¿Cómo un gobierno que se dice de izquierda va a eliminar un programa como el de las Escuelas de Tiempo Completo? Pues sí, lo van a hacer. ¿La razón? Van a utilizar esos recursos –se afirma- para el programa de infraestructura «La Escuela es Nuestra». Un programa que, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación, no existen pruebas del gasto de 573 millones de pesos. Cifra que representa la mitad de los mil 187 millones de pesos del presupuesto auditado en el 2020. (Animal Político, 3 de marzo del 2022). Esto es, se orientará el recurso del programa de las Escuelas de Tiempo Completo para “arreglar” escuelas que tienen problemas de infraestructura. ¿Es válido este movimiento? Desde el punto de vista financiero, sí; pero no, desde la perspectiva social. Es cierto que se requiere solventar el problema de la infraestructura en las escuelas; pero no a costa de quitarle recursos financieros a un programa que beneficia a 3.6 millones de niños y adolescentes (El Financiero, 3 de marzo del 2022). No es un asunto que se pueda entender desde el marco estrictamente financiero. Por el contrario, es un tema que tiene que ver con la política social; esto es, con el corazón de la política del actual gobierno federal.
Me explico: las escuelas de Tiempo Completo han favorecido por espacio de 15 años –tiempo que llevaba el programa en funcionamiento- tanto a los alumnos como a los padres de familia. El programa surgió en el 2007 –señala Sánchez (2022)- como “una estrategia para mejorar las condiciones de aprendizaje de las escuelas de educación pública en el nivel básico, que fueran escuelas de educación indígena o multigrado, que ofrecieran educación primaria o telesecundaria; con población en situación de vulnerabilidad o en un contexto de riesgo social y que presentaran bajos niveles de logro educativo o altos índices de deserción escolar”. En ese sentido, las escuelas de Tiempo Completo fungían como espacios donde se apoyaba a los alumnos para “hacer las tareas y la recuperación de aprendizajes académicos”. Y, por otro lado, se les proporcionaba alimentación. Con ambos aspectos, se favorecía el rendimiento académico de los alumnos; así como la economía de los padres de familia.
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¿Hay algún inconveniente en los objetivos que tenía el programa? En términos formales, no; pero en términos políticos sí. El programa proviene del periodo Calderonista. Y cualquier cosa que provenga de esos tiempos, o del Peñismo o del neoliberalismo en su conjunto, la máxima en este gobierno es que se debe de “eliminar”. No media un estudio en la decisión, sólo se corta de tajo. Lo cual no es del todo pertinente porque se constituye en violatorio de lo que en su momento Marx y Engels denominaron como «Ley de la negación de la negación» -para citar un marco teórico cercano a la izquierda-. Ambos autores jamás llegaron a afirmar que se debe “arrancar de tajo” todo lo referente a la sociedad capitalista para iniciar de cero el Socialismo. Al contrario, el Socialismo como proceso de desarrollo debe conservar todo el contenido favorable de la sociedad capitalista. No hay ruptura, sino desarrollo. Quitemos los términos de Socialismo y Capitalismo del ejemplo anterior y cambiémoslos por “Neoliberalismo” y “Posneoliberalismo” y el ejemplo se entiende mejor. Pensar que se debe “cortar de tajo” todo lo relacionado con el régimen neoliberal no es pensar en términos de Socialismo Científico –para seguir la línea expositiva que inicié-, sino en términos de Socialismo Utópico –algo que criticó y combatió fuertemente el propio Engels-. Y es en esto último en lo que está cayendo el gobierno del presidente López Obrador: en el Socialismo Utópico. No se sigue, ni se respeta ley social alguna. Se gobierna a partir del sentido común y la ideología. Con eso no se construye desarrollo, solamente utopía.
El caso de las Escuelas de Tiempo Completo representa la segunda ocasión en que desde el gobierno se le mete mano a un programa de administraciones pasadas. El primero fue el de las Instancias Infantiles. Se adujo que había bastante corrupción en ese programa. Y, por lo tanto, se debía de eliminar. No se pensó en eliminar aquello que estaba mal y dejar lo que sí servía del programa (Ley de la negación de la negación). No, se recurrió a la decisión fácil: eliminarlo. ¿Y con qué se sustituyó? Con un programa de ayuda directa a las madres de familia para evitar intermediarios. ¿Ha funcionado? De acuerdo con una investigación de Animal Político, el recurso prometido nunca llegó a las beneficiarias pese a haber sido censadas (Animal Político, 3 de diciembre del 2019).
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Regreso al tema de las Escuelas de Tiempo Completo: se elimina este programa, siguiendo con el argumento que señalan, por cuestiones financieras –y no por cuestiones ideológicas-; lo cual significa que no hay dinero para sostenerlo, sobre todo cuando se tiene otra prioridad en puerta: la infraestructura de las escuelas. En este punto bien se puede integra la siguiente pregunta para motivar el debate: ¿por qué en este gobierno no hay suficientes recursos para educación, pero sí para las obras que están realizando las fuerzas armadas? ¿Por qué sí hay recursos suficientes para la construcción del Tren Maya, el Aeropuerto Felipe Ángeles, las 1,500 sucursales del Banco del Bienestar, y lo que se acaba de anunciar el presidente: la construcción del aeropuerto en Tulum, en Quintana Roo? (El Sol de México, 11 de febrero del 2022). Todas estas obras estarán a cargo de las fuerzas armadas y, varias de ellas, serán administradas por las propias fuerzas castrenses, con todo lo que ello implica en términos económicos.
No se entiende, la verdad. Y menos en un gobierno de izquierda.
Ahora bien, la eliminación de las escuelas de Tiempo Completo es una decisión tomada. Ya no hay marcha atrás. Queda ahora si los gobiernos estatales pueden sostener el programa en sus estados. Lo cual se observa complicado.
Habrá que esperar para el 2024, que un partido que no sea de izquierda le apueste a esta agenda que no fue prioridad en un gobierno de izquierda.
Vaya cosa…
Para comentarios:
Correo: fidelibarralopez@gmail.com
Referencias:
Roldán, Nayeli; (2019), “Menos niños atendidos, madres sin apoyo: el impacto de quitar recursos a estancias infantiles”, Animal Político, 3 de diciembre del 2019. Recuperado de: https://www.animalpolitico.com/2019/12/estancias-infantiles-no-llega-apoyo-madres/
__________(2022), “La SEP transfiere el presupuesto de Escuelas de Tiempo Completo a un programa que pierde 1 de cada 2 pesos”, Animal Político, 3 de marzo del 2022. Recuperado de: https://www.animalpolitico.com/2022/03/sep-programas-eduacion-escuela-es-nuestra/
Sánchez Cano, Alejo; (2022), “Regresión inconstitucional, la cancelación de Escuelas de Tiempo Completo ( I )”, El Financiero, 3 de marzo del 2022. Recuperado de: https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/alejo-sanchez-cano/2022/03/03/regresion-inconstitucional-la-cancelacion-de-escuelas-de-tiempo-completo-1/
Solís, Fernando; (2022), “AMLO anuncia empresa militar”, El Sol de México, 11 de febrero del 2022. Recuperado de: https://www.elsoldemexico.com.mx/finanzas/amlo-anuncia-empresa-militar-7848535.html