclusiva función, para muchos esta ha sido su única razón de ser. Por ello la analogía de solamente dedicarse a  hacer análisis clínicos.

Si la única función de INEE es evaluar, entonces las evaluaciones aplicadas a cada uno de los docentes y posterior entrega de resultados, vendría siendo algo así como ir al laboratorio de análisis clínicos, someterte a exámenes diversos, para luego ir a recoger tus resultados y hasta ahí.

Lo que  no ha ocurrido es lo que ocurre casi siempre después de que vas por los resultados de tus análisis, generalmente tienes que ir con un médico general o a uno de especialidades para que, este interprete tus resultados, te recete medicación si así lo requieres, te ponga un régimen de alimentación acorde a tus dolencias y después de un tiempo puedas aspirar a tener una mejor calidad de vida.

Si las funciones del INEE tenían dentro de sus facultades evaluar la totalidad del sistema educativo nacional (SEN) ¿Por qué no vimos nunca algún funcionario de la SEP despedido? ¿Por qué no se pronunciaron fuertemente ante la incapacidad del estado mexicano de otorgar condiciones de vida aceptables a los alumnos de las comunidades más necesitadas? ¿Por qué no vimos iniciativas de ley enviadas al legislativo para crear leyes que obliguen a todos los órdenes de gobierno a coadyuvar a la mejora de las escuelas? Lo único que vimos con claridad fue a nuestros compañeros despedidos, de tal manera que la teoría de que el instituto fue dotado de autonomía con la encomienda ex profesa de correr a los maestros, adquiere significado en ese contexto.

Puedo sentir empatía por la forma en que han llegado a formar parte de la junta de gobierno los integrantes del INEE, de la misma forma espero que puedan ponerse algún día en los zapatos de cada uno de mis compañeros maestros que a diario hacen lo que pueden con lo que tienen, sé que en ambos casos podemos aportar mucho para ayudar a lo más valioso que tenemos en este país, la niñez y juventud en nuestras escuelas, pero antes tendremos que aprender a crear canales de comunicación y de cierta manera crear un lenguaje que nos permita entendernos mejor, porque a estas alturas los compañeros maestros pueden entender lo que ustedes dicen que hacen, pero no de la manera en que lo han venido haciendo.

Mi sugerencia es que si el instituto ya tiene un diagnostico bastante amplio del SEN, pasen ahora al tratamiento que permita subsanar las debilidades que arrojó dicho diagnóstico, este deberá abordar holísticamente cada uno de los aspectos que deben mejorarse, aunque muy probablemente a estas alturas esta encomienda le toque al centro de revalorización del magisterio. Dice un dicho que la sabiduría es un peine que nos llega cuando ya estamos calvos. Dice otro que la verdad es como la tierra, solamente podemos poseer un poco. Yo estimado lector, sigo creyendo que la última palabra la tiene usted. ¿No lo cree así?

Soy Jorge Isaac Alvarado Alcocer. Esta mi reflexión desde el aula.

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