De acuerdo con lo establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la tecnología ha demostrado ser una herramienta útil y necesaria para ayudar a garantizar que los gobiernos locales y regionales respondan en la primera línea de la emergencia, situación que se convirtió en el primer elemento de respaldo a las acciones gubernamentales generando una estrategia, que luego se convirtió en un proceso que en su conjunto se le denominó educación a distancia porque incluyó otros factores como cuadernillos impresos, radio, televisión, entre otros medios alternos para poder llegar al estudiantado.
Por otra parte, mucha tinta se ha trazado en los diferentes medios y redes sociales sobre las perspectivas negativas que tienen que ver con el alcance de dichas medidas sobre todo en los hogares de menores ingresos, que decir eso en nuestro país, equivale a casi la mitad de la población, con los efectos que ello tiene en el impacto del derecho a la educación de nuestras niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
El derecho a la educación, el derecho a la información, al igual que el derecho al acceso a internet, son pieza fundamental si es que estamos ciertos que nuestro país debe de transitar por caminos en los que dichos derechos se lleven a quienes más lo necesitan, sin embargo, el atraso y la falta de inversión en muchos años, hace que dicho planteamiento no se encuentre previsible en el corto o mediano plazos.
En este sentido, es necesario que se tome en consideración el esfuerzo desarrollado por el magisterio para generar, en un tiempo por demás breve, la adaptación que tuvo que hacer para migrar no solo al aprendizaje de tecnologías, en donde, una vez más, la capacitación docente, corre por su propia cuenta, sin embargo en esta ocasión, además, fue a costas de su propia persona, de su presupuesto y de sus pertenencias, puesto que para los diferentes niveles de gobierno, la forma más sencilla de resolverlo, fue pedirle que, a partir de que se dictaron las medidas de distanciamiento social, debería de contar con herramientas tecnológicas, con elementos para su aplicación, además de tener que aplicar otra serie de medidas al interior del hogar para resolver las problemáticas que surgieron a la par de tener que contar con aparatos para que el resto de las y los integrantes de la familia respondieran a la emergencia en el trabajo, escuela, etc.
En este sentido, vale la pena hacer un reconocimiento al esfuerzo desarrollado por el magisterio, que haciendo uso de sus equipos tecnológicos, buscando su capacitación, pagando su electricidad, su servicio de internet, su equipo y plan de servicio telefónico, adaptar el plan de estudios, exceder sus horas de trabajo, el estrés, etc. con lo que ha respondido y con la frente muy en alto a la emergencia, y que decir con lo que ha hecho para hacer llegar a quienes no cuentan con dicho servicio y se ha buscado hacer llegar para sostener el derecho a la educación que está establecido en nuestra legislación nacional.