Por: Anel Guadalupe Montero Díaz
Carrera magisterial, como muchos de los incentivos económicos en México, también está plagado de corrupción y asignación de letras y puntajes a discreción del líder sindical, porque es utilizado como medio de manipulación y control para obtener y negociar prebendas y favores que la lideresa magisterial explota a su conveniencia por medio del PANAL a fin de consolidarse como una figura clave de la escena política de nuestro país.
¿Qué es “Carrera Magisterial”[i]?
Es un sistema de promoción horizontal en el que los docentes participan de forma voluntaria e individual y tienen la posibilidad de incorporarse o promoverse si cubren los requisitos y se evalúan conforme con lo indicado en los lineamientos normativos.
Hoy, existe una nueva reforma a las compensaciones extra salariales que reciben los profesores por medio de este programa. México es uno de los pocos países en el mundo en el que el Maestro no tiene estímulos económicos extra por realizar estudios de posgrado. Ya sea que usted sea normalista o doctor en educación con dominio de tres idiomas, a usted le son asignados 5 puntos. No hay más. Eso sólo sucede en México.
El nuevo sistema de Carrera Magisterial, es un gran fracaso de origen, aunque el señor Presidente Felipe Calderón opine lo contrario. Existen por lo menos tres falacias sobre las que está asentado el programa de estímulos para los profesores. Mire usted.
1.- Aprovechamiento escolar
El señor Presidente Felipe Calderón, declaró[ii] que el estímulo de carrera magisterial estaba supeditado al aprendizaje de los alumnos. No es cierto.
¿Cómo es posible que por “aprendizaje de los alumnos” se entienda el resultado del examen de ENLACE?
Antes de que a los profesores se les otorgara un estímulo económico basado en los resultados del instrumento, nadie hacía caso de la prueba. La perversa zanahoria económica con la que la lideresa magisterial manipula el interés de los maestros es eficiente debido a que los sueldos son muy bajos y el docente percibe un ingreso extra si los alumnos acreditan ENLACE
¿Qué ha sucedido? Pues lo que era de esperarse: escuelas completas que dan el resultado de la prueba a los niños, a pesar de que existen padres de familia que “vigilan” la aplicación del instrumento.
Por otro lado, existe una relación directa entre el desempeño de los alumnos en la prueba de ENLACE y la asignación de recursos a determinada entidad federativa, de ahí la desproporcionada importancia que se otorga a la evaluación.
2.- Eficiencia.
El señor Presidente Felipe Calderón no quiere enterarse de que en Finlandia, país que es considerado como punta de lanza en calidad educativa, el calendario escolar es de 190 días y la semana escolar consta de 25 a 30 horas[iii].
El profesor que trabaja horas extra, no necesariamente es el mejor, esa es una falacia. El docente que planea efectivamente sus clases, no tiene por qué abarcar horas después de clase, puesto que toma en cuenta el nivel del grupo y los casos especiales que puedan presentarse.
¿Qué ha sucedido en el contexto del examen de ENLACE? que algunos profesores necesitan “ensayar” las preguntas del instrumento y así, en vez de utilizar tiempo valioso en formar verdaderamente a los alumnos y educarlos para la vida, se les educa para poder contestar un instrumento que es parcial, sesgado, subjetivo y que no toma en cuenta que México tiene diversidad de contextos, que los alumnos no aprenden igual y que un grupo de alumnos no el mismo nivel del conocimientos.
3.- Formación continua
Los cursos en cascada de la SEP, los diplomados y las certificaciones son un rotundo fracaso. La gran mayoría del cuerpo de Asesores Técnico-Pedagógicos, son docentes que gozan de la confianza del Supervisor Escolar o del funcionario de determinado nivel educativo. No existe en la reglamentación oficial la figura del asesor técnico-pedagógico.
Mire usted, hasta hace unos años, el denominado ATP realizaba toda la documentación oficial en máquina de escribir o a mano. Hoy, los tiempos lo han rebasado y la alfabetización informática de la plantilla de profesores no ha sido de ninguna manera prioridad ni de la SEP ni del SNTE.
Hoy más que nunca, el profesor frente a grupo está bombardeado con cursos, diplomados y un cúmulo insultante de documentación oficial que quién sabe quién solicita para quién sabe qué. Es la política del sin sentido.
¿Se trata de que los profesores estén tan inmersos en documentos, cursos y exámenes que no tengan tiempo de pensar y organizarse?
Hay muchas interrogantes todavía acerca del plan 2011 y de la reforma educativa en general:
-¿Qué pasará con las dobles plazas?
– ¿Cómo se obtendrán los recursos para dotar de cocinas y de centros de cómputo a las escuelas?
– ¿Qué pasa con las conexiones de Banda Ancha que llegaron a las escuelas y que no funcionan porque no se ha pagado la renta de las mismas?
– ¿Qué sucederá con las escuelas rurales que no tienen luz eléctrica?
– ¿Cómo se implementarán las escuelas de tiempo completo sin el personal con el perfil profesional adecuado?
La Educación en México, estimado lector, es un fracaso y evidentemente, a algunos les conviene que siga así. Estamos hablando de generaciones de niños que han sido formados en la desesperanza de un sistema que ahora pretende, con el bachillerato obligatorio, formar meseros y cajeras con preparatoria. No es justo. No se vale. Hay que actuar.