Los fantasmas de la opacidad y la improvisación acechan a la nueva “Estrategia de Formación Continua de Profesores de Educación Básica y Media Superior”, presumida por el Secretario de educación, Aurelio Nuño Mayer, como un “traje a la medida”.
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Fue el Subsecretario de Educación Básica, Javier Treviño Cantú, el que se encargó de desmentir a su jefe cuando afirmó que los primeros 72 cursos de formación continua para maestros con resultados insuficientes en la evaluación del desempeño, serían asignados a Universidades mediante contratos “por invitación”, y no por licitación como publicamente aseguró el Secretario Nuño.
La razón de peso argumentada por le subsecretario: “tener inmediatamente una oferta” para contrarrestar las necesidades de los maestros.
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La opacidad claramente reflejada en la asignación de los cursos sin previa licitación. Se trata de recursos públicos que deben ser aplicados con transparencia, cosa que es mucho pedir en un País como México de indignante corrupción.
Y la improvisación precisamente en la urgencia de una oferta inmediata para los maestros, lo que prueba una vez más que la reforma educativa tiene una absurda carrera contra el tiempo que permea en la toma de decisiones generalmente apresuradas y, como consecuencia, equivocadas.
Y es que “a río revuelto, ganancia de pescadores”, pues hasta el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE) va por su tajada del presupuesto asignado al rubro de formación continua (1,809 millones de pesos), pues ya se apuntó para impartir cursos, pero ya no financiados con recursos de las cuotas sindicales de los maestros, sino a través de los recursos que generosamente le asignará la SEP (Educación Futura 30/03/2016).
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El sindicato estima recibir financiamiento de la dependencia educativa para impartir un total de 15 cursos a través de maestros frente a grupo, los cuales deberán certificarse para posteriormente apoyar a sus propios compañeros.
Vaya turbiedad en torno al “traje a la medida” si consideramos que fue el mismísimo Aurelio Nuño quien señaló que los cursos para los maestros iban a ser impartidos por “prestigiadas Universidades públicas y privadas”, previo proceso de licitación.