A este escribidor no le queda la menor duda de que en la cúpula del SNTE ya no hay el menor de los pudores ni el más mínimo resquicio de vergüenza.
Estamos lector-lectora ante la más agria expresión del charrismo sindical palero del cual muchos estamos hasta la…¡el copete!
Cito sus dos últimas falacias:
Primera. Con rimbombe innecesario, el presidente del organismo sindical, Juan Díaz de la Torre, presumió a sus agremiados la fuerza del SNTE y les garantizó certeza laboral. ¿Cómo?, pues el sindicato creó para los maestros la plataforma SINADEP, en la que se oferta supuesta capacitación al magisterio como respuesta a la reforma educativa, que elevó a rango de obligatoriedad la evaluación y la capacitación de los docentes.
Así a botepronto uno bien podría aplaudir esta “filantropía” de la cúpula del SNTE, sin embargo, el gatopardismo no tiene límites si con la cabeza fría maestro te preguntas ¿por qué el sindicato debe de hacer lo que por ley se obliga la SEP? ¿acaso no es ocupación del sindicato mantenerse vigilante de que la autoridad educativa los capacite adecuadamente? ¿no es el colmo que el magisterio destine recursos de sus cuotas sindicales para resolver responsabilidades de la SEP?
A lo macho que el señor Juan Díaz es un satélite que, sigilosamente insulta la dignidad de los maestros.
Segunda. De nuevo con bombo y platillos anunció el programa “Cultura del Ahorro: Alimenta al Cochinito y Apoya una Escuela”
Los trabajadores de la educación recibirán un “cochinito”, para “alimentarlo” con recursos económicos que serán recaudados en las comunidades escolares con la ayuda de padres de familia e incluso con los alumnos.
Según el líder del SNTE, los recursos serán manejados con absoluta transparencia y se destinarán a resarcir necesidades de las escuelas. Obviamente habría que cuestionar eso del manejo transparente de recursos con tan funesta historia en la materia.
Además que de nuevo habría que preguntarse qué hace el SNTE invadiendo responsabilidades exclusivas del Estado, que es el encargado de mantener las condiciones físicas de las escuelas.
¿No sería más acertado que el poderoso gremio, el que se presume como el más grande de América Latina, exigiera con tal vehemencia como lo hiciera con el Gobierno de Oaxaca para que detenga a la CNTE, que la SEP se haga cargo de sus escuelas? o, ¿por qué el Señor Juan Díaz de la Torre mejor no se ajusta a la ley y como comisionado que es, deja de cobrar ilegalmente su salario?
El problema es que el SNTE, por su condición de Sindicato palero y charro no tiene los tamaños para exigir justeza para sus agremiados, ni mucho menos para enarbolar con autoridad la defensa de la educación pública.
Juzgue lector-lectora como cierto o no, aquello de “hágase su voluntad…en los bueyes de mi compadre”