¿Alguien pensó que con la llegada de Mario Delgado a la Secretaría de Educación Pública las cosas iban a ser diferentes en el sistema educativo nacional cuando se sabe que fue uno de los principales impulsores de la reforma peñanietista de 2013 siendo senador por el PRD? Yo no.
Es lógico llegar a esta conclusión, sobre todo si tomamos en cuenta que el partido al cual pertenecía este legislador era uno de los integrantes del conocido Pacto Por México integrado por PRI, PAN y PRD; pacto que impuso una serie de “reformas estructurales” con la intención de “modernizar” el país. Obviamente, una de esas reformas tocó el ámbito educativo con los resultados ya conocidos.
Hago un paréntesis para comentar que, justo en el momento en que escribo estas líneas, recordé que allá por el 2021, Morena lanzó una serie de materiales videograbados donde afirmaba que este Pacto había sido un acuerdo mafioso con el cual los partidos que lo integraban habían intentado privatizar la energía o educación, no sin antes reiterar que a partir de su implementación se había disparado la corrupción en el territorio mexicano concentrando la riqueza en unos cuantos. ¿Será congruente el discurso morenista con el que un senador ex perredista que impulsó la reforma educativa de 2013 sea hoy secretario de educación en el país e integrante de ese mismo partido? Cosas curiosas tiene la vida. En fin.
Traigo a colación este cuento, por la más reciente polémica y enfrentamiento que se ha suscitado entre la SEP y Marx Arriaga, derivado de la Sexagésima Quinta Reunión Nacional Plenaria Ordinaria 2025 de la CONAEDU (Consejo Nacional de Autoridades Educativas); reunión en la que Mario Delgado refirió que las y los docentes contarán con un nuevo material de apoyo sobre dos áreas importantes como lo son las matemáticas y la lectoescritura. Obviamente que tal cuestión no cayó nada bien en las oficinas de Materiales educativos cuyo titular (Marx Arriaga) afirmó en sus redes sociales que las cloacas de la SEP abandonaban el obradorismo de la NEM y sus Libros de Texto, para dar paso al neoliberalismo educativo de la OCDE, Coparmex, Mexicanos Primero y Ricardo Salinas; y creo que hay cierta razón en ello. Me explico.
Se sabe que Delgado Carrillo desde hace un buen rato se ha acomodado donde mejor convengan sus intereses. Cómo olvidar que por el 2012 hablaba sin pudor alguno sobre la necesidad de evaluar el sistema educativo, elevar la calidad de la educación a través del enfoque basado en competencias y de evaluar a las y los maestros. Años después, sin el mismo pudor e imagino que sin rubor alguno, este mismo personaje afirmaba que de la misma reforma que él mismo había impulsado en 2013 “no quedaría ni una coma”; claro, ello permite entender aquel “tuit” de Claudio X. González donde señalaba que en el 2012 había recibido una llamada de un senador del PRD (Delgado Carrillo) para informarle, jubiloso, que acaba de aprobarse, con su voto a favor, la reforma al art. 3º constitucional, pero que en 2018 este mismo legislador casi celebraba su sepultura. ¿Por qué un legislador tendría que informarle sobre la aprobación de una reforma educativa a un empresario que siempre ha tenido en mente el privatizar la educación en nuestro país? Es pregunta, nada más. Por cierto, ¿y el documental De panzazo que tanto daño al magisterio mexicano quién lo produjo o financió?
Con los vientos en contra, repito, el actual secretario de educación supo acomodarse muy bien para gozar de la simpatía del morenismo y lopezobradorismo; su paso por la presidencia de este partido y hoy en una de las Secretarías más importantes del estado así lo confirman. Entonces, ¿alguien podría pensar, que una vez metido en barco de la izquierda transformadora y de los segundos pisos, el pasado de este ex legislador ligado con las élites empresariales hubiera quedado atrás? Hace unos meses, bajo el argumento de “impulsar” el proyecto Vida saludable de la presidenta Sheinbaum, consistente en promover hábitos saludables en las escuelas, eliminando la comida chatarra y fomentando la actividad física, se reunió con representantes del Consejo Mexicano de la Industria de Productos en México y otras empresas como Coca Cola; reunión que fue harto cuestionada y criticada por las mismas finalidades de programa. Vaya, habría que preguntarse: ¿era necesaria una reunión para que el empresariado se sumara a la iniciativa? ¡Sí, cómo no!
Ahora bien, se sabe que, desde hace varios meses, particularmente con la llegada del lopezobradorismo a la presidencia, al interior de la SEP existe un claro enfrentamiento entre los distintos, digamos, grupos o ideologías. Ciertas áreas y ciertos funcionarios cuya simpatía por el “neoliberalismo” (y todo lo que ello implica) no pudieron ser despedidos desde la llegada de Esteban Moctezuma, pero sí, en algunos casos, cambiados de adscripción por “necesidades del servicio”. Ello podría explicar el por qué, por ejemplo, el cambio tan repentito y hasta drástico que sufrió el Plan de estudios 2022 de la Nueva Escuela Mexicana (NEM), es decir, de la que muchos conocimos desde la primera versión “filtrada” hasta la que apareció publicada en el Diario Oficial de la Federación. ¿Un ejemplo más? Revísese el acuerdo secretarial relacionado con la evaluación de las y los estudiantes de educación básica; de evaluación formativa no tiene nada.
Entonces, el más reciente enfrentamiento entre la SEP y Marx Arriaga no es nuevo, simplemente son momentos que visibilizan los “encontronazos” o, como algunos dirían: “las pugnas ideológicas” entre fuerzas al interior de la SEP; un fenómeno tan natural como aquel o aquellos que suceden en cualquier institución o, por ejemplo, centro educativo.
En estos días he leído diversas posturas con relación a este desencuentro; algunos posicionamientos son tan radicales que invitan a reflexionar sobre un fanatismo desmedido entre dos bandos: neoliberales y no neoliberales, por así decirlo.
Desde mi perspectiva, sostendré lo que desde hace tiempo vengo afirmando: el gran problema del Plan de estudios 2022 de la NEM no es el Plan de estudios como tal, sino la pésima estrategia de implementación que por ignorancia o novatez no realizaron, lo cual incluye una nula formación continua del profesorado mexicano. Quien o quienes estamos insertos (y tal vez los que no lo estén) en el medio educativo, sabemos que todo proceso de implementación requiere de un acompañamiento efectivo para que los resultados sean los proyectados, pongo un sencillo ejemplo, a propósito del trabajo por proyectos y empleando la metodología Aprendizaje basado en proyectos comunitarios, si se pretende que el estudiante diseñe, desarrolle y evalúe un proyecto, por ejemplo un Libro artesanal, tendrá que recuperar sus saberes previos, indagar, proyectar, diseñar, desarrollar o ejecutar y evaluar diversas acciones para que al final, en el momento 9 o 10, de cuenta del Libro artesanal construido. En todo este proceso, la o el docente acompaña al estudiante para que, con su experiencia y conocimiento, logre un aprendizaje. ¿Quién acompañó a las y los maestros en la implementación de un plan de estudios que rompió con todo lo conocido por éstos si de la noche a la mañana se dijo que iba dicho plan y en todos los grados?
El tema de ayuda para el abordaje de las matemáticas o la lectoescritura que anuncia con bombo y platillo el señor secretario es un tema que ha sido cuestionado desde hace mucho tiempo; curiosamente, algunos de los que gustan de las pruebas estandarizadas sostienen que si los niños tienen un problema en estas áreas, no es tanto por el sistema o el plan de estudios, sino por las y los maestros y por eso había que evaluarlos (en este rubro incluyo al Mario Delgado del 2012); sin embargo, los que dicen no gustar de esas pruebas estandarizadas no hacen nada por atender el problema tal vez de raíz porque es un mundo lo que tendría que hacerse y no habría todos los recursos y tiempo para ello y… ¿entonces?
Unos cuadernillos no han sido, son o serán la solución “al problema” que México enfrenta en matemáticas o lectoescritura, primero porque habría que pensar por qué que es un problema y en razón de qué o en comparación de qué es un problema y, finalmente, analizar el origen (que no es de ahorita) de este problema si es que así se considera. ¿Verdad que ya no es tan sencillo como el darles unos cuadernillos a los profesores?
Si Mario Delgado es parte de las cloacas de la SEP no lo sé ni mucho menos me interesa, lo que sí sé es que tenemos una gran variedad de problemas en el sistema educativo y, desde la misma SEP, hay quienes desean que todo vuelva a ser cómo antes, es decir, que la corrupción de antes (no la de ahora) regresé al poder para servirse de los recursos del pueblo. En fin.
Pobre SEP, tan lejos de Dios y tan cerca de un Delgado…
Al tiempo.
