De infausta memoria pero cabe recordar aquí el comunicado 129 de la SEP (en aquel entonces dirigida por Emilio Chuayffet) donde de manera por demás extraña, suspendía “indefinidamente” las evaluaciones docentes.
Tan lamentable evento dejó al descubierto la pésima comunicación que existe entre la SEP y el INEE o, en el peor de los casos, el peso político de la SEP por encima de la autonomía del INEE.
Y es que en menor escala pero de nuevo, ambos organismo honraron el legado de la Chimoltrufia.
Así lo demuestran con el lío que se traen con la prueba PLANEA 2016 donde un organismo dice una cosa y mientras que el otro dice otra.
El caso es que a falta de tino de los Consejeros del INEE para comunicar, el entendimiento casi generalizado fue que PLANEA 2016 no se aplicaría por falta de presupuesto.
Y para empantanar el asunto, la SEP salió al quite y aseguró que PLANEA sí se llevará a cabo pero con “modalidades más innovadoras e igualmente robustas” donde a falta de precisión infiero, que lo innovador de esta versión de PLANEA es que será aplicada por los maestros y lo robusto; que también deberán calificarla.
Y ante el evidente desatino, INEE y SEP se escudaron en el argumento (supuestamente) técnico de que no hay evidencia sobre variaciones significativas en los resultados de las evaluaciones de un ciclo escolar a otro.
Cabe entonces cuestionar la lógica de aplicar una prueba que de antemano se sabe que sus resultados serán similares o iguales que en 2015.
Pero no solo eso, también hay que hacer notar que la prueba PLANEA nació para contrarrestar los vicios de ENLACE y convertirse en un valioso ejercicio para orientar las decisiones importantes en pro del aprovechamiento escolar de los alumnos.
Si ese objetivo de PLANEA pasa a convertirse en otro absurdo burocrático para los maestros, la prueba no tiene razón de ser y habría que declararla oficialmente fracasada.
Lo advierte un maestro y director de escuela multigrado que está harto de tanta burocracia inútil y hostil.
EL COMENTARIO APARTE.- Mexicanos Primero exhibió el desastroso sistema de formación inicial y continua de los maestros y de paso...¡hizo recomendaciones!
Si eso no es poder, diga el lector (a) qué será.