“Acaso no destruimos a nuestros enemigos cuando los hacemos nuestros amigos” Abraham Lincoln
Secretarios de Educación en el país y en los estados han existido infinidades, decenas, muchos con palmares académico, otros más recomendados por algún pago de favores y en muchos de los casos, la mayoría como cuotas de grupos y sin faltar los amigos del gobernante en turno. En el plano nacional, los casos más recordados son, en sentido positivo José Vasconcelos y Jaime Torres Bodet, con un perfil político Jesús Reyes Heroles, Ernesto Zedillo Ponce de León, Josefina Vázquez Mota, Emilio Chuayfet y dentro de la polémica Manuel Bartlett el cuestionado operador del denunciado fraude contra Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en 1988 y hoy senador del PT por Puebla dentro del equipo de MORENA. Todos estos políticos, académicos e intelectuales fungieron en el despacho fundado en 1920 en el Gobierno de Álvaro Obregón con las funciones cotidianas y propias de su encargo, comenzando por la reorganización regional y nacional de la enseñanza, al incremento de su cobertura e implementación de condiciones para la búsqueda de la modernización del sector educativo, muchos avances pero de la misma magnitud que los pendientes, desde la fundación del organismo oficial la relación con los profesores se fue desarrollando con los 3 grandes liderazgos que antecedieron al líder actual del CEN del SNTE Juan Díaz de la Torre, por los escritorios de todos estos personajes desfilaron en orden cronológico Jesús Robles Martínez hasta la década de los 70 que fue relevado por el maestro potosino Carlos Jonguitud Barrios, quien cedió las riendas del organismo sindical a finales de la década de los 80 a la Profra. Elba Esther Gordillo Morales, como en toda relación cercana a cumplir un centenario, ha tenido altas y bajas, sin embargo, dentro del magisterio se fue desarrollando la idea que bueno o malo el titular de la máxima oficina educativa oficial, no existía mal que durara más de un sexenio, incluso la suerte jugo en muchas ocasiones del lado de los profesores, porque cuando los nubarrones entre la relación del SNTE toco fondo, puesto que la Profra. Gordillo tuvo mucha rispidez con el Dr. Zedillo cuando este fue Secretario de Educación en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, cuando asumió la Presidencia de la Republica en 1994 nombro en esa posición al tristemente célebre Fausto Alzati quien fue despedido a los pocos días por ostentar el grado de doctor sin haberlo concluido, hecho que modifico en mucho la relación bilateral en beneficio de los maestros y sus representantes.
Con todos los antecedentes mencionados podemos concluir que todos los ex secretarios tienen sus puntos negativos y positivos dentro de la comunidad escolar, sin embargo, el ultimo secretario del gobierno de Enrique Peña Nieto parece haber entrado en un tobogán con ruta de confrontación al magisterio. Usted puede preguntarle su opinión a cualquier integrante del sector educativo magisterial sobre Aurelio Nuño Mayer hoy coordinador de la campaña del PRI y la opinión es mayoritariamente negativa hacia su persona, no estamos hablando de la sociedad en general, sino de la focalización de directivos, maestros y personal de apoyo quienes no olvidan en el caso de primaria los recientes embates sobre la permanencia y la selección poco clara de sustentantes, en preescolar el intento de ampliar la jornada escolar sin paga y en secundaria la falta de distribución de sus horas afectando su crecimiento, teniendo repercusiones la Reforma Educativa también en el personal de apoyo al limitarles su crecimiento por escalafón y enviarlos a presentar examen frente a externos sin antecedentes en el sector.
Por ello, en su papel de político Nuño Mayer ha llamado la atención que hubiese escogido como adversario precisamente al puntero de las encuestas Andrés Manuel López Obrador a quien los profesores ven como la opción que acabará con las Reformas emprendidas por Peña Nieto y cuyos artífices fueron Enrique Ochoa Presidente del PRI y Aurelio Nuño en la rama educativa, aunque por cuestiones de lógica aritmética suene razonable intentar atacar al puntero para buscar estar muy cerca cuando inicie la campaña en marzo y poder rebasarlo a mitad de la misma en mayo, polarizando para ello la contienda en 2 líderes , sin embargo este protagonismo de un día sí y otro también atacando a López Obrador ha comenzado contrario a lo que pensaban los jerarcas rojiblancos a generar una exacerbación de los sentimientos magisteriales, convirtiendo cada mención en Facebook, twitter o cualquier plataforma digital que utilice Nuño como una zona de catarsis del profesorado, quienes no pierden oportunidad para expresar su apoyo hacia Obrador, aunque en muchos de los casos se ha pasado de la antipatía generada por Aurelio por su participación en le reforma al repudio por atacar a su favorito, cosa que no había sido tan marcada hacia un político de parte del magisterio desde 2006 contra Roberto Madrazo a quien lo persiguió una campaña permanente en cada sitio que visitaba públicamente, lo único que ha cambiado es el escenario, si bien en 2006 los hechos se desarrollaban en las plazas públicas, ahora se presentan en las redes sociales con una presencia permanente y de fácil acceso para los profesores pero con mayor penetración que hace 12 años.
De continuar esta tendencia del coordinador de campaña de Meade Kuribreña para aumentar la campaña de descalificaciones hacia AMLO estaríamos ante un intento de polarización de la opinión pública para estar a favor o en contra de un candidato, sin embargo los riesgos de caminar por este pequeño camino de intransigencia, además de dudar de la efectividad de la misma campaña negra ya utilizada por los panistas en 2006 y 2012 por repetitiva y con los índices de quienes la promovieron en sus resultados muy cuestionados por los aumentos que acompañaron este inicio de año, es que la credibilidad de la misma reforma educativa estaría severamente dañada, porque precisamente el eje rector de la misma busca implementar la tolerancia, inclusión, valores comunicativos, la convivencia sana y pacifica como formas de resolver las diferencias, que por lo publicado por su principal impulsor contraviene lo que pretende que otros hagan. De ganar Meade, ¿cómo podría Nuño decirle al magisterio que en este país las diferencias pueden resolverse utilizando la política educativa actual? Es claro que las recientes embestidas de Aurelio Nuño hacia López Obrador por temas como las manifestaciones por la paz de julio de 2004, ¡si! ¡como lee bien¡, de temas de hace 13 años, no hacen más que incrementar el ánimo positivo en los malquerientes de la reforma educativa, que repiten envalentonados: ¡¡va caer!!